“Al asumir la
presidencia de la
República Ramón Grau San Martín tenía 57 años y una fortuna
apreciable como consecuencia de la herencia familiar y por su profesión de
Fisiólogo donde alcanzó gran reputación, tanto dentro como fuera de las aulas
universitarias. (Grau) fue miembro de la Academia de Ciencias Médicas, Físicas y
Naturales, entre otras, además de ser un esgrimista consumado”[1].
Millo Ochoa y otros auténticos visitan a Grau San Martín en el Palacio Presidencial |
Su discurso presagiaba que era su partido el único “gran núcleo que puede hacer y que hará en Cuba la revolución nacionalista, socialista y
antiimperialista (…). La Revolución Auténtica es el porvenir inmediato de
Cuba”[2].
Lógicamente estas perspectivas transformadoras colmaron de esperanzas al pueblo
e igual, el flamante presidente sabía cómo ganar las masas a su favor, de ahí
su programa nacionalizador que logró capitalizar el descontento popular.
Incluso, al tomar posesión de la Presidencia Grau
juró ante notario público de la posesión de sus bienes y convocó a sus
Ministros a que hicieran lo mismo, pero eso no pasó de un gesto teatral, aunque
muy visto por los cubanos, hastiados como estaban de tanta corrupción.
Se reconocía en Grau al “Mesías de la Cubanidad”, tal como le decían sus acólitos, el
hombre que iba a transformar la sociedad neocolonial cubana, por lo que alcanzó
un apoyo mayoritario al iniciar su gobierno. Junto a ello el presidente contó
con buen desenvolvimiento económico durante su periodo presidencial durante su
periodo presidencial y con él quedaba atrás el ciclo castrense al eliminarse a
todos aquellos que dentro del Ejército estuvieron cerca de Batista. Y para
colmo de felicidad para Grau, logró mayoría en el Congreso cuando los tres
senadores del Partido Socialista Popular apoyaron su gestión administrativa.
Sin embargo el primer Auténtico en el poder no hizo nada de lo que prometió
durante su campaña. Se caracterizó su Gobierno por la corrupción administrativa
y por autorizar el gangsterismo, amén de que en su gabinete se integraron
algunas personas sin calificación para los cargos a los que habían sido
designados. El primer gabinete de Grau lo formaron: Luis Pérez Espino, como
Secretario (Ministro) de educación; Manuel Fernández Supervielle, hacienda;
Sergio I. Clark, comunicaciones; Carlos Cruz, justicia; Germán Álvarez Fuentes,
agricultura; Salvador Menéndez Villoch, defensa; Alberto Inocente Álvarez,
comercio; Carlos Azcárate, trabajo; Gustavo Cuervo Rubio, estado; José A.
Presno, salubridad; Segundo Curti, gobernación; Gustavo Moreno, obras públicas
y Julián Solórzano, presidencia.
Posteriormente llegó al Gabinete un nuevo Ministro de Educación, José
Manuel Alemán, quien era descendiente del General de División del Ejército
libertador José Braulio Alemán. Desde entonces y por presiones de la cuñada del
Presidente, ese ministerio junto al de la construcción, se convirtió en centro
de las botellas que ampararon el inciso K. entonces el Partido Revolucionario
Cubano (Auténtico) se convirtió en la vía idónea para escalar posiciones en la
administración.
Alemán hijo disfrutó poco su fortuna porque murió de cáncer en La Habana (no en USA) en 1950. 3/10/2024
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