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La aldea a la mano (Holguín, Cuba)

15 de marzo de 2017

Calixto García. Biografía. 109



1898, Agosto 23
Parte de Calixto a Gómez de la que es la última acción militar de la guerra iniciada en 1895
Este día el general García le dirige a Gómez un parte de la que es la última acción militar de la guerra del 95. A continuación se inserta el texto íntegro de dicha carta:
   "Gibara, agosto 23 de 1898
    Al general en Jefe del Ejército libertador de Cuba, Mayor General Máximo Gómez.
    En la mañana del 16 de los corrientes una columna enemiga  de  las tres armas salió de Holguín y avanzó por el camino de Gibara. Las fuerzas de que disponía fueron colocadas  por los generales Feria y Capote de la siguiente manera: los  regimientos "Oriente" y "Holguín" frente a Aguas Claras, cubriendo el flanco izquierdo de la posición y mandados por el General Feria, mientras que el General Capote con los regimientos "Martí" y "Ocujal" cubría el centro y el flanco  derecho. El enemigo avanzó con decisión flanqueando por derecha e izquierda hasta posesionarse de todas las alturas, teniendo que retirarse nuestras fuerzas  después de cinco horas de combate con más de 30 bajas por nuestra parte.
    Dispuse enseguida que las tropas ocuparan el camino de  Auras a Gibara y ordené‚ que a toda prisa se llamase a los  regimientos "Tunas" y "Federación", mientras el que el coronel  Carlos García con fuerzas de "Ocujal" ocupaba el  embarcadero de Chapman y el coronel Rodríguez con el regimiento "Holguín" apoyaba esas fuerzas cubriendo el flanco derecho. El General Capote se situó en Cantimplora y el General Feria en Arroyo  Blanco en espera del avance enemigo, pero este, que había   sufrido muchas bajas para apoderarse de Auras, se hizo fuerte  en esta población y pidió refuerzo a Holguín. Mandé que  las fuerzas de infantería hostilizaran día y noche al enemigo y así se hizo, sin que este avanzase un paso.
El 18, en  momentos en que recibía dos piezas de artillería para atacar las posiciones enemigas recibí una comunicación del capitán Maynard, Comandante del buque de guerra americano  Nashville, transcribiéndome la proclama del presidente Mckinley haciendo conocer la suspensión de hostilidades, por lo que  determiné mandar a retirar mis fuerzas y en esa situación sigo, estando el general Luque, que manda la división española de doce  mil hombres, entre Holguín y Auras, sin poder moverse de  ese  lugar.
    De acuerdo con el jefe americano, he concedido pase a  varios oficiales (españoles) para ir a La Habana y comunicar al General Blanco la mala situación en que se encuentran y hoy he permitido que les lleven raciones en el ferrocarril que he  permitido  también componer.
    Mañana se celebrará una entrevista entre los generales  Feria y Luque para acordar los puestos que deben ocupar las  fuerzas hasta el abandono definitivo de la isla de Cuba.
    Felicito a usted, General en Jefe por la  terminación  de  la  guerra que ha de dar la independencia a mi querida Patria.
    Soy de usted con la mayor consideración,
                                      Calixto García.






Calixto García. Biografía. 108



1898, Agosto 18
Gómez acepta la renuncia de Calixto
En la mañana marchó a Holguín una comisión compuesta por el Teniente Coronel Alfredo Arango del Ejército Libertador, un oficial norteamericano del buque Nashville y un oficial español del Infanta Isabel, para comunicar oficialmente a Luque el tratado que ponía fin a la guerra.
A poco le llega Le llega al General una comunicación del General en Jefe Máximo Gómez, firmada el 8 en la que le dice que “acepta la renuncia del cargo, salvándolo de la desairada situación en que, en su concepto, lo han colocado los sucesos de Santiago y se la acepta, complaciéndolo en la súplica que hace con tal fin”.

1898, Agosto 22
De Calixto a su esposa Isabel Vélez
Carta de Calixto a su esposa Isabel:
Gibara, 22 de agosto de 1898.
Mi querida Isabel:
Al fin he tenido el grandísimo placer de recibir carta tuya, de quien no sabía desde la anterior de 18 de Julio y veo que mi Mercedes querida ha mejorado bastante. También veo que piensas venir a Tampa a pasar el invierno. Si no hay alguna dificultad para principio de noviembre debe estar evacuada ya la isla, y en ese caso yo iría a reunirme con Uds. y convenir el lugar mejor para llevarla a pasar el in­vierno. Aquí he consultado con varios médicos y todos me dicen que el me­jor lugar es el Valle de Orotava en Canarias, pero que hay también otro lugar en México casi tan bueno como Orotava si por algún motivo yo no pudiera ir todavía o fuera preciso ir antes, mandaré a Carlos para que se ponga de acuerdo conmigo. Todos me dicen que el clima de Cuba es muy malo para ella: Consúltalo y caso que digan lo contrario ven para La Haba­na tan pronto la abandonen los españoles, que yo iré enseguida a reunirme contigo. Yo tengo hoy, por fortuna poco que hacer aquí, pues el General en Jefe me ha admitido mi renuncia de Jefe del Departamento de Oriente, y como Lugarteniente que soy, poco trabajo tendré; pero la época es tan difí­cil y me creo hoy más obligado que nunca a estar aquí. Las cuestiones que se presentan hoy tienen que estar resueltas de manera que no dañen el por­venir de Cuba, y hay también que pensar en el porvenir de nuestros hijos, yo, por mi parte, nada quiero, ni a nada aspiro que a vivir tranquilo en mi casa, pues cada día me gusta menos la política. Ya Carlos está mejor de las fiebres y ahora es Justo el que las tiene. Justo hace unos ocho días que se fue para Jiguaní a casa de Escalante donde dice él que lo cuidan mucho y que tienen leche y huevos, cosa que aquí escaseaba. Tengo conmigo a Car­los yo pienso que como se ha acabado la guerra no nos separemos más. Mu­cho he tenido que trabajar por este pueblo que, como tu sabes es muy español. Por fortuna he podido resolver todas las cuestiones que se han pre­sentado con tanta suerte que la mayoría de los españoles están ya mansos y  amigos. Todo ha sido respetado. Se vende en las tiendas sin que nadie pida nada y ni siquiera ha habido que meter uno en la cárcel. Había bastante es­casez pero ya ha llegado un vapor con víveres y nada falta. Figúrate mi si­tuación al llegar aquí el 30 pasado y encontrarme con un pueblo lleno de viruelas, un hospital con 600 soldados españoles y el disgusto general por algunas pequeñas faltas cometidas antes de mi llegada. Además, tenía al Ge­neral Luque con 12 mil hombres a cinco leguas y yo apenas tenía mil que oponerle. Como era preciso mostrar a esta gente que no temíamos a Luque, me quedé solo en el pueblo con 30 hombres y con ellos estuve como 15 días. Hice venir fuerzas desde Tunas y ya pude reunir unos 2 mil hombres; lo que vino bien, pues el 16 parece que le avisaron a Luque de mi posición y se me echó encima atacando a Auras. Por pronto que anduvimos no pude concentrarles más de 800 hombres los que sostuvieron un combate que duró seis horas y dio tiempo a acercar todas mis fuerzas impidiéndole que llegara a Gibara, como él se proponía. Ahí se quedó en Auras y no ha podido pasar de allí ni pasará pues ya se acabó la Guerra. Ahora, estamos amigos, me es­cribe cartas muy cariñosas y da banquetes a mis ayudantes cuando van con alguna comisión a verle. La situación de Luque es lastimosa pues tanto los americanos como los españoles se han convencido de que con solo 2 mil hombres lo he tenido cerrado. He sido el último que ha peleado por Cuba, pues ya firmada la suspensión de hostilidades el 12 no creo que dejarán de saberlo en Occidente. En ese combate he tenido como 50 bajas que son los que más siento pues esos pobres ya habían llegado al fin de la guerra. Esta te la lleva Pepito Martí al que mando a reunir con su madre, pues nada hay que hacer aquí para él y quiero que la pobre Carmen tenga su hijo único a su lado, también mandé a Bernardo el hijo de Femando Figueredo. Los dos muchachos son de primera, Pepito es capitán y se lo ha ganado como bueno y Bernardo Teniente. Yo desearía también mandar a Justo ó a Carlos. Pero ellos no quieren irse porque piensan con razón que su situación allí con nuestra falta de recursos no será muy agradable. Por una goleta te mando a Key West un retrato mío y otro de Justo. Este está como vaca espantada con los ojos muy abiertos. Tengo a Giberga de Secretario particular, me ayuda mucho. Ahora estaba empeñado en representar aquí unas piececitas pero no ha tenido tiempo de ensayarlas, pues creo saldremos pasado mañana para Bayamo y de allí iré a Tunas y luego volveré a aquí donde quiero estar para cuando los españoles abandonen a Holguín, meterme allí y ver mi casa vie­ja. Cuídame mucho a mi Mercedes de mi vida a quien tanto deseo ver. Dá­mele mil besos a nuestros hijos y tú recíbelos de tú.
CALIXTO






Calixto García. Biografía. 107



1898, Agosto 16
Combaten cubanos y españoles en Aguas Claras, Auras y otros varios puntos entre Gibara y Holguín (Estos son los últimos combates por la independencia de Cuba durante la guerra iniciada por José Martí en 1895)
Las fuerzas españolas acantonadas en Holguín salen de la ciudad rumbo a Gibara, son seis mil hombres de las tres armas. En Aguas Claras están los cuatro regimientos cubanos: el Holguín y el Oriente cubren el flanco izquierdo; el Martí y el Ocujal el centro y el flanco derecho. Se libra un enconado combate que duró cinco horas, pero los españoles pelean como leones enjaulados que desean abrir una puerta por donde irse. Los cubanos tienen que cederles el campo.
Pero es lento el avance español. Eso permite al general García concentrar nuevos elementos de guerra en la ruta de la columna enemiga: a lo largo del camino de Auras a Gibara se ubican los regimientos “Tunas” y Federación”, mientras que Carlos García Vélez con el regimiento “Ocujal” se apuestan en el Embarcadero de los Chapman y el coronel Rodríguez con el regimiento “Holguín” cubre el flanco opuesto a la posición de García Vélez. Capote está con sus hombres en cantimplora y Feria en Arroyo Blanco. Según palabras del general, nada más esperaban que Luque se atreviera a avanzar, pero los españoles se hicieron fuertes en el pueblo de Auras y pidieron refuerzos a Holguín para continuar su avance.
En Auras, la columna fue hostilizada día y noche.
Paralelo a estas acciones, otras ocurren dentro de Gibara: la noticia de la salida de las fuerzas españolas sobre Gibara produjo una gran alarma.
Carlos Muecke, oficial mambí de procedencia norteamericana que se encontraba en tierras gibareñas a las órdenes de  Calixto  García anotó en su diario ese día: "La noticia de que el general Luque nos atacaría  en  Gibara produjo una gran alegría entre los españolistas  del  pueblo, ex voluntarios, guerrilleros y demás simpatizadores(...) Se decía que los vecinos de Auras habían hecho  fuego desde el interior de sus casas, habiéndose reportado que muchos cubanos habían sido muertos por la espalda, mucho antes  de  que  los españoles entraran al pueblo". Asimismo dice Muecke que las fuerzas cubanas avisaron a los vecinos de Gibara que estaban en el pueblo "que si era atacados por las fuerzas españolas y cualquier simpatizante de España dispara a nuestros hombres desde las casas, el pueblo será quemado y destruido y además  todo el que fuera visto disparándole a las fuerzas cubanas será ahorcado sin previo juicio."
Estas noticias, convenientemente divulgadas, además de algunos allanamientos de domicilios donde había armas ocultas y la puesta en prisión de algunos de los elementos más recalcitrantes,  lograron frenar los ímpetus de los elementos afines a España que  vivían en la Villa.
En relación con los sucesos que estaban acaeciendo en Auras, según escribió Constantino Pupo en la biografía de Luis de Feria Garayalde que  aparece en su libro "Patriotas Holguineros": "Frente al cementerio de Auras, precisamente en el lugar donde cayera fusilado el Lic. José Justo Aguilera en 1869 se bate valientemente el general Feria y contiene al enemigo; allí detiene su ofensiva el General Luque y las  fuerzas cubanas, en previsión  de que la columna española reanudara su ofensiva se sitúan en forma escalonada entre Auras y Gibara."
Igual, según el capitán del Ejército Libertador Aníbal Escalante: "La noche del 16 y todo el día 17 estuvieron recibiendo los españoles un tiroteo constante por parte de las fuerzas cubanas que los rodean por todos los lados".

1898, Agosto 17
Llega la noticia del fin de la guerra
En las anotaciones correspondientes a este día del diario de Carlos Muecke: "Un determinado número de soldados de nuestras tropas fue comisionado para quemar todos los fuertes españoles y todos los fortines que hubiera a lo largo del ferrocarril o camino de Auras a Gibara."
Mientras que Enrique Collazo en el libro "Los Americanos en  Cuba"  recoge que: "En la tarde del 17, reconociendo el General las alturas de Cupeycillos, vio un barco de guerra español que traía bandera de parlamento.  Era el Infanta Isabel que venía con pliegos para el General Luque ordenando el cese de hostilidades; luego vino a  tierra el comandante del Nashville y confirmó la noticia."






Calixto García. Biografía. 106



1898, Agosto 7
La primera vez que las fuerzas cubanas usan el teléfono
Por teléfono el general citó a los generales Feria y Capote, siendo esta la primera vez que las fuerzas cubanas podían usar esta vía de comunicación). Feria y Capote se encontraban en Auras. Cuando estos llegaron donde el general, sostuvieron con él una larga y reservada conferencia.
(Estos generales habían situado grupos de exploradores para observar los movimientos de las tropas españolas que guarnecían Holguín. Dichos grupos estaban en Auras, cantimplora, La Mandinga… por demás todos mantenían continua comunicación telefónica con el Cuartel General).
Cada minuto la situación era más tensa, por lo que los regimientos “Holguín” y “Oriente”, a las órdenes del general Luís de Feria y “Martí” y “Ocujal”, a las del general José Manuel Capote, se mantenían en permanente alerta y preparados para enfrentar cualquier avance español.

1898, Agosto 12
Calixto: “No aceptaré nunca que se considere a nuestro país como territorio conquistado”
Desde Gibara el general García cursa correspondencia dirigida al general Periquito Pérez, que comandaba las tropas de Guantánamo: “Lo felicito por su digna actitud… he visto con disgusto lo de Santiago. No aceptaré nunca que se considere a nuestro país como territorio conquistado y a eso van, sin duda, los americanos que están en Cuba. Continúe la línea digna de conducta que usted ha asumido. Debemos conservar nuestra bandera hasta que el pueblo, que es el soberano, diga si debemos plegarla. Debemos estar unidos para defender la Patria en todos los terrenos”.

1898, Agosto 13
Falsos rumores de que se había acordado el cese de las hostilidades entre España y los Estados Unidos.
Gobierno acusa a Calixto



















Llegaron a Gibara rumores de que se había acordado el cese de las hostilidades entre España y los Estados Unidos. El periódico “El Porvenir” de la villa lanzó ese día una edición impresa en papel rosado, haciéndose eco de esa noticia, pero en verdad no había confirmación oficial de ningún tipo.
Este mismo día el Consejo de Gobierno se reunió en La Viuda, Camagüey. Aprovechó el Secretario del Interior, Manuel Ramón Silva para presentar el siguiente alegato acusatorio. Dice: “Al Consejo de Gobierno: La voz del patriotismo y un espíritu de conciliación afectuosa han impedido hasta el presente que llevase al seno de este Consejo las graves acusaciones que, impelido por las circunstancias, me veo obligado a formular en contra del General García. Ha sido en oriente un mito la existencia del gobierno civil. El Jefe de aquel Departamento Militar, con propósitos malignos, ha destruido la organización que en vano he tratado de implantar en dicho territorio. Abusando de la autoridad militar, ejerciendo coacciones incalificables sobre los funcionarios civiles y desautorizando públicamente las leyes emanadas del Consejo de Gobierno, ha perseguido con rencoroso ensañamiento a los empleados civiles que, cumpliendo con los deberes de su cargo, han tratado de sostener, con dignidad y prestigio, los intereses que correspondían al ramo que representaba. El General García ha nombrado delegados especiales, con las atribuciones que corresponden a las autoridades civiles y bajo la acción, directa e inmediata, de los jefes militares, usurpando facultades de esta Secretaría y faltando abiertamente al Artículo 35 de la Constitución. Su actividad, intransigente y perniciosa, no se ha limitado a la destrucción de lo existente en el orden civil, sino que negando valor legal al acuerdo tomado por el Consejo de Gobierno, en sesión del 11 de mayo del presente año, a propuesta de esta Secretaría, lo anula en absoluto, dictando disposiciones para que los funcionarios civiles de las ciudades evacuadas por el enemigo sean designados por una autoridad militar y no obedezcan más órdenes ni se sujeten a más leyes que las que fueren dictadas por él, etc, etc.
El Secretario del Interior, finalmente propone: “Que habiendo desmerecido el general García la confianza del gobierno, por sus actos inconstitucionales y su conducta antipatriótica, faltando a las leyes, se le destituya del cargo de Lugarteniente General del Ejército Libertador y que teniendo los actos realizados una extrema gravedad, por estar incluidos en la categoría de las faltas castigadas por la ley penal, se proceda legalmente contra él…

Gobierno cubano destituye a Calixto del puesto de Lugarteniente General
El Consejo de Gobierno, “después de un detenido examen de los cargos y estudiando la circular de 17 de julio, cuyo espíritu y letra son a todas luces atentatorios a los preceptos constitucionales”, acordó destituir al general del empleo de Lugarteniente General, “por haber dejado de merecer la confianza del Gobierno”.
En cuanto a la formación de causa, pedida por el secretario del interior, se acordó que pasara a la Secretaría de la Guerra “para que averiguara la certeza de los hechos denunciados, dando cuenta del resultado”



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