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La aldea a la mano (Holguín, Cuba)

18 de febrero de 2013

Alcaldes holguineros 1898 - 1955


Después del fin de la dominación colonial en Cuba los alcaldes municipales fueron nombrados en noviembre de 1898, muy poco después de la evacuación de las fuerzas españolas. Y a la vez del  nombramiento del alcalde, en cada municipio se creó un Consejo que contó con comisionados ejecutivos para distintas áreas de la administración municipal: Instrucción Pública, Sanidad, Caminos Reales, Limpiezas de Calles, Recaudación, Tesorero y Secretario.  Se suponía que ese cuerpo ejecutivo municipal iba a ser reestructurado cada año.

Con el coronel del Ejército norteamericano Mr. Duncan H. Hood a la cabeza de la plaza de Holguín, se conformó el gobierno civil municipal con el general independentista Manuel Rodríguez Fuentes auxiliado por el Consejo de Secretarios. Asimismo la estructura ejecutiva incluyó el nombramiento de tenientes alcaldes en los barrios del municipio a la vez que  el alcalde designó un cuerpo de policía para las áreas urbanas y la policía montada para el campo, (que, obviamente, tenían la función de garantizar el orden público y que contaban, además, con el  auxilio de las autoridades militares norteamericanas, fuerzas interventoras, a las que podían recurrir en caso de necesidad).

En junio de 1900  se celebraron elecciones municipales, donde fue electo alcalde de Holguín el licenciado Francisco Fernández Rondán. Al año siguiente fue reelecto y como tesorero se nombró a Juan Angulo Rodríguez.

Una de las primeras actividades  administrativas  desarrolladas por el Ayuntamiento de entonces tuvo dimensión patriótica: consistió en el traslado de los restos de patriotas holguineros caídos en combate fuera del  territorio, así como la manutención a través de colectas a mambises a los que su condición racial y social limitaba su acceso a puestos de trabajo. Y también el Ayuntamiento dedicó su labor a cambiarle el nombre a las calles y espacios públicos que desde antaño tenían nombres extraídos del santoral católico y de hechos  españoles y que ahora recibían el de los patriotas mambises caídos por la independencia.

Igual la labor del Ayuntamiento estuvo dirigida a dirimir problemas tales como la higiene y embellecimiento de la ciudad, la atención al cementerio, a los parques, y a las principales arterias de la ciudad; a dotarla de redes técnicas, de terrenos para  la práctica del béisbol, que entonces era considerado expresión de modernidad, y con particular interés, al control sobre la prostitución y las tarifas de pasajes, entre otros.

Sin embargo estos problemas nunca pudieron ser resueltos sino, solamente paliarse porque las cifras de dinero que se le destinaban en los presupuestos eran muy bajas, y era poco el dinero porque no había para más. Y porque nunca hubo “para más” el dinero para atender las enfermedades de los pobres solamente alcanzaba para  atender a niños atacados de difteria. 

En la administración de Fernández Rondán no hubo muchas escuelas, pero, se fundó una que trascendió en el tiempo, la de Los Amigos, institución religiosa de carácter privado.

Fernández Rondán renunció al cargo en 1906 y lo sustituyó el Segundo Teniente Alcalde, José Ramón Torres quien murió en el desempeño en 1908. Acto seguido y ya durante la segunda intervención del ejército de los Estados Unidos fue designado como Alcalde de Holguín Manuel Grave de Peralta.

Durante la II Ocupación norteamericana  (entre 1906-1908) aconteció la reorganización de los partidos para las elecciones municipales de agosto de 1908. En estas circunstancias obtuvo el triunfo alcaldicio José A. García Leyva, candidato de los Liberales Históricos quién derrotó al representante de la coalición entre Liberales y Conservadores, José Tamayo Torres.

Los problemas sociales, lejos de resolverse, ahora fueron en aumento; tal es el caso de los menesterosos que deambulaban por todo Holguín. Y cómo no iba a ocurrir así si en un municipio de 50 mil habitantes nada más había un sanatorio con 25 camas. Dice la prensa de entonces que por la ciudad proliferaban menores de edad hasta altas horas de la noche; para evitarlo las autoridades adoptaron la Ley Campins, que decretaba que estos no podían transitar solos por las calles después de las 8 pm. Más el Gobierno no pudo resolver las causas que llevaban a los niños a andar por las calles y por eso ellos siguieron aquellos “mataperreando”.

Crear un Instituto de Segunda Enseñanza fue un anhelo de entonces que tampoco se logró. Lo que sí se pudo conseguir fue la tan polémica creación en la ciudad de una Zona de Tolerancia, que había sido solicitada el 2 de mayo de 1910,  por el edil Lancho Barriga, como medio de perseguir la prostitución clandestina y poder evitar con ello “el espectáculo inmoral de verlas por nuestras calles y poder controlar la propagación de enfermedades venéreas”. (Estuvo dicha zona de tolerancia en la calle Máximo Gómez, desde la de esquina de Garayalde hasta la Salida hacia San Andrés).

En las elecciones noviembre de 1912 la Alcaldía pasó a manos del coronel  Miguel I. Aguilera Feria, del Partido Popular, que derrotó al representante del pacto de menocalistas y miguelistas, Floridano Feria Savori. En 1916 el liberal Aguilera Feria es reelecto pero en 1917 el Alcalde se incorporó al movimiento antimenocalista (que intentaba derrotar al Presidente de la República Mario García Menocal,  conocido como “La Chambelona”). Vencidos los contrarios al presidente el alcalde de Holguín deja de serlo y sobreviene un período de inestabilidad política con varios alcaldes de facto: Justo Cuza, Salvador Torralba, Agustín Ochoa Ochoa, Gaspar  Beceña y el músico y edil Manuel Avilés Lozano.

Fueron las elecciones de noviembre de 1918 las más fraudulentas de todas las celebradas en Holguín. Entonces la mayoría la tenía el Partido Liberal, pero una maniobra tramposa dirigida por Pedro Rojas Cano escamoteó las aspiraciones liberales, y provocó el ascenso al candidato conservador Gaspar Beceña González.

Esta dicha fecha marca, además, el inicio del movimiento obrero organizado con la Asociación de Torcedores de Holguín, un gremio de tendencia reformista. Para 1919, se encontraban organizados los panaderos, los ferroviarios y el gremio de chóferes de Holguín, con lo cual iniciaban la batalla por demandas económicas a sus patronos.

El alcalde Gaspar Beceña González acordó la ampliación del cementerio de la ciudad, ya que no se pudo hacer otro por falta de dinero. En 1923 se crea la Banda de Música Municipal, compuesta de un director, un segundo director, cinco músicos de primera, siete de segunda, ocho de tercera y dos educandos.

Seis años después, 1924, retornaron los liberales a la alcaldía con José García Portelles. Para esos momentos  los servicios de salud se encontraban en franco abandono y centralizados por la gobernación nacional. En Holguín el Ayuntamiento acordó crear una Casa de Socorro, con personal calificado que estuvo muy mal equipada y que, además, era conocida como “Casa de Botellas” porque del presupuesto designado a ella cobraban muchos que no trabajaban allí.

Las elecciones presidenciales de 1925 fueron ganadas por Gerardo Machado, candidato del Partido Liberal. Un  año después, el liberal José García Portelles renunció a su cargo de alcalde de Holguín y se postula como candidato a representante por su partido. Lo sustituyó Antonio Infante Maldonado quien se impuso en las urnas al conservador Federico Carbona Lotti y al popular Celestino García Bracho. Pero antes de marcharse del sillón municipal, García Portelles aprueba (13 de abril de 1925), donar un terreno en el cementerio local para el panteón de  los Veteranos de la Independencia. Lo sustituye en la alcaldía Maximino Parra, que está en el cargo hasta 1933.

Infante Maldonado dedicó toda su administración al arreglo de los caminos vecinales, adquiriéndose para  ello, un tractor de 10 toneladas, una máquina de hacer caminos, una niveladora, una zanjadora, un tractor de 17×28 caballos de fuerza… (Arreglar los pésimos caminos municipales era una de las más caras y viejas aspiraciones de los holguineros). Para hacerlo como Dios manda el Ayuntamiento acordó la compra de una aplanadora y gran cantidad de asfalto, cemento, piedras picadas, arena ,cal ,etc, pero la idea no pasó de ser un acuerdo, jamás lo materializaron.

En diciembre de 1927 se pide que el solar de  Luz Caballero y Mártires sea destinado a la construcción de un moderno edificio, capaz de albergar el Vivac Municipal, Cuartel y Oficinas de la Policía Municipal, la Banda de Música, la Academia de Música, Cuartel de Bomberos y la Casa de Socorros. (Es ese otro de los caros sueños holguineros nunca satisfechos).

Llega 1928, año de elecciones presidenciales. Machado forma lo que en la historia de Cuba se conoce como cooperativismo que lo llevaría como único candidato. Casi todas las facciones de la sociedad se organizan para hacerle frente al general-dictador. Se encontraban en la oposición todas las tendencias políticas de la Isla, los izquierdistas  CNOC, el Partido Comunista, el grupo Unión Revolucionaria de Antonio Guiteras, los centristas del  Directorio Estudiantil Universitario, los grupos de corte fascistas como el ABC y el grupo de derecha “Unión Nacionalista” dirigido por Carlos Mendieta. Machado pone en vigor la Ley de Emergencia Electoral y prohíbe la reorganización de los partidos con lo que consigue que la asociación Unión Nacionalista (UN) pasara a ser uno de ellos. Unión que había nacido en Holguín al separarse un grupo de liberales de su partido capitaneado por José García Portelles, más otros militantes que les llegaron de otros partidos conservadores y populares.

El 27 de agosto de 1933 ocupaba el cargo el alcalde municipal en Holguín Carlos Dominicis. El nuevo alcalde procedía del ABC radical que se opuso a la mediación norteamericana; por tal hecho el alcalde contó con el apoyo de los sectores revolucionarios, en especial, de Unión Revolucionaria.

Es en ese período cuando, impulsados por el Partido Comunista, se crearon nuevos sindicatos, como las Obreras de la Aguja, (más tarde Sindicato de  sastres, costureras y similares), el de los trabajadores del comercio y el de  los empleados de hoteles, fondas, cafés. Todos ellos fueron aceptados después como miembros de la Federación Regional de Holguín y de la CNOC en la Conferencia Obrera Zonal efectuada en Holguín. En este ambiente de  lucha se incrementaron las huelgas, los paros laborales en demandas de mejores condiciones de trabajo y del nivel de vida.

El golpe del 4 de septiembre fue secundado por los militares de baja graduación de la ciudad, bajo la dirección de los seguidores de  Guiteras. En Holguín, los menocalistas, nacionalistas y abecedarios se opusieron al él por considerar que se anulaba el gobierno nacido de la confabulación mediacionista. El alcalde Dominicis mantuvo el poder al contar con cierto apoyo de los sectores revolucionarios que integraban el Comité Ejecutivo Revolucionario (CER) emergido del golpe. El CER se caracterizó por una izquierda muy fuerte, representada por los seguidores de Guiteras, y en particular, por la presencia de Luis Felipe Masferrer Landa.

Poco después el alcalde Dominicis fue acusado de representar a los abecedarios y proteger a viejos políticos liberales. El 6 de noviembre de 1933 lo sacan de la alcaldía nombran como alcalde provisional de Holguín al comunista Luis Felipe Masferrer Landa, por considerar que reunía las condiciones “para el desempeño  del puesto, y al  mismo tiempo cooperar en la labor de  renovación y reforma que corresponde a un Gobierno Provisional producto de la auténtica revolución”. Luis Felipe, con solo 24 años de su edad fue el alcalde más joven de todo el período republicano holguinero.

Este precario poder popular con Luis Felipe Masferrer Landa a la cabeza dictó, entre sus primea medidas, la destitución de algunos renombrados machadista de sus cargos municipales, la intervención del Alambique, propiedad de Gerardo Machado y de dos holguineros, la de la fábrica  de vino de Tomás Torralba y Machado y la incautación del central Cacocum donde le fue dada a familias campesinas muy pobres seis rosas de tierras abandonadas de las colonias Robainas y el Júcaro y así también el reparto de carnes a familias de escasos recursos,  el despliegue de una activa acción policial contra el juego, y por la mejora de la Casa de Socorro.

Pero sin dudarlo: la más radical y revolucionaria medida la toma el nuevo gobierno provisional de Holguín a solo cuatro días de su toma de posesión. Fue esa una resolución que regulaba las tarifas a pagar por los usuarios de teléfonos y de electricidad en la localidad. Estaba dirigida la disposición contra las compañías norteamericanas Cuban Telephone y Chaparra Light  & Power Company, que controlaban esos dichos renglones. En los por cuantos del decreto se justificaba la medida diciendo que se tomaba por la crisis que vivía la población cubana, agudizada por la dependencia de EE.UU y porque las tarifas se mantenían invariables desde hacía 14 años, esto es, durante todo  el gobierno de Machado, sin tener  en cuenta la situación de crisis durante la que en lugar de bajar, los precios habían subido.

Tres días después del hecho, en alocución impresa al pueblo, Luis Felipe define su posición política: Comienza analizando que tomaba posesión, “convencido de los mismos principios democráticos que han guiado todos mis pasos y actividades. (…) Yo me creo con capacidad para interpretar rectamente los anhelos de esta colectividad; y no otra cosa.”  Igual reconoce su capacidad para interpretar los anhelos  del pueblo, “no en abstracto, no con palabras huecas, como los políticos tradicionales”, sino con su actuación. Y dice que su obra perdurará al interpretar los intereses populares. A continuación se detiene en el análisis de la situación de los cubanos en esos momentos: “Las necesidades del pueblo son ilimitadas, no cabrían en ningún cálculo estadístico y las posibilidades de este gobierno para cubrirlas son restringidas. Con la vista fija en ello empuño el timón. La herencia de la explotación y de la opresión sale ahora a la superficie, aplastando a las masas trabajadoras de nuestro país; la desconfianza y el miedo descubierto se apoderan del capital.”

Luis Felipe consideraba que a los holguineros no era posible… “hacerle promesas después de más de 30 años de olvido y desgobierno” y recalcaba que no sería él quien vendría a “prometer habilidosas mejoras sino estoy plenamente convencido de que, así tan luego de la palabra, vendrá la acción.” Para el alcalde Masferrer la preocupación era resolver la crisis económica que se abatía sobre el país, y en particular sobre el municipio. Se debía solucionar la situación de hambruna generalizada en los sectores populares, dijo. De él son estas proféticas palabras: “Mientras haya hambre habrá revolución.” Su posición política la definió diáfanamente cuando afirmó, que “rompía con el caudillismo de barrio y la politiquería de asamblea” para inmediatamente subrayar: “A estas alturas debemos convencernos de que la política está en las masas y no en las asambleas.”  Estas últimas palabras demostraban los intereses que él iba a defender durante su alcaldía; pero comprendió que en esos momentos se estaba “sacudiendo briosamente el yugo del imperialismo yanqui el cual, en todas las épocas, ha sido un fantasma de nuestros políticos.” Según el joven alcalde socialista de Holguín “la subordinación de nuestros políticos al imperialismo es igual a la sumisión de los voluntarios a la metrópoli española” (…) “y nosotros nos ponemos frente a frente a ese poder, por eso tenemos que formarnos economía propia a costa de cualquier sacrificio. Frente a nosotros está el porvenir, y en nuestras manos el presente. Servir de puente salvador a este enorme abismo es nuestra tarea.”

Otra de las características de la administración municipal del alcalde Masferrer fue tratar de desarticular a la oposición, para ello encarceló y expulsó de la ciudad a “casi todos los politiqueros”, entre ellos al procurador José Antonio Martínez, que era representante a la Cámara. Otro de los detenidos fue uno de los célebres Albanés quien, para evitar el encarcelamiento se hizo pasar por enfermo, pero el médico Dr. Avilés negó que en verdad lo estuviera.

El 3 de junio de 1936 Luis Felipe Masferrer apareció ahorcado en un hotel de México.

Al finalizar la Revolución del 30, la figura que definió los derroteros de Cuba fue el general Fulgencio Batista: el militarismo se enseñoreó en la Isla para decidir en la política de turno. Para entonces se instauraba el Gobierno de Concentración Nacional Caffery-Batista-Mendieta.

En este período es designado alcalde de facto en Holguín José García Portelles. (que asume en 1934 cuando Masferrer es sacado de la alcaldía y está en ella hasta marzo de 1936). En el año 36 es electo el liberal Rafael Ángel Aguilera, a quien su campaña caracterizó como “modelo de sencillez, y de  paternal mandato”. En verdad no hay imputaciones esenciales que hacerle al alcalde, pero sí, mucho, al presidente del Ayuntamiento, Oscar Albanés, en sus peticiones respecto al aumento y creación de impuestos municipales sin nada importar la crisis horrorosa que vivía el país.


La victoria de las elecciones de 1940 la obtuvo el auténtico Dr. Juan José. García Benítez, apoyado por su partido, por el ABC y por Acción Republicana. El programa presentado por el elegido alcalde auténtico respondía a lo preceptuado en la Constitución del 40 enrumbado a las necesidades locales. Desde su toma de posesión García Benítez comenzó a cumplir con el compromiso contraído con las fuerzas que lo llevaron al poder. Transcurridos siete meses de su gobierno se había pavimentado la calle Luz Caballero desde Maceo hasta el Cementerio y se inauguró el Dispensario médico montado a la moderna, edificio que compartía el Vivac Municipal. La labor de José García Benítez “…no ha dejado nada que desear”, en opinión  de la prensa local. “Él encontró la alcaldía en completo estado  de desbarajuste, en un nido de desaciertos políticos; fielmente ha sabido interpretar el programa del partido auténtico para provecho y beneficio del pueblo holguinero”. 

Realmente este gobierno local hizo mucho más de lo que hasta esos momentos otros habían hecho, y eso que ha de tenerse en cuenta la afectación del país por los primeros años de la Segunda Guerra Mundial, (afectación que también padeció el siguiente gobierno alcaldicio).

Sustituye a García Benítez en el sillón municipal el auténtico-republicano Antonio Díaz Fernández. Su gobierno alcaldicio duró 17 meses, desde el 15 de septiembre de 1944 hasta febrero de 1946. En enero de 1945 se creó el Comité Pro-Acueducto, Alcantarillado y Pavimentación y se prestó atención a los caminos que se dirigían desde Holguín a la Palma y Sao Arriba, barrios estos sumidos en un casi total aislamiento. Por cierto, después de estos trabajos es cuando comienza a gestarse la idea de construir caminos a través de los cuales llevar el turismo hacia la playa Guardalavaca.

También en el gobierno alcaldicio de Díaz Fernández es cuando cobra fuerza la idea de constituirse en Holguín la provincia del Norte de Oriente. Fue el 15 de enero de 1945 cuando se creó el primer comité para la lucha y propaganda en pro de dicho fin. (Aspiración reforzada en 1950, sobre todo porque el gobierno había prometido apoyar la creación de la Séptima Provincia. En 1951 el comité despliega el más intenso movimiento  comprometió a todas las instituciones y fuerzas vivas de Holguín, y al pueblo en general tratando de lograr la cara aspiración).

En las elecciones de 1946 obtuvo la victoria el auténtico Eduardo “Guarro” Ochoa Ochoa. Durante su período alcaldicio Guarro presentó un proyecto de Autonomía Municipal, que establecía que se entregara a los gobiernos municipales el importe de las recaudaciones que, centralmente, dominaba el Estado, con el propósito de emplearlas en las Obras Públicas municipales, pero como tantos otros el deseo del alcalde fue una simple fantasía. Muchas de las principales obras sociales tuvieron que ser promovidas, proyectadas y financiadas por asociaciones civiles como el patronato “Mil Amigos de Holguín.” Otra vía para tener “dineros” para obras públicas en el gobierno de 1946 fue crear un pequeño presupuesto inicial que, supuestamente, se completaría con la aportación popular.

Entonces este municipio no se diferenciaba mucho de los del resto del país: El abandono estaba entronizado, y el carácter participativo del pueblo en la gestión de gobierno no sobrepasaba el acto electoral. Ciudadelas enteras, dentro de la ciudad carecían de servicios de alumbrado público y electrificación, tampoco tenían esos servicios importantes barrios. Tan así era que fue en estos años cuando los dos barrios más poblados del Holguín de entonces se electrifican, (Vista Alegre y Pueblo Nuevo).

No obstante ha de mencionarse el nombre de Guarro Ochoa cuando del despegue urbanístico de Holguín se hable. Fue este alcalde el que consiguió que la Baystes Corporation hiciera estudios sobre las posibilidades de construir  Acueducto, Pavimentación, y Alcantarillado en Holguín, y la instalación de una Planta Eléctrica. El Consistorio también se ocupó de cuestiones dirigidas a enaltecer y preservar los valores del municipio: En 1944, se creó por decreto la Comisión  de Monumentos, Edificios y Lugares Históricos de Holguín.

En los comicios de junio de 1950 resultó reelecto Guarro Ochoa Ochoa como alcalde de Holguín y el 2 de noviembre de 1950 se le crea al municipio una institución judicial largamente batallada: La Audiencia de Holguín. De este modo quedaba saldada una promesa hecha a los holguineros por el presidente Prío Socarrás, en una visita que hizo a la ciudad en agosto de ese año.

La gestión alcaldicia de Guarro Ochoa se desarrolló movido por dos propósitos, uno, mantenerse en el poder, y otro, contribuir al progreso de la ciudad. Cada una de las obras publicas y, en especial, de los puentes construidos sobre los ríos que rodean el centro de la ciudad, se convirtieron en grandes actos de su campaña electoral, y en ellos quedó adheridas las placa donde rezaba el nombre del alcalde que había aprobado el presupuesto para su construcción. Sin embargo Guarro no consiguió que el presupuesto municipal alcanzara para sostener el Orfanato Anna Walker, dedicado a prestar auxilio  y atención a niños sin amparo filial.


En 1955 se convierte en el alcalde de Holguín  Segundo Sera Serrano. 

(Leer: Segundo Sera Serrano, último alcalde de Holguín en el periodo pseudorepublicano. 1955 - 1959)


10 de febrero de 2013

Brevísima historia de la Diócesis Holguín - Las Tunas


Por - Julia Elena Cedeño Cruz*

Los antecedentes más antiguos de la diócesis de Holguín  se remontan a los dos primeros siglos coloniales cuando el Cabildo de Bayamo pagaba a sacerdotes para que viajaran, una vez al año, y brindaran asistencia religiosa a unas pocas familias que vivían dispersos en las Tierras Altas de Maniabón.

Esa dicha situación cesó cuando se levantó un templo con carácter de ermita en 1692 en el hato de Managuaco. Templo que mudan para el paraje de La Guázuma en el hato de Las Cuevas en 1709. Por entonces y debido al aumento del número de hatos y al crecimiento relativo de la población de esta comarca,  se consolida  la idea de fundar  un poblado, que debía tener como centro una iglesia parroquial

En 4 de abril de 1720 la itinerante parroquia es vuelta a trasladar, ahora hasta Cayo Llano, donde, según la tradición, estaba en abrevadero del viejo hato de García Holguín. Era el día de San Isidoro y a la primera misa en la nueva parroquia asiste el obispo Fray Gerónimo Valdés.

Es un breve paréntesis de esta historia la presencia en Holguín de los frailes franciscanos quienes levantaron una capilla en el lugar donde hoy se encuentra la iglesia de San José. Fue la política ilustrada de la dinastía Borbón, que no mostraba mucha simpatía por las órdenes monásticas, la que impidió la consolidación de esa orden en Holguín, no obstante como permanente recordatorio de su presencia se encuentra la cruz que levantaron en el cerro de Ballado, hoy loma de la Cruz.

En el plano eclesial, culmina el siglo XVIII en el territorio de la actual jurisdicción de la diócesis de Holguín, con la creación de la iglesia de San Jerónimo de Las Tunas.

Y aunque en el siglo XIX el desarrollo es lento también es permanente en  la jurisdicción holguinera y en los territorios aledaños de la jurisdicción de Santiago de Cuba, como Mayari y Sagua de Tánamo. Ello provocó la creación de una red de parroquias en Gibara, Mayari y Sagua, y también en los importantes poblados de San Andrés, Fray Benito, Auras (Floro Pérez) y Las Bocas.


En la primera parte del siglo XX se levantan templos católicos en los poblados de Puerto Padre, Banes y Antilla, e igual  en algunos centrales azucareros como Jobabo, Chaparra, San Germán y Prestón.  En la década de los años cincuenta, la Iglesia Católica construye pequeños templos en el municipio Gibara, exactamente uno en La Naza y otro en el Recreo, a los que hay que sumar otro que quedó inconcluso en Candelaria.

Es después de la década de los ochenta cuando la Iglesia Católica reinicia su labor constructiva, ahora principalmente dedicándose a la reconstrucción y mejora de sus edificaciones. De lo anterior es un magnifico ejemplo la transformación de San Isidoro en Catedral y también lo hecho en la  Iglesia de San Fulgencio en Gibara. Además de la construcción de un soberbio templo en el pequeño poblado de Candelaria Munilla en el Municipio de Gibara, inaugurado por Monseñor Peña en 2005.

Esta brevísima reseña nos permite determinar las distintas etapas de la organización eclesiástica en el territorio donde posteriormente se creará la diócesis de Holguín.

La diócesis de Holguín fue fundada 8 de enero de 1979 y con ella se inició la ampliación de la estructura eclesiástica de la Iglesia Católica en Cuba socialista, con el objeto de lograr una re-evangelización de la población, y además acercar las estructuras eclesiásticas a la nueva división política administrativa.

Esta diócesis tiene una extensión de 14,089 kilómetros cuadrados e incluye las provincias de Holguín y la mayor parte del territorio de Las Tunas, (de esa provincia solo se exceptúan los municipios de  Amancio y Colombia que pertenecen a la archidiócesis de Camagüey). Según datos aportados por la institución, en 2006 la de Holguín contaba con unos 435 000 feligreses, lo que representaba el 27.1 % de la población que habita en el territorio de la diócesis. Además la de Holguín tiene 28 parroquias y 30 sacerdotes y 49 religiosos y religiosas.

El primer obispo de la Diócesis de Holguín fue Héctor Luís Lucas Peña Gómez, quien nació en Velasco, Holguín, el 18 de octubre de 1929. Peña fue ordenado sacerdote el 26 de junio de 1955, el 12 de enero de 1970 nombrado arzobispo auxiliar de Santiago de Cuba, el 19 de mayo de 1970 fue ordenado obispo titular de Novilacian y el 8 de enero de 1979 obispo de Holguín. Jubilado el 14 de noviembre del 2005 Peña ostenta la condición de obispo emérito.

Es el actual obispo de la diócesis Holguín – Las Tunas Monseñor Emilio Aranguren Echevarría, hijo de Santa Clara, en el centro de la Isla en 2 de septiembre de 1950, ordenado sacerdote el  primero de febrero de 1976, nombrado obispo de Cienfuegos el primero de abril de 1995 y obispo de Holguín el 14 de noviembre del 2005

Escuchar una conversación con Monseñor Aranguren en Barajagua, el lugar donde se veneró por primera vez la imagen de la Virgen de la Caridad del Cobre, Patrona de Cuba, el 8 de septiembre de 2012, 500 aniversario de la aparición de la imagen

El centro de la diócesis Holguín – Las Tunas es la Catedral de San Isidoro, situada en el centro de la ciudad de Holguín. Esta iglesia fue levantada sobre las bases del primer templo holguinero y fue consagrada con la dignididad de catedral por el enviado del Papa, Cardenal Camilo Ruini, el 4 de enero de 1994.

Es nuestra Catedral uno de los edificios más bello y emblemático  de Holguín. Allí se atesora la única estatua de Juan Pablo II existente en Cuba, que fue debelada  por Monseñor Peña el 26 de junio del 2005, ante la presencia de todos los obispos cubanos en la clausura del Congreso Eucarístico Diocesano.

Por su parte la sede del obispo es un edificio moderno  y funcional que está situado en la calle Martí No. 36 entre las de  Máximo Gómez y Pepe Torres.

La diócesis inició con solo 12 sacerdotes y sin una estructura adecuada a la labor que se planteaba. Pero en  la actualidad (2011) la diócesis ha tratado de organizar su red parroquial acorde a las características socioeconómicas y culturales de los distintos territorios de su jurisdicción. En el presente cuenta con 8 zonas pastorales:

1.   Ciudad de Holguín
2.   Holguín rural
3.   Centrales azucareros
4.   Zona de turismo
5.   Zona de Gibara
6.   Zona del Níquel
7.   Zona de las Tunas
8.   Zona Tunas norte.

En cada zona funciona un número determinado de parroquias.  
En la Ciudad  de Holguín existen cinco parroquias: San Isidoro, San José, Jesucristo Redentor, San Joaquín y Santa Ana y Nuestra Señora de los Dolores.

En la Zona Rural de Holguín se existen las parroquias de San Andrés, San Pedro (Cacocum) y Buenaventura (Calixto García).
La Zona de los Centrales Azucareros comprende las parroquias de El espirito Santo (Tacajó), Sagrado Corazón (Báguanos) y San Germán.

La Zona de Turismo está integrada por las parroquias: Santa Florentina (Fray Benito), Nuestra Señora de la Caridad (Banes) y Nuestra Señora del Carmen (Antillas).

En la Zona de Gibara se encuentran las parroquias de San Fulgencio (Gibara), Jesús del Monte (Floro Pérez) y Nuestra Señora de Los Ángeles (Velasco).

La Zona del Níquel comprende  las parroquias de Nuuestra Señora del Carmen (Cueto), San Gregorio (Mayarí), Santa Teresa  de Jesús (Guatemala) y La Santísima Trinidad (Sagua de Tánamo).
Pertenecen a la Zona de Las Tunas las parroquias de San Jerónimo (Ciudad de las Tunas), San Juan Bosco (Ciudad de las Tunas), San José (Jobabo) y San Miguel Arcángel (Manatí).
A la Zona Las Tunas Norte corresponden las parroquias de San José (Puerto Padre), Nuestra Señora de la Merced (Delicias) y San Antonio de Padua (Jesús Menéndez).

Al valorarse esta red parroquial no es difícil comprender que la Zona Minera es la más débil, en especial hacia el este de la misma, por la inexistencia de templos católicos en los municipios de Frank País y Moa, (esta última, como se sabe, una importante ciudad minera con alta densidad de población).


Instituciones diocesanas

En los últimos años la diócesis ha ampliado su accionar a través de varias instituciones:
-Preseminario San Lucas, situado en la calle Pepe Torres No. 174 entre Frexes y Martí, que tiene como objetivo el trabajo con jóvenes que presentan vocación hacia el sacerdocio.
-Casa de la Divina Misericordia, Calle de Aguilera No. 187 entre las de Morales Lemus y Narciso López, que funciona básicamente como comedor para ancianos y otras personas que requieren  atención social.
-Cárita Diocesana, en Calle Peralejo número 19, que realiza las funciones de institución universal de la Iglesia a nivel local.
-Centro de formación y promoción laical “San Arnoldo Jansen”, en la calle de Máximo Gómez No. 149 entre las de Frexes y Martí. Es esta una especie de universidad católica que imparte diversos cursos, incluyendo Diplomados y Maestrías. De estos cursos de postgrados el de mayor aceptación fue la Maestría de Bioética auspiciada por la Universidad de Valencia, España.
-Casa pastoral juvenil  “Padre Varela”, en calle Máximo Gómez 380, entre Cables y Ángel Guerra, con el objetivo de la formación religiosa de la juventud.
-Casa de acogida, “María, Reina de Paz”, en Gibara, Holguín.
-Casa de convivencia, en la Playa de Herradura, municipio Jesús Menéndez, (Chaparra), Las Tunas.
-Casa de convivencia, Playa Macabí, Banes.


Publicaciones de la diócesis:

La revista diocesana “Cocuyo”, con periodicidad trimestral y cuyo perfil incluye variados temas: formación, información y promoción integral. Se publica en formato digital, pero su acceso está limitado a la red diocesana.


El texto es un fragmento de la Tesis de Graduación como Licenciada en Historia por la Universidad de Holguín.

4 de febrero de 2013

El primer texto sobre historia de la comarca o término de Holguín por don Francisco de Zayas

Ante la negativa del Gobierno español de abrir sus Archivos a los miembros de la Real Sociedad Económica de Amigos del País, que tenían el afán de escribir la Historia de Cuba, estos decidieron que, toda vez que todos sus miembros eran personajes influyentes en los Ayuntamientos locales, escribir las historias de las localidades.


Don Francisco de Zayas, Teniente Gobernador de Holguín escribe la que ha de considerarse primera historia de Holguín, (anterior al clásico texto de don Diego de Avila), que apareció en las Memorias de esa célebre y culta Sociedad, tomo XXII.

(Para ver el texto grande hacer clic sobre la imagen)










31 de julio de 2012

Protestantismo en el Holguín republicano (Introducción)

Por: Dr. Alejandro Torres Gómez de Cádiz Hernández

Los estudios sobre religión en Cuba han logrado, en la última década, una saludable apertura, que enriquecen el contenido de la cultura nacional. Sus tendencias giran más bien sobre la perspectiva de la conciencia religiosa, así como su expresión, pero pocas veces aducen al factor institucional y normativo.

La notable presencia norteamericana en la región nororiental de Cuba determinó un crecimiento singular de diversas denominaciones, todo ello aparejado al crecimiento socio económico que experimentó el área en aquel entonces.

A pesar de que no abundan datos integrales de la historia de este fenómeno, el acceso a documentos pertenecientes a las propias denominaciones permitió al autor introducirse en el asunto desde una perspectiva socio antropológica, lo cual brinda un resultado eficaz en la comprensión y orientación del tema, sin abandonar el rigor del contenido en su contexto y complejidad.

En el siguiente ensayo se estudia la labor educacional de estas denominaciones en el territorio de la actual provincia y asimismo las asociaciones que crearon. (Leer más)


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ALEJANDRO TORRES GÓMEZ DE CÁDIZ HERNÁNDEZ (Banes, 1972). Máster en Historia y Doctor en Ciencias Filosóficas. Es investigador y profesor del Centro de Estudios sobre Cultura e Identidad en la Universidad de Holguín. Obtuvo los premios nacionales Carlos Valdés Gárciga (1998) y Pedagogo Novel (2007), otorgados por la Asociación de Pedagogos de Cuba; Memoria Nuestra (2004, 2006) y Venga la Esperanza (2007) de la AHS.












4 de julio de 2012

Ingenio Preston, primeros trabajos


A partir de la información muy valiosa recopilada por el prof. Julio César Urbina.


Los primeros trabajos de la United Fruit Sugar Co. (UFSCo), en la zona de Mayari – Guaro y con el obvio interés de preparar las tierras donde sembrarían la caña de azúcar, fue el desbroce de los campos vírgenes. Recuerdan las crónicas que luego de talados los arbustos de maderas preciosas, las maderas eran extraídas por máquinas especializadas adquiridas por la UFSCo, para que luego el Departamento de Construcción los aprovechara en trabajos diversos. 

Fue en estos trabajos de desbroce cuando se usaron nuevas tecnologías por vez primera, entre ellas una retroexcavadora que permitió una acumulación de tierra vegetal nunca vista en la zona. Tal desecho fue llevado hasta Preston con el objetivo de utilizarlas como relleno y darle conformación al Batey e ir disminuyendo las zonas pantanosas existentes en el Valle donde se creó el pueblo.

Con base en la original propiedad de la Compañía (Punta de Tabaco), y por el interés de expandirse, unas veces compran y otras arrebatan por leguleyos procedimientos, nuevos lotes de terreno que dedican a campos de caña, potreros, y otros usos. En estos lotes esta incluido el terreno en que se emplazará el Batey de Guaro, en el barrio de Santa Isabel, termino Municipal de Mayarí Oriente.

Muestra de los primeros lotes de terrenos adquiridos y preparados para acometer el cultivo de la caña de azúcar en la zona comprendida de Guaro-Herrera.
El elemento de la infraestructura  por la UFSCo en la región de Nipe mas difícil de construir fue su articulado sistema de transporte y en especial, la red ferroviaria. Después de concluidos los estudios para la instalación de la Industria, ello por los primeros meses del año 1901 - 1903, se comienza la construcción del ferrocarril desde la zona de Herrera hasta las inmediaciones donde se construiría el Ingenio, en la zona conocida por Punta de Tabaco. Estas obras fueron construidas por las primeras manos de obra barata importada que se instaló en las inmediaciones de la zona de Herrera: eran  estos jamaiquinos y españoles (españoles de las Islas Canarias en Cuba conocidos como isleños). Dichos braceros, procedentes del puerto de Guantánamo y por vía ferroviaria, entraron a la  zona de Herrera  para acometer la  esta ardua tarea de la construcción del ferrocarril.

Por ser un único dueño de toda la zona, sin interferencias de lotes de tierra de otros propietarios, fue posible la adopción  de un sistema de vías férreas mucho más centralizadas y sencillas. Asimismo desde los primeros momentos se decide el establecimiento de un completo equipamiento ferroviario de medidas Standard. Ello permitió reducir los puntos de concentración de la materia prima en los lugares destinados previamente por la Empresa. Como sus carros y locomotoras  de vía ancha eran capaces de  conducir una mayor cantidad de caña de una sola vez, resultaba más práctico construir pocos ramales que penetraran más profundamente en las zonas cultivables a  lo largo de toda la vía.

El caso específico, de tomar el nivel del suelo, donde se iría ubicando las traviesas para el montaje de las líneas férreas, fueron trabajos realizados por las llamadas “traíllas” tiradas por mulos, que era ésta una técnica avanzada en aquellos  momentos por los propios Españoles. Esta obra fue ejecutada por un personal especializado en proyectos ferroviarios contratado por Mr. Preston en New York  y la Habana y la labor de los rellenos que hacían falta fueron tirados por medios de góndolas con tracción de bueyes y mulos.

Una vez terminadas las obras los experimentados expertos que hicieron el trabajo para Mr. Preston chequeaban su calidad haciendo recorridos con las llamadas cigüeñas que la División Preston adquirió en los Estados Unidos y que entraron a Cuba por el puerto de Santiago de Cuba.


Estos equipos fueron traídos por la USFCo en el año 1903, con un Costo Original de $ 118.71

Después de ejecutado todo el proyecto del montaje del ferrocarril, la División Preston adquirió un equipo novedoso para la época, con objeto de agilizar y tecnificar los trabajos de mantenimientos de sus vías férreas: era su función el regado del balastro para impedir el corrimiento de las traviesas. Este equipo era atendido por dos jamaiquinos asentados en la zona de Herrera y consistía en una especie de un guinche a vapor, al que le suministraban energía las propias locomotoras, que estaba provisto de un sistema de engranajes y de una gran voladora para la disminución de las cargas. El balastro era transportado en  planchas de acero con guías que, luego, el arado regaba a ambas direcciones, a lo largo de toda la vía.

Montaje Telefónico en Preston:

Desde 1905 el Gobierno Cubano había autorizado a la Nipe Bay Company antecesora y subsidiaria de la United Fruit Sugar en la zona de Nipe, a instalar un conducto telefónico particular destinado al servicio de un nuevo central azucarero que la Empresa pretendía fomentar en Guaro. El tendido telefónico debía seguir el curso del ferrocarril de la Empresa, pasando por Santa Isabel de Nipe, el pueblo de Mayarí, Playa Manteca y Punta de Tabaco, con estaciones intermediarias a lo largo de su trayectoria.

En los primeros teléfonos instalados la corriente estaba generada por una batería. Las conexiones entre teléfonos eran de tipo manual, a cargo de operadoras que trabajaban en centralitas ubicadas en las oficinas centrales de conmutación o centralitas que era con el nombre con el que se les conocía. Los primeros sistemas telefónicos de la zona utilizaban cables de acero o de cobre para transmitir la señal eléctrica, sin embargo, a medida que el volumen de llamadas y la distancia entre las centrales de conmutación creció, fue necesario utilizar otras vías de transmisión.

Una de las obras de mayor relevancia en esta zona fue un cable telefónico depositado en el fondo de la Bahía de Nipe (1929), con el fin de comunicar las cabeceras divisionales de Banes y Preston con Saetía. Estos trabajos fueron realizados con el asesoramiento de especialistas Norteamericanos que dispusieron del personal y de la tecnología necesaria para acometer el trabajo. La realización de la obra duró dos meses y el servicio estuvo activo hasta el año 1935.


Posteriormente la UFSCo, conectó sus líneas con el sistema Nacional a través de la estación telefónica de la Cuban Telephone Company del pueblo de Mayarí, ubicado a unos 10 Km. En total la Compañía instaló 12 teléfonos en las Oficinas Principales y en las casas de algunos funcionarios, dejando uno para el servicio público del resto de los habitantes del Batey, este fue ubicado en la Farmacia del Batey, pero era muy controlado y chequeado por los directivos. 

El Ingenio. 

Luego de realizados los trabajos topográficos y cartográficos, primeramente se quiso realizar la construcción del ingenio en la zona de Santa Isabel de Nipe. Es que querían aprovechar la cercanía de los campos donde se sembraría la caña de azúcar, pero por estudios realizados para la construcción del futuro puerto se conoció que el dragado en dicha zona sería muy costosos, sobre todo porque el largo del puerto se haría muy extenso si es que se trabajaba para conseguir el calado que necesitaban los vapores. Desechado aquel lugar por lo costoso que resultaría el puerto, la Compañía decidió el montaje de la Fábrica en Lengua de Pájaro, Preston, Mayarí antiguo Oriente.

Por lo anterior puede asegurarse que el ingenio Preston, fue instalado persiguiendo siempre las mayores facilidades para las operaciones de embarque y también las  condiciones del terreno para el montaje, esto es, la resistencia del suelo, (el lugar en que finalmente se construyó hay un lecho rocoso muy resistente).

Ya desde estas labores del montaje de la Industria comienza a verse lo que luego será una generalidad: la penetración de mano de obra barata, fundamentalmente jamaiquinos e ingleses entrados a la Isla por el Puerto de Santiago de Cuba y luego trasladados hacia los Valles de Preston.

La fábrica como tal se comenzó a construir en 1903, en la parte Norte del Lote VIII Occidental de la antigua hacienda “San Gregorio de Mayarí”, sita en el barrio de Punta de Tabaco, término Municipal de Mayarí en la Provincia de Oriente. Su primera zafra la ejecutó en Febrero de 1907.

Primeramente se desarrollaron las actividades de replanteo y excavaciones para los cimientos, luego fue el montaje y  conformación de todo el esquédulo diseñado para cada área específica.

El edificio era de dos y cuatro plantas, las paredes de hierro galvanizado sobre acero y los pisos de acero y cemento. Todas sus estructuras interiores eran de vigas de acero, reforzadas con remaches y soldadura. Y el techo y las paredes de zinc galvanizado.  

Al lado del Central se construyó el Simmon, que se utilizaba para el almacenamiento de los sacos de azúcar. En este edificio se rotuló con letras de color blanco el nombre de Preston, por lo tal cartel resaltaba grandemente. Tanto así que según cuentan los que en alguna ocasión pasaron en avión por la zona, que se podía observar muy bien el nombre a más de 5 mil pie de altura.

A la entrada principal del ingenio se levantó una pequeña Oficina para el control interno  de todos sus empleados. Dicha oficina era de madera con doble forro en su interior, su piso  machimbrado  y pulimentado, y el techo de teja francesa, pintada de color blanco; su marquetería era de color verde oscuro. En esta oficina se tenia el control del personal, nóminas, planificación, medios básicos, producción, etcétera.

Secciones  Pertenecientes a la Oficina de Transporte (Telefonistas) y Ejemplos de algunos empleados que laboraban.
A la par que se construye el Ingenio azucarero se proyecta el replanteo de un sistema de canal subterráneo para evacuar los residuales de la producción, con un largo total de 397 metros de largo, completamente de mampostería, que permitía que un hombre de mediana estatura pudiera caminar el canal cuando hacía falta hacer verificaciones para el mantenimiento interior. Las crónicas recogen que en la monumental obra se trabajó día y noche, por lo que el tiempo de labor fue de solo 45 días exactos. Esta dicha obra fue la ultima construcción en el perímetro del Ingenio.

Desde la zafra de arrancada, que fue en 1907 y con solo 132 días de trabajo, el Preston fue considerado un Coloso. Sobre todo por tener un rendimiento de 9.94 y un recobrado de 67.17. En 24 horas el Central molía 750 mil arrobas, por lo tanto su nombre estaba inscripto en la lista de los más productivos a nivel internacional. En realidad solo había un central azucarero en el mundo, este ubicado en cuba, que lo superaba en capacidad, el Stewart en Camagüey.

El proyecto de Mr. Preston se llevó a cabo más o menos de la manera concebida. El dinero para levantarlo se consiguió de una hipoteca inicial de $ 1, 200,000.00 para la primera etapa de construcción, en 1905, con el City Trust Company de Boston. Esta hipoteca fue pagada al año siguiente. Una nueva hipoteca sobre la propiedad fue concentrada en 1907 para continuar con la segunda etapa de construcción del central e iniciar las operaciones productivas, esta vez por un monto total de $ 3,500,000.00. La compañía de créditos de la Ciudad de Boston, resultó ser la acreedora en este caso. El pasivo hipotecario fue posteriormente ampliado a $ 6, 000,000.00 con el fin de proseguir con la tercera etapa de ampliación de la industria.  (Esta hipoteca de la que se hace mención fue transferida a la Old Colony Trust, banco vinculado a la UFSCo al fundirse la City Trust Company y la Massachusetts Trust Commpany con esta Compañía).

A partir del año 1919, al Ingenio se les realizaron grandes inversiones: se monta un nuevo tandems para incrementar su capacidad de producción, llegando ahora a 850 mil arrobas de caña molida en 24 horas.

6 de junio de 2012

Pascualito


Nacido en la villa de Gibara a las seis de la tarde del domingo 10 de noviembre de 1901, Andrés Avelino Pascual Mariño, más conocido como Pascualito, creyó firmemente en la necesidad de dejar constancia escrita del diario acontecer de la población que le sirvió de cuna.  Consecuente con el autoimpuesto oficio de historiador de la cotidianidad, llevó un registro del pulso de la vida social, económica y política de Gibara a lo largo de decenas de años; haciendo incluso referencias al estado del tiempo, con observaciones meteorológicas realizadas personalmente. Recogió además los precios que alcanzaban los víveres en las bodegas de barrio, la entrada y salida de buques al puerto, y simples hechos curiosos que matizaban la existencia del gibareño común.


Este hombre, de personalidad muy peculiar, que desde joven trabajó como mensajero de la Aduana de Vita y posteriormente realizó distintos oficios, tales como conductor de trenes de carga y auxiliar de laboratorio de azúcar en Santa Lucía, hasta finalizar su vida laboral como trabajador de la Cultura en Gibara; merece ser reconocido por la constancia demostrada en el cumplimiento de la labor que escogió como eje rector de su vida. Es posible que no coincidamos muchas veces con los criterios que emitió sobre determinados acontecimientos, fenómenos y procesos; pero la contundente realidad del hecho, exactamente ubicado en fecha y en contexto, la explicación pormenorizada del desarrollo de los sucesos, avalada con recortes de la prensa y hojas sueltas de propaganda impresa, conque matizó sus narraciones, constituyen hoy una fuente de conocimiento de inestimable valor para quienes pretendan escribir sobre la historia de esta Villa.


Bien vale la pena el estudio de sus cuadernos y ficheros, actualmente dispersos y solo parcialmente conservados, como vale la pena también que aunque sea en el espacio, que llamaremos estrecho, del mundo cultural en que se desenvolvió, se le rinda un día el pequeño y merecido homenaje post mortem que no se realizó en  noviembre de 2001 al cumplirse el centenario de su natalicio.



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