Es esta la historia de cuando en la cima de uno de los
pequeños cerros que rodean Holguín estuvo por nacer un volcán. Fue en 1790 y el
cerro en cuestión es el que los vecinos de entonces llamaban El Monigote, que
en la actualidad se conoce con el nombre de El Pilón. Ese es el que está hacia
el noroeste, al lado de la loma del Fraile.
Dice la leyenda que un amanecer de aquel año distante los
vecinos advirtieron que de la cima de El Monigote salía una gran cantidad de
humo denso y en espirales. Asustados, lógicamente, los vecinos corrieron hacia
la casa de los padres franciscanos que estaba en la actual Plaza San José.
Estatua de Fray Joseph Antonio Alegre subiendo la cruz a la loma holguinera |
Para que averiguara lo que estaba ocurriendo,
designaron a Fray Joseph Antonio Alegre, más conocido como el Padre Alegría (el
mismo que puso la cruz en el cerro del Bayado). Fue el franciscano hasta el
Monigote y sacó un libro de rezos y un pequeño hisopo y allí, incesantemente,
musitó oraciones y de cuando en cuando dejaba caer algunas gotas de agua
bendita. Poco a poco el humo se fue disipando y cuando llegó la mañana
siguiente y el sol iluminó la loma, el humo del volcán había desaparecido.
Por los años de 1940 el doctor Oscar Albanés Carballo
escribió un libro de leyendas holguineras que, lamentablemente nunca se ha
editado y que duerme en los estantes del Departamento de Fondos Raros y
Valiosos de la
Biblioteca Alex Urquiola… en la página 370, refiriéndose al
volcán que casi nació en el Cerro del Monigote, dice: “En ascensiones que hemos
hecho en más de una ocasión al cerro de
forma piramidal, junto a la alta elevación del Fraile, hemos observado en su
cumbre una cavidad superficial parecida al cráter de un volcán. La esencia de
la leyenda, aunque han pasado muchos años, sigue en pie, por unos creída y por
otros puesta en dudas”.