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La aldea a la mano (Holguín, Cuba)

12 de agosto de 2017

Faustino Orama, El Guayabero. testimonios. Andrés Cuayo Serrano



Maestro Andrés Cuayo con otro gran pianista holguinero, Ramoncito del Valle

Pianista. (Holguín, 1924).
 Faustino era muy luchador y de una familia honorable. Lo conocí siendo yo muy joven, cuando iba a jugar pelota frente a su casa y llegaba a tomarles el café y a ver la cría de gallos de su hermano Ceno.
Yo conocía a la perfección todas las piezas de su grupo, por eso un día le dije «vamos a probar el conjunto con piano a ver cómo suena», resultó un éxito. Así fue como estrechamos vínculos de trabajo, los cuales mantuve por varios años, siempre que había condiciones.
Por ese entonces las hermanas Barberena alquilaban un piano por diez pesos la noche y con él amenizamos bailes en diferentes sociedades de recreo, y también en Báguano, Mir, Santa Lucía, Tacajó y otros lugares. También trabajé con él en un programa que tenía por la emisora CMKF y por el que apenas nos pagaban tres pesos por un mes de trasmisiones, mientras que por un baile bien tratado se llegaba a pagar 25 pesos. El pianista recibía, generalmente, dos pesos con cincuenta centavos.
En la radio no se tocaban piezas de doble sentido. En el repertorio del conjunto, que yo recuerde, abundaban los sones de Arsenio Rodríguez, Miguel Matamoros, Chapotín, Chepín, Pepe Osorio y boleros como Convergencia, de Bienvenido Julián Gutiérrez, y Obsesión, de Pedro Flores. Este último él pedía que se cantara dos o tres veces en cada baile.
Donde llegaba Faustino la tristeza se convertía en alegría, pues era muy divertido y ocurrente, al igual que otros integrantes del grupo como Eugenio Aguilera Solares, al que todos llamaban Solarito. Este en una ocasión se encontró a un hombre llorando y, a cierta distancia, expresó «por qué esta llorando la señora». Faustino, al oírlo, se llevó las manos a la cabeza y lo mando a callar, aclarándole que la esposa del hombre había fallecido y él estaba bebiendo para olvidar las penas.
Solarito fue un gran tresero, igual que Pedro Negrín y, sobre todo, Cestino Montalvo, un músico de Cárdenas que hacía sonar el tres como un piano.
También recuerdo el excelente trabajo del tumbador Genaro Urquiza, el guitarrista Jorge Rodríguez, Trueba en el bongó y al cantante Francisco González (Paco Suburbio), que lo interpretaba todo muy bien e impresionó a Arsenio Rodríguez, que lo elogió y le prometió ayuda si decidía irse para La Habana.
En cuanto a las trompetas se llegó a tener cuatro de muy buena calidad y ocasionalmente se contó con verdaderos maestros del instrumento como Eduardo Márquez, Jorge Varona o Gastón Allen. El Niño Rivera, gran amigo de Faustino, también alguna que otra vez se sumó a nuestro grupo.

Faustino Orama, El Guayabero. testimonios. Irma Orama, sobrina



 
Irma Orama Meriño. 
Sobrina, compositora y cantante (Holguín, 1933).
Para mí fue como un padre y el mejor tío del mundo. Mi padre Nacianceno tuvo dieciocho hijos con diferentes mujeres y yo vivía sola con mi mamá. Muchas veces andaba descalza, y él con el dinero que le regalaban por sus descargas en la Plaza de la Marqueta me compraba unas sandalitas de cuero. Recuerdo cada una de sus atenciones con infinito cariño.
Aún con pantalones cortos integró grupos soneros como los de mi papá, Pepe Osorio, Mario Patterson y el de Martínez Cauce (Cuerito), con los que recorrió parte de Oriente. Luego fundó el suyo con el que participaba en diversos programas radiales y desarrolló una escuela de la síncopa y el son de verdad.
Deseosa de cantar en su programa radial del mediodía, en una ocasión, aún siendo muy pequeña, me le aparecí en la CMKF con muchachos del barrio que me acompañaban con laticas, tambores y palitos de clave. Él, muy cariñoso, me dijo que cuando ensayáramos me llevaría al programa, y así fue.
Su presencia fue el mayor estímulo en mi vocación musical.
Posteriormente yo también fui para él como un ángel guardián. Durante parte de los años cincuenta viví en La Habana. Él se quedaba largas temporadas en mi casa. En una barbería de la calle Infanta, cercana a Radio progreso, gustaba de descargar y también en una barra o cantina también cercana, en la que permanecía hasta la madrugada. Dormía hasta la una de la tarde y volvía a la faena. No pasaba el cepillo porque tenía su orgullo, pero siempre le dejaban caer algo. Para él lo más importante era disfrutar la vida bohemia y dar a conocer su música. En ocasiones descargaba en la barra del cabaret Las Vegas, en El otro mundo, ubicado por la Esquina de Tejas o en el Rumba Palace de la Playa de Marianao, luego que allí terminaba el último de los espectáculos de la noche.
En esos recorridos conoció y estrechó amistad con el Niño Rivera, Gilberto Noroña (Carioca) y Pío Leyva y se reencontró con viejos amigos como Mario y Octavio Sánchez (Cotán), Luis Peña (El Albino) y Manuel Licea (Puntillita). Con algunos de ellos canté y me fui desarrollando en diversos géneros de la música cubana, pero si es cierto, como algunos dicen, que desarrollé espuela de gallina improvisadora, eso se lo debo a mi tío. A él dediqué piezas como El bastón de El Guayabero, con la que obtuve premio en el Festival del Humor, y que de alguna manera reflejan mi gratitud infinita, pues más que tío fue un padre y un guía, y a su lado viví momentos trascendentales de mi vida y de mi carrera artística como las giras por Cuba en El comedor de Guachinango y por Andalucía durante El Encuentro del Flamenco y del Son en 1994.

Faustino Orama, El Guayabero. Testimonios. Santana Orama



 
Santana Orama Osorio. Sobrino.
Cantante y maraquero de Los Guayaberos
Desde pequeño fue muy inteligente y pícaro. El día en que su hermana Elda, mi mamá, dio a luz a mi hermano Rodolfo, abuelo lo mandó urgente a buscar a la partera del barrio, él muy ocurrente le preguntó: ¿papá, Elda no pudiera esperar a mañana? A pesar del momento de tensión, los presentes se echaron a reír.
Con  sus sobrinos, su familia y sus músicos tuvo muchas atenciones. Cuando en 1980 se decide a fundar Los Guayaberos me fue a buscar y me asignó responsabilidades en la administración y organización del grupo. Siempre impuso rigor y disciplina; en el vestuario exigía uniformidad, pulcritud y elegancia. En cada presentación había que entregarse con la mayor calidad, fuera para dos mil o para un solo espectador.
Era muy severo con los que «empinaban mucho el codo», como decía a aquellos que se excedían en las bebidas alcohólicas. En sus ratos libres jugaba  al dominó, del que se las sabía todas. Cuando se repartían las fichas ya él sabía cuales tenía cada jugador. También fue el rey del dominó.

Faustino Orama, El Guayabero (Algunas de sus piezas más populares) (Letras+Video)





En Guayabero (Son)
Letra y música: Faustino Oramas Osorio
Trigueñita del alma
no me niegues tu amor
trigueñita del alma
dame tu corazón
nunca pienses amor mío
que yo pueda olvidarte,
nunca pienses amor mío
que yo puedo olvidarte
Montuno: En Guayabero, mamá, me quieren dar.
Me case con una enana
Coro: Guayabero
Para el colmo del reír
Coro: Guayabero
Le puse la cama en alto
Coro: Guayabero
Y no se pudo subir
Montuno: En Guayabero, mamá, me quieren dar.
No vayan a San Andrés
Coro: Guayabero
Que allí hay un cura bellaco
Coro: Guayabero
Allí fueron mis dos hijas
y de dos vinieron cuatro.
Montuno: En Guayabero, mamá, me quieren dar.
Un guajiro el otro día
Coro: Guayabero
Llegó a una fonda apurado
Coro: Guayabero
y pidió para almorzar
Coro: Guayabero
seis platos de bacalao
Coro: Guayabero
se comió un lechón asado
Coro: Guayabero
con treinta bolas de queso
Coro: Guayabero
Montuno: En Guayabero, mamá, me quieren dar.
Cuando estuvo satisfecho
Coro: Guayabero
En un jardín se agachó
Coro: Guayabero
y cuando se levantó
Coro: Guayabero
la tonga valía mil pesos
Guía: En Guayabero, mamá, me quieren dar.
__________



Ay, Candela
Letra y música: Faustino Oramas Osorio
(En el video: Ibrahim Ferrer es el intérprete)
Coro: Ay Candela, candela, me quemo ahí.
Solista: Puso un baile una jutía
Para una gran diversión
De timbalero un ratón
Alegraba el campo un día
El gato también venía
Elegante y placentero
Buenas noches caballeros
Siempre fijo pa´l timbal
Para el chivo de tocar
Para descansar un poco
Salió el ratón medio loco
También voy a descansar
El gato en su buen bailar
Bailaba un danzón liviano
El ratón se sube al guano
Y dice muy placentero
Ahora si quieren bailar
Busquen otro timbalero
SOBRE MONTUNO
Coro: Me quemo ahí
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Mañana me voy a Sibanicú (Son)
Letra y música: Faustino Oramas Osorio
Coro: Mañana me voy a Sibanicú, mañana…
Solista: Señores le contaré
Lo que a mí me sucedió
El susto que pasé yo
Con una perra una vez,
Resulta que me encontré
A un hombre arando una tierra
Y era frente de una sierra
Sierra de aserrar madera
Y no sé de qué manera
Salta y me muerde una perra.
El hombre dejó el taller
Para curarme la herida
Y el animal se me olvida
Y me pongo a hablar con él
Luego me invitó a comer
Carne y arroz de la sierra
Pero el hombre va y se aferra
Que no me fuera enseguida
Y al terminar la comida
Me vuelve a morder la perra.
El viejo cogió una tranca
Y con la escoba la vieja
Me dio un palo en una oreja
Y por poco me la arranca
Yo pensé coger vía franca
Y la puerta se me cierra
Y ya encontrándome en guerra
Buscaba mi salvación
Me metí dentro del fogón
Y me volvió a morder la perra.
__________




Mi son retozón (El tren de la vida) (Son)
Letra y música: Faustino Oramas Osorio
Es la vida un tren expreso
Que recorre leguas miles
El tiempo son los raíles
Y el tren no tiene regreso.
En él se embarcan por eso
El viejo, el nuevo y el serio,
El vivo, el del Ministerio
Y el tren a todos complace
Y en las paradas que hace
Los deja en el cementerio.
Como es el tren de la vida
El viaje no tiene fin
Y se extiende el boletín
Tan solamente de ida.
Cuando uno hace su partida,
Que es a gran velocidad,
Le va la conformidad
Desde que sube al andén
Que va a viajar en un tren
Con rumbo a la eternidad.
En él se embarcan señores,
Premieres y mariscales,
Ministros y generales,
Reyes y emperadores;
Los Papas y los doctores
Potentados con dinero,
Cuando llega un paradero
Que le llaman Camposanto
Allí les tiende su manto
De tierra el sepulturero.
La diferencia del viaje
En ricos y pordioseros
Consiste en que los primeros
Llevan mejor equipaje,
Pero el que a tierra viaje
Con el correr de los días,
Los gusanos con su cría
Le infestan la vestidura
Poniendo a la misma altura
Todas las categorías.
Yo no he podido encontrar
Todavía ni un pobre ni un rico
Qué a mi me haya dicho, chico,
Yo no me pienso embarcar.
En él tienen que viajar
La linda, el tipo y el viejo.
De ese fúnebre cortejo
Toditos vamos en pos;
Por eso les digo yo
Levantemos parejo.
Basta de filosofar,
No sigo más esta rima
Porque ya se me aproxima
La hora de yo embarcar.
Pero les voy a encargar
A los que atrás van quedando
Que embarcarán no sé cuándo
Pero es una cosa fija:
Que no se den mucha lija
Que el tren los está esperando.
La vida no es otra cosa
Que un prolongado gemido,
Nace en la cuna y perdido
Se va a extinguir a la fosa.
Estribillo: Si las mujeres tocaran tres
Le cambian el ritmo a los hombres
Con el son, picachón, retozón,
Qué bien lo baila Marieta.
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Como baila Marieta (Son)
Letra y música: Faustino Oramas Osorio
A mí me gusta como baila Marieta
Todo el mundo conoce a esa prieta,
A mí me gusta que baile Marieta
Ya to el pilón se acabó con Marieta,
A mí me gusta que baile Marieta…
Marieta por un trabajo
¡Ay Dio!
Me cobraste cuatro reales
¡Ay Dio! (Se repite)
Mi vida eres muy carera
¡Ay Dio!
Yo puse los materiales.
A mí me gusta que baile Marieta
Todo el mundo conoce a esa prieta.
A mí me gusta que baile Marieta
La precisa y me enseña la letra,
A mí me gusta que baile Marieta...
Marieta a mí me pidió
¡Ay Dio!
Tres pesos con disimulo
¡Ay Dio! (Se repite)
Y dijo que me pagaba
¡Ay Dio!
Con el tiempo y sin apuro.
A mí me gusta que baile Marieta
Así sabroso bailando Marieta.
A mí me gusta que baile Marieta
La precisa y me enseña la letra.
A mí me gusta que baile Marieta…
Afínense bien la lengua,
¡Ay Dio!
Que no se les vuelva un nudo,
La hija soltera de Clara
¡Ay Dio!
A diario me mortifica
¡Ay Dio! (Se repite)
El día que yo me incomode
¡Ay Dio!
Le voy a partir la cara.
A mí me gusta que baile Marieta
¡Ay!, con su diente de oro me engaña.
A mí me gusta que baile Marieta...
A mí me gusta que baile Marieta...
Hay un hombre que ha sembrando
¡Ay Dio!
Una yuca y se le ha dado
¡Ay Dio!
De un tamaño regular
¡Ay Dio!
El día que la fue a sacar
¡Ay Dio!
Hizo al gobierno un encargo
¡Ay Dio!
Que decretara un embargo
¡Ay Dio!
En aquella sitiería
¡Ay Dio!
Por que la yuca tenía
¡Ay Dio!
Un kilómetro de largo
A mí me gusta que baile Marieta
A mí me gusta que baile Marieta...
Allí fue una comisión
¡Ay Dio!
Y la yuca analizaron
¡Ay Dio!
Y pudieron comprobar
¡Ay Dio!
Que daba buen almidón
¡Ay Dio!
En la misma información
¡Ay Dio!
Preguntaron si él dio
¡Ay Dio!
Del campo en aquel retiro
¡Ay Dio!
La yuca nació sola
¡Ay Dio!
Y le dijeron que no
¡Ay Dio!
Que el dueño era Casimiro
A mí me gusta que baile Marieta
Mira mima tremenda yuquita,
A mí me gusta que baile Marieta
Que sabroso bailando Marieta
Todo el mundo conoce a esa prieta
Mira mima conoce a Marieta,
A mí me gusta que baile Marieta
(Música)
Allí llegaron de Oriente
¡Ay Dio!
Veinte muchachas preciosas
¡Ay Dio!
Veinte verdaderas rosas
¡Ay Dio!
Que perfuman el ambiente
¡Ay Dio!
Hay una precisamente
¡Ay Dio!
La hija de Clodomiro
¡Ay Dio!
Que al verla mandó un suspiro
¡Ay Dio!
Y dijo de esta manera
¡Ay Dio!
Yo si que me como entera
¡Ay Dio!
La yuca de Casimiro.
A mí me gusta que baile Marieta
Aquí Peralta conoce a Marieta,
A mí me gusta que baile Marieta
Y Santana bailó con Marieta,
A mí me gusta que baile Marieta
Otra llegó de La Maya
¡Ay Dio!
Por poco se parte un brazo
¡Ay Dio!
Por ocultar un pedazo
¡Ay Dio!
Entre el refajo y la saya
¡Ay Dio!
La otra me dijo calla
¡Ay Dio!
Que yo la miro y la miro
¡Ay Dio!
Por pena no me la tiro
¡Ay Dio!
Pero te puedo jurar
¡Ay Dio!
Que no me voy sin probar
¡Ay Dio!
La yuca de Casimiro.
A mí me gusta que baile Marieta
Todo el mundo conoce a Marieta,
A mí me gusta que baile Marieta...
Allí llegó una viejita
¡Ay Dio!
Que ya contaba setenta
¡Ay Dio!
Y según sacaba cuenta
¡Ay Dio!
Decía que era señorita
¡Ay Dio!

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