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La aldea a la mano (Holguín, Cuba)

28 de marzo de 2013

Noticias de inmigrantes mallorquines asentados en Hoguin en el siglo XVIII


Tomado de Tesis de Grado, Carrera Historia, Universidad de Holguín, Cuba Oscar Lucero Moya. 

Autora: Patricia García Concepción
 
Dentro de los inmigrantes hispánicos asentados en Holguín en el siglo XVIII se localizaron dos testamentos a nombre de Damián Vicente y Melchor Laymani y el acta de defunción de Pedro Juan Mibón, todos de Mallorca, la más grande de las Islas Baleares.

En el caso de Damián parece que provenía de Puerto Príncipe (Ciudad cubana actualmente conocida por Camaguey). Y lo que lo hace parecer es que este se había casado en dicha ciudad con María de la Concepción González con la que tuvo por hijos a Rápale, Ana Francisca y María de la Soledad Vicente, a los que declaró sus hijos legítimos y universales herederos. Dice en el testamento que la esposa del mallorquín había tenido un matrimonio anterior  del que le había nacido un hijo nombrado Joseph Albanes

Damián Vicente no contrajo deudas y declaró, sin especificar, que le deben a él unas cuantas personas cuyos nombres y la cantidad a la que asciende la deuda se encontraban anotados  en su libro de cuentas. (Dicho libro de cuentas no se encontró). Asimismo declara tener por bienes en Puerto Príncipe una casa, su morada, de tejas y ladrillos con el solar donde estaba fabricada, tres esclavas mulatas, una de ellas vendida a su entenado Joseph Albanes. Nombró albaceas testamentarios en la Villa de Puerto Príncipe a su yerno don Thomas Rodríguez y don Pedro A. Porro y en Holguín al Regidor Alférez Real don Miguel Cardet. (Este último también proveniente del Camaguey o Puerto príncipe).

Otro mallorquín inmigrante a Holguín en el siglo XVIII, Melchor Laymani era soltero  y nunca tuvo descendencia. Su testamento demuestra que fue un individuo  de una solvencia económica media, sus posesiones se resumen en sesenta y cinco pesos, un caballo, y otras pertenencias de menor valor. Fue su última voluntad que estas  propiedades fueran donadas a la Iglesia.

Noticias de inmigrantes vizcaínos asentados en Holguín en el siglo XVIII



Tomando en cuenta la cantidad de inmigrantes llegados, el sexto lugar entre los españoles a Holguín durante el siglo XVIII lo ocupan los vizcaínos y catalanes.

Tres fueron los vizcaínos establecidos en esta comarca. De ellos nos quedan los tres testamentos y el acta de defunción de dos. Los nombres de estos inmigrantes fueron: Pedro Félix de Olaw, Joseph Antonio de Ochoa y Narciso Tapia y León. De este último es del único que no tenemos su acta de defunción.

Comencemos a averiguar los datos que poseemos de Tapia de León. Este dice en su testamento que era originario de San Sebastián, y que antes de establecerse en esta ciudad había sido vecino de Ciudad de la Habana, y que en las afueras de aquella ciudad poseía una casa de mampostería y paja. También que le adeudaban varias personas cuyos nombres estaban registrados en su libro de cuentas y que el libro estaba en poder de don Joseph Ortega, en la Habana. Otras propiedades certificadas en su testamento son: dos negros esclavos, un hombre y una mujer, los dos traídos directamente del África y un bote navegable que, dice, estaba anclado en Puerto Padre.

En cuanto a Pedro Félix de Olaw, dice su testamento que eraoriginario de Valle de Oyarro en la Provincia de Guipúzcoa, y que debe cincuenta y cuatro pesos en la Habana, donde, al parecer había vivido antes de establecerse  definitivamente en Holguín. Dice, además, que le deben a él, aproximadamente, dos mil pesos y diez reales, así como ganado y otras producciones textiles y que sus deudores son individuos que residen en Jiguaní, La Habana y esta ciudad de Holguín. Y como no dejó descendencia, Pedro Félix de Olaw declaró como su universal heredero al inmigrantes vizcaíno don Joseph Antonio de Ochoa, y es última voluntad del testador que su heredero disponga doscientos pesos para que se instituya una capellanía a favor de don Francisco Javier de Ochoa, hijo de Joseph Antonio.

Don Joseph Antonio de Ochoa, inmigrante vizcaíno, médico de profesión, exactamente el segundo médico inmigrante llegado a Holguín. (Dicen que desarrollo su profesión de forma ejemplar). Y además, se desempeñó como factor de tabaco en Holguín, en su testamento deja constancia de poseer una casa de madera, tierra y teja; doscientos sesenta y un pesos de posesión en la hacienda de Dajaos con animales caballares, vacunos y cerdosos y ciento sesenta y siete pesos de posesión en la hacienda de San Fernando

En total los vizcaínos asentados en Holguín durante el siglo XVIII llegaron a poseer cuatrocientos veintiocho pesos de posesión (Haciendas), dos casas, una vaca, un caballo  y tres negros esclavos. Sus velatorios y entierros fueron de mucho boato.

Los arribantes de Cataluña en el XVIII se nombraban  Salvador Sao, Martín Castañón y el capitán Joseph Leonat. De ellos solo el primero y el segundo testaron y solo del segundo y tercero tenemos acta de defunción. Los tres se casaron en Holguín y Salvador Sao  y Martín Castañón dejaron descendencia.

Salvador Sao era originario de Villa de Reus en el Campo de Tarragona en el Principado de Cataluña y casado por ley divina con Josepha  Gómez. Declaró como universal heredero a su hijo legítimo, (y, además, tal como consta en el testamento, tuvo un hijo natural nombrado Juan Miguel Ortiz al que no le dejó bienes ningunos). Entre las propiedades que poseía estaban: una casa de madera y paja, un matrimonio de negros esclavos de la tercera edad, (lo que hace suponer que eran empleados en actividades domésticas), ciento seis cabezas de ganado bovino  y algún ganado porcino, una vega de tabaco en Bariay donde, además, tenía un sembrado de yuca, setecientos pesos en plata y cinco caballos. Declara que debe ciento sesenta y tres pesos y que le deben doscientos cuarenta y dos pesos y setenta y cinco reales, además de ganado y tablas.

Martín Castañón, originario de la Villa de Figueras,  en el Principado de Cataluña estaba casado con Josefa Lloro. De esta unión nació Joseph Nicolás y Juana María Castañón. En su testamento Castañón revela que poseía una casa de madera y paja, y una pequeña botica y que le deben setenta y nueve pesos y veintinueve reales, por su parte él debe ochenta y un pesos y veintiocho reales. Nombró por herederos universales a sus hijos legítimos y albacea a su esposa. Fue enterrado en Holguín con Cruz Baja, el 22 de octubre de 1799.

Finalmente poco es lo que se puede decir del inmigrante catalán en Holguín, capitán Joseph Leonat, no se ha encontrado su testamento, (que según su acta de defunción, parece que no realizó). Tampoco se tienen detalles de la forma en que fue enterrado el 15  de febrero de 1765. Leonat estuvo casado con Gertrudis Paferia Sánchez, natural de la Florida y vecina de la Habana. Se conoce, además que Leonat nunca residió en Holguín donde parece que estaba de transito cuando ocurrió su muerte. Sin embargo, si así fue, su cadáver no fue trasladado a La Habana. (Este hecho hace que los historiadores supongan que posiblemente su cadáver quedó en Holguín porque su esposa, residente en La Habana, nunca lo reclamó porque aquellos dos estaban separados de cuerpo, lógicamente no podían estar divorciados)

27 de marzo de 2013

Noticias de inmigrantes andaluces en Holguín durante el siglo XVIII


Tomado de Tesis de Grado, Carrera Historia, Universidad de Holguín, Cuba Oscar Lucero Moya. 

Autora: Patricia García Concepción
 
En el Archivo Provincial de Historia nada más se conserva el testamento de un solo andaluz a lo largo de los años que van desde 1701 a 1800. Se llamaba Juan de Peñalosa, era natural de Cádiz y estaba casado con María de Peña, “(…) de cuyo matrimonio emos havidos y procreados por nuestrros hijos legitimos a Juan Agustin y Maria Barbara Peñaloza, por lo que decláralos por mis únicos y universales herederos(...)”

Declarando además que “(…)quando contraje mi matrimonio aporte a él por mis bienes capitales siete mudas de ropa un sombrero de galón y un machete- Y la referida mi muger trajo sinco sallas bien tratadas seis camisas, quatro de bretaña y dos de olan, dos manillas, una de anasco y otra de gasa entero, evillas de plata un par de aretes y una cruz de pecho de oro. Ytt declaro que la dha mi muger por [ilegible] de sus padres heredó la cantidad de doscientos pesos en distintas especies de las que me hiso cargo y soy obligado [ilegible](...)”


Como propiedades dijo tener una casa de madera y paja con su solar, un armario y dos sillas con un par de pinotas, dos relojes de plata corriente, dos vacas paridas y un buey, doce botijas grandes, seis frascos, botijuelas, dos botijas, tres taburetes, una mesa, dos fuentes de losa fina, cuatro platos de barro y dos de peltre en aluminio, un casito para servir  chocolate, una pailita, un baúl ingles, dos cajitas, tres machetes, un  par de pistolas, dos balances de puertas y otras propiedades y utensilios sobre todo ropa y algunas joyas…

Asimismo se registran otros dos andaluces, estos en las actas matrimoniales holguineras del siglo XVIII:
1. José Espronceda Pérez, natural de Granada, contrajo nupcias el 28 de diciembre de 1748 con Teresa Aristi, los padrinos de la boda fueronJuan González de Rivera y Catarina de la Cruz.
2. Vicente Pérez de Barrera, natural de Cádiz, contrajo nupcias el  7 de enero de 1751 con Loenarda Sánchez, los padrinos de la boda fueronel teniente Diego Chavarría y Ana Chavarría.
Por otra parte las actas de defunciones ocurridas en Holguín en ese siglo solo recoge a dos andaluces, el ya mencionado Peñalosa y Miguel Rodríguez Calderón, natural de Villa de Utrera, en Sevilla. Casado con Francisca Lozada. Este inmigrante falleció el 24 de abril de 1771 y fue  enterrado con cruz alta, capa de coro, misa cantada, vigilia y acompañados. El acta de defunción recoge que había testado, pero a pesar de la búsqueda minuciosa efectuada, no apareció el documento.

Noticias de inmigrantes gallegos llegados a Holguín durante el siglo XVIII


Con información tomada de la tesis de graduada de la carrera de historia de la Universidad de Holguín de Patricia García

 El cuarto escaño de inmigrantes blancos llegados a Holguín en el siglo XVIII, desde el punto de vista cuantitativo, lo ocupan los gallegos con siete individuos llegados. De ellos solo conservamos el testamento de uno, Andrés Mariño, natural del pueblo del Dean, y fallecido en Holguín cuando había cumplido 50 años de su edad. Este gallego consiguió ocupar el cargo de Regidor Alférez Mayor dentro del Cabildo de la ciudad.

En su testamento Mariño no declara propiedad ninguna, sino que asigna a su esposa legítima doña Juliana de Castañeda, para cuando él falleciera, que ella testara “(…) según y en la forma que le tengo comunicado (…)” Pero, lo aclara, su esposa debía declarar como sus herederos universales a Don Juan de Dios, Doña Juana María, Don Joseph y Doña Manuela Ysidra Mariño, “mis lexitimos hijos primero y segundo matrimonio para que los gosen y hereden con la bendición de Dios y la mia”.

De doña Juliana Castañeda no se puede seguir el rastro pues no aparece ningun documento que hable de ella y menos que diga si cumplió con la última voluntad de su esposo gallego. Al parecer, una vez viuda, la mujer retornó a Baracoa de donde era natural y donde había contraído matrimonio con Andrés Mariño.

Además de Mariño, otros cuatro gallegos asentados en Holguín fallecieron en esta ciudad entre los años 1764 y 1775. Fueron ellos:

Juan Pérez, natural Galicia. Falleció el 7/1/1768 cuando ya había cumplido 76 años de su edad. No testó por ser pobre. Su entierro fue de limosna.

Joseph de Salas, natural de Galicia, murió el 12/3/1769 cuando había cumplido 30 años de su edad. No testó por ser pobre. Su entierro fue de limosna.

Francisco Téllez, natural de Galicia, murió el 29/3/1769  cuando había cumplido 40 años de su edad. En Holguín estaba casado con Inés Prieto. No testó por ser pobre y su entierro fue de limosna.  

Don Alberto Ignacio de Leyva, natural de Galicia, murió el 16/8/1797. estaba casado con María Policarpa de los Dolores Jiménez. El entierro del difunto fue de mucho ringo rango (según lo que dice su acta de defunción).

Y por el libro de casamientos de la parroquia de San Isidoro (Ahora Catedral), tenemos información de un gallego más establecido en Holguín, como los otros, en el siglo XVIII, Juan A. Rodríguez Rodríguez, que contrajo matrimonio el 16 de junio de 1730 con Inés de Ayala, natural de Bayamo.

(Por la información conseguida, sobre todo la que dan las actas de defunciones, se puede concluir que de los seis gallegos establecidos en  Holguín a lo largo de ese siglo,  la mitad alcanzó una posición económica importante. Entonces no sería aventuradoafirmar que estos se encontraban entre las familias holguineras que fueronconformando la génesis del futuro patriciado criollo).

19 de marzo de 2013

Noticias de inmigrantes a Holguín de "los Reinos de España" durante el siglo XVIII


Con información tomada de la tesis de graduada de la carrera de historia de la Universidad de Holguín de Patricia García

En los viejos documentos conservados en Holguín se encuentran varios que no dan información total sobre la procedencia; en ellos nada más dice que son procedentes de los Reinos de España. (Esto anula cualquier determinación estadística de las regionesparticulares de origen). En este caso se computan siete individuos, de ellos solamente testó uno, Pablo Jurado.

Este individuo era el dueño de los siguientes esclavos: la mulata Rafaela, las negras María de Jesús, Felipa, Agustina y María Ignacia y el negro Sebastián, y de $ 1 200.00 de capital líquido. El testamento está fechado en 30 de diciembre de 1760.

Igual se puede tener acceso a las actas de defunción de otros cuatro inmigrantes que se decían proceder de los Reinos de España; de ellos, por la forma en que fueron enterrados y recibieron sus servicios necrológicos, puede afirmarse que tres de ellos no alcanzaron ninguna posición económica relevante, pero sí lo alcanzó el teniente  de milicias don Gaspar Jimeno quien fuera sepultado con cruz alta, misa cantada y vigilia.

Defunciones en Holguín de los naturales de “los Reinos de España”.

Teniente de Milicias Don Gaspar Jimeno, de 40 años. Falleció en 8/3/1784.

Juan de Santiago, de 62 años. Falleció en 15/9/1765. Fue el consorte de Juana Frómeta. y no testó por ser pobre.

Cristóbal de los Reyes, de 55 años. Falleció en 25/8/1794. Fue el consorte de Manuela Gutiérrez. Su entierro fue de limosna.

Pedro Diez. Falleció en 4/2/1797. Fue el consorte de María de los Ángeles de los Reyes.

Noticias de inmigrantes castellanos llegados a Holguín durante el siglo XVIII


Con información tomada de la tesis de graduada de la carrera de historia de la Universidad de Holguín de Patricia García

Después de los canarios fueron los naturales de Castilla el segundo grupo de importancia de emigrados a Holguín en el siglo XVIII (por la cantidad).

De los 39 testamentos de ese siglo que se conservan en Holguín, 8 son de castellanos.

Juan Pintado, natural de Castilla la Nueva. 
Testó en 10/1/1756. PROPIEDADES: Vega en Bariay con 10 mil matas y 2 casas, 2 caballos, 2 machetes, 2 hachas, 2 azadones, una caja con cerradura, 1 escopeta. La ropa de su uso. Una silla de montar. HEREDERA: Ana María Pintado
Manuel López de Guzmán, natural de Castilla la Nueva. 
Testó en 5/11/1760.PROPIEDADES: Una casa de madera y paja, una mulata criolla, un mulato nombrado Francisco, un rosario de oro, unas pulseras de perlas, una hachuela de de plata, dos alfileres de plata. HEREDEROS: Como no tuvo hijos declara como sus herederos a varios pobladores de Holguín.
Lorenzo Castellanos, natural de Castilla la Nueva. 
Testó en 13/4/1771.PROPIEDADES: Cien pesos de posesión en el Corral de los Cocos (con todo), el Corral de Rosario, el Corral de San Agustín, una estancia en 15 pesos de posesión dedicada a la crianza de cerdos, Hato de Bariay y sus anexos, una casa de madera y paja, la esclava Prudencia, que es una negra criolla, un caballo viejo, otros 6 caballos, 11 marranas (cerdas), $ 1750.00 que le debían al testar. HEREDEROS, sus hijos Doña Maria, Don Francisco Antonio, Doña Isabel, Don Lorenzo, Don Juan Joseph y Doña Rita Castellanos. Lorenzo Castellanos volvió a testar en 21/5/1783. además de las propiedades anteriores declara ser poseedor de dos vacas paridas,  un caballo y un espadín, que están en manos de su hijo Francisco Antonio y una estancia en las inmediaciones de la ciudad de Holguín, 2000 pesos de posesión en el Corral de Banes, una casa de madera y paja con 2 colgadizos de teja uno frente a la calle de Santa María Magdalena, 1 negrita (Concepción), 3 yeguas, además del Oficio de escribano Público.
Andrés González Fernández, natural de Castilla la Vieja. Testó en 3/7/1777. PROPIEDADES: Un caballo, botones de oro, terno de hebillas de plata.
Antonio San Miguel, natural de los Reinos de Castilla. 
Testó en 16/6/1784. PROPIEDADES: una mulatica (Teresa). HEREDEROS: Doña Francisca Gabina.
Mateo Crespo Laguna, natural de los de los negrillos, en Castilla. 
Testó en 30/12/1793. PROPIEDADES: Una casa de madera y paja (deteriorada) en la calle San Miguel y otros  bienes que no declara en Cartagena. HEREDEROS: María, Catharina y Josefa Crespo, sus hermanas.
Manuel González Ramos, natural de Castilla la Vieja. 
Testó en 30/12/1799. PROPIEDADES: Casa en la Habana, (se la deja al Rey), un terno de hebillas de oro, un reloj de oro, un bastón, un espadín, un reloj y un terno de hebillas de plata, casaca de su uniforme y ropa de su uso. HEREDEROS: El Rey.

En los libros de matrimonios y defunciones conservados en Holguín están registrado cuatro matrimonios y seis fallecimientos de castellanos durante todo el siglo XVIII.

MATRIMONIOS:

1. Lorenzo Castellanos contrajo nupcias con Cecilia de Guevara, hija de Juan Guevara y María del Prado, el 30 de septiembre de 1743. Padrinos de la boda: Francisco de Peña y Ángela Guevara. Testigos  Juan Batista, Manuel de Parra y José Siena.

2. Andrés Márquez Noble, contrajo matrimonio el 19 de junio de 1747 con Leonor Mora, natural de Bayamo. Hija de Antonio de Mora y Francisca Tejeda. Padrinos: Esteban Rondón y Jerónima de Fonseca. Testigos: Pedro Alcanzar Moya, Luis González y Blas de Ávila.

3. Sebastián Muñoz, natural de Madrid, contrajo matrimonio con Antonia a de Peña, hija de Miguel de Peña y Beatriz Fonseca, enero de 1749. Los padrinos de la boda fueron Isidro Almaguer y Ana Hernández. Testigos:Juan de Jesús Rivas, José de la Torre y Baltasar de Fuentes.

4. Juan A. Hernández Gatón, contrajo matrimonio el 6 de octubre de 1751 con Rufina Álvarez, hija de Félix Álvarez y Rufina de la  Cruz. Padrinos: Salvador de Peña y Ángela de Guevara.

FALLECIMIENTOS:

Sebastián Muñoz, de 50 años. Falleció en 8/1/1774. Era el consorte de Antonia de Peña y no testó por ser pobre. Su entierro fue de Cruz Baja y de limosna

Andrés González, de 60 años. Falleció en 14/7/1777. Era el consorte de Bárbara dePasos.  

Don Lorenzo Castellanos, de 60 años. Falleció en 17/6/1783. Era el consorte de DoñaCecilia de Guevara. Su entierro fue de Cruz Alta, Capa y Misa Cantada

Miguel Espinosa, no declara la edad, solo que era adulto. Falleció en 24/5/1798. Era el consorte de  Lucía Morales.

Juan González, natural de Pedregoso en la Mancha. Falleció en 16/10/1798. Era el consorte de Gloria de Leyva.

Don Matheo Crespo, natural de Villa de los Negrillos, Castilla. Falleció en 25/8/1794. Era el consorte de Doña Manuela Antonia del Castillo. Testó ante el Escribano Salvador de Fuentes. Entierro de Cruz Alta, Capa y Misa Cantada.

Noticias de inmigrantes canarios llegados a Holguín en el siglo XVIII


Con información tomada de la tesis de graduada de la carrera de historia de la Universidad de Holguín de Patricia García

Después de los canarios fueron los naturales de Castilla el segundo grupo de importancia de emigrados a Holguín en el siglo XVIII (por la cantidad).

De los 39 testamentos de ese siglo que se conservan en Holguín, 8 son de castellanos.

Juan Pintado, natural de Castilla la Nueva. 
Testó en 10/1/1756. PROPIEDADES: Vega en Bariay con 10 mil matas y 2 casas, 2 caballos, 2 machetes, 2 hachas, 2 azadones, una caja con cerradura, 1 escopeta. La ropa de su uso. Una silla de montar. HEREDERA: Ana María Pintado
Manuel López de Guzmán, natural de Castilla la Nueva. 
Testó en 5/11/1760.PROPIEDADES: Una casa de madera y paja, una mulata criolla, un mulato nombrado Francisco, un rosario de oro, unas pulseras de perlas, una hachuela de de plata, dos alfileres de plata. HEREDEROS: Como no tuvo hijos declara como sus herederos a varios pobladores de Holguín.
Lorenzo Castellanos, natural de Castilla la Nueva. 
Testó en 13/4/1771.PROPIEDADES: Cien pesos de posesión en el Corral de los Cocos (con todo), el Corral de Rosario, el Corral de San Agustín, una estancia en 15 pesos de posesión dedicada a la crianza de cerdos, Hato de Bariay y sus anexos, una casa de madera y paja, la esclava Prudencia, que es una negra criolla, un caballo viejo, otros 6 caballos, 11 marranas (cerdas), $ 1750.00 que le debían al testar. HEREDEROS, sus hijos Doña Maria, Don Francisco Antonio, Doña Isabel, Don Lorenzo, Don Juan Joseph y Doña Rita Castellanos. Lorenzo Castellanos volvió a testar en 21/5/1783. además de las propiedades anteriores declara ser poseedor de dos vacas paridas,  un caballo y un espadín, que están en manos de su hijo Francisco Antonio y una estancia en las inmediaciones de la ciudad de Holguín, 2000 pesos de posesión en el Corral de Banes, una casa de madera y paja con 2 colgadizos de teja uno frente a la calle de Santa María Magdalena, 1 negrita (Concepción), 3 yeguas, además del Oficio de escribano Público.
Andrés González Fernández, natural de Castilla la Vieja. Testó en 3/7/1777. PROPIEDADES: Un caballo, botones de oro, terno de hebillas de plata.
Antonio San Miguel, natural de los Reinos de Castilla. 
Testó en 16/6/1784. PROPIEDADES: una mulatica (Teresa). HEREDEROS: Doña Francisca Gabina.
Mateo Crespo Laguna, natural de los de los negrillos, en Castilla. 
Testó en 30/12/1793. PROPIEDADES: Una casa de madera y paja (deteriorada) en la calle San Miguel y otros  bienes que no declara en Cartagena. HEREDEROS: María, Catharina y Josefa Crespo, sus hermanas.
Manuel González Ramos, natural de Castilla la Vieja. 
Testó en 30/12/1799. PROPIEDADES: Casa en la Habana, (se la deja al Rey), un terno de hebillas de oro, un reloj de oro, un bastón, un espadín, un reloj y un terno de hebillas de plata, casaca de su uniforme y ropa de su uso. HEREDEROS: El Rey.

En los libros de matrimonios y defunciones conservados en Holguín están registrado cuatro matrimonios y seis fallecimientos de castellanos durante todo el siglo XVIII.

MATRIMONIOS:

1. Lorenzo Castellanos contrajo nupcias con Cecilia de Guevara, hija de Juan Guevara y María del Prado, el 30 de septiembre de 1743. Padrinos de la boda: Francisco de Peña y Ángela Guevara. Testigos  Juan Batista, Manuel de Parra y José Siena.

2. Andrés Márquez Noble, contrajo matrimonio el 19 de junio de 1747 con Leonor Mora, natural de Bayamo. Hija de Antonio de Mora y Francisca Tejeda. Padrinos: Esteban Rondón y Jerónima de Fonseca. Testigos: Pedro Alcanzar Moya, Luis González y Blas de Ávila.

3. Sebastián Muñoz, natural de Madrid, contrajo matrimonio con Antonia a de Peña, hija de Miguel de Peña y Beatriz Fonseca, enero de 1749. Los padrinos de la boda fueron Isidro Almaguer y Ana Hernández. Testigos:Juan de Jesús Rivas, José de la Torre y Baltasar de Fuentes.

4. Juan A. Hernández Gatón, contrajo matrimonio el 6 de octubre de 1751 con Rufina Álvarez, hija de Félix Álvarez y Rufina de la  Cruz. Padrinos: Salvador de Peña y Ángela de Guevara.

FALLECIMIENTOS:

Sebastián Muñoz, de 50 años. Falleció en 8/1/1774. Era el consorte de Antonia de Peña y no testó por ser pobre. Su entierro fue de Cruz Baja y de limosna

Andrés González, de 60 años. Falleció en 14/7/1777. Era el consorte de Bárbara dePasos.  

Don Lorenzo Castellanos, de 60 años. Falleció en 17/6/1783. Era el consorte de DoñaCecilia de Guevara. Su entierro fue de Cruz Alta, Capa y Misa Cantada

Miguel Espinosa, no declara la edad, solo que era adulto. Falleció en 24/5/1798. Era el consorte de  Lucía Morales.

Juan González, natural de Pedregoso en la Mancha. Falleció en 16/10/1798. Era el consorte de Gloria de Leyva.

Don Matheo Crespo, natural de Villa de los Negrillos, Castilla. Falleció en 25/8/1794. Era el consorte de Doña Manuela Antonia del Castillo. Testó ante el Escribano Salvador de Fuentes. Entierro de Cruz Alta, Capa y Misa Cantada.

17 de marzo de 2013

El primero de apellido Avila que llegó a Holguín se casó con una nieta del fundador de la comarca, García Holguín


Tomado de Tesis de Grado, Carrera Historia, Universidad de Holguín, Cuba Oscar Lucero Moya. 

Autora: Patricia García Concepción
 
Juana Holguín Fernández-Valero, única hija de García Holguín se casó en 1573 con el asturiano Alférez don Rodrigo López de Mejías, natural de cangas de Onis. Tres hijas tuvo el matrimonio: Juana Antonia, Elvira del Rosario y Ana María López de Mejías García Holguín.

En fechas no conocidas las tres hijas (nietas de García Holguín), se matrimoniaron con otros inmigrantes españoles. Juana Antonia con el castellano Miguel Batista Bello de Castro Almira; Elvira del Rosario con el asturiano Diego de Ávila y Albadiana y Ana María con el andaluz Juan del Corral Y Villamar. De estas familias terratenientes descendieron un importante número de los fundadores del Pueblo y luego Ciudad de Holguín.

El primer Ávila que llegó a Holguín se llamó Diego de Ávila Albadiana aunque para ser precisos cuando este señor llegó a la zona donde está la ciudad todavía faltaba siglo y medio para que Holguín lo fuera, o sea, para que se fundara el pueblo.

Diego de Ávila Albadiana era natural de Villa de Pravia (en Asturias),y era hermano de Alonso de Ávila y Albadiana (historiador y cronista del reinado de Felipe III) y sobrino del Teniente Gobernador de la Isla de Cuba Licenciado Don Juan (o Juanes) de Ávila. 

Detengámonos en don Juan de Ávila, teniente Gobernador de la Isla de Cuba cuando la capital de la Isla estaba en Santiago de Cuba: quien se casó con la sulfurosa doña Guiomar de Guzmán, protagonista de la novela Doña Guiomar, publicada por Emilio Bacardí en 1916. De ella dice la novela que era "Una agradable y simpática mujer hija de la alegre Andalucía (…) de carácter bullanguero y decidor, almacén de chistes y cuentos, y dominadora, como reina y señora en la ciudad recién fundada”.


Doña Guiomar llegó a Santiago siendo la esposa del que se consideraba el  hombre considerado más rico de Cuba, Pedro de Paz y mientras vivió el susodicho ella no se hizo notar en la vida pública, pero después sí que la doña fue un ser público. Veamos la historia.


Cuando murió su primer esposo, doña Guiomar se encontraba en Sevilla y por eso nombró a fray Diego Sarmiento, electo obispo de Cuba en 1536, para que cuidara de sus cuantiosos bienes en las Indias. Pero pronto la astuta sevillana, quien para entonces se había casado nuevamente en la Península, esta vez con Sebastián Oyo Villota, percibió que sus propiedades eran amenazadas por algunos personajes de jerarquía avecindados en Cuba.

Por azares de la vida, doña Guiomar volvió a enviudar en breve tiempo (ahora por segunda vez), y en 1540 regresó a Santiago para cuidar personalmente de sus intereses y en especial de sus encomiendas: indios suministrados a ella y a su difunto esposo Pedro de Paz para la explotación de sus minas, tierras y para su servicio.

A partir de entonces —como dice la doctora Hortensia Pichardo— “su nombre aparece con frecuencia en los documentos de Indias. Posiblemente ocupó ella, mujer inteligente, al volver a Cuba, seis o siete años después de su partida, el lugar que había dejado vacante su esposo, en la maquinaria política de la Isla, y probablemente su casa fue centro de las intrigas y habladurías del momento”.

Atrás quedaban sus días de calma y sosiego cuando Pedro de Paz, su primer marido, luchaba por los intereses de la familia. Le tocaba a la  doña hacerlo por su propia mano.

Un nuevo gobernador, buen mozo para más añadidura.

En febrero de 1544 arribaba a Santiago de Cuba un nuevo gobernador, el joven licenciado Juan de Ávila, buen mozo, tal como fue descrito. Y para colmo de felicidad para los planes de doña Guiomar, el Gobernador recién llegado fue a residir a su casa. Casa aquella que era una de las mejores viviendas de la villa de Santiago del Prado (Santiago de Cuba), y en la que con anterioridad se había hospedado también el joven almirante Luis Colón, cuando hizo escala en Cuba, en viaje de Jamaica a La Española, lo que dio lugar en su día a picantes comentarios.

Justo es que se diga, sobre todo antes del climax de esta historia, que por la época que llega Juan de Avila a Santiago doña Guiomar era ya una mujer madura, viuda por dos ocasiones y con cuatro hijos, pero, y también es justo que se diga, todavía la doña resultaba muy afable en su trato y conservaba su hermosura, la que de seguro hacía suspirar a más de un vecino de la villa colonial, muy a pesar de los prejuicios y ponzoñas y de la moral férreamente cristiana de la época (y, para qué mentirnos, también de todas las épocas).


Hay quienes aseguran que en un principio las intenciones de Juan de Ávila fueron buenas, sin embargo, en poco tiempo eran denunciados una y otra vez a Madrid los atropellos del gobernador que en los meses que vivió en la casa de doña Guiomar había sentenciado 13 ó 14 pleitos a favor de la seductora viudita, (la viudita, decían los denunciantes, con sus halagos y encantos logró que el Gobernador se parcializara a su favor e hiciera suyas sus fobias y sus preferencias).

Se cuenta que la influencia de ella sobre Ávila que fue, al comienzo, discreta y apenas ostensible, creció con el paso de los días y llegó a su punto de caramelo cuando la pareja, ajena a la diferencia de edad, decidió, tal vez para acallar los comadreos, contraer matrimonio en diciembre de 1545.


Para algunos historiadores Juan de Áviles fue el peor gobernador que la Isla pudo tener. Favoreció a su esposa, —audaz, decidida, y ambiciosa como pocas— creó monopolios para su propio beneficio, restringió a los consejos municipales, intimidó al pueblo y aceptó sobornos.

Pero el dinero y las artimañas de su mujer en aquel sórdido ambiente caracterizado por los constantes pleitos entre las autoridades coloniales, le permitieron la anulación incluso de las penas que le fueron impuestas en un juicio de residencia entablado contra él.

No hay que extrañarse. Doña Guiomar de Guzmán llegó a ser dueña de la voluntad de sus convecinos y eje de la política de la entonces pequeña ciudad de Santiago de Cuba.

Para la época en que ella vivió fue, sin duda, una mujer muy especial, cuya temeridad e inteligencia sazonadas con sus encantos le posibilitaron ocupar un lugar influyente en la colonización de Cuba. La muy taimada de doña Guiomar contaba con armas suficientes para ello.

Existe una carta, una sola carta, que el Gobernador de Cuba don Juan de Ávila escribe al rey. Carta aquella fechada veinte días después de su llegada a Santiago de Cuba, el 2 de febrero de 1544. Dice don Juan de Ávila al rey de una tormenta que padeció a siete leguas de la costa de la isla, obligando las naos a desembarcar en otra parte de la misma en la que sólo hallaron agua fresca. Notifica además que halló la isla muy "alborotada y con muchas disensiones por falta de justicia” e informa que “la gente tiene miedo de los franceses pues se han enterado del saqueo que éstos hicieron de Santa Marta y Cartagena”. También de que ha hecho un inventario de gentes de a pie y de a caballo y de que ha encontrado en gran estado de pobreza las arcas por lo cual hizo "recoger algunas partidas de dineros que le debían al Rey". Por ultimo sugiere que se construyan dos ingenios de cobre, pues ya no se descubre oro en la isla, y, que se introduzcan negros para el trabajo.


El sobrino del Gobernador, primer Avila de Holguín.

Cómo vino a dar el sobrino del Gobernador, don Diego de Ávila Albadiana a Holguín, que eran unas perdidas y poco importantes tierras?

Es que no les hemos dicho algo muy importante sobre el Gobernador y tío del fundador del enorme clan de los Avila de Holguín. Acusado de robarle al rey Juan Dávila fue apresado y mandado a España donde se le siguió juicio. Todavía no se había dictado sentencia cuando el encausado murió en España, reitero, en el año 1548. Por eso no sería extraño que su sobrino, si es que vino a Cuba en tiempos en que su tío era el Gobernador, quisiera estar lejos de las autoridades.  Y si en verdad quería estar lejos, ningún lugar mejor que las remotas y casi despobladas tierras de Holguín.

Diego de Ávila (o Dávila) y Albadiana se casó en esta comarca con una nieta de García Holguín, Elvira del Rosario López de Mejías y Holguín. Y así nació una de las más extensas y poderosas dinastías holguinera: Los de Ávila.

Sin embargo, el Ávila más recordado de la historia de Holguín no lo es por ser un gran terrateniente sino por ser el primer historiador de Holguín. Como su retatarabuelo, también llevó el nombre de Diego, Diego de Ávila y Delmonte.

Diego Antonio Salomé de Ávila y Delmonte – tal era el nombre completo del primer historiador de este pueblo –, nació en Holguín el 23 de agosto de 1823 y falleció, en esta misma ciudad, el 5 de abril de 1886.

Fue su padre don José Rosalía de Ávila y González de Rivera (que fue quien comenzó la escritura del primer libro de historia de este pueblo y que su hijo concluyó) y era la madre doña María de los Dolores Delmonte y Rojas.

Y como si no le bastara el ilustre y potentado apellido Ávila, el historiador era nieto por la parte de su padre, de  Juan Francisco González de Rivera y Ávila. Por lo tanto, Diego de Ávila era bisnieto del fundador de la dinastía González de Ribera en Holguín. Dinastía esta que, sin dudas, fue la más pudiente en su tiempo.

Como ya antes hemos dicho, el primer libro de historia de Holguín, que le debemos a Diego de Ávila, fue comenzado por el padre de este y por él terminado. Se llama el libro: Memoria sobre el origen y fundación del Hato de San Isidoro de Holguín. Por cierto, cuando el libro se publica (Año 1862) aparece un breve escrito en el periódico de Holguín firmado por Juan Antonio Nápoles y Fajardo conminando a los holguineros a comprarlo para de esa forma ayudar a su autor que era pobre… ¿Qué había sido de la enorme herencia de los Ávila-González de Ribera?. Se había convertido en sal y humo.

7 de marzo de 2013

Donde se narra la historia desconocida de García Holguín, semilla de la población actual que habita en la ciudad que lleva su nombre en el norte del Oriente de Cuba.



Por más de dos siglos los habitantes de la ciudad de Holguín hemos conocido mal la historia del capitán conquistador que nos aportó su apellido para nombrar la ciudad. Mediante un exhaustivo y espectacular trabajo documental el historiador José Novoa Betancourt acaba de ofrecer una biografía "como no hay otra igual" del extremeño fundador de la holguineridad.

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Según el Dr. GarcíaCasteñeda, Historiador Mayor de esta comarca de Holguín, en Cuba, la llegada de vecinos europeos a las tierras pobladas “por indios” que entonces se conocían como “Tierras Altas de Maniabón”, con el ánimo de avecindarse en ellas, debió ocurrir en 1515 cuando el capitán extremeño García Holguín y su consocio Diego de Lorenzana decidieron explotar la Encomienda que habían adquirido, que estaba ubicada en el sitio hoy conocido como El Yayal. Unos cinco años después García Holguín se marcha a México con la expresa órden de Diego Velásquez de apresar a Hernán Cortés, pero lo que hizo en verdad fue pasarse al bando de los conquistadores de México. Tocó a García Holguín apresar a Cuauhtémoc, por lo que recibió un premio.

Después de ese hecho, y mientras su propiedad en esta zona dormía en el hastío del olvido, se pierde la historia del Holguín que nos tocó en suerte (o en mala suerte). Pero felizmente el historiador José Novoa Betancourt acaba de concluir y publicar la historia nunca conocida de García Holguín, en la que da noticias de aventuras posteriores iguales de notables del único Holguín que dio nombre a una ciudad en el Nuevo Mundo.

Guatemala y El Salvador (1521 – 1526)

García Holguín participó en la conquista de Centroamérica bajo la guía de su viejo conocido Pedro de Alvarado y Contreras (acción desplegada, específicamente, sobre las regiones de los actuales Guatemala y El salvador). 

Ciudad México (1525 – 1533)

Concluida la aventura de Alvarado en Centroamérica, García Holguín reaparece en la documentación conservada en México. Entre 1526 y 1527 se desempeñó como Regidor y en 1531 es Alcalde Ordinario. (Para entonces, dice García Castañeda, el Holguín que nos ocupa tenía un poco más de 40 años).

En el mes de Julio de 1532 desaparece el nombre de García Holguín de los documentos mexicanos. La tradición local holguinera, de la que se hicieron eco todos los historiadores anteriores al libro de Novoa Betancourt, dicen que retornó al Bayamo donde lo esperaba para casarse, una mujer, Isabel Fernández Valero de Sandoval. Pero está probado que no fue así.

Perú (1533 – 1540)

Teniendo como base de Partida a la ciudad de Panamá, en 1524 se inició el proceso de conquista del Perú. Varios son los capitanes españoles que van hasta la tierra de los incas, todos aspiran a tener la autorización real de conquistar tan vasto y rico imperio. En 1529 lo consigue Francisco Pizarro. Varias son las expediciones que Pizarro encabeza; en 1531 es la definitiva.

Las noticias del éxito de Pizarro y sobre los fabulosos tesoros que había encontrado despertaron la codicia de otros conquistadores. Uno de ellos, viejo conocido de García Holguín, era Pedro de Alvarado, que se desempeñaba como Gobernador de Guatemala. Alvarado consiguió que el Emperador Carlos V le diera licencia “para hacer descubrimientos y conquistas en las tierras que estuvieran fuera de los límites de las asignadas a Pizarro” en lo de los incas. Mientras Alvarado prepara una flota en el Pacífico y hacía los otros necesarios preparativos, mandó a un hombre de su confianza a averiguar la realidad de lo que se decía de las tierras del Sur. Ese hombre fue García Holguín. Trajo García Holguín la certificación que Alvarado necesitaba para hacerse a la mar con ocho navíos, 500 hombres bien armados, 227 caballos y un número no cuantificado de indígenas. Desembarcaron en la bahía ecuatoriana de Caráquez, esperanzados, ávidos, sedientos de riquezas, pero la realidad fue otra. La expedición no encontró más que soledad. Durante varios meses Alvarado y sus maltrechos soldados, entre ellos García Holguín, padecieron toda clase de infortunios.

Claro que la expedición de Alvarado fue conocida por Pizarro y su socio en la empresa inca Diego de Almagro. Pero al principio nada más quisieron estar informados de sus movimientos. Pero cuando Alvarado se aproximó a las “propiedades” de Pizarro, este mandó a dos de sus ayudantes para que se entrevistara con ellos y resolviera el problema por negociación, aunque si era preciso, por la fuerza.

Consiguieron ponerse de acuerdo los conquistadores de ambos bandos y juntos terminaron de conquistar el Perú y juntos fundaron villas y otros asentamientos, entre ellas la de Trujillo (hoy un municipio peruano), de la que García Holguín fue su segundo Alcalde. Asimismo recibió García Holguín indios y tierras ubicadas en los valles de la costa. La vida pintaba feliz para el extremeño que al parecer había olvidado sus posesiones en Cuba ahora que tenía otras mucho más ricas. Pero es esa la época que comienza sus rivalidades con Melchor Verdugo Olivares, un encomendero vecino. Y para colmo de calamidades, entre 1537 y 1548 la colonia española del Perú se vio estremecida por una cruenta guerra civil, fomentada primero entre los dos bandos que seguían, unos a Pizarro, otros a Almagro; después fue la guerra entre los encomenderos.

Ocurren en el Perú otros sucesos igual de graves que no va a contar la Aldea en este post. García Holguín huye, va a Panamá. Pero Panamá no le ofrece la seguridad que necesita: no, sobre todo, cuando su eterno enemigo y vecino Melchor Verdugo Olivares viene tras él. Es el año 1545. García Holguín recuerda unas propiedades que posee en el fin del mundo: al norte del Bayamo, en Cuba, y regresa.


Luego de las insurrecciones de los aborígenes cubanos que acontecieron entre 1520 a 1540 y del despoblamiento de Cuba por el paso de los españoles a otras áreas americanas de mayor riqueza, las tierras cubanas donde los conquistadores pensaron encontrar oro dejaron de usarse para esos fines, decepcionados como estaban por la escasez del metal. Ahora las tierras cubanas se convirtieron en enormes haciendas ganaderas. Desde entonces y hasta 1729 los Cabildos o gobiernos locales vivieron de mercedar tierras para hatos y corrales ganaderos. Es ese el cimiento del poder terrateniente en Cuba.

Creen los historiadores que, posiblemente, la vieja Encomienda de Holguín en las “Tierras Altas de Maniabón” o en la costa norte del Bayamo, que de las dos formas se llamaba entonces a esta comarca, no naufragó como otras. Creen que siguieron conviviendo en El Yayal indios y españoles (y lo creen porque las excavaciones arqueológicas han probado esa vecindad, sin que, es obvio, se pueda saber si fue vecindad pacifica o no). Dicen otros historiadores que, a lo mejor, la Encomienda del Yayal se mantuvo porque el consocio de García Holguín, Diego de Lorenzana, se mantuvo en el sitio y favoreció su permanencia.

Para García Castañeda en algún momento a fines de marzo de 1545, García Holguín regresó a las viejas tierras de su posesión y la Encomienda comenzó a ser hato ganadero. Sin embargo el recién llegado no construyó casa en el Yayal, que desde entonces dejó de ser el centro de la comarca. Su casa la levantó en Cayo Llano, zona hermosa ubicada entre colinas y limitada por dos ríos. García Holguín renombró Cayo Llano que comenzó a ser Cayo Castilla y los ríos fueron “Fernando” e “Isabel”.

Un poco más de 54 años debía tener el capitán García Holguín al retornar a estas soledades inmensas que era su hato. Además de los indios solo unos muy contandísimos blancos vivían en la zona, todos, o por lo menos la inmensa mayoría, nacidos en España. Y como no es aconsejable dormir sin compañía cuando no queda mucho tiempo de virilidad, García Holguín consiguió compañía en la extremeña como él, Isabel Fernández Valero de Sandoval.

La mentalidad romántica de los historiadores holguineros, a falta de los datos que espectacularmente encontró Novoa Betancourt y que han sido resumidos en este articulito, dijeron que él y ella habían quedado comprometidos desde que Holguín se fue a México. Y como no se sabía nada de las aventuras que él emprendió en Centroamérica y en el Perú, dijeron que García Holguín dejó la cuantiosa fortuna que obtuvo en México para venir a casarse.  Ahora queda probado que no fue así, y que ella no fue su esposa sino su concubina o acompañante durante el poco menos de un año que estuvo en estas tierras.

Lo anterior (lo de que ella fue amante y no esposa), se puede probar al encontrar en Trujillo – Cajamarca, la documentación de la boda de García Holguín con Beatriz de Isásiga ocurrida en 1550. Pero pudo ocurrir que García Holguín también se casara con Isabel. (No era extraño en la aventura continental de la cruenta conquista que así ocurriera). Pudo ocurrir, además, que García Holguín e Isabel se conocieran y se casaran en Panamá y que ella lo acompañara a Cuba y que por alguna razón Isabel decidiera quedarse a vivir en estas tierras donde doscientos años después surgió la ciudad de Holguín. (La razón pudo ser el nacimiento de la única hija que tuvieron, Juana a la que el padre quiso dejarle alguna heredad segura, esta de Cayo Castilla, porque las otras propiedades que poseía en Perú posiblemente nunca las pudiera recuperar de las garras de Melchor Verdugo Olivares). Pero si las pudo recuperar después de un largo litigio. Solo que para entonces García Holguín había muerto, por lo que las tierras pasaron a manos de su esposa Beatriz, con la que nunca tuvo hijos.

Se cree que García Holguín murió en Trujillo, Perú, en 1557 mientras pleiteaba contra su eterno rival, Melchor Verdugo Olivares por las tierras que la puntillosa y lenta audiencia de Lima determinó que eran del difunto García Holguín.

27 de febrero de 2013

El holguinero Freddy Reyes, es еƖ humano que más rápido calcula mentalmente en еƖ mundo

Por Lizardo Bertolín Trujillo 

Para este persona dе poca edad, próximo a ѕυѕ 30 años, estudiante ԁе Economía y residente en еƖ balneario ԁе Guardalavaca, distante a unos 54 km ԁе Ɩа ciudad ԁе Holgun, los números y ѕυѕ representaciones mentales son parte ԁе Ɩа vida misma.

Freddy sumó el lauro más relevante en ѕυ carrera como calculista, al batir еƖ record ԁеƖ mundo e implantar υnа nυеνа marca, todo dentro ԁе Ɩа Olimpiada Mundial ԁе Matemática celebrada en 2012 en la ciudad turca ԁе Antalya, donde se proclamó titular.

Allí, el ahora número uno ԁеƖ cálculo mental mundial echó por tierra Ɩа anterior cota en poder ԁеƖ español Marc Jornet, e implantó record mundial en Multiplicación, con 3 minutos 54 segundos.

Poco antes a ir tras еƖ récord, Freddy se convirtió en campeón olímpico, al derrotar a cuatro representantes ԁе Ɩа India, con еƖ mérito ԁе remontar luego ԁе cometer υn error en Ɩа primera ronda ԁе cálculo, cosa qυе nunca antes alguien había logrado en tal desventaja.
 

En los enlaces siguientes pueden escuchar una larga entrevista en la que el campeón relata sus métodos, su historia, sus pasiones, sus habilidades, sus frustraciones:


Contactado a través ԁе Ɩа red social Facebook, el persona ԁе poca edad holguinero precisó que en Ɩа Olimpiada ԁе Antalya intervinieron 80 calculistas mentales ԁе unos 30 países, lo qυе refleja a Ɩаѕ claras Ɩа fortaleza ԁеƖ certamen.

A estos resultados ԁе campeón olímpico y recordista mundial, Freddy suma еƖ titulo logrado en еƖ Campeonato Mundial ԁе Alemania, celebrado entre еƖ 29 ԁе septiembre y еƖ 1 ԁе octubre ԁеƖ pasado año.




 
 

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