Aproximadamente
desde la década iniciada en 1931, los residentes en la ciudad de Holguín creían
que las notables limitaciones en la infraestructura urbana era una de las
causas fundamentales del pobre desarrollo industrial alcanzado hasta ese momento.
Incluso se llegó a pensar que una vez alcanzado tal desarrollo, Holguín podría convertirse
en la capital del Norte de Oriente y que convergerían en ella los capitales
indispensables para convertirla en una ciudad industrial. Ese es el motivo por
el que las clases acomodadas de la localidad convierten el asunto en un anhelo
de primer orden y para lograrlo no obviaron vías ni métodos[1].
A partir
de la década de 1940, bajo el espíritu democrático y el impulso constructivo
que se experimentó en el país, el presidente cubano de turno Fulgencio Batista
y Zaldívar prometió la construcción del acueducto de la ciudad holguinera[2], pero la
verdad es que a mediados de la década nada se había conseguido. Es entonces que
irrumpe el Patronato Mil Amigos de Holguín, y sostiene campañas en los
medios de difusión en las que alertó a los residentes en la ciudad de lo
impostergable que era poseer un acueducto como servicio público imprescindible
urbano.
El que
sigue es uno de los mensajes constantes del Patronato en los periódicos:
“Holguín está carente de:
Un acueducto en condiciones, con sus obras anexas; alcantarillado y
pavimento. No es justo que por cada dos pesos que Holguín envía a las arcas de la
nación, se le pague con un centavo en obras públicas. Eso no ocurriría así si
(…) nosotros no viviéramos en un mundo al revés[3]”
Desde
inicios de 1945 se comienza a reflejar en la prensa de la ciudad los esfuerzos de
los políticos locales que pertenecían al Patronato, a favor de los importantes
servicios públicos destinados a la población:
“Se labora con entusiasmo por la realización del acueducto,
alcantarillas, y pavimentación. Está sobre el tapete de la actualidad el
problema del Acueducto, Alcantarillado y Pavimentación para esta ciudad. No es
la primera vez que se habla de estas obras fundamentales, perdiéndose luego el
esfuerzo realizado y los ecos de las campañas emprendidas. Pero ahora resurge
con nuevos bríos y renovados anhelos, esperándose que culminen en una hermosa y
halagadora realidad. El Representante a la Cámara por los Socialistas Populares Sr. Oscar
Ortiz Domínguez y miembro del Patronato Mil Amigos de Holguín, viene trabajando
con tesón para la realización de las obras mencionadas (…)[4]”
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En diciembre de 1945 dijo la Revista MIL
El Representante a la Cámara Oscar Ortiz Domínguez es
un hombre hecho por su propio impulso y voluntad. Primero fue estudiante y
obrero, luego político. En lo primero la adversidad económica lo “trancó” como
recio contén de cemento que detiene el correr de las aguas tumultuosas de un
río. No se amilanó ante el inconveniente y escrutó con vista serena y optimista
el camino de la política, que le pintaba los mejores atractivos y las más
halagüeñas esperanzas.
Cerró los libros
provisionalmente, aligeró sus labores de obrero y entró repleto de ánimo en el
campo de la política “Socialista Popular”, ganando con su acción constante y
energetismo sincero, ascensos, como el soldado que de su condición de raso se
ve con el título de General, por haber desarrollado en beneficio de la causa,
la inteligencia, la acometividad y el valor.
Oscar Ortiz es
actualmente Representante a la
Cámara, como ya dijimos y por su labor fructífera y
progresista, su Partido lo respalda en la reelección, con la seguridad de un
contundente y clamoroso éxito.
El legislador Ortiz ha
cooperado con el Senador Millo Ochoa en todas las iniciativas de beneficio
procomún, tanto en el Congreso como en el orden particular. Tiene sobre la Mesa de la Cámara de Representantes
proposiciones de leyes que nos benefician ampliamente, tales como creación de
Casas de Socorros en Báguano, San Germán, Mir, Velasco, etc., y un crédito de
10 mil pesos para la reconstrucción del Parque “Peralta”, en esta Ciudad.
Figura Oscar Ortiz como
Vocal del Patronato Municipal “Mil Amigos” de Holguín donde despliega
actividades insólitas en bien de la perdurabilidad y éxitos del organismo.
Se le estima y aprecia
por doquier, los corazones se le abren de par en par y las manos se le
extienden con espontánea sinceridad. Un saludo en nombre del Patronato para el
querido compoblano, que tan generosamente coopera al engrandecimiento de la
“Patria Chica”
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Igual que
los periódicos, el Patronato utilizó la radio y la propaganda gráfica en
lugares públicos para socializar la información del estado de los servicios
urbanos, y para dar a conocer los esfuerzos que desarrollaban sus miembros para
revertir la desafortunada situación. Tal es el caso de un “Suelto al Pueblo
Holguinero” de octubre de 1945, que
apareció en todos los postes de la ciudad:
“Suelto al pueblo del Patronato Mil Amigos de Holguín comunicando
acuerdos como el anhelo de la pavimentación de las calles que circundan la Plaza de Armas.
Al pueblo:
En interesante reunión de los miembros directivos celebrada en la noche
del día 2 de octubre próximo pasado en el salón de actos del Ayuntamiento,
presidida por el senador de la República Dr. Emilio Ochoa y
Ochoa y respaldada moralmente con la presencia de Distinguida representación de
los factores progresistas de la ciudad, el patronato Mil Amigos tomo cuatro
acuerdos a su beneficios, para su mejoramiento[5]”
El
Patronato consiguió que todos los medios divulgativos de la ciudad, sin
importar sus tendencias ideológicas, desempeñaran un notable papel en crear
conciencia al holguinero de que el problema del acueducto, alcantarillado y
pavimentación de las calles, era un asunto que debía movilizar a todos. Las
emisoras de radio hicieron popular el eslogan “Holguín un pueblo que
progresa con el fango a la cabeza”. La CMKF, Voz
del Norte de Oriente, trasmitía regularmente este otro slogan: “¡Hasta
cuando señores gobernantes!” “¡Pavimento, Alcantarillado y Acueducto para
Holguín!”
A
continuación se reproducen textualmente lo que dijeron los periódicos de la
ciudad sobre del desempeño de Mil Amigos de Holguín:
“En el lugar donde esta enclavada actualmente la Plaza del Mercado existió en
épocas pretéritas una laguna nombrada Machos o Lugones. Ese suelo lodoso, poco
absorbente y propicio a charcos y baches subsistió hasta este año en que Los
Mil decidieron la pavimentación de dos calles que circundan a la casa de los
abastos[6]”.
Meses después
el “Diario de Holguín” dijo:
“Los Mil acometen la pavimentación del tramo de la calle Libertad, desde la carretera de Gibara
hasta la estación ferrocarrilera del norte (…)[7]”.
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Revista MIL
Diciembre de 1945
¡HECHOS, NO PALABRAS!
Diciembre de 1945
¡HECHOS, NO PALABRAS!
Si alguna vez no resulta
cursi por el abundamiento y falto a la verdad en su uso; si en alguna ocasión
viene como traje confeccionado a la medida la frase ¡HECHOS Y NO PALABRAS!, es
precisamente ahora, en que con su empleo se puede atestiguar y testimoniar la
labor de progreso que viene realizando con su fondo económico el Patronato
Municipal “Mil Amigos” de Holguín, que con tanto acierto preside el ilustre Senador
de la República Dr. Emilio (Millo)
Ochoa y Ochoa.
Ahí están las “vistas” de
lo que era antes de constituirse el Patronato las calles que circundan la Plaza del Mercado y ahí
están las fotografías que prueban y evidencian su estado actual de mejoramiento.
¿Quién se beneficia con
esas obras de progreso? ¡El Pueblo!
Holguín lo reconoce así,
sin matices políticos ni distingos de razas, en elocuente eslabón de justicia a
los hechos y de reconocimiento al Senador Dr. Ochoa, que está dando su mejor
savia porque su Ciudad natal llegue a las alterosas (Sic) cúspides de su
prosperidad y engrandecimiento.
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Por su
parte el periódico “Emancipación” también habló de la labor emprendida por los
MIL para convertir a Holguín en una de las ciudades más limpias y bellas de la República:
“Los Mil pavimentaron las calles que limitaban con la plaza de mercado,
eliminando de este modo un foco de contaminaciones y brindándole al pueblo las
garantías de prevención sanitaria para el máximo centro de alimentación de esta
ciudad[8]”.
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LA DIRECTRIZ TECNICA
Revista MIL
Diciembre de 1945
Ingeniero MANUEL DE GONGORA MASON,
…con espejuelos negros coopera a la luz del progreso urbano en la Ciudad heroica.
Diciembre de 1945
Ingeniero MANUEL DE GONGORA MASON,
…con espejuelos negros coopera a la luz del progreso urbano en la Ciudad heroica.
El Patronato “Mil Amigos”
de Holguín, en su plan de obras que se están desarrollando, hubo de necesitar
de los servicios de un profesional apto y capacitado y lo encontró para su más
grande satisfacción, en la persona del Sr. Manuel Góngora Mason, especializado
en la ciencia de la
Ingeniería de calles y carreteras.
El Sr. Góngora, con su
interés que raya en lo extraordinario, se le ve diariamente trabajando en la
labor directriz y técnica de las iniciativas del Patronato.
El Sr. Góngora, que
quiere tanto a Holguín como si hubiera nacido dentro de sus límites, que le ha
consagrado a su Pueblo adoptivo sus mejores años y energías físicas e
intelectuales, no escatima tiempo al Patronato ni exige nada en su propio
beneficio, que no sea el de apresurarse a terminar cuanto antes y
magistralmente las obras que se le han confiado, para que Holguín vea y palpe la
grandeza moral y material que encierra dicho Patronato.
Ahí, en esas calles
arregladas y que están por mejorar, está la cooperación profesional de quien
como el Ingeniero Manuel Góngora Mason, honran con su conducta y proceder
ciudadano a la Sociedad
holguinera.
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Revista
MIL
¡OTRA OBRA DEL PATRONATO!
¡OTRA OBRA DEL PATRONATO!
Aspecto de la calle
“Rafael Manduley” (antes “Libertad”), en su prolongación hacia la Estación del Ferrocarril
de Holguín a Gibara, que su mal estado hacia imposible el tráfico rodado y el
tránsito de peatones hacia la importante barriada de la “Loma de la Cruz”.
El Patronato viendo ese
inconveniente y necesidad, ha costeado con sus fondos la reparación de esa
cuadra, que a estas horas deberá estar terminada y en perfecto estado para el
uso de la comunidad holguinera.
Y pensar que hay
holguineros que tienen embotados el cerebro por egoísmos políticos y niegan el
concurso de un Peso Mensual al Patronato, que tanto está haciendo y hará por un
Holguín moderno y de vida civilizada.
Ganas nos dan de publicar
sus nombres, pero creemos que más lo significamos con el silencio y el
ostracismo del desprecio, porque el pueblo sabe quienes son los enemigos de su
progreso.
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La
movilización ciudadana que generó la labor altruista de los MIL a través de los
medios locales tuvo una rápida respuesta por parte de toda la sociedad. Así lo
demuestra la información que publicó la prensa.
Los
ciudadanos comenzaron a responder al llamado de ingresar en los MIL para
pavimentar las principales calles de la ciudad:
“Nuestra causa:
Holguín pide por todas las partes o por todos los órganos su más
necesaria obra acueducto, alcantarillado y pavimentación. Pero nada se hace con
pedir, debe exigirse de manera vigorosa, razonable y latente. Nada hacemos con
unos días o meses de propagandas y después dejar de la mano esa petición, esa
demanda que vendría a resolver tantos graves problemas que actualmente
confrontamos”[9].
Otro
periódico de la época dijo:
“Brillante labor de Mil Amigos de Holguín.
Sorprende la variedad de obras que simultánea y sistemáticamente emprende
esa institución progresista para el buen orden en todo el radio de la ciudad,
en justa compensación de los años que hemos tenido abandonado a Holguín.
Todas las calles están en el plan de hacerles sus prolongaciones
respectivas y en los pasos de los ríos levantarles puentes.
Mil Amigos, además de tener un crecido número de obreros laborando en sus
obras diariamente, ha puesto a disposición de los holguineros la forma más
sencilla y viable de cooperar a su formación progresista”[10].
Sin
embargo la movilización ciudadana y el interés cívico del Patronato por lograr
el acueducto, alcantarillado y pavimentación de las calles de la ciudad, no lo
pudieron conseguir. Y un día los holguineros se enteran de una noticia que a
todos encolerizó; el Alcalde de La
Habana estaba haciendo gestiones con José Morell Romero,
presidente de la Caja
de Retiro Azucarero, para concertar un empréstito de $ 6 000 000.00, para la
reconstrucción del acueducto de aquella ciudad:
“Cuando se tuvo la certeza de que el préstamo se iba a concretar, el
municipio de Holguín se opuso y criticó
sin ambages este hecho con sólidos argumentos. La Habana no poseía centrales
azucareros, ni capital proveniente de este sector, ni obreros azucareros, ni
colonos. El alcalde de Holguín, Eduardo “Guarro” Ochoa sugirió que la
municipalidad holguinera, por conducto del gobierno local, solicitara también
un préstamo de $2 000 500. 00 a
la referida Caja del Retiro Azucarero, con destino a la construcción del
acueducto de esta ciudad, con el complemento de esa grandiosa obra: el
alcantarillado y la pavimentación de sus calles”[11].
Los
holguineros consideraban que este municipio tenía mayores derechos al préstamo
porque diferente a La Habana,
Holguín contaba con cuatro ingenios de importancia, miles de colonos y obreros
que anualmente tributaban considerables fondos a la Caja de Retiro Azucarero, por
tanto, si se le otorgaba dinero a La
Habana, donde no existía un central, lógicamente debía
prestársele a Holguín, que, por demás, se encontraba más necesitado del
acueducto. Pero el dinero no se consiguió.
Dolorosamente,
y a pesar de las buenas intenciones de la ciudadanía y del Patronato, hacia el
primer semestre de 1948, se paralizó la pavimentación de la pavimentación de
las principales calles porque los fondos de los MIL y los aportes de los
voluntarios no eran suficientes. Habría que esperar otro momento para continuar
las obras en la ciudad. Obsérvese como la prensa valoraba los acontecimientos:
“A pesar de las promesas dadas a Holguín de que sus calles se arreglarían
y su acueducto se construiría, nuestra ciudad sigue siendo una de las más sucias de Cuba. Si se da un crédito para
pavimentar alguna calle, solo la mitad de ella es arreglada, y tan malamente
que al primer aguacero se hace intransitable”[12].
Posterior
a esa anterior nota aparecida en la prensa, apareció otra que daba fe de una
jornada de saneamiento llevada a efecto por el Patronato por la difícil
situación higiénica observada en varios puntos de la ciudad:
“El Patronato Mil Amigos.
El próximo domingo 20 del corriente mes y en horas de la mañana el
Patronato Mil Amigos de Holguín hizo un saneamiento en todas las calles
recorriendo a tal fin por toda la ciudad veintiún camiones al objeto de recoger
todo traste, desecho, basura, etc… por cuya razón el pueblo le ha llamado a ese
el Día del Tareco”[13].
Sin
embargo el esfuerzo, un mes después circuló por la ciudad una alarmante
noticia. En los salones de “El Liceo”, fue presentado por Salustino Ochoa
Zaldívar un memorando titulado “Al pueblo de Holguín” en el que se explicaba la
coyuntura sanitaria de la ciudad. En dicho memorando se culpaba a las altas
autoridades políticas de la nación por la demora en solucionar ese problema
acuciante.
Ante tal adversidad,
nuevamente los MIL aparecen en los medios de comunicación:
“Lo que no sabíamos era que la
sanidad de Holguín se encontrase en crisis completa y total, con un personal
insuficiente de 23 obreros, de los cuales 15 son botelleros y que fuese el
propio Jefe de Salubridad el que apuntase cívicamente, justo es decirlo, el horrible sumidero en que se ha
convertido la tierra de Calixto García, ante la indiferencia de los señores de la Cubanidad.
“Los Mil Amigos, siempre al servicio de las nobles causas de los
holguineros, ha sido designado por todas las instituciones sociales,
fraternales, religiosa, patrióticas, etc. de esta localidad, para propugnar y
dirigir la campaña necesaria para obtener esas inaplazables mejoras a que es
merecedora esta tierra: 10 nuevos carros para la recogida de basuras, palas,
rastrillos, tenedores, espiochas, un carro tanques para el riego de las calles
y otro para recogida de aguas sucias.
“Muchas y halagüeñas esperanzas hemos puesto a la actuación del nuevo presidente cubano
Dr. Carlos Prío Socarrás y confiamos en no quedar defraudados como en otras
ocasiones.
“Respaldan la labor de los Mil todos los holguineros nobles y conscientes
que aquí hemos tenido nuestra cuna”[14].
Lo
anterior demuestra que con el nuevo presidente, Carlos Prío, insistirían los
MIL para convertir a Holguín en una ciudad ordenada e higiénica que le propiciara
un mayor reconocimiento nacional.
Trabajos en la calle que pasa por el
fondo del Hospital Civil de Holguín. Año 1947
|
El mismo edificio antes de sufrir las transformaciones que en ese año le hicieron. |
También
las autoridades municipales impulsaron el concurso de entidades económicas y de
otro tipo, para que se sumaran a los MIL en el apoyo de las labores de
urbanización. El propio alcalde municipal, Guarro Ochoa, se comunicaba
sistemáticamente con los ejecutivos o directivos institucionales del territorio
para gestionar su cooperación:
“Holguín, marzo 19 de 1949
Mr. Rayce Green
Minas de Oro de Aguas Claras
Aguas Claras
Mi estimado amigo:
Por medio de la presente este ejecutivo autoriza al Sr. Rafael Batista Ricardo, empleado del municipio con póliza numero 43-68-3 renovada, de la Compañía General Surety Co. para que se le entreguen 20 libras de dinamita, 11 fulminantes y 50 ojes de mecha, de la existencia que obra en esas minas propiedad del municipio, que se utilizará en la realización de obras públicas municipales en cooperación al Patronato Mil Amigos de Holguín.
Dr. Eduardo Ochoa Ochoa
Alcalde Municipal”[15].
Mr. Rayce Green
Minas de Oro de Aguas Claras
Aguas Claras
Mi estimado amigo:
Por medio de la presente este ejecutivo autoriza al Sr. Rafael Batista Ricardo, empleado del municipio con póliza numero 43-68-3 renovada, de la Compañía General Surety Co. para que se le entreguen 20 libras de dinamita, 11 fulminantes y 50 ojes de mecha, de la existencia que obra en esas minas propiedad del municipio, que se utilizará en la realización de obras públicas municipales en cooperación al Patronato Mil Amigos de Holguín.
Dr. Eduardo Ochoa Ochoa
Alcalde Municipal”[15].
Y en ese
mismo año el Ayuntamiento autoriza a la H. E. Beyster Corporation, radicada en Detroit,
Michigan, para valorar las posibilidades del acueducto, la pavimentación,
alcantarillado e incluso la instalación de una planta eléctrica. La corporación
presentó un informe el 5 de agosto de ese año que se aprobó en el mes de
noviembre. El proyecto con un monto de 12 360 000.00 pesos, fue de los
tecnológicamente más avanzado en el país. En dicho proyecto se incluía la
construcción de una represa en el río Cacoyugüín.[16]
El 12 de
diciembre de 1949, seleccionados por los vecinos del término municipal como “Día
de la Dignidad
Holguinera”, el Patronato organizó actos cívicos para
adquirir del gobierno la urgente atención al estado de la higiene en la ciudad.
En esos actos solicitaron dos carros para la recogida de basura.
Lo hasta
aquí narrado demuestra que a pesar de los esfuerzos de los MIL y el sinnúmero
de voluntarios que se le sumaron, conseguir acueducto, alcantarillado y pavimentación
de las calles de Holguín no resultó una tarea que se consiguió con la prontitud
deseada. Retrasos y agotamiento de créditos hicieron lenta su ejecución y
asimismo largas jornadas laborales extenuaban a la fuerza de trabajo.
Hacia
1952 ya se había concluido las obras en las calles Maceo, Frexes y Libertad,
correspondientes al Proyecto No.1 del Plan General. Las del Proyecto No.2, que
comprendía la calle Aguilera todavía no se habían iniciado a pesar de que
estaban en el plan[17].
Entonces el periódico “Norte” inició y sostuvo una campaña extraordinaria para
que se reanudaran estas obras, pero aquellas continuaron paralizadas. No fue
hasta 1959, coincidiendo con el triunfo de la Revolución, que el
resto de las principales arterias de la ciudad se logran pavimentar y además, contar
con acueducto y alcantarillado.
A
continuación reproducimos la opinión del periodista Enrique García en una
edición del periódico “Norte” de abril de 1953. Dice:
“No se puede negar, ni siquiera por los más sofísticos (Sic) campeones
de la intransigencia oposicionista, que el Ministro de Obras Públicas Dr. Alfredo
Nogueiras se está ocupando mucho de Holguín, realizando aquí varias e
importantes obras. A eso hay que agregar las que se van a acometer de inmediato,
y acerca de las cuales ya informó Norte oportunamente, el alcantarillado, que no
es el definitivo, que se hará cuando se cuente con los millones que cuesta su
construcción, sino uno provisional pero que servirá por unos cuantos años.
“El gobierno, [golpista de Fulgencio Batista] lo repetimos, está
haciendo su parte y demostrando la mejor buena voluntad hacia Holguín, ciudad
que, por otra parte, se merece eso y
mucho más. Ahora bien, es llegado el momento de que la ciudadanía coopere al
embellecimiento, modernización y mejoras higiénicas, haciendo dentro del más
breve plazo posible, lo que le corresponde y está en la obligatoriedad legal de
hacer: la construcción de las aceras en las calles que se pavimentan y las
acometidas para el acueducto y alcantarillado. Con la pavimentación de las
calles, las propiedades urbanas aumentan lo menos un 30 por ciento en su valor
y ello bien amerita que se haga un esfuerzo para complementar las obras
realizadas. A fin de cuentas, unos cuantos metros de acera y los pesos que hay
que invertir en las acometidas no rompen hueso a nadie, aparte de lo mucho que
ganará la ciudad y se beneficiaran los vecinos con ellos”.[18]
Felizmente
durante el transcurso del año 1959, los holguineros vieron como se culminaron
los trabajos del acueducto, alcantarillado y pavimentación de las calles de su
ciudad. Prueba de ello son las declaraciones realizadas por el entonces Jefe
del Distrito Norte de Obras Públicas, Natalio Álvarez al respecto:
“Obras Publicas: En 1959 se termina la pavimentación en Holguín.
Abril 30. Albanés, de nuestra redacción.
El Ingeniero jefe del Distrito Norte de Obras Públicas, señor Natalio
Álvarez, nos formuló declaraciones revestidas de interés para los holguineros. Nos
dijo que ya están en proceso de ejecución el alcantarillado y pavimentación de
las calles Mártires, Desamparados, Coliseo, Peralejo, Ángel Guerra, Cables,
Holguín, Garayalde, Narciso López, Cuba y Prado, en el urbanado local.
“Tengo fe que en este propio año 1959 habremos concluido la
pavimentación de todas las calle principales de la ciudad de Holguín.
“En este mes de abril, que ya finaliza, hemos dispuesto de 250 mil pesos
para trabajos haciendo obras no solo en Holguín, sino en los municipios del
Norte de Oriente.
“El ingeniero Álvarez nos aseguró que es propósito firme dotar al
acueducto de filtros de purificación. Los planos topográficos de los terrenos
donde se ubicaran fueron enviados a la superioridad. En breve plazo, concluyó
el joven ingeniero, comenzaran las obras de instalación de esos filtros. Como
holguinero, me siento contento de que el pueblo vaya trillando la vía del
progreso. Esperamos eso y mucha fuerza más del gobierno revolucionario”[19].
[1] Mayra San Miguel y Hernel Pérez Concepción:
ob.cit., pág74-75.
[2] Otros presidentes democráticos como Ramón
Grau San Martín y Carlos Prío Socarrás igualmente hicieron promesas en medio de
la competencia por la presidencia, y si verdad es que esas algunas de esas
promesas se cumplieron en las ciudades de Santiago de Cuba y Guantánamo,
Holguín no tuvo la misma suerte.
[3] Centro
de Información del Museo Provincial La Periquera. Periódico
“Emancipación”, Holguín, abril de 1945, pág. 3
[4] Centro
de Información del Museo Provincial La Periquera. Periódico
“Diario de Holguín”, 12 enero de 1945, pág. 2.
[5] Archivo
Histórico del Museo Provincial La
Periquera, Fondo República, Expediente 14.
[6] Centro
de Información del Museo Provincial La Periquera. “Revista MIL”, órgano de publicidad
del Patronato Mil Amigos de Holguín, diciembre de 1945, pág.5.
[7] Centro
de Información del Museo Provincial La Periquera. Periódico
“Diario de Holguín”, marzo de 1946, pág. 2.
[8] Centro
de Información del Museo Provincial La Periquera. Periódico
“Emancipación”, abril de 1946, pág. 2.
[9] Centro
de Información del Museo Provincial La Periquera. Periódico
“La Antorcha”,
6 de julio de 1946, pág. 3.
[10] Centro
de Información del Museo Provincial La Periquera. Periódico
“Renovación”, 23 de septiembre de 1946, pág. 3
[11] Mayra
San Miguel Aguilar y Hernel Pérez Concepción: ob.cit., pág. 77.
[12] Centro
de Información del Museo Provincial La Periquera. Periódico
“Unión”, 19 de mayo de 1948, pág. 1
[13] Centro
de Información del Museo Provincial La Periquera. Periódico
“La Verdad”,
23 de junio de 1948, pág. 2
[14] Centro
de Información del Museo Provincial La Periquera. Periódico
“La Chomba”,
octubre de 1948, pág. 10.
[15] Archivo
Provincial de Historia. Fondo Gobierno Municipal de Holguín. Ayuntamiento
Neocolonia, Legajo 49, Expediente 2246, folio 50.
[16] Mayra
San Miguel Aguilar y Hernel Pérez Concepción: ob.cit., pág. 78.
[17] Ibíd,
pág. 79-80
[18] Centro
de Información del Museo Provincial La Periquera. Periódico
“Norte”, 8 de abril de 1953.
[19] Centro
de Información del Museo Provincial La Periquera. Periódico
“Norte”, 30 de abril de 1959, pág. 2