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La aldea a la mano (Holguín, Cuba)

15 de marzo de 2017

Calixto García. Biografía. 105



Calixto deja Santiago y va a Jiguaní y de allí a la jurisdicción de Holguín
El general marcha a Jiguaní, y de allí sigue hacia la jurisdicción de Holguín. Recibe parte del coronel Luís Martí que ha ocupado a Sagua de Tánamo y Mayarí. También el general Salvador Ríos le avisa que la guarnición de Manzanillo está de acuerdo en dejarle la plaza si le permite marchar a Holguín.
La carta de protesta de Calixto García a Shafter fue divulgada por Asociated Press
Estrada Palma y Gonzalo de Quesada prácticamente desacredita ron al general García. El Consejo de Gobierno de Cuba en Armas destituyó al General García de su cargo de Lugartenien te Genera
La carta de protesta de Calixto García a Shafter fue divulgada por Asociated Press, a la vez que se informaba de que había discrepancias entre el mando cubano y norteamericano. Como consecuencia la opinión pública de los Estados Unidos, sin tener suficiente información, se manifestó indignada contra el general cubano.
Ni el Consejo de Gobierno de la Republica en Armas y tampoco la Delegación del Partido Revolucionario Cubano en Nueva York apoyaron la actitud del general García expuesta en el documento trascendental. (Y cuando otros varios periódicos de los Estados Unidos reprodujeron la carta, el periódico Patria no lo hizo).
El vicepresidente de la República de Cuba en Armas, Domingo Méndez, que estaba en los Estados Unidos tratando infructuosamente de entrevistarse con el Gobierno norteamericano, declaró a la prensa en 21 de julio, que lamentaba el incidente entre Calixto y Shafter y expresaba su satisfacción por la conducta de Mac Kinley. Por su parte Estrada Palma y Gonzalo de Quesada prácticamente desacreditaron al general García, alegando que aquel había protestado en su nombre. (Posteriormente y para dar pruebas al Gobierno norteamericano de su buena voluntad, el Consejo de Gobierno de Cuba en Armas destituyó al General García de su cargo de Lugarteniente General, alegando para ello la intervención del general en asuntos civiles, pero toda Cuba sabía cuál era la verdadera causa).
1898, Julio 23
Estrada Palma trata de convencer  a Calixto de que abandonara su actitud radical.
Estrada Palma escribe a Calixto tratando de convencerlo de que abandonara su actitud radical y que continuara cooperando con el mando de Estados Unidos y a la vez le pidió que en conferencia en la que participara él, Gómez y el Consejo de Gobierno, se pusieran de acuerdo, para darle prestigio y fuerza moral al Gobierno. (Sin embargo, la verdadera intensión de Estrada Palma era consolidar la política de los Estados Unidos sobre Cuba, cualquiera que fuera, desdeñando la unidad revolucionaria frente al extranjero).
1898, Julio 29
A Gibara
Calixto acampa en Cacocum. Le avisan que el general Luque abandonó Gibara, y que desde el 25 el pueblo había sido ocupado por fuerzas cubanas.
1898, Julio 30
Calixto en Gibara


















Se establece en Gibara el Cuartel General, bien lejos del incorrecto Shafter.
Pero aconteció que casi a la misma vez que las fuerzas cubanas, un navío de las fuerzas navales americanas bombardeó Gibara y a poco baja a tierra su comandante con fuerzas de marina, pero Calixto se apresuró en nombrar las autoridades civiles y dejar claro que Gibara era un asunto netamente cubano. El barco de guerra se mantuvo en la bahía pero sin intervenir en ningún asunto, de todas formas el general mandó que lo vigilaran día y noche. (No podía imaginar Calixto García que unos pocos meses después ese mismo barco de la marina de guerra de los Estados Unidos, el Nashville, sería el encargado de trasladar sus restos desde los Estados Unidos hasta La Habana).
Para los cubanos que ocupaban Gibara y sus alrededores se presentaba una situación compleja descrita por Calixto en carta a su esposa: "Imagínate mi situación al llegar aquel 30  pasado  y  encontrarme con un pueblo lleno de viruela, un hospital con 600 soldados españoles y el disgusto general por algunas pequeñas faltas cometidas antes de mi llegada. Además tenía al  General  Luque con 12 mil hombres a cinco leguas y yo apenas tenía 1000 que oponerle"[1]
Además, permanecieron en la Villa muchos comerciantes Españoles y numerosos miembros de  las guerrillas y de los cuerpos de voluntarios locales que podían tener armas ocultas. En la citada carta a Isabel dice el general: "Como era preciso demostrar a esa gente que no temíamos a Luque, me quedé solo en el pueblo con 30 hombres y con ellos estuve como 15 días".
Previsor como era, Calixto hizo que fuerzas de Las Tunas fueran a Gibara. Ahora sumaba unos 2 000 hombres.
Para la administración civil del pueblo, el general García provee al Municipio de alcalde y concejales, “electos por sufragio universal”, dice.
La primera maestra del primer pueblo libre
Y cómo también se preocupa por el problema educacional, trata de organizar las escuelas públicas gibareñas; es ese el motivo por el que manda a Holguín, a que busquen a una experta maestra de instrucción primaria: Mercedes Gorina, su hermana de crianza: “Te llame, le dice, porque quiero que seas la primera maestra del primer pueblo libre de Oriente y quiero poner a tu cargo las escuelas públicas de Gibara”
El General español Luque, acantonado en Holguin le hace proposiciones a Calixto
Ocurrió además que el general Luque se comunicó con Calixto y le propuso que lo dejara marchar hacia el Camaguey, pero el general cubano se negó a tal petición.










[1] El ejército español al abandonar Gibara dejó a los  soldados  enfermos en el hospital, y también permanecieron en la villa los  familiares de los oficiales. Al evacuarla el último jefe español de la plaza, dejó una carta que muestra la enorme confianza que  tenía en la hidalguía de las huestes mambisas: "Conociendo los sentimientos generosos y nobles de los  cubanos, apelo a los artículos de la Convención de Ginebra  y  os confió a nuestros heridos, nuestros enfermos y nuestros familiares. Firmado: Carlos Moreno, coronel"


Calixto García. Biografía. 104



1898
Julio 17
Los norteamericanos toman posesión de Santiago
El Ejército americano prohíbe la entrada al Ejército cubano a Santiago.


A pesar de la comunicación de 16 de julio en la que Shafter le dice a Calixto que no debe entrar ninguna tropa a Santiago, el 17 entró el obeso general americano a la ciudad seguido de tropas y música americana y personalmente tomó posesión de la plaza que en esos momentos estaban abandonando los españoles. Los cubanos estuvieron fuera de esa toma de posesión.
Y efectivamente, ocupada la plaza de Santiago por el Ejército americano, éste dejó a las autoridades españolas y prohibió la entrada al Ejército cubano. R. H. Davis en “The Cuban and Porto Rico Campaigns” dice: “Shafter desobedeció las órdenes de Miles, se querelló con Sampson, injurió a García”. Afirma Collazo que Shafter dijo al general Demetrio Castillo: “Esta es una tierra americana conquistada por nosotros”.

Muchos mambises consideraban que debían entrar a Santiago a la fuerza.
Carta de Calixto a Shafter

Tamaña noticia circuló rápida y profusamente por los campamentos cubanos. Decía Shfater que impedía la entrada de los cubanos para evitar que estos tomaran represalias… Muchos eran del criterio que debían entrar en Santiago a la fuerza. Solo el inmenso prestigio del general García pudo dominar la justa indignación del ejército. Él, entonces, escribió un formidable documento, su famosa carta a Shafter, que revela el carácter del general: “Formamos un ejército pobre y harapiento, tanto como fue el de vuestros antepasados en la lucha por su independencia: pero, a semejanza de los héroes de Saratoga y de Yorktown, respetamos demasiado nuestra causa para mancharla con la barbarie y la cobardía”.

Después de la carta a Shafter y toda vez que el Consejo de Gobierno lo había colocado bajo órdenes del Ejército americano, Calixto renuncia a su cargo de Lugarteniente General del Ejército Libertador.

Inmediatamente después de escrita la carta a Shafter, el general García, toda vez que el Consejo de Gobierno lo había colocado bajo las órdenes del ejército americano, presenta la renuncia de su cargo como protesta del acto injusto cometido por Shafter. A Máximo Gómez le dice: ”En cumplimiento del acuerdo del Consejo de Gobierno, de que los generales del Ejército Libertador siguieran y ejecutaran los planes de los generales americanos en campaña, contribuí a la ejecución del plan de campaña sobre la ciudad de Santiago, que ha dado por resultado la rendición  de esa ciudad. La actitud adoptada por el Mayor General Shafter, en todo lo relativo a la capitulación, no dándonos intervención en ella, como jefe de las fuerzas aquí reunidas, la forma en que han ocupado los americanos la ciudad, no permitiendo la entrada de fuerzas libertadoras y ni aún la de un simple oficial, a menos que entrara desarmado: el hecho de nombrar autoridades y empleados que estaban con el gobierno español en unos casos y en otros la de dejar a las mismas autoridades que existían bajo aquel gobierno, la notificación que han hecho de que ocuparan otras poblaciones en Oriente, en la misma forma vejaminosa para nosotros, y otros muchos hechos que han ocurrido y que nos colocan a los miembros del Ejército Libertador en una actitud anormal; más que anormal, ridícula, me obligan a presentar a usted mi renuncia con el carácter irrevocable, pues no estoy dispuesto a seguir obedeciendo las órdenes y cooperando a los planes del Ejército americano y no quiero que se diga que desobedezco las órdenes de mi gobierno”.
Contesta de Shafter a la carta de Calixto.

Shafter contestó la vibrante y sentida carta del general con un documento seco en el cual, para exonerarse, vierte toda la culpa de su incorrecto proceder sobre el gobierno de su país: “Siento, en extremo, que usted se haya considerado agraviado en lo más mínimo. Esta guerra tiene lugar entre los EE.UU. y España, y está fuera de toda duda que la rendición de Santiago fue hecha al Ejército americano. Yo no puedo discutir la política del gobierno de los E. U., al querer que continúen en sus puestos personas que los ocupan. Le remito copia de las instrucciones del Presidente, las cuales resuelven cualquier dificultad que pueda suscitarse en el gobierno de este territorio mientras esté ocupado por el Ejército de los EE.UU.”.
Calixto ordena a sus hombres que salieran para el interior de Oriente
Mientras le aceptan la renuncia, el general García ordena a sus hombres que salieran para el interior de Oriente, pues, dice “aún quedan españoles a quienes combatir”.





Calixto García. Biografía. 103



1898, Julio 2
Shafter desesperado
Posesionados del Caney y San Juan, los americanos avanzan hasta las afueras de Santiago. Calixto, por su parte, que ha estado sin pelear, hace algunos movimientos nocturnos y captura los poblados de Cuabitas y Boniato y retorna al lugar donde espera ordenes de Shafter.
Shafter, mientras, alarmado y confundido por las enormes cantidades de bajas que ha tenido el día anterior, se dirige al almirante Sampson, que con la armada está en las inmediaciones de la costa y le implora ayuda: “Yo deseo vivamente que hagáis una tentativa inmediata para forzar la entrada del puerto, a fin de evitar nuevas perdidas a mis tropas que acaban de ser duramente castigadas. A vos es fácil obtener el éxito con menos pérdidas de vida que a mi” (No debe olvidarse que la armada española estaba en la bahía de Santiago).
Igual, desesperado, le escribe Shafter a Calixto: “Pando se espera con cinco mil hombres y tiene que ser detenido por Vd., que debe hacerlo”. (El obeso y atemorizado general que pide socorro a Calixto es el mismo obeso y soberbio general que seis días antes, cuando Calixto quiere mandar a sus hombres a las órdenes de Rabí para contener al general español Escario, que viene de Manzanillo, le contestó: “Yo tengo 31 mil hombres para embotellar los refuerzos españoles en la población”, e impide que Calixto contenga el refuerzo…) Ahora Shafter pide que Calixto lo haga, que detenga al general Pando quien, según los informes que tiene Shafter, viene a reforzar a Santiago. Pero no era Pando, era Escario, el mismo que Calixto no salió a impedirle el paso porque Shafter no quiso. (Finalmente Escario entró a Santiago el 3 de julio).

1898, Julio 3
¿Por qué Escario pudo cruzar los puntos donde los cubanos emboscados tenían la orden de detenerlos?
Este día Shafter le escribe a Sampson: “Por negligencia de nuestros aliados cubanos, Pando, con cinco mil hombres, ha entrado en la ciudad” (Que no era Pando, que era Escario, acabado de llegar de Manzanillo!!!!!). ¿Por qué Escario pudo cruzar los puntos donde los cubanos, emboscados tenían la orden de detenerlos?: Porque nunca se ordenó la salida de fuerzas cubanas desde las inmediaciones de Santiago para reforzar a Francisco estrada en El Aguacate, lugar donde convergen los caminos de Manzanillo y Santiago, y no se ordenó la salida del refuerzo porque Shafter no lo consideró necesario). No obstante las fuerzas del general Estrada los enfrentaron y los retuvo hasta que pudieron.

El almirante Sampson se niega a forzar la entrada de la armada al puerto de Santiago
El almirante Sampson se niega a forzar la entrada de la armada al puerto de Santiago (y eso demuestra que Sapsom era un gran almirante). Entonces Shafter se dirige al Secretario de la Guerra de los Estados Unidos informándole que está pensando seriamente en retirarse de su actual posición en las afueras de Santiago y ubicarse unas cinco millas más atrás.

Calixto: “¿Así celebran ustedes el día glorioso de su independencia, huyendo ante el enemigo?”.
Hundimiento de la temible armada española
La replica de Calixto a este propósito del general americano fue terrible: “¿Así celebran ustedes el día glorioso de su independencia, huyendo ante el enemigo?”.
Dijo Collazo que los generales americanos Shaffe, Lawton y Ludlow visitaron ese día al general García en su cuartel de la loma de La Caridad y que le manifestaron su descontento ante el propósito de Shafter. Y que Calixto les dijo: “Si él no ataca, ataco yo; ustedes no conocen a los españoles. Váyanse tranquilos que el éxito es seguro…”
(Si antes de abandonar el campamento de García en la citada loma, estos generales americanos hubieran mirado para el puerto, seguro que habrían visto a la escuadra española ultimando sus aprestos para luego, en ordenada columna de batalla, encaminarse a enfrentar a la armada americana). La temible armada española fue hundida por la americana a la salida de la bahía de Santiago de Cuba.
Ese tres de julio un almirante de los Estados Unidos cursó a la superioridad este despacho: “La flota que comando yo ofrece a la nación, como presente por la fiesta del 4 de julio, la destrucción de toda la flota del almirante Cervera” (El desastre naval, que se debió a la incapacidad o a la temeridad española, cambio el curso de los acontecimientos hasta para el timorato Shafter. El ejército español sitiado se desmoronó moralmente. El círculo sitiador se cerraba sobre la plaza cada vez más.
Ese día 3, el general García ocupó los poblados de San Vicente y Dos Bocas.

1898, Julio 4 al 9
Los españoles evacuan sus fuerzas de El Cobre y asimismo, de varios fuertes del perímetro…
Ese día el jefe americano comenzó a recibir a parlamentarios españoles, que continuaron hasta el 9.
Los jefes españoles pedían que se les permitiera abandonar la ciudad. Calixto opinó que era poco conveniente que la evacuación fuera de esa forma, pero Shafter, siempre indeciso, consultó a su Gobierno. El Gobierno americano se negó rotundamente a la petición española.

1898, Julio 9
Llegan noticias a Santiago de que las fuerzas españolas de Holguín intentaban ir a Santiago a apoyar a los suyos, que estaban bloqueados. Inmediatamente el general García ordenó al general Lope Recio, que con las tropas de Camaguey se hallaba sobre Las Tunas, que avanzara sobre Holguín.

1898, Julio 10
A las tres de la tarde casi toda la línea del ejército americano y parte del cubano, apoyados por la escuadra naval que estaba en la bahía, rompieron fuego de fusil y cañón sobre las pocas posiciones españolas.

1898, Julio 11
Se inició otro armisticio para que continuaran las negociaciones.

1898, Julio 12
De Shafter al general García: Dependo de Vd.
De Shafter al general García: “Mi único temor es que las fuerzas del interior traten de reforzar a Santiago. Dependo de Vd., para que me avise con tiempo y estoy confiado en que podrá, con éxito, resistirlas. El 14, que fue el día en que se acordó la rendición porque se supone que para entonces Madrid la haya aprobado, ese día, en caso de que el general Toral no se rinda, el fuego empezará. Yo le avisaré temprano para que Vd., pueda tener listas sus fuerzas a fin de dar el golpe que en mi creencia será el principio del fin y el fin victorioso para la libertad de Cuba por la cual ha peleado Vd., tanto y tan valientemente”.

1898, Julio 13
Guarniciones de Sagua de Tánamo y Mayarí salen a incorporarse al general Luque en Holguín
Esperando lo que ocurrirá en Santiago, el general García se mantenía informado de lo que sucede en el Departamento bajo su mando. Este día se entera que las guarniciones de Sagua de Tánamo y Mayarí salían a incorporarse al general Luque en Holguín, por lo que en el acto dispuso que el coronel Luís Martí las atacara. Este jefe les salió al paso en Platanillo y las batió rudamente, capturándole dos piezas Krupp (cañones) y abundantes municiones.

1898, Julio 15
Comunicación de Shafter a Calixto: “Temo que hemos de tener trabajo con las tropas de Santiago. Es posible que algunos refuerzos estén en camino… esté muy vigilante. Puede ser que peleemos mañana y su columna tendrá una oportunidad para ello”.

1898, Julio 16
De Shafter a Calixto: “Las tropas españolas capitularon.Se ha convenido que ninguna tropa, ni siquiera americana o cubana, entre en Santiago por el presente”
Los cubanos no asisten a la capitulación española
Un día después de la comunicación anterior, Shafter envía otra al general García, pero ahora con un tono francamente insolente. Le dice: “Las tropas españolas capitularon… se ha convenido que ninguna tropa, ni siquiera americana o cubana, entre en Santiago por el presente. Haga el favor de instruir debidamente a las de su mando”.
La capitulación se firmó bajo el Árbol de la Paz, ubicado entre San Juan y el Fuerte Canosa. En ese acto trascendental no estuvieron presentes los cubanos. En las bases de la capitulación se convenía el cese de las hostilidades entre “americanos y españoles”, el depósito de las armas hispanas en espera de lo que dispusiera el jefe del Ejército vencedor y la recomendación de éste de que “los vencidos volvieran a España” con las armas que tan valientemente “defendieron” y el permiso a los voluntarios movilizados y guerrilleros para quedarse en el país, previa la promesa de “no tomar las armas contra los Estados Unidos”, sin que importara para nada los millares de crímenes que estos llevaban en sus conciencias. (Era un pacto vejaminoso para las armas cubanas).
Justo de Lara, corresponsal del “Herald” en el campo americano le dice a Calixto: “Shafter intenta dejar en Santiago a las autoridades españolas, tal idea es intolerable. Con una protesta suya, escrita y presentada personalmente al general Shafter, podría evitarse ese daño. Sin amenazas ridículas, pero sí con la seriedad de la razón y de su prestigio, alcanzaría usted que lo atendieran”.






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