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La aldea a la mano (Holguín, Cuba)

17 de marzo de 2013

El primero de apellido Avila que llegó a Holguín se casó con una nieta del fundador de la comarca, García Holguín


Tomado de Tesis de Grado, Carrera Historia, Universidad de Holguín, Cuba Oscar Lucero Moya. 

Autora: Patricia García Concepción
 
Juana Holguín Fernández-Valero, única hija de García Holguín se casó en 1573 con el asturiano Alférez don Rodrigo López de Mejías, natural de cangas de Onis. Tres hijas tuvo el matrimonio: Juana Antonia, Elvira del Rosario y Ana María López de Mejías García Holguín.

En fechas no conocidas las tres hijas (nietas de García Holguín), se matrimoniaron con otros inmigrantes españoles. Juana Antonia con el castellano Miguel Batista Bello de Castro Almira; Elvira del Rosario con el asturiano Diego de Ávila y Albadiana y Ana María con el andaluz Juan del Corral Y Villamar. De estas familias terratenientes descendieron un importante número de los fundadores del Pueblo y luego Ciudad de Holguín.

El primer Ávila que llegó a Holguín se llamó Diego de Ávila Albadiana aunque para ser precisos cuando este señor llegó a la zona donde está la ciudad todavía faltaba siglo y medio para que Holguín lo fuera, o sea, para que se fundara el pueblo.

Diego de Ávila Albadiana era natural de Villa de Pravia (en Asturias),y era hermano de Alonso de Ávila y Albadiana (historiador y cronista del reinado de Felipe III) y sobrino del Teniente Gobernador de la Isla de Cuba Licenciado Don Juan (o Juanes) de Ávila. 

Detengámonos en don Juan de Ávila, teniente Gobernador de la Isla de Cuba cuando la capital de la Isla estaba en Santiago de Cuba: quien se casó con la sulfurosa doña Guiomar de Guzmán, protagonista de la novela Doña Guiomar, publicada por Emilio Bacardí en 1916. De ella dice la novela que era "Una agradable y simpática mujer hija de la alegre Andalucía (…) de carácter bullanguero y decidor, almacén de chistes y cuentos, y dominadora, como reina y señora en la ciudad recién fundada”.


Doña Guiomar llegó a Santiago siendo la esposa del que se consideraba el  hombre considerado más rico de Cuba, Pedro de Paz y mientras vivió el susodicho ella no se hizo notar en la vida pública, pero después sí que la doña fue un ser público. Veamos la historia.


Cuando murió su primer esposo, doña Guiomar se encontraba en Sevilla y por eso nombró a fray Diego Sarmiento, electo obispo de Cuba en 1536, para que cuidara de sus cuantiosos bienes en las Indias. Pero pronto la astuta sevillana, quien para entonces se había casado nuevamente en la Península, esta vez con Sebastián Oyo Villota, percibió que sus propiedades eran amenazadas por algunos personajes de jerarquía avecindados en Cuba.

Por azares de la vida, doña Guiomar volvió a enviudar en breve tiempo (ahora por segunda vez), y en 1540 regresó a Santiago para cuidar personalmente de sus intereses y en especial de sus encomiendas: indios suministrados a ella y a su difunto esposo Pedro de Paz para la explotación de sus minas, tierras y para su servicio.

A partir de entonces —como dice la doctora Hortensia Pichardo— “su nombre aparece con frecuencia en los documentos de Indias. Posiblemente ocupó ella, mujer inteligente, al volver a Cuba, seis o siete años después de su partida, el lugar que había dejado vacante su esposo, en la maquinaria política de la Isla, y probablemente su casa fue centro de las intrigas y habladurías del momento”.

Atrás quedaban sus días de calma y sosiego cuando Pedro de Paz, su primer marido, luchaba por los intereses de la familia. Le tocaba a la  doña hacerlo por su propia mano.

Un nuevo gobernador, buen mozo para más añadidura.

En febrero de 1544 arribaba a Santiago de Cuba un nuevo gobernador, el joven licenciado Juan de Ávila, buen mozo, tal como fue descrito. Y para colmo de felicidad para los planes de doña Guiomar, el Gobernador recién llegado fue a residir a su casa. Casa aquella que era una de las mejores viviendas de la villa de Santiago del Prado (Santiago de Cuba), y en la que con anterioridad se había hospedado también el joven almirante Luis Colón, cuando hizo escala en Cuba, en viaje de Jamaica a La Española, lo que dio lugar en su día a picantes comentarios.

Justo es que se diga, sobre todo antes del climax de esta historia, que por la época que llega Juan de Avila a Santiago doña Guiomar era ya una mujer madura, viuda por dos ocasiones y con cuatro hijos, pero, y también es justo que se diga, todavía la doña resultaba muy afable en su trato y conservaba su hermosura, la que de seguro hacía suspirar a más de un vecino de la villa colonial, muy a pesar de los prejuicios y ponzoñas y de la moral férreamente cristiana de la época (y, para qué mentirnos, también de todas las épocas).


Hay quienes aseguran que en un principio las intenciones de Juan de Ávila fueron buenas, sin embargo, en poco tiempo eran denunciados una y otra vez a Madrid los atropellos del gobernador que en los meses que vivió en la casa de doña Guiomar había sentenciado 13 ó 14 pleitos a favor de la seductora viudita, (la viudita, decían los denunciantes, con sus halagos y encantos logró que el Gobernador se parcializara a su favor e hiciera suyas sus fobias y sus preferencias).

Se cuenta que la influencia de ella sobre Ávila que fue, al comienzo, discreta y apenas ostensible, creció con el paso de los días y llegó a su punto de caramelo cuando la pareja, ajena a la diferencia de edad, decidió, tal vez para acallar los comadreos, contraer matrimonio en diciembre de 1545.


Para algunos historiadores Juan de Áviles fue el peor gobernador que la Isla pudo tener. Favoreció a su esposa, —audaz, decidida, y ambiciosa como pocas— creó monopolios para su propio beneficio, restringió a los consejos municipales, intimidó al pueblo y aceptó sobornos.

Pero el dinero y las artimañas de su mujer en aquel sórdido ambiente caracterizado por los constantes pleitos entre las autoridades coloniales, le permitieron la anulación incluso de las penas que le fueron impuestas en un juicio de residencia entablado contra él.

No hay que extrañarse. Doña Guiomar de Guzmán llegó a ser dueña de la voluntad de sus convecinos y eje de la política de la entonces pequeña ciudad de Santiago de Cuba.

Para la época en que ella vivió fue, sin duda, una mujer muy especial, cuya temeridad e inteligencia sazonadas con sus encantos le posibilitaron ocupar un lugar influyente en la colonización de Cuba. La muy taimada de doña Guiomar contaba con armas suficientes para ello.

Existe una carta, una sola carta, que el Gobernador de Cuba don Juan de Ávila escribe al rey. Carta aquella fechada veinte días después de su llegada a Santiago de Cuba, el 2 de febrero de 1544. Dice don Juan de Ávila al rey de una tormenta que padeció a siete leguas de la costa de la isla, obligando las naos a desembarcar en otra parte de la misma en la que sólo hallaron agua fresca. Notifica además que halló la isla muy "alborotada y con muchas disensiones por falta de justicia” e informa que “la gente tiene miedo de los franceses pues se han enterado del saqueo que éstos hicieron de Santa Marta y Cartagena”. También de que ha hecho un inventario de gentes de a pie y de a caballo y de que ha encontrado en gran estado de pobreza las arcas por lo cual hizo "recoger algunas partidas de dineros que le debían al Rey". Por ultimo sugiere que se construyan dos ingenios de cobre, pues ya no se descubre oro en la isla, y, que se introduzcan negros para el trabajo.


El sobrino del Gobernador, primer Avila de Holguín.

Cómo vino a dar el sobrino del Gobernador, don Diego de Ávila Albadiana a Holguín, que eran unas perdidas y poco importantes tierras?

Es que no les hemos dicho algo muy importante sobre el Gobernador y tío del fundador del enorme clan de los Avila de Holguín. Acusado de robarle al rey Juan Dávila fue apresado y mandado a España donde se le siguió juicio. Todavía no se había dictado sentencia cuando el encausado murió en España, reitero, en el año 1548. Por eso no sería extraño que su sobrino, si es que vino a Cuba en tiempos en que su tío era el Gobernador, quisiera estar lejos de las autoridades.  Y si en verdad quería estar lejos, ningún lugar mejor que las remotas y casi despobladas tierras de Holguín.

Diego de Ávila (o Dávila) y Albadiana se casó en esta comarca con una nieta de García Holguín, Elvira del Rosario López de Mejías y Holguín. Y así nació una de las más extensas y poderosas dinastías holguinera: Los de Ávila.

Sin embargo, el Ávila más recordado de la historia de Holguín no lo es por ser un gran terrateniente sino por ser el primer historiador de Holguín. Como su retatarabuelo, también llevó el nombre de Diego, Diego de Ávila y Delmonte.

Diego Antonio Salomé de Ávila y Delmonte – tal era el nombre completo del primer historiador de este pueblo –, nació en Holguín el 23 de agosto de 1823 y falleció, en esta misma ciudad, el 5 de abril de 1886.

Fue su padre don José Rosalía de Ávila y González de Rivera (que fue quien comenzó la escritura del primer libro de historia de este pueblo y que su hijo concluyó) y era la madre doña María de los Dolores Delmonte y Rojas.

Y como si no le bastara el ilustre y potentado apellido Ávila, el historiador era nieto por la parte de su padre, de  Juan Francisco González de Rivera y Ávila. Por lo tanto, Diego de Ávila era bisnieto del fundador de la dinastía González de Ribera en Holguín. Dinastía esta que, sin dudas, fue la más pudiente en su tiempo.

Como ya antes hemos dicho, el primer libro de historia de Holguín, que le debemos a Diego de Ávila, fue comenzado por el padre de este y por él terminado. Se llama el libro: Memoria sobre el origen y fundación del Hato de San Isidoro de Holguín. Por cierto, cuando el libro se publica (Año 1862) aparece un breve escrito en el periódico de Holguín firmado por Juan Antonio Nápoles y Fajardo conminando a los holguineros a comprarlo para de esa forma ayudar a su autor que era pobre… ¿Qué había sido de la enorme herencia de los Ávila-González de Ribera?. Se había convertido en sal y humo.

7 de marzo de 2013

Donde se narra la historia desconocida de García Holguín, semilla de la población actual que habita en la ciudad que lleva su nombre en el norte del Oriente de Cuba.



Por más de dos siglos los habitantes de la ciudad de Holguín hemos conocido mal la historia del capitán conquistador que nos aportó su apellido para nombrar la ciudad. Mediante un exhaustivo y espectacular trabajo documental el historiador José Novoa Betancourt acaba de ofrecer una biografía "como no hay otra igual" del extremeño fundador de la holguineridad.

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Según el Dr. GarcíaCasteñeda, Historiador Mayor de esta comarca de Holguín, en Cuba, la llegada de vecinos europeos a las tierras pobladas “por indios” que entonces se conocían como “Tierras Altas de Maniabón”, con el ánimo de avecindarse en ellas, debió ocurrir en 1515 cuando el capitán extremeño García Holguín y su consocio Diego de Lorenzana decidieron explotar la Encomienda que habían adquirido, que estaba ubicada en el sitio hoy conocido como El Yayal. Unos cinco años después García Holguín se marcha a México con la expresa órden de Diego Velásquez de apresar a Hernán Cortés, pero lo que hizo en verdad fue pasarse al bando de los conquistadores de México. Tocó a García Holguín apresar a Cuauhtémoc, por lo que recibió un premio.

Después de ese hecho, y mientras su propiedad en esta zona dormía en el hastío del olvido, se pierde la historia del Holguín que nos tocó en suerte (o en mala suerte). Pero felizmente el historiador José Novoa Betancourt acaba de concluir y publicar la historia nunca conocida de García Holguín, en la que da noticias de aventuras posteriores iguales de notables del único Holguín que dio nombre a una ciudad en el Nuevo Mundo.

Guatemala y El Salvador (1521 – 1526)

García Holguín participó en la conquista de Centroamérica bajo la guía de su viejo conocido Pedro de Alvarado y Contreras (acción desplegada, específicamente, sobre las regiones de los actuales Guatemala y El salvador). 

Ciudad México (1525 – 1533)

Concluida la aventura de Alvarado en Centroamérica, García Holguín reaparece en la documentación conservada en México. Entre 1526 y 1527 se desempeñó como Regidor y en 1531 es Alcalde Ordinario. (Para entonces, dice García Castañeda, el Holguín que nos ocupa tenía un poco más de 40 años).

En el mes de Julio de 1532 desaparece el nombre de García Holguín de los documentos mexicanos. La tradición local holguinera, de la que se hicieron eco todos los historiadores anteriores al libro de Novoa Betancourt, dicen que retornó al Bayamo donde lo esperaba para casarse, una mujer, Isabel Fernández Valero de Sandoval. Pero está probado que no fue así.

Perú (1533 – 1540)

Teniendo como base de Partida a la ciudad de Panamá, en 1524 se inició el proceso de conquista del Perú. Varios son los capitanes españoles que van hasta la tierra de los incas, todos aspiran a tener la autorización real de conquistar tan vasto y rico imperio. En 1529 lo consigue Francisco Pizarro. Varias son las expediciones que Pizarro encabeza; en 1531 es la definitiva.

Las noticias del éxito de Pizarro y sobre los fabulosos tesoros que había encontrado despertaron la codicia de otros conquistadores. Uno de ellos, viejo conocido de García Holguín, era Pedro de Alvarado, que se desempeñaba como Gobernador de Guatemala. Alvarado consiguió que el Emperador Carlos V le diera licencia “para hacer descubrimientos y conquistas en las tierras que estuvieran fuera de los límites de las asignadas a Pizarro” en lo de los incas. Mientras Alvarado prepara una flota en el Pacífico y hacía los otros necesarios preparativos, mandó a un hombre de su confianza a averiguar la realidad de lo que se decía de las tierras del Sur. Ese hombre fue García Holguín. Trajo García Holguín la certificación que Alvarado necesitaba para hacerse a la mar con ocho navíos, 500 hombres bien armados, 227 caballos y un número no cuantificado de indígenas. Desembarcaron en la bahía ecuatoriana de Caráquez, esperanzados, ávidos, sedientos de riquezas, pero la realidad fue otra. La expedición no encontró más que soledad. Durante varios meses Alvarado y sus maltrechos soldados, entre ellos García Holguín, padecieron toda clase de infortunios.

Claro que la expedición de Alvarado fue conocida por Pizarro y su socio en la empresa inca Diego de Almagro. Pero al principio nada más quisieron estar informados de sus movimientos. Pero cuando Alvarado se aproximó a las “propiedades” de Pizarro, este mandó a dos de sus ayudantes para que se entrevistara con ellos y resolviera el problema por negociación, aunque si era preciso, por la fuerza.

Consiguieron ponerse de acuerdo los conquistadores de ambos bandos y juntos terminaron de conquistar el Perú y juntos fundaron villas y otros asentamientos, entre ellas la de Trujillo (hoy un municipio peruano), de la que García Holguín fue su segundo Alcalde. Asimismo recibió García Holguín indios y tierras ubicadas en los valles de la costa. La vida pintaba feliz para el extremeño que al parecer había olvidado sus posesiones en Cuba ahora que tenía otras mucho más ricas. Pero es esa la época que comienza sus rivalidades con Melchor Verdugo Olivares, un encomendero vecino. Y para colmo de calamidades, entre 1537 y 1548 la colonia española del Perú se vio estremecida por una cruenta guerra civil, fomentada primero entre los dos bandos que seguían, unos a Pizarro, otros a Almagro; después fue la guerra entre los encomenderos.

Ocurren en el Perú otros sucesos igual de graves que no va a contar la Aldea en este post. García Holguín huye, va a Panamá. Pero Panamá no le ofrece la seguridad que necesita: no, sobre todo, cuando su eterno enemigo y vecino Melchor Verdugo Olivares viene tras él. Es el año 1545. García Holguín recuerda unas propiedades que posee en el fin del mundo: al norte del Bayamo, en Cuba, y regresa.


Luego de las insurrecciones de los aborígenes cubanos que acontecieron entre 1520 a 1540 y del despoblamiento de Cuba por el paso de los españoles a otras áreas americanas de mayor riqueza, las tierras cubanas donde los conquistadores pensaron encontrar oro dejaron de usarse para esos fines, decepcionados como estaban por la escasez del metal. Ahora las tierras cubanas se convirtieron en enormes haciendas ganaderas. Desde entonces y hasta 1729 los Cabildos o gobiernos locales vivieron de mercedar tierras para hatos y corrales ganaderos. Es ese el cimiento del poder terrateniente en Cuba.

Creen los historiadores que, posiblemente, la vieja Encomienda de Holguín en las “Tierras Altas de Maniabón” o en la costa norte del Bayamo, que de las dos formas se llamaba entonces a esta comarca, no naufragó como otras. Creen que siguieron conviviendo en El Yayal indios y españoles (y lo creen porque las excavaciones arqueológicas han probado esa vecindad, sin que, es obvio, se pueda saber si fue vecindad pacifica o no). Dicen otros historiadores que, a lo mejor, la Encomienda del Yayal se mantuvo porque el consocio de García Holguín, Diego de Lorenzana, se mantuvo en el sitio y favoreció su permanencia.

Para García Castañeda en algún momento a fines de marzo de 1545, García Holguín regresó a las viejas tierras de su posesión y la Encomienda comenzó a ser hato ganadero. Sin embargo el recién llegado no construyó casa en el Yayal, que desde entonces dejó de ser el centro de la comarca. Su casa la levantó en Cayo Llano, zona hermosa ubicada entre colinas y limitada por dos ríos. García Holguín renombró Cayo Llano que comenzó a ser Cayo Castilla y los ríos fueron “Fernando” e “Isabel”.

Un poco más de 54 años debía tener el capitán García Holguín al retornar a estas soledades inmensas que era su hato. Además de los indios solo unos muy contandísimos blancos vivían en la zona, todos, o por lo menos la inmensa mayoría, nacidos en España. Y como no es aconsejable dormir sin compañía cuando no queda mucho tiempo de virilidad, García Holguín consiguió compañía en la extremeña como él, Isabel Fernández Valero de Sandoval.

La mentalidad romántica de los historiadores holguineros, a falta de los datos que espectacularmente encontró Novoa Betancourt y que han sido resumidos en este articulito, dijeron que él y ella habían quedado comprometidos desde que Holguín se fue a México. Y como no se sabía nada de las aventuras que él emprendió en Centroamérica y en el Perú, dijeron que García Holguín dejó la cuantiosa fortuna que obtuvo en México para venir a casarse.  Ahora queda probado que no fue así, y que ella no fue su esposa sino su concubina o acompañante durante el poco menos de un año que estuvo en estas tierras.

Lo anterior (lo de que ella fue amante y no esposa), se puede probar al encontrar en Trujillo – Cajamarca, la documentación de la boda de García Holguín con Beatriz de Isásiga ocurrida en 1550. Pero pudo ocurrir que García Holguín también se casara con Isabel. (No era extraño en la aventura continental de la cruenta conquista que así ocurriera). Pudo ocurrir, además, que García Holguín e Isabel se conocieran y se casaran en Panamá y que ella lo acompañara a Cuba y que por alguna razón Isabel decidiera quedarse a vivir en estas tierras donde doscientos años después surgió la ciudad de Holguín. (La razón pudo ser el nacimiento de la única hija que tuvieron, Juana a la que el padre quiso dejarle alguna heredad segura, esta de Cayo Castilla, porque las otras propiedades que poseía en Perú posiblemente nunca las pudiera recuperar de las garras de Melchor Verdugo Olivares). Pero si las pudo recuperar después de un largo litigio. Solo que para entonces García Holguín había muerto, por lo que las tierras pasaron a manos de su esposa Beatriz, con la que nunca tuvo hijos.

Se cree que García Holguín murió en Trujillo, Perú, en 1557 mientras pleiteaba contra su eterno rival, Melchor Verdugo Olivares por las tierras que la puntillosa y lenta audiencia de Lima determinó que eran del difunto García Holguín.

27 de febrero de 2013

El holguinero Freddy Reyes, es еƖ humano que más rápido calcula mentalmente en еƖ mundo

Por Lizardo Bertolín Trujillo 

Para este persona dе poca edad, próximo a ѕυѕ 30 años, estudiante ԁе Economía y residente en еƖ balneario ԁе Guardalavaca, distante a unos 54 km ԁе Ɩа ciudad ԁе Holgun, los números y ѕυѕ representaciones mentales son parte ԁе Ɩа vida misma.

Freddy sumó el lauro más relevante en ѕυ carrera como calculista, al batir еƖ record ԁеƖ mundo e implantar υnа nυеνа marca, todo dentro ԁе Ɩа Olimpiada Mundial ԁе Matemática celebrada en 2012 en la ciudad turca ԁе Antalya, donde se proclamó titular.

Allí, el ahora número uno ԁеƖ cálculo mental mundial echó por tierra Ɩа anterior cota en poder ԁеƖ español Marc Jornet, e implantó record mundial en Multiplicación, con 3 minutos 54 segundos.

Poco antes a ir tras еƖ récord, Freddy se convirtió en campeón olímpico, al derrotar a cuatro representantes ԁе Ɩа India, con еƖ mérito ԁе remontar luego ԁе cometer υn error en Ɩа primera ronda ԁе cálculo, cosa qυе nunca antes alguien había logrado en tal desventaja.
 

En los enlaces siguientes pueden escuchar una larga entrevista en la que el campeón relata sus métodos, su historia, sus pasiones, sus habilidades, sus frustraciones:


Contactado a través ԁе Ɩа red social Facebook, el persona ԁе poca edad holguinero precisó que en Ɩа Olimpiada ԁе Antalya intervinieron 80 calculistas mentales ԁе unos 30 países, lo qυе refleja a Ɩаѕ claras Ɩа fortaleza ԁеƖ certamen.

A estos resultados ԁе campeón olímpico y recordista mundial, Freddy suma еƖ titulo logrado en еƖ Campeonato Mundial ԁе Alemania, celebrado entre еƖ 29 ԁе septiembre y еƖ 1 ԁе octubre ԁеƖ pasado año.




 
 

18 de febrero de 2013

Segundo Sera Serrano, último alcalde de Holguín en el periodo seudorrepublicano. (1955-1959)


Por - Leyanis Luis Lahens
Tomado de su Tesis de Graduación, carrera de Historia, Universidad de   Holguín.

 Segundo Sera Serrano, último alcalde republicano de Holguín nació en Mayabe, barrio de La Cuaba, el 4 de marzo de 1904. Fue el sexto de nueve hijos. Su padre, José Sera Marrero, Comandante del Ejército Libertador, y su madre Dolores Serrano Manduley, también eran naturales de Holguín. Por otra parte, su tío paterno, Miguel Sera Marrero, alcanzó el grado de Coronel del Ejército Libertador, y su quinto hermano, José Agustín Sera Serrano, fue Cónsul de Cuba en Washington por 35 años hasta el triunfo de la Revolución.

Sera Serrano había sido nominado por el Partido Liberal, mientras que su contrincante que era en esos momento el alcalde municipal Dr. Eduardo (Guarro) Ochoa Ochoa, figuraba en las boletas de los Partido Acción Progresista y Demócrata.

Sera Serrano estudió Derecho, fue representante a la Cámara por el Partido Liberal, y juez municipal de Gibara. También notario público de Holguín, de 1929-1954.


El 2 de Noviembre de 1931 contrajo matrimonio con María Antonia Recio Montejo, (ella era prima hermana del Cardenal Arteaga por parte de madre), y doctora en Derecho. En 1948 María Antonia fue elegida representante a la Cámara. Dos hijos tuvo el matrimonio: Segundo Rafael y José Melchor.
En 1946, fecha de comicios parciales, Sera Serrano participó como candidato a alcalde por la coalición de los Demócratas y los Liberales, frente al candidato por los partidos Socialista Popular y los Auténticos: Eduardo “Guarro” Ochoa Ochoa. En  la primera vuelta, Sera Serrano solo obtuvo 18 910 votos y Guarro Ochoa 24 419. Para la segunda vuelta debían enfrentarse ambos candidatos, entonces Sera Serrano hizo maniobras para obtener apoyo para su candidatura. (El delegado Juan Bracho, acompañado de un grupo de liberales, trató de coaccionar la Asamblea para comprarla a favor de la candidatura de Sera Serrano). Pero al final ganó Guarro con 26 650 votos contra 25 322 de Sera Serrano.


En las elecciones de 1954 Segundo Sera Serrano volvió a figurar como candidato a la alcaldía por el Partido Liberal y su contrincante, Guarro Ochoa se postuló por la coalición de los Partidos Acción Progresista y Demócrata. Ahora sí que le sonrió la fortuna a Sera Serrano, que sube al sillón municipal para el período de 1955 a 1959. Le acompañó como presidente del Ayuntamiento Cándido Grave de Peralta.

Con la llegada de Sera Serrano a la alcaldía  de Holguín finalizó el período de gestión auténtico en la localidad, que se había abierto como consecuencia de la división de los liberales en 1940 (El alcalde liberal de ese año fue Juan García Benítez).  


En su primera intervención pública el alcalde Sera Serrano dijo: “Me propongo celebrar una entrevista con el Presidente Batista para hablarle de las cosas de Holguín, ofreciéndole al mandatario de la nación, la contribución efectiva de este gobierno municipal, para la terminación de las obras públicas que son vitales para el progreso de Holguín.” [1]

Pero a pesar de su buen deseo, (por lo menos eso parecía), tuvo que desarrollar su gestión administrativa en medio de un proceso muy dinámico y complejo de la República Neocolonial. Es ese el período en que Batista, “con el fin de preservar y estabilizar el sistema, agudizó aún más su propia crisis, y provocó la aparición de sectores sociales que impulsaban la alternativa revolucionaria.”[2] Desde el primer minuto en la Alcaldía, Sera Serrano se vio en la obligación de dar solución a lo que era muy difícil solucionar: la crisis depresiva, esto es la restricción de la producción y comercialización azucarera, la disminución de las conquistas obreras, y no existencia de alternativas de empleo ni de ingresos. 

Para neutralizar los efectos sociales de la crisis y atenuar la caída de empleos e ingresos, el gobierno batistiano diseñó  una política de gasto público (gastos compensatorios a cargo del Estado) mediante empréstitos. Por tal motivo, lo primero que salta a la vista en la gestión político-administrativa de Sera Serrano, es la política de obras públicas para atenuar los efectos de la crítica situación económica. 

Por tal motivo, la mayor evidencia de su gestión se expresa en el plan de obras públicas: la pavimentación de calles, la construcción de acueductos y alcantarillados, las construcciones de caminos vecinales, la reconstrucción y embellecimiento de los parques de Holguín, la construcción de puentes sobre los ríos de la ciudad, entre otras. Y todas esas dichas obras con fondos que provenían del desembolso de sumas estatales provenientes de la llamada Comisión Ejecutiva Nacional de Patronatos Locales Urbanos y Campesinos (CENPLUC). Esta comisión tenía “subordinadas las Comisiones Ejecutivas Provinciales (CEP) como encargados de los patronatos rurales, y las Comisiones Locales Urbanas (CLU), a nivel de cada municipio, para ventilar los asuntos del entorno citadino.”[3]

Veamos el trabajo de pavimentación de las polvorientas calles holguineras llevado a cabo por Sera Serrano. Estas fueron, principalmente, las del centro de la ciudad:

·        Arias, entre Maceo y Libertad.
·        Arias desde Maceo hasta Máximo Gómez.
·        Máximo Gómez, desde Arias a Aguilera.
·        Mártires, desde Agramonte hasta Aguilera.
·        Asimismo otras se nivelaron y ampliaron.
·        Se arregló, parcialmente, la calle “Paso de Cuba” en Pueblo Nuevo, desde el río marañón al río Milagros.[4]


Otra gestión llevada a cabo por Sera Serrano, según el periódico Norte, es la referida a la construcción de acueductos y alcantarillados. 

·        50 Alcantarillas en total[5]

Lo que era un asunto de vital importancia para los habitantes de la ciudad de Holguín, sobre todo porque “muchos habitantes hacen uso del agua de los profundos pozos o fosas a donde van a dar todas las inmundicias…”[6]


En el segundo lustro de la década del 50 se emprendió la construcción del acueducto y la presa Cacoyugüin, pero, lamentablemente las obras se detuvieron poco después. 

La reconstrucción y embellecimiento parcial de los parques de Holguín fue otras de las obras que caracterizó la gestión de Sera. Entre ellos se destacan:

·        El parque Infantil, al cual, el Ayuntamiento acordaría poner el nombre de Martha Fernández de Batista, esposa del general Batista, considerados los dos “benefactores de Holguín”.
·        El parque Julio Grave de Peralta, y el Parque Céspedes, este último uno de los más grandes y hermosos de Holguín. Asimismo, restauró la rotonda González Valdés.”[7]

Con el fin de reconocer los méritos de holguineros u otras personalidades, que de alguna manera hicieron obras o fueron promotores de estas, el Ayuntamiento aprovechó las construcciones de obras públicas para instituir un sistema de condecoraciones y títulos. Tal es el caso del otorgamiento de la medalla Calixto García a Fulgencio Batista y a su Ministro de Obras Públicas, el ingeniero Alfredo Nogueira.

Otra obra pública llevada a cabo durante la administración de Sera Serrano fue la construcción de puentes sobre los ríos holguineros: 

·        “Construcción de un puente sobre el río Marañón, en el cruce Peralejo.
·        Construcción de un puente en Luz Caballero.
·        Construcción de un puente sobre el río “Los Guillenes “en la salida del Reparto Vista Alegre por la calle Comercio.
·        Construcción de un puente sobre el río Miradero, en la prolongación del Reparto Pueblo Nuevo.
·        Construcción de un puente en el reparto La Quinta, calle que une con el reparto Vista Alegre.
·        Construcción de una placa de hormigón del puente sobre los ríos, Los Guillenes, en el cruce de la calle General Batista, Vista Alegre.”[8]

La construcción de estos puentes sobre los ríos y riachuelos de la ciudad, como es obvio, facilitaban la comunicación entre los barrios. Anterior a la administración de Sera Serrano, estos puentes se habían convertido en punto de campaña electoral, pues su terminación constructiva requería de una placa de mármol, con letras negras, y el nombre del alcalde que aprobaba el presupuesto para su construcción o culminación. Esta práctica garantizaba la continuidad en la preferencia del electorado.

Otras obras sociales hechas durante su mandato fueron:

·        Construcción de casas escuelas con la ayuda de Patronatos.
·        Casa de Socorros en el poblado de San Germán.
·        Acción de asistencia social y atención sanitaria.

Y con la cooperación de la CENPLUC y los Patronatos se construyeron, además,  180 Km de caminos vecinales:
·        Del “El Mijial “a San Luis. 9 Km
·        De “Punta Roja “a “Tranqueros. 6 Km;
·        De “San Lorenzo “al “Entronque de Guayabo “5 Km;
·        De “Montealto a “Cayo Alto”. 4 Km.
·        De Dagame a Santa Rita. 10 Km
·        Del central Cupey a Carretera Central, barrio de las calabazas. 10 Km
·        En el barrio de El Yayal. 10 Km.[9]

En febrero de 1955, como parte de la política de urbanización que se llevaba a cabo en Holguín, fue lanzada la convocatoria que incitaba “a todos los propietarios de terrenos ejidos o no, y los que se encontraban fuera de dehesa,  que si ostentaban elementos reales de urbanización debían presentar al Departamento de Obras Públicas Municipales el plano de división correspondiente a la urbanización que se proyectaba, y fueran inscriptos en el Registro, para considerarlos como ensanche de la población con todos los derechos inherentes a la urbanización.”[10]

De esta manera fueron declarados repartos urbanizados en febrero de 1955: Ciudad Jardín, San Andrés, Buenavista y Llenín.[11] Y en  1956, los Repartos Escalona y Recreo. 


En el período del Dr. Segundo Sera, un nuevo mecanismo constructor se implementó en Holguín, como componente de la política económica oficial, era ese el Patronato Municipal de Fomento y Mejoramiento de la Vivienda Campesina, del año 1955. Durante sus tres años y medio de actuación administrativa el alcalde destinó una parte de las nuevas recaudaciones fiscales, establecidas sobre fincas rústicas, para construir o reparar viviendas. Estas fueron en total 104 casas, sin embargo, solo el 14,9% fueron totalmente nuevas con paredes de madera, pisos de cemento, y techo de guano; las restantes fueron reparaciones de algún componente. 

A pesar de estar legislado un máximo de $ 500.00 por vivienda, la media de los trabajos realizados solo costó $321.54, y, como los concejales recordaron en varias sesiones de la  Cámara Municipal que dichas viviendas no debían limitarse a las cercanías de la carretera central, los miembros del patronato los concentraron en los barrios limítrofes con la ciudad de Holguín.

Luego le llegó al Alcalde uno de los bonos emitidos por el Banco para el Desarrollo Económico y Social (BANDES), por una suma de $7 259 870.96, y con ese dinero las construcciones continuaron siendo el centro de la actividad productiva, beneficiando algunos municipios cuando lo que se construía era una carretera, como la de Holguín-Gibara, Floro Pérez-Santa Lucía, Aguas Claras-Puerto Padre y Holguín-Cueto; (con excepción de la última, los restantes no tenían caja asfáltica en el año 1958)

La capital municipal recibió las restantes asignaciones para perfeccionar la cárcel y concluir la Escuela Profesional de Comercio y las labores de acueducto, alcantarillado y pavimentación, varias veces interrumpidas en espera de sumas presupuestales.

Estas demoras fueron la causa de que bajo los auspicios de la CENPLUC surgiesen dos patronatos urbanos en el reparto Peralta que, a partir de 1955 emprendieron la pavimentación de aquella aristocrática barriada al costo de $49 999.10. A ello se unió otro Patronato surgido en el poblado de Buenaventura mediante el cual fue construido un pequeño paseo.
La Comisión Local Urbana  promovió las restantes obras, entre ellas destacan una Casa de Socorros en el Central Cacocum, alcantarillas en barrios rurales, puentes sobre los ríos que atraviesan la ciudad y  una escuela y un mercado de abasto municipal en Pueblo Nuevo.

Bajo la administración de Sera Serrano la situación de la salud pública mostraba un cuadro deprimente. A las capas más pobres de la población, e incluso, a algunos sectores medios, se le hacía imposible acceder a los servicios médico, los cuales eran deficientes.

En 1959, “existían sólo 22 médicos e igual número de enfermeras. Dos estomatólogos, 9 clínicas particulares con capacidad de 242 camas, y 11 hospitales, 8 de ellos para el solo servicio de empresas, y 3 para la población con una suma total de 296 camas, la que, claro está, era insuficiente hasta para los que podían pagar la asistencia médica. Asimismo existían algunas Casas de Socorro pero muy mal equipadas. Un barrio como San Germán, el mayor contribuyente del municipio de Holguín, carecía del elemental servicio de salud.

La esperanza de vida al nacer estaba limitada a 50 años, y la mortalidad infantil sobrepasaba la tasa de 80 por cada mil nacidos vivos.

En Holguín existían dos dispensarios ONDI (Organización Nacional de Dispensario Infantil) con locales inadecuados y escaso personal, ineficaz hasta para los 8 000 niños inscriptos en el ubicado en la ciudad de  Holguín.
El precario sistema de salud en el país y el carácter privado de este servicio traía muchas inconveniencias, entre ellas, la de la producción de fármacos, los que, a veces, por su carácter lucrativo, eran manejados por intereses inescrupulosos.

Otro problema referido a la salud pública y la incapacidad del gobierno de solucionar o dar respuesta a ello, fue el  suscitado con el Dispensario Antituberculoso, el cual se encontraba inactivo porque el municipio carecía de los créditos necesarios para dotar de equipamiento necesario a este centro de salud.

Ejemplo de crisis e incapacidad para hacerle frente a los problemas sociales es el referido a la prevención de la poliomielitis. En abril de 1957, el ministerio de Salubridad y Asistencia Social autorizó al Gobierno Municipal de Sera Serrano, la compra de 224 bulbos de 9 cc de la vacuna antipoliomelítica para el uso del Departamento Médico Pediátrico de Holguín. Con ello se respondía al Plan de vacunación SALK contra esta enfermedad. 112 bulbos de 9 cc equivalían a 1008 vacunas. Este plan se hacia en tres etapas.  En la primera se vacunaban 504 niños, al igual que en la segunda vacunación, y a los 7 meses la tercera vacuna. A pesar de la buena intención, este plan de vacunación solo cubría una parte de la población infantil existente en el municipio, lo cual influía en que esa enfermedad cobrara con frecuencia la vida de numerosos niños.

A veces, solo los parientes humildes que antes habían sido campesinos y que ahora se habían instalado en las áreas periféricas de la Ciudad, pudieron salvar de la indigencia a muchos de aquellos pobres niños, otros, la mayoría, debieron esperar por un milagro o las obras caritativas de las Sociedades Fraternales, Hermandades que tejieron verdaderas redes de solidaridad entre los más necesitados, pero que, por razones obvias, no pudieron llegar a todos
El problema de la electrificación, en el gobierno municipal de Sera Serrano, se desarrolló, como tantos otros, en circunstancias en que los gobiernos municipales, con presupuestos casi estáticos y exiguos, se desgastaron en una lucha casi siempre infructuosa y donde, generalmente, eran los intereses de las compañías las que resultaban victoriosas.

Ejemplo de esta lucha y que venía de períodos anteriores al de Sera Serrano como alcalde, fue el litigio del municipio holguinero con la Compañía Eléctrica del Norte de Oriente, en 1949. Entonces fue autorizada la Baystes Corporation, para el proyecto del Acueducto, la Pavimentación, Alcantarillado y Planta Eléctrica de Holguín pero la Compañía Eléctrica se interpuso considerando que sus intereses se verían afectados. Por eso se inició una nueva etapa en la lucha legal por los derechos del municipio contra ella.
Largo y complejo fue la batalla contra la Compañía Eléctrica y al final el municipio se rindió en 1955, fecha esta en que el alcalde Sera Serrano aprobó la transacción para dar término a todas las disputas entre el municipio Holguín y la Compañía Eléctrica del Norte de Oriente, entonces la Compañía estableció sus oficinas en este término municipal.


Supuestamente la Compañía  Eléctrica del Norte de Oriente ofrecería una tarifa reducida para el servicio de alumbrado público de la ciudad de Holguín, a razón de 8 centavos por KW para los primeros 27 000 KW mensuales concebidos, (que era entonces el consumo de la municipalidad en un mes), y siete centavos para  cada KW en exceso de los expresados 27 000 KW mensuales iniciales. Además la Compañía extendería sus servicios a  todas las zonas urbanizadas que rodean la ciudad de Holguín, y estudiaría la forma de ampliar los servicios eléctricos a los barrios de Uñas, San Andrés y el Cuartón de las Güiras en el barrio de Uñitas, siempre y cuando resultaran costeables.  Sin embargo, la realidad fue otra. Si bien para 1958 a los repartos urbanizados se les dotó de electricidad y se incrementó el presupuesto a este servicio, sólo una tercera parte de la población fue beneficiada en la ciudad, y una cuarta parte en el Municipio.  

En cuanto a la educación, durante el mandato del alcalde Sera Serrano se hicieron varias denuncias referentes al mal estado de la escuela en la salida hacia San Andrés, donde los techos estaban en condiciones pésimas, las vigas que sostienían los portales se encontraban en el suelo, y estaban los portales sostenidos por el enrejado que la impermeabilizaba y rajadas las paredes por distintos lugares.  Nunca se arregló es escuela a pesar de las solicitudes presupuestarias del alcalde para hacerlo al presidente de la República y al Ministro de Educación y, además, para la creación de dos o más escuelas primarias superiores que eran indispensables.

Uno de los logros de la educación en esta administración fue el de la aprobación de una universidad en Holguín en el año 1956, que finalmente debió cerrar sus puertas por el escándalo que provocó la entrega de títulos a personeros batistianos que jamás habían pisado sus aulas.

Durante el período alcaldicio de Sera Serrano se instalaron los primeros semáforos que hubo en Holguín y también se compró una Motoniveladora y un Cilindro para la reparación de todas las calles que necesitaran de ese servicio.
Aunque este período alcaldicio de 1955-1959, la opinión pública lo caracterizó como período de la “honestidad”, la falta de recursos y la no culminación de algunas obras fue una realidad palpable y visible.

El problema de la higiene pública era visible, era esta una ciudad con  más de 70 000 habitantes y solo contaba con un camión para recoger basura, eso en un período de tantas construcciones. Fue ese el motivo de que algunas de las áreas donde se levantaban las obras públicas terminaran convertidas en basureros. 

El período de gestión de Sera Serrano estuvo enmarcado en un período de efervescencia revolucionaria en el que crece y se consolida el movimiento revolucionario con la entrada a él de muchos adeptos que, justo es decirlo, fueron víctimas de la cruel represión. En 1955, esto es, en los inicios de esta administración, arribaron a la región los primeros 50  folletos de “La historia me absolverá,”, documento que debe ser considerado el programa de lucha del Movimiento 26 de Julio. Sin dudarlo fue la lectura de ese texto escrito por Fidel Castro el que más simpatizantes atrajo a las filas revolucionarias.
Durante ese año 1955 fue continua la labor dentro del movimiento juvenil, particularmente el que agrupaba a los estudiantes holguineros de la Segunda Enseñanza. Igual creció el acercamiento de un grupo de la juventud ortodoxa a los socialistas. 

Por otro lado las fuerzas de la oposición burguesa estaban representadas por el abogado Manuel Penabás, quien criticó a Batista, porque en  la ley de amnistía que se discutía, no se incluían los asaltantes del Moncada.
El año 1956, fue el de mayor actividad revolucionaria durante la gestión de Sera. Es en ese año cuando nacieron a la opinión pública y se consolidaron los líderes y también en ese año comenzó la cruel persecución contra ellos.
Las conmemoraciones históricas servían de pretexto para expresar la oposición al batistato. El 28 de enero, en el desfile por el natalicio de José Martí, los manifestantes fueron reprimidos, después que desde  uno de los balcones del Ayuntamiento un grupo de jóvenes del Instituto de Segunda Enseñanza quemó la bandera del 4 de septiembre, mientras que otro grupo gritaba: ¡Abajo Batista!, ¡Abajo el gobierno! De este encuentro violento resultaron gravemente heridos los estudiantes Manuel Vega Valcárcel y Joaquín Rey, otro grupo fue detenido. 

El pueblo holguinero repudió estas acciones sanguinarias de la policía. Tanto la Liga de Jóvenes Martianos como la Federación de los Estudiantes de Segunda Enseñanza emitieron declaraciones condenatorias a la brutal golpiza recibida por los jóvenes.

El 29 de enero se publicó en el periódico Norte una declaración de la Federación Estudiantil en la que se calificaba de “esbirros” a los  policías. Este hecho provocó el procesamiento judicial de un grupo de jóvenes por faltar el respeto a la autoridad.

Un terrible hecho conmocionó la sociedad holguinera en diciembre de 1956. La dictadura batistiana trataba de aplastar y descabezar el movimiento revolucionario en la zona para evitar, a todo trance, que los revolucionarios de la región norte de Oriente pudieran cooperar con los expedicionarios del yate Corinthia que trajo a Cuba y desembarcó por nuestra geografía a los expedicionarios mandados por el ex presidente Carlos Prío Socarrás. Veintitrés de los mejores hijos de la comarca fueron asesinados brutalmente el 25 de diciembre, por lo que el hecho pasó a la historia con el nombre de las Pascuas Sangrientas.  Casi un año después un Comando revolucionario ejecutó al Coronel Fermín Cowley Gallegos, principal asesino de tantos jóvenes revolucionarios de la comarca.

Al triunfar la Revolución en enero de 1959, Segundo Sera Serrano emigró hacia los Estados Unidos. Residió en el estado de Virginia. Desde allí le envió a su esposa María Recio Montejo, que estaba en Cuba, la certificación marital para que gestionara su salida hacia aquel país. En Elizabeth, New Jersey, murió Sera Serrano el 23 de Febrero de 1967, sus restos se encuentran,  en el “Flagler Memorial Cementery” de Miami. De sus 2 hijos: el Dr. en Medicina Segundo R. Sera Recio reside en Bethford, Indiana y José M. Sera Recio reside en Keysville, Virginia.


[1] Periódico Norte,  2 de junio de 1955, pág. 4.
[2] Francisca López Civeira: Cuba. Seis décadas de historia entre 1899 y 1959. Editorial Félix     
  Varela, La Habana, 2009, p. 51.
[3] Citado por: Minervino Ochoa Carballosa. Resurrección Holguinera de J.M. Keynes. Ediciones Holguín, Holguín, 2002. Pág. 59.
[4] Ibídem, 17  de octubre de 1956, pág. 3
[5] Ibídem, pág 5.
[6] Juan Albanés: Historia Breve de la Ciudad de Holguín. s/e,s/f, p.50.g
[7] Periódico Norte, 16 de octubre del 1956, pág 11.
[8] Periódico Norte, 6 de noviembre de 1957, pág 6.
[9] Periódico Norte, domingo  31 de julio de 1955, pág 4.          
[10] APHN. Gobierno Municipal de Holguín. Ayuntamiento Neocolonia. Cámara Municipal, legajo 12, Expediente 226.Libro de actas de sesiones del Ayuntamiento, folios 230 y 231, 21 de febrero 1955.
[11] APHN. Gobierno Municipal de Holguín. Ayuntamiento Neocolonia. Cámara Municipal, legajo 13, Expediente 237.Libro de actas de sesiones del Ayuntamiento, folios 230 y 231, 21 de febrero 1955.

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