Y cosa curiosa en el gibareño, que no solo a su Villa y a sus cosas canta, sino que por el más insignificante de los acontecimientos rivalizan unos con otros en una inagotable vena humorística.
Así, Fermín Fernández Garrido, contemplando en el patio de su muy humilde, pero honrada casa, a un sorprendido cerdo ante el cantar de un sinsonte posado en las ramas de un granado, nos da:
EL SINSONTE Y EL CERDO
Un cerdo desde el corralatentamente escuchabaa un sinsonte que cantabadesde un cercano rosal;como a su juicio era malejecutado aquel trino,así le dijo, vecino,su canto es de mal sabor;y le contestó el cantor:oiga, usted, señor cochino,el que no le haya gustadomi canto, no es de extrañar,lo que pudiera asombrares que fuera de su agrado,no es su gusto delicadopara saborear mí trino,su paladar no es tan finopara apreciar su valor,pues la música, señor,no es comida de cochino!
Que en otro día observaba como su Pavo Real orgullosamente le mostraba su vistoso traje al embelesado perico:
EL PERICO Y EL PAVO REAL
Un Pavo Real que notóde su traje la elegancia,con vanidosa arroganciaasí al Perico habló:¿No es verdad que mi plumajees de lo más primoroso?¿No debe estar orgullosoquien se viste con tal traje?
Así dijo el Pavo Realal Perico cierto día,el que al punto respondía,a fe que no viste mal,pero escucha, he observado( porque no estés engreído)que si vas muy bien vestido,también vas muy mal calzado.
Tal vez pensó el Pavo Realque iba vestido correcto,sin advertir el defectode su traje natural.
Siempre a la vista resaltael defecto en el vestidoo bien por algún descuidoo bien por natural falta.
Que le sirva de escarmientoal que crea ir bien vestidono vaya a quedar lucidocomo el Pavo Real del cuento.
Que don Graciano Daguerre adquiere para su Tenería un burro puertorriqueño, y que éste, ante el exceso de trabajo y la poca alimentación, enflaquece y muere, don Raimundo Sosa, nos deja su constancia:
LAMENTO DE UN MULO PUERTORRIQUEÑO
Desde que vine a esta tierraestoy pasando un tormento,y la alegría ni un momentoen mi corazón se encierra;siendo mi suerte tan negra¿a quién me voy a quejar?si aliviar mi malestarGranciano no lo ha querido,y por hallarme aburridola vida me voy a quitar.
Estoy tan abochornadoque no me atrevo a salir,pues sé que se han de reírde mi desgraciado estado;estoy flaco y jorobadode darle vuelta al molino,y según tengo entendidome quedan muchas que darpara acabar de penarme ahorco o me pego un tiro.
Trabajo de noche y de díay nunca tengo descanso,ya de vivir estoy hartoy morirme desearía;si suelto me veo algún díaha de ser con el cencerroque por doquier que llegomolesto con mí sonary me tratan de agolpearsi no, me “achujan” los perros.
En fin, Graciano, yo esperotomes la resolución;me mandes sin dilaciónseis meses para un potreropues si sigo aquí me muerotrabajando noche y díay yo mejor desearíair a morir a un lugardonde no oyera mentarla maldita tenería.
Que “Nano” Soler adquiere para el tejar un caballo, que como el mulo de Daguerre, por el exceso de trabajo y la poca alimentación se muere, “Paco” Garrido, otro de los versadores de la Villa, se inspira y nos da su:
LAMENTO DE UN CABALLO
Es triste mi desesperosolo me queda exclamar¿cuándo me vas a soltarcuatro meses a un potrero?Pues si sigo aquí me mueroy sin poder comprender,me dan poco que comer,dando vueltas todo el díay que desgracia la mía,vendado para no ver.
Sé que estoy en un tejar,es negra la suerte mía,porque en una Teneríahubo un caso singular;cansado de trabajarun mulo que era mi hermanoestaba gordo y lozanoy enclenque lo vi despuéspreguntando, qué hora es,¿no me oyes, don Graciano?
Oye mi amigo “Nené”de tu compasión yo esperome mandes para un potrerouna semana o un mes;tu alma bendeciré,que no vayas al Purgatorioporque es público y notorio(grava esto en tu memoria)que no vas a la Gloriasi te meto al Consultorio.
Anoche soñé “Nené”que el mulo de Graciano,me decía, buen hermano,muy pronto te esperaré;enseguida relinchéy desperté en el momentoy fue tal mi sentimientoal ver que llegaba el díay de nuevo empezaríaa dar de vueltas un ciento.
Virgen de la Caridad,Caballo bueno, a ti acudo,no me pase como al muloque nunca tuvo piedad;yo tengo necesidadque le digas a Soler,porque se empeña en vera este caballo lozanocomo el mulo de Gracianoque murió por no comer.
Que “Chano” Magariño choca con una niña, y a ésta se le cae al suelo el chorizo que había mercado; nos deja don “Chano” constancia en su:
A UN CHORIZO
Como salía la criaturadistraída de mercar,y al tiempo de yo pasarchocó con mi coyuntura,ella, que apretar procuraentre sus manos el chorizo,cayó al suelo, y lo que hizodijo llorando a don Chano:cógemelo con su manocon el mayor compromiso.
Yo enseguida me agachéy el chorizo le he cogido,más ella no lo ha queridorecibir, no sé por qué;que está tirado en el sueloyo no lo llevo a mi abuelolleno de tierra el chorizo,y en este gran compromisose ha visto ayer el Cojuelo.
Al momento saqué un realy se lo día a la chiquilla,le dije, toma pepilla,ve otro chorizo a mercar;ella cesó de llorar,porque recibió consuelo,fija los ojos al cieloy dice, válgame Dios,tanta lástima me dioque lo recogí del suelo.
Como era una inocenteesta niña y sin malicia,tuve que hacerme justiciasin ser yo el delincuente;ella se quedó impacientey yo me agaché indeciso,en esto llega Narciso,¿qué estás haciendo, Cojuelo?Recogiendo del sueloa esta muchacha el chorizo.
Que don Antonio Ordoñez, “El Torero”, comprador de aves en la Villa, oficio que también lo era de don Francisco Rodríguez, “Pancho el Curita”, y que éste cierta mañana le da la mala a su compañero; don Mundo Sosa, en su fecunda imaginación, les dedica:
Estando Pancho “El Curita”comprando una carga de pollo,sin darse cuenta Antoniopor trasmano se la quita.al verlo se escandalizay le dice sin pensar:no me trates de engañar,porque no te lo consiento,pues soy un isleño, y sientocomo cualquier animal.
Que Tomasito, “El Cochero” concurrente asiduo al café de Don Mundo Sosa, siempre hacía alarde de las cien gallinas finas que decía tenía en su patio; Mundo Sosa le dedica:
Las gallinas de Tomásno son “jabá”, que son “prietas”,y de pelear por la cercatienen cabeza “pelá”.
Que don Santiago Velázquez, “El Guapo”, al pasar por el frente del café suelta tremenda “mascá”; don Mundo Sosa a todos hace reír al dedicarle:
Soltó “El Guapo” una “mascá”enfrente del paradero,que si la halla un tabaquerohace su felicidad.
De don Isidro Bacallao, carretonero de la Villa, con sus ochenta años de edad en el mismo oficio, don Mundo Sosa deja constancia:
La mula de “Bacallao”come tierra, come fango,come cáscara de mangoporque el tiempo está chivao.
Que “Candunga”, trata de mortificarlo, el mismo Mundo Sosa le dedica:
He de bajar a la tumbaaunque me coma el gusano,por no hablar con un cubanotan puerco como “Candunga”.
Que Pepe “Fiao” tiene una novia, y su compañero Nino “Cañón” se la quita, y éste solicita de Mundo Sosa una composición poética para reconquistarla:
Ningún trabajo me cuestadedicarle una poesíaa un amigo que hace díasle han quitado la galleta.Pobre Pepe, se lamentade no conseguir su fin;busca amigo otro jardín;donde tú seas el jardineroporque es triste ver a un cocheroen la calle y sin llavín.
Que este Pepe “Fiao” siendo cochero de Luis Corella, al que daba por la noche cuenta de la labor diaria rendida, trataba siempre de engañarlo, repitiéndose cada noche las mismas frases de mira, Luis, una peseta de la carrera que le di a Fulano; mira, Luis, otra peseta de la carrera que le día a Sutano; con la contestación de ¿y la que le diste a Fulano; y la que le diste a Sutano?, por parte de Luis: Cansado de su oficio de cochero, Pepe "Fiao" trata de irse de la Villa, a la que desde la Estación del Ferrocarril dedica en alta voz esta improvisación:
Adiós, Gibara la bella,con sus murallas de guano,ya se despide un cubano...
Y antes de poder decir el último verso:
“porque el hambre lo atropella”!
se escucha la voz de Mundo Sosa que lo termina diciendo:
“que acabó con Luis Corella”
Cuéntase en la Villa que este Raimundo Sosa tenía colocado en la pared de su café, situado frente a la Estación del Ferrocarril, un cartelón que decía:
Fiar es perder el amigo,la paciencia y el dinero,más vale decir no puedoy así no tendré enemigos.Si fío doy lo que es mío,si presto, al cobrar me forman gesto,y para evitar todo esto,ni fío, ni doy, ni presto.
Que en la Villa vive “Traga Nickel”, a la que engañan con una moneda falsa; Juan Caballero le dedica unas décimas, parte de las cuales dicen:
Como a mi me cuentan todolo que pasa en Mayarí,yo voy a contarle aquívarias cosas a mi modo.pero si a alguno incomodo,entonces no es culpa mía,porque en esta algarabíaque tal parece un ciclón,se ve de noche un cordónque sube por La Vigía.
Que Mayarí era uno de los barrios de la Villa, como también lo era el de La Loma, rivales ambos; y por ello los de La Loma no visitaban a los de Mayarí, ni éstos a aquéllos; llegando el odio a tal extremo entre ambos barrios, que Anita, vecina del de Mayarí hace colocar en el frente de la casa un cartelón en el que se leía:
Esta es la casa de Anita,la Reina de Mayarí,vengan, pues, a morir aquí,los de la Loma maldita.
Que Paco Garrido, acompañado de Rafaelito Garrido, de Tavito Claro y de Toño González, en pos de trabajo, abandonan la Villa para dirigirse al lejano Central “Manatí”, procuran dejar constancia de esa aventura; y así “Paco” Garrido envía a sus amgios de la Villa los siguientes versos:
EXCURSION
Fuimos a buscar fortunade Gibara a Manatí,y llegando luego aquícaminando desde Tunas,en noche oscura y sin luna;yo dormí en un barracón,se me afligió el corazóny estuve al soltar el grito,contemplando a Rafaelitoque tenía gran aflicción.
También contemplaba a Tanoy a mi amigo Primitivo,hablaban de los nativosdiciendo que eran cubanosy entonces les dije, hermanos,diciéndoles con franqueza,tenemos muchas traviesasque vamos a atravesar,está bueno de pensar,que me duele la cabeza.
Seguimos nuestro caminosiempre fuertes y decididos,con los pies adoloridosy casi al perder el tino;pero cosas del destinonos pusimos a descansaral pie de un cañaveral,que la brisa lo meneay vimos la chimeneade este colosal Central.
Pasamos por el Fortíny sin poder comprendernos llevaron al Cuartely yo no sé porqué fin,pensé en seguida en Delfínque era nuestro paisano;en eso llegó Marianoy les habló de esta manera:déjense de guanajeraque son obreros cubanos.
Con que suerte se navegapensando en el embeleso,pues Mariano nos dio quesode su Colonia “La Vega”;esto es una suerte ciegaque algún santo la iluminapensando en que se caminaen estas tierras cubanaspor los montes y sabanas,por los prados y colinas.
En fin fuimos al Bateyy al cabo de poco ratonos fuimos al Sindicatomás estropeados que un bueyy como era la Leyel buscar algún sustento,yo puse un plan al momentoy se me frustró enseguida,pues no apareció comiday todo se volvió un cuento.
Y yo no se con qué finnos fuimos al Paraderoy por el mismo senderofuimos a ver a Delfín;ya yo estaba que era un güinpor la falta de alimento,pero Delfín muy atentonos dio un ajiaco criollo,mejor que un arroz con pollo;por mi madre, no miento.
Gracias te damos paisano,Rafael, Tivo y Garrido,quedamos agradecidos,lo mismo te queda Tano,así ha sido Ud., buen hermano,un hombre puro, sincero,y en estos versos yo quierobrindarte mi estimacióncon todo mi corazón,junto con mis compañeros.
Juan Caballero también se inspira:
Quisiera ser Esproncedapara llegar a la metay hacer buena esta cuartetaa mi amigo Castañeda;pero tan solo me quedaofrecerte esta poesía,de esta pobre musa mía,de un humilde pescador,que a la vez es cazadory le gusta la jutía.
El pargo está en veda,no lo podemos pescar,dónde iremos a parar,apreciado Castañeda;ya tan solo nos quedaponernos a coger conquinaso sentarnos en la esquinapara ver si desde el Cielonos quita Dios este veloy pescamos la sardina.
Joaquín es un buen amigo;me encargó unos camaronesy le traje tiburones,está muy bravo conmigo;voy a ver si le consigopara llevarlo a pescaraunque sé que en alta mary en un bote tan chiquitono va a querer ni un poquitoque lo vuelva a convidar.
Y para ponerle fina este verso tan opaco,yo pienso llevar un sacopara meter a Joaquín;quizá si en Cacoyugüínpueda coger un sábalo,porque pescar un escualohace dar escalofrío,y así llevándolo al ríotal vez no se ponga malo.
Hace su llegada “Patoto”, la sensación del día, y Ángel Bolito le dedica un bolero:
¡Ahí viene Patoto!
¡Ahí viene Patoto!cierra la puerta paisana que va a entrar.Cuando Patoto llegóa la Villa de Gibarase formó una algabaray un gran titingó.Tráeme un jamón;¿y la raspa del arroz...?¡Alto el plato, se acabóque ya Patoto llegó!
Y da motivo a innumerables chistes y composiciones poéticas, en la que todos intervienen, falta de ritmo, pero llevando al mérito de la actualidad:
Todo el mundo se alborotó
Vicente Salermo y quiero que el pueblo vea
“El 20 de Mayo” que con los precios de Patoto
Vicente se fue en diarrea.
Nano Sánchez se recrea
Nano Sánchez mirando desde el balcón,
“La Popular” como Vicente no vende
media libra de jamón.
Manuel Corrales Manuel Corrales comenta
“Casa Corrales” con su primito Ramón
como Patoto no deja
“pa” un kilito de bombón.
Ahora Asdrúbal se lamenta
Asdrúbal Corella y mira con atención
“Hotel Plaza” que si Patoto no se aleja
se morirá del corazón.
José Buere. José Buere con tristeza
“Café El Suizo” le grita a Luis García,
Luis García que si Patoto se queda
“Bar Caribe” se muere de pulmonía.
Juan Silva Dicen que Juan Silva
“Casa Silva” le decía a Martín Tejeda,
Martín Tejeda que se va a sacar boniato
Bodega “La Caridad” si Patoto se nos queda.
Lo que causa alboroto
Pepín Longoria y a Pepín causa espanto,
Banco “Núñez” es que Patoto dice
que piensa poner un Banco.
Ya Patoto tienen a Fino
F. Escalona todo lleno de agravio,
“La Miscelánea” ya no quiere oír su nombre
ni aunque fuere por la radio.
Domingo Salermo de haberse ido de Gibara,
Ya que Patoto no deja
ni pá un plato de ensalada.
Dicen que Paco Labrada
Paco Labrada está triste comentando
Bodega que si Patoto se queda
Se le verá serruchando.
Toño muy acongojado
Toño Cardona se recuesta al mostrador;
Bar “La Mía” Patoto, si te quedas
Me veré de pescador.
Pobre Pedrito Salermo,
Pedro Salermo como llora y se lamenta,
“La Chiquita” desde que vino Patoto
no vende ni una pimienta.
Rubén Andrés rugía
Rubén Andrés que parecía un León;
Bar “La Gibarita” y en un rugido decía
Yo mato a ese Patatón.
Un hombre se ha desmayado
Los del Teatro en la esquina de la Unión,
Unos dicen que es Panafón,
Otros dicen Pepillón,
Otros dicen Rugerón
Y por fin fue Cenefón;
Y al volver en sí Paquito
Llamó enseguida a Magón,
El Teatro no nos lo quita
Ni Patoto y su escuadrón.
Dicen que Patoto vende,
Juan Seva anillo, pulsa y reloj,
Platería “El Jordán” y al enterarse Juan Seva
de pura rabia lloró.
Carlos no vende ni un jarro
Carlos Escalona desde que llegó Patoto,
“El Bazar” su negocio se ha roto,
y se le formó el titingó.
Dicen que Mario Barciela
Mario Barciela se está muriendo de espanto,
“La Rancherita” después de gastarse tanto
haciendo nueva su tienda.
A Salermo el ferretero
Fulgencio Salermo se le oxidan las puntillas,
“La Miscelánea” no vende ni una cabilla,
al cantar está el manisero.
Lola “La China”, comenta
Lola Jiménez con Toñito Gavilán,
“Casa Lola” si Patoto pone fonda,
yo quito mi restaurant.
Gavilán le dice triste,
Cabizbajo y perezoso,
Toño Gavilán yo vendo pan muy sabroso,
“La Moderna” pero si él se queda aquí
y pone aquí panadería,
que será Lola de mí,
me voy para La Vigía.
Chino Sampera se aflige
Y llora sin compasión,
Pues le han dicho que Patoto
al vender los terminales,
no anda mirando reales
y dará más comisión.
El buen Padre el otro día
Ángel Padre a Patoto maldecía,
Librería pues estaba comentando
Que pondrá una librería.
Un cartel ha puesto Enrique
Diciendo que no fía más,
Enrique Herrera pues desde que llegó Patoto
Quincalla todo le ha ido pá tras;
y mientras los comerciantes
lloran y se lamentan,
todo el pueblo de Gibara
muy feliz se carcajea.
Las cosas de Pepe “El Chino”
José Chi San no tienen comparación,
“Hotel Camagüey” quiere comprar un avión
para meter a Patoto
y mandarlo pa Cantón.
Bringa muy acongojado
le decía a Guardito,
Carniceros Gerardo, estamos perdidos,
Patoto mató un puerquito.
Monguito se ha vuelto loco
Ramón Hernández y dice que va a cerrar,
Bodega pues lo ha hecho quebrar
El maldito de Patoto.
cts. cts. cts.