LO ÚLTIMO

La aldea a la mano (Holguín, Cuba)

26 de diciembre de 2016

A inicios de la década de 1910 el parque y su entorno se van transformando.



Pese al abandono del gobierno central y los incumplimientos de las promesas de los políticos triunfadores en las urnas, a inicios de la década de 1910 el parque y su entorno se van transformando. Entonces llega la luz eléctrica, se construyen nuevos bancos, y con múltiples esfuerzo se concreta la iniciativa del concejal  Juan Albanés  de construir una red hidráulica que desde la Loma de la Cruz  llevara el agua hasta los jardines del parque, que nuevamente recobraron su esplendor de antaño[1].

Fachada de la Farmacia Sirvén (luego Carril)
Interior de la farmacia y droguería Sirvén, una de las más afamadas de Holguín

De todas formas, para la fecha las cuatro calles que circundan el parque continuaban de tierra, y por tanto, polvorientas durante las sequías o llenas de lodo en la época de lluvias. Sin embargo ya por ellas circulaban automóviles que las familias pudientes podían comprar en la ferretería La Llave, establecimiento que por entonces abre sus puertas en el  majestuoso edificio construido por el médico Rodolfo Socarrás en la intersección de las calles Maceo y Martí (luego Hotel Saratoga en la segunda planta). Y a unos pasos de allí (donde después estuvo la Colonia Española, hoy Museo de Historia Natural), abren el Colón y el Holguín, que fueron las primeras salas de espectáculos y proyecciones cinematográficas de Holguín.

El Salón Holguín, abierto en 1912, fue durante más de una década uno de los sitios preferidos  de la ciudad. Luego de disfrutar de las películas silentes, las compañías líricas o dramáticas y, especialmente, de las atrevidas cupletistas que allí se presentaban, los jóvenes y empedernidos noctámbulos holguineros hacían de los espectáculos vistos, tema de las animadas conversaciones que sostenían en el parque antes de irse a dormir.

Ya para estos años las luchas entre los partidos políticos eran intensas en Holguín y hasta en las conversaciones del parque y en las retretas se hacían sentir. Veamos lo que al respecto  publicó un periódico local: “El Director de la orquesta nos da un mitin musical cada vez que hay retreta, ejecutando a la entrada y a la salida himnos liberales sin consideración alguna de que a dichos espectáculos, por los cuales se le paga, concurren individuos de todas las tendencias políticas”[2].

Miting liberal en el Parque Calixto García

 
Enriqueta Cruz y Manuel Avilés Lozano, tronco de una importante familia holguinera
Placa colocada en la casa que en Holguín habitó Manuel Avilés, Frexes casi esquina Miró

A la verdad que el famoso músico Manuel Avilés Lozano fue un militante  Liberal muy activo que como concejal del Ayuntamiento y músico prestó valiosos servicios a su partido. Hasta su muerte, en 1928, Avilés amenizó  actividades de todo tipo para su partido: desde campañas electorales en los más apartados rincones de la región hasta bailes y homenajes para descollantes personalidades, entre ellas el presidente liberal José Miguel Gómez, a quien miles de personas recibieron en 1910 en el parque Calixto García a los acordes de la orquesta Avilés.

Al hablar de ese viaje, José Pennino destaca en el libro “Vía libre… (Impresiones de un viaje presidencial)”, que en Holguín recibió al Presidente  un gentío inmenso que, dice, “están a disposición de todo lo grande, de todo lo que sintetiza aspiración legítima y que personifique libertad. (…) cuando la vergüenza liberal desaparezca en Cuba, la buscaremos en Holguín. Tal es la intensidad de la locura liberal que allí impera: un verdadero fanatismo”[3].

Fue José Miguel Gómez quien acuñó la frase: “Holguín, siempre Holguín”, luego tan usada por los políticos que venían a buscar votos en esta ciudad, feudo del Partido Liberal. Aunque también  conservadores como Mario García Menocal, con su proverbial demagogia, logró el respaldo de muchos holguineros para llegar a la primera magistratura. El  otrora Mayoral del Cuero, fue el Presidente de la República que encabezó uno de los actos más trascendentes en la historia del parque: la inauguración del monumento a Calixto García.





[1] Las tomas de agua. Periódico “El  Derecho”, p.1, Holguín 12 de junio de 1916

[2] Retretas políticas. Periódico “El Correo de Oriente”, p.1.Holguín, 18 de diciembre de 1912.

[3] Además del libro de referencia, sobre la visita del presidente José Miguel Gómez a Holguín el 8 de marzo, puede consultarse el periódico “La Independencia”, p.3.Santiago de Cuba,10 de marzo de 1910.

22 de diciembre de 2016

El parque Calixto García y sus alrededores en las dos primeras décadas del siglo XX



 

Al mirar detenidamente la foto anterior se comprueba que en los alrededores del Parque Calixto García, por la calle Maceo, sobresalían los hermosos edificios del Liceo, con rejas en sus corredores, el hotel América, (actualmente La Begonia), la tienda El Buen Gusto, (actual Casa de la Trova), la farmacia Sirvén (conocida por los holguineros más viejos como Carril) y, en la misma esquina el comercio La Luz de Yara. Destaca en primerísimo plano los amplios corredores que siempre han contribuido a estrechar el singular vínculo del parque y su entorno urbanístico y arquitectónico.

En cuanto a instituciones de corte social en Holguín, el Liceo fue la más importante. En las fotografías anteriores se ve el viejo edificio sede del Liceo de Holguín. En la década de 1950 ese edificio se demolió y en su lugar se construyó otro, luego usado como Biblioteca Provincial Alex Urquiola.

 

Entre su membresía estaban los burgueses más acaudalados y los políticos más influyentes, por lo que de sus salones salieron casi todos los alcaldes, senadores, representes y hombres públicos que  influían decisivamente en todas las esferas de la vida de la ciudad y su entorno. En sus salones, prolongación del Ayuntamiento y otras instituciones de poder, se gestaban las más grandes celebraciones populares y también de la élite burguesa, incluyendo celebraciones patrióticas como los actos de cada 24 de febrero.

El viejo Liceo de Holguín: Salón de Baile
Liceo de Holguín: Salón de actos
Liceo de Holguín: Salón principal
Proyecto de Liceo con que soñaron los holguineros y que nunca construyeron
 
Echemos un vistazo a los que en 1912 rindieron tributo al estallido de la guerra de 1895 en Holguín:

Las actividades comenzaron a las 5 de la madrugada  con las orquestas de Avilés y Ochoa tocando dianas mambisas por las calles. Luego, a las 8 de la mañana alrededor del parque realizaron la gran parada escolar que partió de la casa Consistorial. Antes izaron la bandera cubana y una compañía del Ejército le rindió honores. Se escucharon discursos de Ricardo Sirvén Pérez Puelles y Rodolfo Socarrás García, el primero en nombre del Ayuntamiento y del Centro de Veteranos el segundo.
 
Después de concluir la parada, en el centro del parque se jura la bandera se reparten limosnas a los pobres de solemnidad. 

El Alcalde José A. García Leyva en sus oficinas de La Periquera       

    
Luego viene un receso hasta horas de la tarde en que comienzan en el parque los juegos de cucañas, de saco y de sartén con premios a los vencedores. De 3 a 5 de la tarde, partiendo de frente al Liceo, sale una gran manifestación cívica que incluye representación de todas las instituciones de la ciudad; al frente marcha la orquesta de José María Ochoa, así como coches con niñas de las familias Sirven, Socarrás y García Benítez, vestidas con trajes y adornos alegóricos a la libertad, el heroísmo y países como España y Estados Unidos. En los coches también van el alcalde José A. García y directivos de las sociedades Liceo y Colonia Española. 

Procesión cívica por la calle Libertad (No es la misma de la que habla la crónica)
 
La manifestación parte por la calle Maceo, luego toma Aricochea, Libertad hasta Agramonte y regresa por Maceo al parque, donde se disuelve luego de escuchar los discursos patrióticos del Comandante mambí Armando de Feria y del periodista y político Wilfredo Albanés.

En horas de la noche se realizan retretas dobles por las orquestas de Avilés y Ochoa, se queman vistosos fuegos artificiales, se elevan desde La Periquera globos con los colores de la bandera y finalizan las fiestas con bailes en el Liceo y demás sociedades de instrucción y recreo.[1]





[1] Papelería de Juan Albanés, Tomo 4 p 25.Fondos Raros y valiosos, Biblioteca Provincial Alex Urquiola.

El Parque Calixto García se convierte en el lugar de los discursos políticos



Lamentablemente la República que nació el 20 de mayo de 1902 estuvo bajo el dominio de los Estados Unidos por varias décadas. Discursos similares al de Pepe Torres el día que nació la República se sucedieron hasta el cansancio en el Parque Calixto García. Unos llenos de verdadera emoción, y otros desbordantes de la diarrea demagógica y retórica a la que apelaban los generales y doctores que buscaban los votos en las siguientes elecciones.

Pero entre un discurso y el otro, el parque Calixto García fue para los vecinos el principal espacio para el ocio, la recreación y la cultura que le proporcionaban los encuentros entre amigos y enamorados y las tradicionales retretas.

Y, dígase asimismo, el parque fue tribuna de hombres honestos y causas nobles que generalmente encontraron el respaldo popular. E incluso, al margen de la manipulación bochornosa de los políticos, las celebraciones  del fechario patriótico que allí y en otros sitios de la ciudad se realizaban, sembraron valores positivos en gran parte de la población.

Al observar las viejas y descoloridas fotos tomadas por Ignacio Quesada y otros maestros locales del lente, también La Aldea se emociona viendo los gigantescos desfiles y concentraciones, e igualmente, leyendo las reseñas de los periódicos sobre  los homenajes a patriotas como Martí y  Maceo, a sucesos como los del 10 de octubre de 1868 y el 24 de febrero de 1895.

Calle Maceo, esquina a Martí, en Holguín, Cuba (El solar vacío fue donde en 1913 se construyó el hotel Saratoga)
 
Y qué decir del acto en que un millar de holguineros se reunieron para recibir al entrañable amigo de Martí, Juan Gualberto Gómez o para despedir los restos mortales de Panchito Frexes que acaban de ser trasladados desde Mantua, en Pinar del Río, donde había caído en combate y ahora se llevaban hasta el viejo cementerio local[1].

 


[1] La visita de Juan Gualberto .Gómez fue reseñada por el periódico “El Eco de Holguín”, en su edición del 9 de marzo de 1904. Juan Gualberto aspiraba a una plaza de representante, igual que el holguinero Rafael Manduley, motivo por el cual ambos recorrieron la región oriental. Los liberales organizaron un grandioso  recibimiento que reunió a miles  de personas en el Parque y a lo largo de las calles Libertad y Maceo. Sobre las exequias de Panchito Frexes se puede consultar la revista “Holguín Ilustrado” del 27 de febrero de 1905 o “El Eco de Holguín” del 25 de febrero.

LO MAS POPULAR DE LA ALDEA