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La aldea a la mano (Holguín, Cuba)

1 de junio de 2010

La casa larga del Manco Rondán

Por Angel Quintana Bermúdez.

Los túneles secretos, llenos de leyenda, amores prohibidos y horror, son una constante en las tres edificaciones propiedad de Francisco Rondán Rodríguez, conocido por el Manco de Rondán, el más acaudalado vecino de la región holguinera de mediados del siglo XIX.

El Manco Rondán

Como La Periquera es la más conocida de esas construcciones, en la presente crónica me referiré a La Casa Larga, la cual, conjuntamente con la Azotea, se levantaban en el poblado de Auras, nombrado hoy Floro Pérez, en homenaje a ese combatiente asesinado por la dictadura de Gerardo Machado.

Rondán mandó a construir La Casa Larga a mediados del 1800 y, según un viejo residente en ese poblado, del municipio de Gibara, el constructor de este misterioso edificio fue José Manuel Capoto, quien además, trabajó en la edificación de la iglesia del otrora Auras.

Al decir de muchos el mando Rondán amasó su cuantiosa fortuna con turbulentos negocios, que iban, desde el tráfico de esclavos, hasta el asesinato de huéspedes adinerados del mesón de su propiedad ubicado en la referida Casa Larga. Se afirma también que los cuerpos de estas víctimas eran arrojados en los túneles que partían de la tenebrosa hostería.

Sobre los trajines del Manco de Auras como traficante de seres humanos, dice un documento redactado por investigadores holguineros y el cual se encuentra en el Archivo Provincial de Historia:
"...viene del viejo continente a Cuba en busca de fortuna, que no logra con el esfuerzo de su trabajo, sino con la trata y el contrabando inhumano de negros esclavos, en la época de 1824 a 1830, en la nación puertorriqueña y en la localidad de Gibara, fundamentalmente..."
En uno de estos negocios -se asegura, incluso por uno de sus familiares- Rodán Rodríguez perdió un brazo cuando se entroncó en una trifulca. De ahí el mote que cargó por el resto de sus días.

En marzo de 1989 entrevisté en Floro Pérez a la octogenaria Claudina González, quien testimonió que era hija de un carpintero, Diego, nacido en 1863 y vivió 83 años. Dijo Claudina en esa oportunidad:  "Mi padre me contaba que el manco Rondán tenía un mesón o posada en La Casa Larga, donde solían hospedarse viajantes y vaqueros cuando estos trasladaban ganado. En complicidad con un barbero que en esa instalación prestaba servicio, degollaban a estos negociantes y arrojaban sus cuerpos a los túneles de esa misteriosa hostería. Todos en Auras decían que en esos pasadizos había oro enterrado, pero, qué dinero podía tener Rondán allí, si ya podrido en dinero se marchó para Holguín y se lo llevó todo para construir La Periquera".

_ Los años van borrado la memoria y dejas pocas huellas del tiempo pasado_ dijo otro anciano, quien cariñosamente me franqueó la entrada a su humilde vivienda cuando conoció mi propósito. Se trataba de Maximino Chacón Rodríguez, de 82 años de edad, hijo de Eugenio, soldado mambí a quien le escuchó muchos relatos que trataba de ordenar sacudiendo el polvo del tiempo.
"En La Casa Larga almacenaba mercancía que traía del puerto de Gibara para comerciar en la zona... Al manco Rondán le imputan muchos crímenes. Recuerdo que desde niño yo escuchaba con frecuencia un dicho que soltaban a quien cometía una vileza: "Eres igual que el mando Rondán". En el exterior de esa inmensa casa, la cual ocupaba toda una cuadra, existían unos bancos raros, con unos espaldares altos, como muros, y las personas que se sentaban en ellos apenas podían ver y escuchar a quienes en el otro lado se encontraban..."
La voracidad e indolencia acabó con esta edificación, la cual fue demolida y los tablones de cedro del techo terminaron en mueles domésticos. Se perdió así un edificio de gran valor cultural y económico, pues bien pudo ser explotado, con sus leyendas y todo, en el desarrollo turístico de la nación.

En el periplo efectuado por las calles principal y secundarias en varias casas de Floro Pérez, recogimos innumerables testimonios sobre tan famosa casa colonial. En el hogar de quien en esa oportunidad nos sirvió de guía, el desaparecido y popular Yeyo Pirey, su amable esposa nos aseguró que dentro de La Casa Larga había un pozo en la parte habitada por Dulce Alvarez, y que ella tapaba con una mesa, por temor a que sus muchachos se cayeran por el abismo. Algunos decían que por mucho que trataron de cegarlo nunca lo lograron.
"Cuando fueron a fabricar mi casa y escarbaban para hacer los cimientos las barretas se iban muy profundo y desaparecían. Yo les decía a mis hijos -No sigan que se van a ir para allá abajo-. Yo vivo del lado opuesto a La Casa Larga y mi padre me contaba la perversidad del Manco"
Quien así se expresaba era Eloisa Santiesteban con quien conversamos aquella lejana tarde en la unidad de víveres La Estrellita, luego también conversamos con Ramón Concepción y Didiel Serrano, quienes me hicieron valiosas referencias sobre el tema. Otro vecino, Luis Nogueira nos dijo que de chico vio en La Casa Larga unas argollas pegadas a las paredes. Seguramente para confinar a los esclavos.

Esa mañana también visitamos la fábrica de tabacos unicada en la que fuera el edificio La Azotea, otra de las misteriosas casonas de Rondán y hasta donde se dice que llegaba la red de túneles que partían de La Casa Larga. Allí los tabaqueros contaron también de las andanzas del manco de Auras y su afición macabra de obtener ganancia a toda costa, testimonios que se han pasado de forma oral, generación tras generación.

Pero, no todos hablan de la mala reputación de Francisco Rondán y Rodríguez, pues su amigo, el periodista Antonio José Nápoles Fajardo, hermano de El Cucalambé, editó un libro en 1869, "El sitio de Holguín" en el que dice de Rondán "Este Sr, natural de Málaga, vio la luz cinco años antes de que terminara el siglo anterior (1795); dedicado a la marina mercante, vino a la Isla por primera vez en el año 1824 y siguió su profesión, al mando de algunos buques que viajaban desde Europa a toda América"


Retrato del Manco Rondán aparecido en el libro publicado por el hermano de El Cucalambé.

Lamentando las perdidas de Rondán por el ataque mambí a La Periquera, escribe más adelante Nápoles en el libro de marras: "En cuanto al anciano Rondán que entonces tenía 73 años cumplidos y a quien abrazó públicamente en la Plaza de Armas de Holguín el Sr. Teniente Gobernados proclamándole el alma de la defensa. Esta es la hora que no ha recibido de parte de nadie ni las gracias por su denuedo, sacrificio, abnegación y patriotismo. Rondán, conocido en toda la Isla con el apodo del Manco de Auras, tendría hoy cuatro veces más capital cuya mitad, ha perdido en la revolución, por su carácter desprendido y favorecedor..."

Para Cesáreo Fidalgo, fotógrafo jubilado, quien residió de niño en La Casa Larga, la famosa casona es algo así como parte de un cuento de castillos encantados que grabó en su lejana infancia y que la senilitud no ha podido borrar de su menta.

"Yo viví con mis padres en esa casa la cual fue mansión señorial del Manco. El distintas épocas allí hubo posada, barbería, panadería, tabaquería, cuartel español y del ejército batistiano y hasta se instaló el primer cine silente de Auras. De uno de sus pozos se extrajeron muchas armas antiguas. Yo recuerdo los bancos dobles de espaldares altos. Constituían una maravilla para los novios de esa época, pues en esos espaldares se estrellaba la indiscreción. Cuando desmantelaron el viejo horno de la panadería, una lluvia de monedas de oro cayó sobre los demoledores. ¡Figúrate lo que se formó! Mi padre también cogió "cajita".
Sí, el pueblo, guardó estas historias en su memoria, relatos que conforman la fisonomía cultural de nuestra nacionalidad, lo demás, la verdad pura sobre los misteriosos túneles, quedará para lo arqueólogos que quieran adentrarse en su existencia, si es que los hubo.

31 de mayo de 2010

El sitio de La Periquera, un documento muy singular

Por José Abreu Cardet

El 14 de octubre de 1868, los holguineros se sublevaron contra el dominio español. En pocos días se apoderaron de los campos de la jurisdicción. El 30 de octubre, atacaron infructuosamente la ciudad de Holguín. El 17 de noviembre, penetraron de nuevo en las calles holguineras.

La guarnición enemiga se refugió en tres lugares. La manzana donde está situado el edificio, conocido hoy como, La Periquera, la iglesia San José y el Hospital Militar. Los revolucionarios capturaron la iglesia y sometieron a un sitio a las demás fortificaciones. El 6 de diciembre, se vieron obligados a retirarse de la ciudad, pues ese día llegó, procedente de Gibara, una poderosa columna bajo las órdenes del oficial español Méndez Benegasi. A esta tropa por falta de armas y parque, era imposible enfrentarse. Casi toda la población holguinera acompañó a los mambises en su retirada. En la ciudad quedaron tan solo un reducido grupo de vecinos fieles a España y la guarnición militar. Los cubanos situaron en las inmediaciones de Holguín varias compañías y sometieron a la ciudad a un estricto bloqueo. La columna española, bajo el mando de Méndez Benegasi, marchó a Gibara en busca de provisiones. Los mambises situados en los alrededores de ese puerto le impidieron retornar de inmediato, como eran sus planes.



Francisco Rondán (El Manco), constructor y primer dueño de la casa Rondán, La Periquera

La situación de los sitiados en Holguín llegó a ser verdaderamente desesperada, pues los mambises retiraron todo el ganado de los alrededores de la población y destruyeron los sembrados que no pudieron recoger y transportar. El gobernador holguinero estaba ante una situación muy comprometida, pues temía, si enviaba una columna a los campos inmediatos en busca de vituallas, que esta fuera derrotada y la responsabilidad cayera sobre él. Queriendo salvar su competencia convocó a una reunión a la junta de Armamento y Defensa y a los jefes y oficiales del ejército, voluntarios y bomberos. La junta de Armamento y Defensa estaba integrada por un grupo de prominentes integristas. En la reunión les explicó lo comprometido de la situación. Se decidió que era indispensable salir en busca de vituallas, pero para esto todos los presentes suscribieron un documento donde se explicaba la situación y se extendió el acta siguiente:

En la ciudad de San Isidro de Holguín a los once días del mes de Enero de mil ochocientos sesenta y nueve, se reunieron previa citación, en la casa morada del Sr. D. Francisco Rondan, el Sr. comandante de Infantería D. Francisco de Camps, teniente Gobernador y comandante militar de esta ciudad, los señores de la Junta de Armamento y Defensa, los oficiales de ejército y de voluntarios y bomberos; (aquí siguen los nombres).—El Sr. teniente Gobernador como presidente de esta junta, expuso: que sin embargo de que á la salida de la columna mandada por el digno jefe D. Francisco Benegasi, hizo cuanto le fue posible para dejar abastecida ésta ciudad de carnes y demás comestibles, y para todos los puntos fortificados y demás vecindario, ha llegado el caso de que no obstante la economía observada en la distribución de raciones, no se cuenta con más recursos para atender al sustento de la fuerza que guarnece todos los puntos fortificados y el vecindario, que con una escasa proporción para el día hoy, por lo que se hace caso fortuito, tratar del modo de abastecer la plaza por algunos días, hasta ver si llega la columna del Sr. Benegasi; pero como para ésta clase de operaciones hay que salir necesariamente al campo, ocupado por los enemigos, y puede presentarse un lance cuyos resultados no se puedan preveer; y siendo el principal objeto del Gobierno sostenerse en ésta ciudad, para salvar la responsabilidad de los acontecimientos, puesto que habrá de debilitarse la fuerza de todos los puntos fortificados para reunir una columna que proteja la operación de buscar comestibles, ha dispuesto ésta reunión general, para que enterados todos los señores presentes, de todo lo expuesto, disponga si consideran de necesidad absoluta, que salga fuerza armada en busca de provisiones de boca a los campos inmediatos; a lo que contestaron unánimemente todos los señores presentes, que consideraban de absoluta necesidad salir a buscar comestibles, so pena de morir todos de hambre. En su consecuencia dispuso el Sr. Teniente gobernador que desde luego se organizase una columna que saliera con el indicado objeto, con instrucciones convenientes, y entre ellas, que para seguridad de las propiedades se tomase nota del hierro y señal de las reses que se recogieran, con el nombre de sus dueños. Con lo cual se dio por terminado el acto, y firmó el Sr. Teniente Gobernador con los demás señores presentes para su debida constancia.—Francisco de Camps.—Francisco Rondan.—Gregorio F. de la Vega.—Vicente Moyua.—José Dominicis.—Joaquín Martínez.—Juan de Gerona.—Manuel Gómez.—Ramón Iglesias.—Lino Granadas.—Eugenio Arizmendi.—Francisco Puente.—Vicente Miralles.—Rafael Palma.—José Martínez.—Narciso Falcó.—Eduardo Alcubilla.—Belisario Álvarez.—Juan del Rosal.—Vicente Guilemi.—Andrés García.—Luciano Martínez López.—José García.—Salvador de Fuentes.—Dionisio Pérez.—Manuel Nates Bolívar.—Ante mí, Manuel Misfut ”.
La columna española salió de la ciudad. Los mambises, aunque la hostigaron, no contaban con armas para derrotarla ni impedirle su misión. Por lo que pudo regresar a Holguín con ganado y viandas que logró tomar en las fincas de la zona. El documento que reproducimos quedó como una evidencia de lo difícil de la situación de los colonialistas. Además es una muestra indudable de lo efectivo del bloqueo cubano. En la medida en que llegaron nuevas fuerzas, muy superiores en número y armas, los mambises tuvieron que ir abandonando los campos cercanos a Holguín. Al parecer este es el único documento para justificar una incursión militar firmado tanto por militares como civiles en las guerras de independencia de Cuba.

Bibliografía

Francisco de Camps y Feliu Españoles e Insurrectos. Establecimiento Tipográfico de A. Álvarez y Compañía. La Habana. 1894

José Martí en tierras de Holguín


Por María Julia Guerra 

Desde nuestras tierras, José Martí le escribe a Carmen Miyares: Altagracia, Holguín, 9 de mayo de 1895.

"A reserva de más larga carta, que pronto podré escribirles desde Manzanillo, ansioso ya, con más premura que las de las leguas continuas y los sucesos, de poder guiarlos conforme a un plan rápido y general, les pongo estas líneas ya en tierras de Holguín, tan nuestras como cuanto he visto, y con 500 hombres armados, oyendo hablar al fervoroso Miró y al abnegado Rafael Manduley, brillante e impetuoso en Holguín.
Y, más adelante:

"100 hombres apiñados respiran en el casuco donde escribo, con la vela en un jarro. He de acabar. Gran cariño he encontrado en Holguín de gente toda blanca, que lee y escribe, marcial".
Martí y Gómez, había llegada hasta aquí guiados por un mayaricero y acompañados por Teodosio Rodríguez y sus hijos Teodosio, José y José Francisco, quienes d’ias antes, junto con Manuel Sartorio, habían ido al encuentro de ellos.

Para alcanzarlos en el camino, Miró Argenter envió a Francisco Díaz (Pancho), quien es práctico de ríos. A poco, en Altagracia, Martí conoce personalmente a José Miró Argenter, Rafael Manduley del Río, Jaime Mu;oz, José González, Bartolomé Rosabal, Pablo García, Rafael Ramírez, Juan Oro, Augusto Feria, Teodorico Torres, Nolasco Peña, Rafael Peña, Luis Jerez, Inocencio Sosa, Rafael Rodríguez y Plutarco Artigas con su hijo Pedro.

Gómez le pide a Miró que le proporcione a un hombre que para que les ayude a copiar circulares, ordenes, cartas y otros documentos. Desde ese mismo instante Augusto de Feria Sívori quedaría al lado de Martí, como un secretario.

La casucha de la que habla Martí en su carta es la vivienda del matrimonio formado por Agustín Cabrera y Paula Pérez, donde duermen, junto a él todos los holguineros, para, al otro día, el 10, cruzar el Cauto y acampar en La Travesía. Ese día, “-En lluvias, jarros de café, y plática de Holguín y Jiguaní llega la noche.”

El propio Martí nos dice que el día 11 Miró regresa a Holguín con su gente; pero allí se quedaría Plutarco Artigas Manduley, a servirle también de amanuense, y su hijo Pedro de escolta.

LOS DOS SECRETARIOS DE MARTÍ

Los holguineros Augusto de Feria Sívori y Plutarco Artigas Manduley les sirvieron de secretarios y ayudantes a Martí hasta el mismo día de la caída de éste en combate en Dos Ríos.

En su Diario, Martí, nos refiere que el día 13, en el campamento de la Jatía hablan de las tres Altagracia; que le buscan “hojas de zarza o de tomate, para untarlas de sebo, sobre los nacidos” y que a la jáquima que le ha traído Bellito, Artigas le saca flecos.

Dos días más tarde, el 15, nos dice: “Artiga, al acostarnos pone grasa de puerco sin sal sobre una hoja de tomate, y me cubre la boca del nacido.”

Eduardo Noa Toranzo, sobrino político de Plutarco, en carta dirigida a Alfredo T. Quilez, director de la revista Carteles y con fecha 3 de febrero de 1941, refiere que Plutarco contó que Martí, al ver las fuerzas de Holguín le preguntó al General Gómez “si no tenían algún pendolista, contestándole el General: ‘De Holguín tengo a Augusto de Feria que es mi ayudante, pero aquí tiene al viejo Artigas que ha sido oficinista y creo que puede servirle’. Y entonces se lo presentó. Igualmente manifiesta que el 19 de mayo, antes de Martí partir al combate fatal había estado dictándole a Plutarco Artigas Manduley unas cuartillas para un proyecto de constitución del Gobierno Revolucionario.

En tanto, Martí, en la última página de su Diario, escrita el 17 de mayo, dice: “Gómez sale, con los 40 caballos, a molestar el convoy de Bayamo. Me quedo, escribiendo con Garriga y Feria, que copian las Instrucciones Generales a los jefes y oficiales.-“

DE PLUTARCO Y AUGUSTO

Plutarco era miembro de una influyente familia holguinera, la Artigas Manduley, y había heredado la finca Santa Cruz, de tierras fértiles al sureste de Holguín. Estaba casado con Soledad Toranzo Pupo con quien tuvo a Pedro, Úrsula, José Antonio, Maximiliano, José, Angelina, José, Conrado, María y Eudaldo. En plena contienda, en 1898, nació Mercedes, la hija menor.

El 2 de mayo de 1895, Rafael Manduley del Río, en compañía de Francisco González Castellanos, llega a Santa Cruz; va a incorporarse a las huestes insurrectas. Contacta con su primo Plutarco y éste decide que irán en busca de Miró Argenter que se encuentra con una fuerza holguinera en Tacámara. También irá su hijo Pedro. El día 3 de mayo se incorporan a las tropas de Miró.

Después de el aciago hecho de Dos Ríos, Plutarco dejó la tropa de Gómez y Pedro se incorporó al Regimiento José Martí, creado por Miró Argente con holguineros, y en el que estaban varios de los que estuvieron en Altagracia.

El 17 de julio de 1895, con el grado de Capitán, se nombra a Plutarco Artigas Manduley Prefecto de Santa Cruz Así se desempeñó hasta diciembre de ese año, cuando se hizo imposible sostener la Prefactura con seguridad, y es pasado a desempeñar igual cargo en San Francisco, a donde lo sigue toda la familia. En julio de 1896 es trasladado a Tacámara, lugar en que estuvo hasta octubre de 1897 cuando, con el grado de Comandante, es nombrado Teniente Gobernador de Las Tunas, Aquí terminó la guerra.

"Alto y bueno, del pueblo, cajista y de letra", así vió y describió Martí a Augusto de Feria Sívori, un joven de sólo 20 años, descendiente de una familia de patriotas, que había aprendido el oficio de tipógrafo en La Doctrina, El Cayajabo, El Holguinero y El Eco de Holguín.

Augusto se encontraba en el campamento el fatídico 19 de mayo. Se disponían a siestar cuando llega el Teniente Álvarez a toda carrera "con la noticia de que se escuchaban disparos en dirección a Dos Ríos. La orden del General en Jefe no se hizo esperar: !A caballo". Las fuerzas cubanas salieron a batirse. En tanto Gómez le ordena que comunique a Masó el mandato de retirada. Serían aproximadamente la 1 y 30 de la tarde, tres disparos, dos de ellos mortales, segaron la vida del alma de la Revolución.

Desde ese momento Augusto pasa a ser también ayudante del General Máximo Gómez. Le sigue a llevar la guerra a Camagüey y Las Villas.

El Plan de Invasión queda dispuesto el 29 de noviembre de 1895, dividiéndose en dos columnas: una por el Sur, por la cordillera de Trinidad, la manda el Brigadier Quintín Bandera; la otra, en la que van Gómez y Maceo, se movería por el Norte, y si fuera necesario por el Centro y Sur.

Ese mismo día, en el camino de Iguará a Sancti Spíritus, es batida una columna enemiga por la columna de Gómez y Maceo, pero los cubanos tienen 33 heridos y 8 muertos. Augusto de Feria en esta ocasión saldría ileso.

La suerte no le es igual en Mal Tiempo, el 15 de diciembre, en la cruenta y victoriosa batalla Augusto sería herido. Luego se destacaría en la batalla de Saratoga, del 9 al 11 de junio de 1896. Seguiría al lado del General en Jefe durante toda la campaña de 1896.

El día 18 de enero de 1897, estando acampados en Manacas de Jobosí, el capitán ayudante Augusto de Feria pide se le pase a Occidente, lo cual se le concede. Terminó la guerra con el grado de Comandante en el Cuartel del Departamento Occidental.


COMO AQUEL 19 DE MAYO

El mismo respeto, cariño y lealtad que le profesaron Augusto de Feria y Plutarco Artigas, sus ayudantes-secretarios, Pedro, el hijo de Plutarco, Teodosio Rodríguez y sus v’astagos: Teodosio, José y José Francisco, holguineros que estaban junto a él cuando partió a pelear por Cuba y a caer de cara al sol, le tributan hoy todas las generaciones de estas tierras holguineras.


El sitio de La Periquera

Durante el ataque de los mambises del 29 al 30 de octubre de 1868 al almacén de Rondán, la mayor parte de los defensores eran Voluntarios los que, como dijimos anteriormente, usaban uniformes de color rojo. Los regulares tenían, en algunos casos, cintas amarillas y rojas, representando la bandera española.


Existe una versión popular del origen del nombre de "La Periquera" por el cual se le conoció, a partir del Sitio de Holguín, a la Casa de Rondán, y es la que sigue: Los mambises, al enfrentarse a aquella estructura imponente, todo lo que veían, de vez en cuando, era a un Voluntario asomarse por un momento en una ventana y alguna que otra vez, a un regular hacer lo mismo para dispararles. Con la chispa y humor del cubano, pronto alguien gritó: "¡Salgan de la jaula, pericos!" , aludiendo al colorido de sus uniformes. Otra versión, quizá más acertada, aparece en el serio libro: Memoria sobre el origen del hato de San Isidoro de Holguín , de D. Diego de Ávila y Delmonte, obra inédita de la época, que fue continuada por José María Heredia, cuya segunda edición aparece publicada en Holguín en 1926, p. 186. Dice textualmente:

"Ya el 21 de noviembre el sitio fue completo, y fue incendiada la casa de Nates, y al siguiente les tocó su turno a las casas de comercio de Casiano Labusta y Francisco Pérez Fernández, hechos que llenan de pánico al vecindario. El 24 del mismo mes se inició un parlamento entre Peralta y el Teniente Gobernador D. Francisco Camps y Feliú a las ocho de la mañana y que duró algunos días y sin que se llegara a un acuerdo, pues no fue más que un ardid para ganar tiempo para el atrincheramiento de los españoles en la casa de Rondán, donde se concentraron, motivo por el que desde entonces se llama La Periquera".

Cualquiera que fuese la causa para bautizarle "La Periquera" tuvo gran éxito. Desde entonces, hasta nuestros días, al almacén de Rondán a través de su proceso de transfiguración; primero como Casa de Gobierno y a la postre convertido en Museo, se le ha conocido y se le sigue conociendo como “La Periquera”.

El ataque del 30 de octubre de 1868 fracasó en poco tiempo. Amadeo Manuit y el General Julio Grave de Peralta retiraron sus fuerzas, las organizaron, las entrenaron mejor y las equiparon lo mejor que pudieron; y con nuevos bríos, más organizados y dispuestos a pelear hasta el fin, atacaron de nuevo el 17 de noviembre. La batalla fue feroz. Lograron entrar en la ciudad y tomar la mayor parte de ella, incluyendo la iglesia donde se defendían las fuerzas de Camps. Entretuvieron a las tropas de la Casa de Gobierno y dirigieron su ataque principal a “La Periquera”, pero ésta resistió la tremenda y sostenida embestida. Ante semejante estructura, Manuit y Grave de Peralta cañonearon con los cuatro cañones que disponían. Uno de los cañones estaba emplazado en la cercana casa de Grave de Peralta; en total, los cuatro cañones disparáronle 180 cañonazos a “La Periquera” sin lograr su cometido de abrir una brecha.

Los mambises utilizaron también en el Sitio de Holguín, un cañón de madera que fabricó Marcelino Carranza de una madera llamada "yaba" que se acostumbraba usar para la fabricación de carretas, oficio al que se dedicaba Carranza. Era un cajón de 2 varas de longitud y 18 pulgadas de diámetro; de figura cilíndrica y reforzado por unos zunchos de hierro y otros de cuero. Lo trajeron en una carreta. Las balas eran hechas de hierro forjado a martillo y pesaban unas 15 ó 20 libras. Sólo pudo hacer 3 disparos (por razones obvias). Al tercer disparo, explotó y quedaron heridos 2 de los "artilleros".

El 24 de noviembre comenzó la conferencia antes mencionada entre Manuit y de Camps, que resultó solamente un ardid español para ganar tiempo. El día de Santa Bárbara, en celebración por su día, dispararon los mambises 89 cañonazos a “La Periquera” que no ocasionaron ni el más mínimo daño, a lo que decía el septuagenario Rondán: "Tiren... tiren, ¡qué no se cae!"


Grave de Peralta hizo que sus hombres lanzaran cientos de piedras y palos incendiarios, con el propósito de tratar de provocar un incendio dentro de “La Periquera”, pero no tuvieron éxito en ello. En sus feroces acometidas las fuerzas libertadoras dispararon un estimado de 40 mil proyectiles. Todo sin éxito. “La Periquera” resistió. Pasaron los días y el 6 de diciembre de 1868, cuando se supo que los españoles habían desembarcado refuerzos en Gibara y que se dirigían hacia Holguín, Marcano y el General Julio Grave de Peralta no tuvieron más remedio que ordenar la retirada sin haber podido conquistar “La Periquera”.

Holguín fue atacado con posterioridad, en 1872, por tropas mambisas al mando del Mayor General Calixto García e Íñiguez y del Generalísimo Máximo Gómez y Báez.

Patio interior de La Periquera

“La Periquera” está situada en la calle Frexes nº 198 entre Libertad y Maceo. Al frente se divisa la antigua Plaza de Armas (también llamada por un tiempo Plaza de Isabel II), hoy parque Calixto García. Después del Sitio de Holguín, Francisco Rondán calculó el costo de los daños a su casa en unos 12 mil pesos oro que reclamó al gobierno español. Pero al marcharse sus hijos, viejo y agotado, decidió retirarse con su esposa a vivir a Gibara. El gobierno colonial asumió entonces la tarea de reconstruir la casona, y por 102 pesos mensuales alquiló de Rondán el ala izquierda de los altos para la sede de la Casa de Gobierno. Permaneció largo tiempo como Casa de Gobierno y fue epicentro de diversos eventos históricos en esa ciudad.

El catalán y el mambí

Por José Abreu Cardet

 La guerra de 1868 se desarrolló con extrema crueldad. Pero, en sus inicios, ocurrió un olvidado acontecimiento al que queremos referirnos en este breve artículo. Francisco de Camps y Feliú, comandante de infantería del ejército español y gobernador de Holguín, no fue un hombre que se destacó por una actitud arrogante y despreciativa hacia los cubanos. Su esposa era cubana y el mismo pertenecía a una región, Cataluña, que sufría el yugo imperial. Quizás esos son factores que influyeron en su forma de actuar hacia los cubanos. En general se había ganado el aprecio de los holguineros.

Al estallar la guerra, y los mambises ocupar casi todo el territorio de la jurisdicción, Camps y Feliú concentró el grueso de su fuerza en la manzana donde se encuentra el edificio conocido hoy como, La Periquera. Los revolucionarios le pusieron sitio a esa manzana desde el 17 de noviembre.


Durante el sitio se realizó una tregua donde ambos bandos conferenciaron. Los cubanos negociaban la rendición de los españoles. Estos últimos al parecer se mostraban bastante propensos a llegar a un trato, pero al final esto no resultó.

Durante la tregua Julio Grave de Peralta uno de los líderes de los sitiadores tuvo un gesto de caballerosidad con Camps. Como en la manzana fortificada se encontraban una cantidad de mujeres le regaló una vaca para que pudieran comer carne y le escribió una nota caballerosa y respetuosa que el propio Camps se encargó de reproducir años después cuando publicó su libro Españoles e Insurrectos.

“Sr. Don D. de C. Y F. —Holguín, 22 de Noviembre de 1868. —Muy Sr. mío: La resistencia opuesta por usted, ya debe cesar. Ha cumplido usted como valiente militar, y ya debe pensar en salvar la vida de las personas débiles encerradas en esa casa, que no podrá defenderse de un asalto combinado. Diríjome a su gran corazón en nombre de la humanidad.” “He ordenado que se le facilite a usted una vaca para que esas señoras coman carne fresca. —Patria y Libertad. —Julio Grave de Peralta.”

En su libro de recuerdo anotó Camps refriéndose a el en tercera persona que: El comandante militar no contestó; pero le dio las gracias personalmente en la Plaza de Armas, evitando que Peralta le diera un abrazo, diciéndole: —“Los generales no se abrazan cuando parlamentan, se harían sospechosos.” Peralta comprendió la advertencia y se contuvo; hablaron después y ambos se retiraron. (1)

Julio Grave de Peralta quien se convertiría en el líder de la insurrección lo había tratado. Incluso en su diario personal anotó que durante la tregua: “…tuve la oportunidad de hablar extensamente con el Teniente Gobernador Señor Francisco Camps persona bastante simpática y caballero y digna de aprecio por todo aquel que tuvo el placer de tratarlo y su amabilidad era muy popular” (2) Una olvidada historia de caballerosidad entre dos hombres que combatieron con valor en bandos
contrarios pero mantuvieron un respeto que no es muy frecuente en una guerra.

Notas

1— Francisco de Camps y Feliu Españoles e Insurrectos. Establecimiento Tipográfico de A. Álvarez y Compañía. La Habana. 1894

2—Constantino Pupo y Aguilera, Patriotas Holguineros, Holguín, 1956, pp. 25, 26

                



Holguín desde las alturas.

Por: Amaury Betancourt.

En un helicóptero subió Amaury Betancourt y desde esa altura, que es mínima y no colosal, muestra este Holguín nuestro de cada minuto, al que sin embargo, no conociamos hasta su "heroicidad".

Intercepción dela carretera hacia Cacocum y Bayamo con la Circunvalación.

Edificios de 18 plantas (nuestras Torres Gemelas)


Terminal de Ferrocarril Central.

El Teatro Suñol (antiguo Infante) desde el cielo cercano.

Allá abajo el Parque de Las Flores. (Con claridad se distingue la Catedral San Isidoro y la Glorieta Albanés)

Reparto La Quinta

Rotonda Gonzalez Valdés en la cima de la Loma de la Cruz


Plaza donde descanzan los restos del Mayor General de las tres guerras deindependencia y Lugarteniente General en1895, Calixto García Iñiguez




 Estadio Calixto García

21 de febrero de 2010

Rememoran en Cayo Bariay el aniversario 517 de la llegada de Cristobal Colón a Cuba





Fotorreportaje: Juan Pablo Carreras



Los artistas nacionales y extranjeros, que participan en la Fiesta de la Cultura Iberoamericana en la provincia de Holguín (2009), se dieron cita en Cayo Bariay para rememorar el desembarco de Cristóbal Colón en tierras cubanas hace 517 años.


Bariay se conoce como el primer sitio visitado en Cuba por el descubridor de América y donde tuvo los primeros contactos con los nativos.


La imponente belleza del paisaje, dueño de un exuberante verdor y una bahía de aguas azules y tranquilas caracterizan a Cayo Bariay, ubicado en la costa nororiental de la Isla y a unos 45 kilómetros de la ciudad de Holguín.
Convertido hoy en el Parque Natural Cristóbal Colón, es el escenario por tradición dentro de la Fiesta de la Cultura Iberoamericana, para revivir la llegada de los conquistadores y su asombro ante el nuevo mundo que se les abría.



Compañías de las artes escénicas de la provincia protagonizaron el espectáculo, que a decir de los asistentes fue “La oportunidad de estar en el lugar por donde Colón llegó a Cuba y escuchar grupos que respetan la tradición y entregan una melodía cubana moderna y alternativa es privilegio“.




Información: AIN



El salto del Guayabo, un lugar imposible de imaginar, solamente soñarlo.

Nunca he conversado con el fotorreportero Juan Pablo Carreras aunque, comunmente, nos encontramos por ahí, por esas calles nuestras. Incluso, tampoco he hablado con él durante el tiempo en que se desempeñó como comentarista de un programa de radio en la emisora en que trabajo. No sé por qué nunca hemos hablado. Pero juro que lo conozco hace muchos años y desde hace años miro sus fotografías. Las del Salto del Guayabo son, sencillamente, asombrosamente bellas.



El Salto del Guayabo - Principal atractivo del Parque Nacional La Mensura.

Situado a una altitud de 546 metros sobre el nivel del mar, El Salto del Guayabo está formado por dos saltos de agua con caídas verticales de 85 y 127 metros, respectivamente, y los senderos que conducen hasta la cúspide donde se produce la caída libre, y hasta donde se unen ambas cascadas.
Se destacan en la vegetación típica, 36 especies de orquídeas, 33 de helechos y numerosos arbustos emergentes y árboles que alcanzan entre los 15 a los 20 metros de alto.
La fauna, de alto valor endémico, está representada por el Tocororo, ave nacional de Cuba, el cual nidifica y coexiste en el entorno, la cartacuba, el negrito, el gavilán coli largo como especie amenazada, además del tomeguín del pinar, el majá de Santa María y la jutía; también se localiza el ruiseñor, que se reproduce durante todo el año en montes conservados y zonas bien protegidas

Un lugar imposible de imaginarlo, solamente soñarlo


El Salto del Guayabo está situado en medio del Parque Nacional La Mensura, donde se han registrado 293 especies de la flora, de ellas 67 endémicas y alrededor de 90 de la fauna. Aunque son dos saltos, casi siempre se habla en singular, sobre todo para referirse al más alto de Cuba, que es en este caso el que mide 240 m, pues el otro deja de existir en tiempos de sequía. El Guayabo es la espina dorsal de un entorno que recorre 576,7 hectáreas.


No sería el gran salto que todos admiran si no fuera como el agua que nace de una tierra fértil, sana, viva.


Desde un rústico mirador, nace un angosto sendero de 1 200 metros que adentra al visitante en una espesura vegetal de helechos, palmas y arbustos de variada raigambre y colorido hasta la poza de San Rafael, donde puedes contemplar el remolinar del agua en su descenso y lograr espléndidas fotografías.





20 de febrero de 2010

Cactus endémicos y naturalizados en Holguín

A partir de un estudio de Omar Leyva, Pedro A. González y Ernesto Mastrapa, especialistas del Jardín Botánico de Holguín, Aldea Cotidiana obtuvo información sobre las cactáceas cubanas en Holguín, referente a su distribución, hábitat y conservación de las especies que ahora compartimos.

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Del total de cactáceas nativas de Cuba, Holguín posee 11 especies y una subespecie, de ellas el 18,4 % son endémicas de la provincia y el 20.3% endémicas de Cuba. En este trabajo se compila la información disponible sobre las mismas y se completa en base a trabajos de campo realizados por los autores. Para cada taxón se considera: nombre científico, sinonimia, nombre común, distribución geográfica, características del hábitat, estado de conservación y categoría de amenaza.


Consolea nashii gibarensis


Consolea nashii subsp. gibarensis en floración.

Nombre científico: Consolea nashii (Britton) A. Berger subsp. gibarensis Areces
Distribución geográfica y hábitat: Es una especie endémica (Areces, 1996), que habita en matorrales xeromorfos costeros y subcosteros desde Punta Rasa, Gibara, en Holguín a Playa La Herradura en Las Tunas.
Estado de conservación: El estado de conservación de la especie no ha sido evaluado. La actividad pesquera, turística y carbonera está destruyendo el hábitat de este taxón. Se observan mucho más individuos maduros que juveniles.


Dendrocereus nudiflorus


Ejemplar de Dendrocereus nudiflorus fructificado.

Nombre científico: Dendrocereus nudiflorus (Engelm.) Britton & Rose (fig. 2)
Nombre común: Aguacate cimarrón (Alain, 1953).
Distribución geográfica y hábitat: Es una especie que habita en matorrales xeromorfos costeros y subcosteros de toda Cuba (Alain, 1953) y La Española. En Holguín se encuentra en Playa Caletones, Gibara; Playa Pesquero, Rafael Freyre y Playa Samá, Banes.
Estado de conservación: Borhidi y Muñiz (1983) la categorizan como Vulnerable. Areces (1997) la considera No Amenazada. En la actualidad, se están destruyendo y fragmentando sus hábitats por la actividad pesquera, turística y carbonera. Casi todos los individuos son maduros y no se observan juveniles.


Escobaria cubensis

Nombre científico: Escobaria cubensis (Britton & Rose) Hunt
Nombre común: Cactus enano, Cacto enano.
Distribución geográfica y hábitat: Esta especie es endémica de Holguín (Alain, 1953). Se desarrolla en los matorrales xeromorfos espinosos sobre serpentina de las localidades: Matamoros, Loma del Fraile, La Cejita, Cerro de Galano y Cima de Cerro Colorado.
Estado de conservación: La especie se encuentra en Peligro Crítico producto de la destrucción o pérdida de calidad de sus hábitats (Leyva et al., 2004). En los últimos 10 años el número de individuos ha disminuido considerablemente en las áreas de distribución. Necesita urgente protección.



Harrisia fernowii

Nombre científico: Harrisia fernowii Britton
Nombre común: Jijira, Pitahaya (Roig, 1988).
Distribución geográfica y hábitat: H. fernowii es endémica de Cuba (Alain, 1953). Se ha encontrado en los matorrales xeromorfos costeros y subcosteros de la provincia de Holguín, en las localidades: Parque Roca Azul, Playa Yuraguanal, Loma del Templo, Playa Corintia, Entrada a Gibara, Caserío Mayabe y Entrada a Playa Pesquero.
Estado de conservación: Borhidi y Muñiz (1983) la categorizan como Rara. Se han observado muchos individuos adultos (más de 55) y pocos juveniles (9 individuos).


Hylocereus undatus

Nombre científico: Hylocereus undatus Britton & Rose.
Nombre común: Flor del cáliz, Pitahaya (Roig, 1988).
Distribución geográfica y hábitat: La especie es oriunda de Las Antillas, México y Florida (Alain, 1953). Se encuentra en bosques semideciduos de Gibara y Mayarí, y como ornamental en la ciudad de Holguín.
Estado de conservación: El estado de conservación de la especie no ha sido evaluado. La destrucción de los bosques siempreverdes, al parecer ha reducido su areal de distribución. Se ve muy poco en la naturaleza, pero es frecuente en los jardines.


Leptocereus maxonii

Nombre científico: Leptocereus maxonii Britton & Rose.
Nombre común: no se conoce.
Distribución geográfica y hábitat: Es un cactus endémico de Cuba (Alain, 1953). Se localiza en Playa Morales, punta de Mula del Municipio Banes, Playa Caletica., Municipio Rafael Freyre, y Guirito, Punta de Mangle, y Caletones en Gibara. Se desarrolla en matorrales xeromorfos costeros y subcosteros sobre carso.
Estado de conservación: Borhidi y Muñiz (1983) la categorizan como Rara, Areces (1997) considera que no está amenazada. Sin embargo, sus áreas de distribución se han sobreexplotado para el desarrollo del turismo, la construcción de asentamientos poblacionales o construcciones militares. La ganadería y la agricultura también han influido en los últimos años en la pérdida de hábitat, la disminución de la calidad y la fragmentación del mismo. Además se ha observado el efecto negativo sobre las poblaciones de la especie de animales y plantas exóticas. El número de individuos observados es de aproximadamente 610.


Melocactus holguinensis


Melocactus holguinensis en su hábitat natural.

Nombre científico: Melocactus holguinensis Areces
Nombre común: Cactus erizo.
Distribución geográfica y hábitat: Esta especie es endémica de la provincia Holguín (Areces, 1976). Se ha encontrado en las localidades: Matamoros, La Cejita, los alrededores de la Presa "Gibara" y Cerro de Galano. Se desarrolla en matorrales xeromorfos espinosos sobre serpentina.
Estado de conservación: La especie se encuentra en Peligro Crítico (Leyva et al.,2004) producto de la destrucción de sus hábitats y de la pérdida de la calidad de los mismos. La construcción de la presa Gibara eliminó muchos individuos, las otras localidades han sido afectadas por construcciones civiles o por la actividad forestal. En estas áreas se ha eliminado la cobertura vegetal natural y posteriormente se han reforestado con especies exóticas. Además, son zonas en las que se practica el pastoreo y la explotación del Yarey (Sabal, Copernicia).


Opuntia stricta var. dillenii


Ejemplar de Opuntia stricta var. dillenii en el sotobosquede la vegetación subcostera (foto: González-Torres).

Nombre científico: Opuntia stricta var. dillenii (Ker-Gawler) L. Benson
Nombre común: Tuna, Tuna brava.
Distribución geográfica y hábitat: La especie se distribuye en las Antillas, la Florida y México (Alain, 1953). En Holguín, se encuentra en matorrales xeromorfos costeros y subcosteros en las localidades: Carretera a Caletones, 2 km de Gibara. Entre el puerto de Vitta y Playa Pesquero. Playa Barredera y terrenos baldíos.
Estado de conservación: El estado de conservación de la especie no ha sido evaluado. Sus hábitats están muy antropizados se observan mayormente individuos adultos y de mal aspecto físico.


Pilosocereus brooksianus


Pilosocereus brooksianus en su hábitat natural.

Nombre científico: Pilosocereus brooksianus (Britton & Rose) Knuth
Nombre común: Jijira (Alain, 1953).
Distribución geográfica y hábitat: Este cactus cubano se encuentra distribuido en Cuba Central y Cuba Oriental (Alain, 1953). En Holguín, se encuentra en matorrales xeromorfos espinosos sobre serpentina en las localidades de La Cejita, Ceja de Melones y Cordillera de Galano.
Estado de conservación: Areces (1997) considera que la especie no está amenazada.Sin embargo, sus hábitats, al menos en la provincia, se encuentran muy antropizados. Se ha observado que el número de individuos adultos es más alto que el de juveniles.


Pilosocereus polygonus


Flor de Pilosocereus polygonus

Nombre científico: Pilosocereus polygonus (Lam.) Byles & G.D.Rowley.
Nombre común: Jijira
Distribución geográfica y hábitat: Esta especie está reportada para Cuba y La Española (Areces, 1997). En Holguín, se encuentra desde Gibarahasta Playa Barrederas en los matorrales xeromorfos costeros y subcosteros sobre carso (maniguas costeras sobre carso).
Estado de conservación: Borhidi y Muñiz (1983) la consideran una especie En Peligro mientras que Areces (1997) considera que no está amenazada. Sus hábitats dentro de la provincia han sido fuertemente alterados por la extracción de madera para hacer carbón, por la agricultura y el desarrollo turístico. Aunque no se han efectuado conteos poblacionales, se ha podido observar un número alto de individuos


Selenicereus boeckmannii


Fragmento de tallo de Selenicereus boeckmanii.

Nombre científico: Selenicereus boeckmanii Britton & Rose.
Nombre común: Pitahaya (Alain, 1953).
Distribución geográfica y hábitat: Esta especie se localiza en toda Cuba. Se desarrolla en bosques y maniguas. Además se encuentra en México y La Española (Alain, 1953).
Estado de conservación y amenazas conocidas: El estado de conservación de la especie no ha sido evaluado.


Selenicereus grandiflorus

Nombre científico: Selenicereus grandiflorus (L.) Britton & Rose
Nombre común: Pitahaya, Reina de la Noche (Alain, 1953).
Distribución geográfica y hábitat: La especie se distribuye en América tropical (Alain, 1953). Sus localidades conocidas en la provincia de Holguín son: La Cejita, Ceja de Melones, Playa Caletones, Playa Corintia, Ramón de Antilla. Es una especie ampliamente distribuida en los matorrales xeroformos espinosos sobre serpentina y en los matorrales xeromorfos costeros y subcosteros (maniguas costeras).
Estado de conservación: Areces (1997) considera que la especie no está amenazada. Las comunidades vegetales en las que se desa- rrolla se encuentran muy antropizadas en la provincia. No obstante sus poblaciones, donde existen, son grandes.

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