Por: Luis González Pérez.
El Grupo Humboldt comprueba la Tesis de Bariay en
octubre de 1941.
Desde el desembarco del gran almirante Cristóbal Colón en tierra cubana,
hasta el mes de octubre de 1941, es decir, 449 años, estuvieron pendiendo como
una espada sobre nuestra historia las siguientes preguntas: ¿Cuál es el puerto
de San Salvador, en la costa norte de Cuba?, ¿Donde desembarcó Colón el 28 de
octubre de 1492? y ¿En que lugar de las costas de Cuba tomo tierra Colón?
La perdida del único documento autentico, el Diario de Colón, escrito por
el propio almirante, entre otras causas, trajo durante siglos la duda de la
ruta seguida por Colón y del lugar donde desembarcó en Cuba; ello que desató
una incontenible controversia histórico – geográfica en la que no pocas
hipótesis de diversos investigadores y autores nacionales y extranjeros
atribuían a diferentes lugares entre Nuevitas y Baracoa, el sitio exacto de la
recalada de Colón.
Los estudios realizados para determinar el lugar exacto del desembarco
colombino se fueron inclinando hacia el puerto de Gibara desde la década de los
años 60 del siglo XIX, con investigaciones como la del chileno F.A.Vernhagen
con su trabajo “Descripción de las rutas del descubridor Cristóbal Colón”
publicadas en 1864 y 1869 y la del investigador canario Antonio M. Manrique
Santiago, “Investigaciones históricas y geográficas. Rutas del Almirante Cristóbal
Colón en costas de Cuba”, publicada en 1889; los trabajos del investigador
cubano Herminio C. Leyva y Aguilera: “Derrotero de Cristóbal Colón por las
Bahamas y costas de Cuba” y “Primer viaje de Colón. Estudio acercas del primer
puerto visitado en la isla”, dado a la luz en el año de 1892; incluyendo la
obra del almirante español don Patricio Montojo, quien mandara la escuadra
española en el combate de Cavite, Filipinas, en 1898: “Las primeras tierras
descubiertas por Colón” escritas con motivo del IV Centenario del
Descubrimiento en 1892.
El problema histórico–geográfico continuo siendo objeto de controversia. El
eminente historiador cubano Ramiro Guerra, en el primer tomo de su importante y
conocida obra: "Historia de Cuba" publicada en 1931, resume la
disparidad de opiniones que se mantenía aun en los inicios de 1920existentes para
fijar el punto de desembarco de Colón en su primer viaje: ”El lugar donde el
Almirante tomo tierra el citado 28 de octubre de 1492, no ha podido ser fijado
con exactitud”
Un año después, en 1922, continuando la línea que propone a Gibara como el
puerto exacto y definitivo del arribo colombino, el eminente ingeniero civil
cubano Luis Morales y Pedroso presento como conferencia, en la Sociedad
Geográfica de Cuba en la sesión del 3 de abril de 1922, un meticuloso, razonado
y documentado trabajo titulado: “Lugar donde Colón desembarcó por primera vez
en Cuba” que prácticamente convenció a la comisión designada y encargada por
aquella institución científica para estudiar el trabajo y emitir una conclusión
al respecto.
El estudio del Ingeniero Morales Pedroso “iba imponiéndose, entre los
doctos cuando a propósito de la celebración anual del descubrimiento varios
investigadores y escritores apasionados con el tema, pusieron en duda las
conclusiones de Morales Pedroso”[1].
La discusión mantuvo en pie otras teorías y retornaba al punto de partida.
Por esto en el mes de septiembre del año de 1936, por iniciativa de la Sociedad
Colombista Panamericana y del Lyceum de La Habana, interesados en dejar
señalada con exactitud la ruta de Cristóbal Colón por las costas de Cuba en su
primer viaje, libraron la convocatoria de un certamen historico–geográfico en
la que invitaron a las entidades y personas que hubieran realizado
investigaciones en torno a este importante asunto para que presentaran sus
trabajos de acuerdo a la pregunta siguiente: ¿cuál fue la ruta exacta que por
la costa norte de Cuba recorrió Colón en sus carabelas en el viaje del
Descubrimiento de América desde la tarde del 27 de octubre de 1492, hasta que
abandono nuestra isla el 4 de diciembre del propio año?
A principios del año de 1937, después de una rigurosa selección y un
estudio profundo y concienzudo de las diversas monografías, el Jurado integrado
por reconocidas personalidades como los doctores Elías Entralgo, Emeterio
Santovenia, José Maria Chacón y Calvo y Fernando Du Bouchet, entre otros;
acordó distinguir por su fondo y por su forma el trabajo presentado por el
piloto mercante J. Van Der Gucht y el ingeniero civil S. M. Parajon, titulado:
“Ruta de Cristóbal Colón por la costa norte de Cuba” porque el trabajo da
consideraciones evidentes que permiten asegurar “que el desembarco de Colón
debió verificarse en un puerto comprendido entre Gibara y Cabo Lucrecia”. Seis
puertos hay en ese corto tramo de costa, Gibara, Jururú, Bariay, Vita, Naranjo
y Sama, pero según la investigación, es el puerto de Bariay el que “mayor
número de probabilidades tiene para merecer ese honor, sin que ello signifique
que el jurado indique como cierto dicho puerto, por estimar que con las fuentes
de que disponemos hasta hoy y dentro de los limites antedichos, es imposible
llegar a una conclusión”[2]
O sea, que el jurado dejó un espacio para la incertidumbre y no dio un fallo
definitivo a aquel viejo problema histórico–geográfico, que todavía continuó
sujeto a polémicas y a la inseguridad.
Pero esa incertidumbre concluyó en el verano del año de 1940 cuando a bordo
del velero “Mary Otis” el arqueólogo naval y navegante experto norteamericano
Samuel Eliot Morison, profesor de Historia de la Universidad de Harvard, bajo
los auspicios de la “Harvard Columbus Society” repitió la ruta del primer viaje
de Colón “desde la recalada de San
Salvador por las Bahamas a Cuba y a lo largo de la hermosa provincia del Oriente
hasta el Cabo de Maisí.”[3] De acuerdo con las indicaciones del Diario el
doctor Morison hizo el mismo trayecto que Colón, lo que le permitió confirmar
los argumentos anteriores que estaban a favor de la bahía de Bariay como lugar de
llegada de Colón. (argumentos que habían sido expuestos en 1936 por Parajón,
Van Der Gucht y el Dr. Carlos Iñiguez).
Prosiguiendo el itinerario de Colon, el Dr. Morison con sus acompañantes
arribo al puerto de la ciudad de Santiago de Cuba el 25 de junio de 1940. ¿Cómo
conocieron la Sociedad de Geografía e Historia de Oriente (SGHO), y el recién creado Grupo Humboldt (GH) al
especialista norteamericano al llegar a la ciudad?
Pensamos que por la vía de la prensa; seguramente que fue cuando en el
“Diario de Cuba” del 25 de junio de ese publicó en la sección “Noticias el Puerto” la siguiente información: “Procedentes de los
Estados Unidos y de distintos puertos de la costa norte de la Isla, entro en
puerto el yate americano Mary Otis en el cual hacen un viaje de estudios de la
ruta de Cristóbal Colón en el viaje del descubrimiento de Cuba un profesor y un
alumno de la Universidad de Harvard”.[4]
Al siguiente día, 26 de junio, en el vestíbulo del hotel “Casa Granda” se produjo
el encuentro entre el Dr. Morison y el Dr. Pedro Cañas Abril, presidente de la
SGHO, destacado profesor de Geografía del Instituto de Segunda enseñanza de
Santiago de Cuba, lo acompañaba Luis Casero Guillen, miembro de la SGHO, ambos
fundadores del Grupo Humboldt, cinco meses antes. Con ellos iba el reportero
del Diario de Cuba, Aurelio Fernández Viña, a quienes Morison, de inmediato,
mostró las rutas seguidas por Colón en sus viajes de descubrimiento, que habían sido recorridas por él en el viaje
recién concluido y plasmadas en una magnifica carta geográfica de las aguas que
rodean las costas orientales cubanas. A la pregunta de sus anfitriones acerca
de su segundo viaje desde Las Bahamas a la costa norte de Cuba el Dr. Morison
explico con el vigor profesional que lo caracterizaba: “Este segundo viaje se inicio en Miami a bordo de la Mary Otis,
embarcación de 45 pies
de largo con un desplazamiento de diez toneladas, y cuyo aparejo es de tipo
Queche, el más apropiado para una navegación como la que estamos realizando.
Nuestra primera escala fue en la isla de Watling denominada Guanahani por los
indígenas y que fue el primer pedazo de tierra americana vistas por hombres de
Europa.
“De all,í bordeando los
cayos y bajos que abundan en las aguas del Norte de Oriente, navegamos hasta
Gibara, con el objetivo de precisar el punto exacto donde verificó Colón su
primer desembarcó en la isla de Cuba”[5]. Y
sobre el punto exacto donde desembarco Colón afirmo, Morison, de manera
categórica: “He podido comprobar que el
primer puerto cubano en que recaló el
Descubridor de América fue el de Bariay, situado al este de Gibara. Coincide
exactamente la detallada descripción de esa rada hecha por el Gran Almirante en
su diario de viaje con la citada de Bariay a la que bautizo con el nombre de
San Salvador”[6].
La importancia que tuvo el encuentro entre el Dr. Morison y los
representantes del Grupo Humboldt, quienes lo atendieron y ofrecieron, además,
informes de gran interés y utilidad relacionado con su proyecto de reconstrucción
histórica, radicó en que estos últimos conocieron la experiencia práctica
mediante la cual Morison, con el Diario de Colón y la investigación de Van Der
Gucht y Parajón, como herramientas de trabajo, confirmó el puerto de Bariay
como el lugar del arribo colombino; y que sin lugar a duda, el Dr. Cañas Abril
y Casero que conocían todo lo relacionado con la larga polémica, se
convencieron del resultado expuesto por el profesor norteamericano, y
apreciaron su imparcialidad en lo que atañe al problema histórico del primer
puerto de Cuba visitado por Colón. Fue éste encuentro el primer paso que los
condujo, un año después, a interesarse y actuar en la confirmación cubana de la
polémica tesis.
Quince días después, el 10 de julio de 1940, en la Academia de Ciencias, el
Dr. Morison pronuncio una conferencia acerca de la ruta de Colón, "previa invitación de la Sociedad
Geográfica de Cuba, con motivo de la expedición que dicho profesor llevo a cabo
para seguir la ruta del Gran Almirante, desde el Puerto de Palos de Moguer
hasta las Antillas"[7].
Al llegar al tema de Bariay, apoyándose en sus cartas geográficas, el
Diario y el trabajo de Parajón y Van Der Gucht, que estaban presentes en la
conferencia, Morison afirmó de manera explicita y segura: “No albergamos duda alguna después de seguir su ruta SSO, desde las
Islas Ragged, que San Salvador era la Bahía de Bariay. Como dice Colón, el
acceso a esa bahía es “sin peligro de baxos ni de otros inconvenientes”. Baraiy
tiene una anchura de tres cuartos de millas, como para voltejear en ella, y las 12 brazas
(11 de las nuestras) que Colón señala como profundidad. Igual esta bahía está
frente a los promontorios del que habla el Almirante, los mangles cubren las
playas interiores como observó Colón, y las montañas se elevan en el interior.
Una de estas le hizo recordar la Peña de los Enamorados en el reino de Granada
y desde la cual el cristiano Manuel y la mora Laila, se despenaron al ser
perseguidos por el padre enfurecido. Otra montaña, es inequívoca como para
identificar la Bahía de Bariay: “y una de ellas tiene encima otro montecillo a
manera de una hermosa mezquita” [8].
Pero a pesar de que Morison confirmo que San Salvador era la bahía de
Bariay, el problema continuo vigente, situación que vuelve a la luz en el
artículo “Bariay fue Puerto de desembarco de Colón en Cuba”, publicado en la
revista Carteles a finales del mes de octubre de 1940, por Van der Gucht y
Parajón. En él los científicos cubanos exhortan a concluir la polémica al
respecto, opinando que la Sociedad Geográfica de Oriente [entiéndase la
Sociedad de Geografía e Historia de Oriente]: “podía tomar a su cargo la resolución oficial del problema, efectuando
cuantas investigaciones estimase que hicieran falta, hasta dejar erigida en una
de las arenosas playas de Bariay una sencilla tarja que fije y conmemore definitivamente
el nacimiento de Cuba a la civilización”[9].
Luis Boix Comas, fundador de la SGHO [1939] y Secretario del Grupo Humboldt
[1940] al leer el articulo de los dos investigadores, es quien solicita el
tema: “Lugar del desembarco de Colón” para la próxima junta del Grupo Humboldt
que tendría lugar a principios del mes de noviembre de 1940, sobre todo, dice, por
la importancia que tiene para la SGHO y el Grupo Humboldt, este último como su
Sección de Excursiones. Por lo anterior es que en la noche del 7 de noviembre
de 1940, en uno de los salones del edificio del Gobierno Provincial de Oriente
–sede de la SGHO y del GH– se efectuó la junta No 11 de ese Grupo, presidida
entonces por Francisco Repilado Gutiérrez, y como secretario de la misma Luis
Casero Guillen.
A la junta asistieron trece miembros, la mitad del grupo, que a decir del
Dr. Felipe Martínez Arango “tuvo sus raíces en una brillante iniciativa de Luis
Casero y en los esfuerzos de los Dres. Ulises Cruz Bustillo y Pedro Cañas Abril
–y de otros compañeros no menos estimables– que le dieron el tono académico y
lo dejaron oficialmente ajustado -el día 4 de febrero de 1940– como la Sesión
de Excursiones de la Sociedad de Geografía e Historia de Oriente, fundada en
Santiago de Cuba el año anterior”[10].
Integrado por personas dedicadas al estudio y de indiscutible competencia
en la ciencia, existía entre los integrantes del Grupo Humbolt consagración y
sabiduría. Su misión era la de investigar todo lo pertinente en relación con la
geografía y la historia de la provincia, aportando la mayor suma de datos en
una y otra ciencia, para ratificar lo ya dicho por otras personalidades, que
han dedicado su tiempo a las investigaciones en estas dos ramas de la ciencia.
En aquella reunión con el tema “Lugar del desembarco de Colón” solicitado
por Luis Boix, se encontraba en el orden del día. Al llegarle su turno Luis
Boix informó a los humboldtistas presentes el contenido del articulo y la
sugerencia de los investigadores Van der Gucht y Parajón de que la SGHO pusiera
punto final al problema. A propuesta del Secretario de esa junta, Luis Casero
Guillen, se acuerda dirigirse al Dr. Pedro Cañas Abril, Presidente de la SGHO,
quien se encontraba en la capital de la Republica cumpliendo deberes
profesionales, “indicando la conveniencia
de celebrar una sesión dedicada exclusivamente a esa cuestión, invitándose a la
misma personas eruditas en la materia, e inclusive al propio Ing. Parajón a la
SGHO”[11].
Aceptada la propuesta de Casero se tomo el acuerdo y quince días después,
el 22 de noviembre de ese año, a las 2 y 30pm, se llevo a efecto la Junta No 12
en cuyo orden del día se mantenía el asunto “Lugar
del desembarco de Colon”. Intervino el Dr. Pedro Cañas Abril quien dio a
conocer que “había recibido la instancia del Grupo Humboldt acerca de la
conveniencia de celebrar una sesión en la cual se trate los puntos de vista que
sostiene el ingeniero Parajón y el profesor Morison, de la Universidad de
Harvard, sobre el desembarco de Colon por Bariay, indicando que próximamente procederá
a la convocatoria de esa sesión con el propósito de tratar de que la vieja
cuestión del lugar por donde desembarco el Almirante sea resuelto
definitivamente”[12].
No se ha encontrado el acta de la sesión o de la junta que confirme si se
llevo a efecto la actividad científica acordada en el seno del Grupo Humboldt
para estudiar a fondo los puntos de vista coincidentes acerca del suceso
histórico y geográfico. Pensamos que el estudio se realizo por los miembros de
la SGHO y del Grupo Humboldt dirigidos por el eminente geógrafo y profesor de
esa especialidad Dr. Pedro Cañas Abril; tomándose la acertada decisión de que
si no se podía resolver definitivamente el viejo problema histórico-geográfico,
por lo menos se podía hacer el intento de llevar un poco mas de claridad a tan
discutido problema, visitando las bahías y lugares andados por Colón, por lo
que la presidencia de la SGHO, encargó el cumplimiento de esta tarea a su
Sección de Excursiones,el Grupo Humboldt. El “Grupo” como le llamaban
cariñosamente sus miembros y admiradores, se propuso en el año de 1941,
coincidiendo con el 449 aniversario del arribo de Colón a nuestras costas,
realizar este intento mediante la preparación y ejecución de dos
excursiones programadas para el mes de
octubre de ese año.
En el programa para las excursiones de ese año ocuparon los lugares 21 y 22
con el nombre de Ruta de Colon 1 y 2. La primera visitaría y estudiaría:
Gibara-Sama o Gibara-Cabo Lucrecia, y la segunda visitaría la línea costera
Gibara-Manatí.
Las excursiones hacia esos lugares de la costa norte de Oriente fueron
preparadas cuidadosamente y con el entusiasmo característico de los
humboldtistas, ya que en el centro de su ánimo estaba, además de ayudar a
resolver el citado problema, demostrar que la SGHO y el Grupo Humdoldt tenían
la capacidad científica de contribuir a la solución del aun controvertido
dilema.
La excursión “Ruta de Colón 1”
se efectuó durante los días 9, 10,11 y 12 de octubre de 1941. Por la Circular
de la misma (documento que orientaba los fines de la actividad y su
organización a cada miembro) el objetivo fue el de: “reconocer las bahías que se encuentran en el tramo de la costa norte de
Oriente comprendido entre Gibara y Sama, o sea, la porción del litoral que
según el fallo del jurado del Concurso de la Sociedad Colombista Panamericana,
incluye el lugar donde Colón desembarcó por primera vez en Cuba”[13].
“En secuencia el Grupo visitaría las
bahías de Gibara, Jururú, Bariay, Vita, Naranjo y Sama, también la Silla de
Gibara y algunas playas cercanas a dichas bahías”[14].
“La Ruta de Colon 1” fue organizada como lo exigía el reglamento oficial
del Grupo Humboldt: como líder (organizador y jefe) el Dr. Manuel W. Aguilera
Maceira, líder auxiliar (Co-líder): Ing. Ulises Cruz Bustillo, Cronista: Luis Casero
Guillen, quien era el responsable de acopiar todos los pormenores ocurridos
durante la excursión y reflejar como se cumplía el objetivo de la actividad, de
una manera comprensible y atractiva al lector, además de recoger las
impresiones de los demás miembros, incorporándolas a su escrito o anexándolas
como trabajos individuales a la crónica, que posteriormente se analizaban
juntas.
Según la circular de esta excursión, el itinerario que había que seguir por
el Grupo fue elaborado por el líder de la misma, el Dr. Aguilera Maceira,
gibareño de nacimiento y conocedor de la zona que se estudiaría por los
excursionistas. Aguilera Maceira también fue el encargado de escoger los días
para realizar los estudios necesarios en los lugares previstos.
Siguiendo el itinerario propuesto fue el día 10 de Octubre el escogido para
recorrer en una lancha gasolinera toda la bahía de Gibara y desembarcar en
algunos lugares interesantes del litoral. Posteriormente salida y llegada en
camión a la Silla de Gibara, una interesante montaña que juega un importante
papel en el problema que motivo esta excursión. Y luego llegada a la bahía de
Bariay: “allí almorzaremos, después
saldremos al puerto de Jururú en la misma embarcación y más tarde salida de
Bariay para el central “Santa Lucia”[15]
Todo el recorrido que duraba 12 horas completas.
El sábado 11 de octubre estaba previsto la visita al puerto de Vita, donde
estarían toda la mañana, regresarían a Naranjo para comer y a dormir. Este recorrido
también duraba unas 12 horas.
“Domingo 12 de octubre:
salida en lancha remolcadora para la bahía de Sama. Después de realizar el
correspondiente estudio de dicha bahía, tendremos la oportunidad de visitar
algunas personas que posean objetos indios de apreciable valor”[16] Este
recorrido debía durar unas 8 horas.
A través de la circular se repartieron las responsabilidades individuales y
colectivas para cada participante: “el
Dr. Juan de Moya Flamand tendría a su cargo el botiquín medico, Luis Boix, Moya
Flamand, Freyre y Repilado tendrían a su cargo las fotografías en blanco y
negro. Sabater llevaría los rollos Koda-Crome para las fotos de la exacta
cámara Bandtan (orgullo del Grupo). El DR Cañas será el responsable de indicar
las fotografías documentales que deberán tomarse. Los Doctores Cañas y Aguilera
y el señor Freyre recogerán ejemplares geológicos y mineralógicos. Por su parte
Mr. Bucher y Boytel atenderán el aspecto de la zoología. El ingeniero Sr.
Ulises Cruz Bustillo llevara un mapa de la región que visitaremos y levantara
los croquis necesarios”[17].
Participaron en la excursión 13 humboldtistas y un invitado de honor: el
hermano Justo Félix, del colegio La Salle quien aportó su sabia colaboración
para lograr concluir el problema-objetivo de la excursión.
El mismo día de la partida del Grupo Humboldt hacia la costa norte oriental
el Diario de Cuba, máximo órgano de prensa provincial radicado en Santiago de
Cuba y admirador del Grupo Humboldt, publico la noticia de la excursión con el
siguiente, y atractivo, titulo: “Interesante
excursión histórica organiza el Grupo Humboldt. Visitara los puertos de la
costa norte donde se cree pudo desembarcar Colón” en la que se dió a
conocer la importancia y la finalidad de la misma “llevar un poco mas de luz al tan discutido problema del lugar por donde
desembarcó el Gran Almirante en su primer viaje de descubrimiento de Cuba, el
27 de octubre de
1492”[18]
De la labor llevada a cabo por los integrantes del Grupo en la zona
Gibara-Cabo Lucrecia, y que se extendió a la zona de Banes, nos informa, de
manera general Luis Boix, fundador del grupo y su secretario entre los años
1940-1945. Durante aquellos tres días “se recorrieron las bahías del tramo
comprendido entre Gibara y Banes con el fin de replantear la ruta de Colon al
descubrir Cuba. Se estudiaron los vientos, corrientes, sondeos, rumbos,
distancias, alturas, señales, etcétera. Se encontró un residuario de los
aborígenes de Bariay.”[19]
Lastima que esta información no aporta la riqueza de los detalles del
trabajo individual y colectivo realizado por el Grupo en las zonas estudiadas.
Por el Diario de Cuba se sabe que el Grupo Humboldt regresó a la ciudad de
Santiago de Cuba al concluir su primer periplo colombino el lunes 13 de Octubre
de 1941, y que sin pérdida de tiempo, invitó a los periodistas de esa ciudad y
a ellos el Dr. Pedro Cañas Abril, Presidente de la Sociedad de Geografía e
Historia de Oriente, a nombre del grupo Humboldt, informó de los resultados
obtenidos en el viaje y le entregó a los periodistas la siguiente nota en la
que se da a conocer la conclusión definitiva del estudio efectuado en esa
primera excursión: “Después de una
cuidadosa comparación de las descripciones del Diario del Gran Navegante con la
realidad geográfica, los miembros del Grupo “Humboldt” hemos llegado a la
conclusión de que el primer puerto por donde Colón desembarco en Cuba fue el de
Bariay, corroborando así la valiosa tesis sostenida por los señores Parajón y
Van der Gucht, y recientemente, en 1940 por el Dr. Morison, de la Universidad
de Harvard, que repitió en un yate la Ruta del Descubridor. Los excursionistas
del Grupo “Humboldt” estimamos que existe una perfecta concordancia entre
Bariay y el Puerto de Río de San Salvador que describe Colón, y que solo esta
bahía reúne todas las condiciones que corresponden exactamente a los datos del
Almirante. Un detalle identificador de gran importancia, el cerro “que tiene
encima otro montecito a manera de hermosa mezquita” solo es visible de un modo
destacado y llamativo desde Bariay.
“También se puede observar
desde el interior de Jururu (Rio de la Luna) pero el descubridor no penetró allí, y desde Vita;
pero en cuanto a ese puerto, el interesante cerro ofrece un aspecto que tampoco
se aviene a las demás. La excursión llegó hasta el cerro y lo escalo
parcialmente. Como no tiene nombre alguno, el Grupo “Humboldt” lo ha bautizado
con el de “Mezquita de Colon”, cambiándole a esa altura el nombre vulgar que
tenia”.[20]
En esta breve nota el Grupo no pudo dar cuenta de todos los pormenores
científicos de la excursión. Sin embargo en ella hicieron constar “que los miembros del Grupo hallaron
inclusive un residuario indio a la orilla del mar, en el interior de la bahía
de Bariay. Sabido es que Colon encontró a su desembarco dos Cabañas de
pescadores”.[21]
A continuación decía la nota humboldtista: “La correspondencia entre Gibara y el “Río de Mares” del Almirante es
también decisiva. La Silla de Gibara no es la altura con el montecillo a manera
de mezquita, como han entendido algunos. Según expresamos antes la altura a que
se refiere Colon está perfectamente identificada como cerro que de modo
singular se destaca desde Bariay. Esta confusión ha sido causa de muchos
errores”.[22]
Y aseguraba la nota que: “Las
distancias, los rumbos los sondeos de los puertos y las señas del litoral dadas
por Colón se ajustaban con asombrosa exactitud a la realidad geográfica”[23].
Finalizaba el grupo Humbolt con una interesante información por la cual se sabe
que entre ellos mismos no había un criterio único con respecto a la tesis de
Bariay, y que estos no cambiaron de opinión hasta que fue comprobada por los
estudios que realizaron: ”Algunos de los
miembros del Grupo que sostenían criterios distintos al de Bariay, han
rectificado sus opiniones después de observar directamente esa realidad,
admitiendo ahora todos los excursionistas que Bariay es sin dudas de ningún
genero el Puerto o Río de San Salvador de la nomenclatura colombina”[24]
Tocante al invitado de honor del Grupo a esta excursión, el Hermano Justo
Félix, profesor del colegio “La Salle” de Santiago de Cuba, muy documentado por
sus profundos estudios acerca de los asuntos de la ruta de Colón, la nota
expresa: “que antes del recorrido
realizado en nuestra compañía le asaltaban diversas dudas de que Bariay fuese
el primer sitio que piso Colón en tierra
cubana, pero que después de la excursión se había convencido totalmente de que
dicho lugar era del primer desembarque de los gloriosos descubridores”.[25]
La conclusión que corroboro a Bariay en la primera excursión, como el lugar
largamente buscado no impidió la preparación y realización de la segunda – Ruta
de Colón 2 – a la zona norte de Oriente. Y a hacer el segundo recorrido partieron
los humboldtistas con el mismo entusiasmo y con una organización similar a la
primera, ahora contando con la colaboración de las administraciones del central
azucarero Santa Lucia y de la Manatí S.C. La actividad científica se enmarcaría
durante los días 26, 27 y 28 de octubre coincidiendo con el 449 aniversario del
desembarco de Cristóbal Colon en Cuba y mantuvo el mismo objetivo de la primera
pero en la zona Gibara-Manatí.
La documentación legada por el Grupo Humboldt acerca de esta otra excursión
es, lamentablemente, poca y con una muy
general, ni su circular, ni su crónica, ni sus croquis se han podido hallar.
Ante esta dificultad nos ayudan la reseña que hizo el Dr. Felipe Martínez
Arango en su valioso trabajo “En Marcha con el Grupo Humboldt” publicado
años después, y la continuación del, no menos valioso informe de Luis Boix
enviado a la escritora norteamericana Erna Fergusson, citado con anterioridad.
La breve reseña del Dr. Martínez Arango nos ubica en el litoral costero de
Gibara-Manatí, en el nordeste de la costa oriental, lugar donde se realizo la
actividad investigativa por los humboldtistas y cuya conclusión descartó a esa
zona como el lugar indicado.
Esta nos dice: “Como en la excursión
anterior se hizo un minucioso recorrido. Se estudiaron los vientos, corrientes,
sondeos la topografía de la costa y de los cerros visibles desde ella, y se
llego a la conclusión – con el Diario del Descubridor a la vista – que
Cristóbal Colón toco tierra cubana por primera vez en la bella bahía de
Bariay”, termino municipal de Gibara, Provincia de Oriente, quedando así
ratificado el criterio de los cubanos Van der Gucht, Parajón, Iñiguez, y el
norteamericano Morison”.[26]
Por el informe escrito de Boix, mas explícito, se puede saber que se
recorrieron las bahías y ensenadas del tramo de costa comprendida entre Gibara
y Manatí, con igual finalidad que la excursión anterior. El objetivo de estas excursiones fue la confrontación de las
variadas opiniones acerca del lugar del primer desembarco de Colón en Cuba.
Se hizo un minucioso estudio de todas las bahías, ensenadas, playas,
puntas, costas, bajos, sondeos, rumbos, distancias, vientos y corrientes del
extenso tramo del litoral comprendido desde Manatí a Banes, así como de los
detalles de la topografía de esa región, comprobándolas cuidadosamente con las
anotaciones del Diario del Gran Almirante. Como resultado de todo ello, se
arribo a la conclusión de que “fue la
bahía de Bariay el sitio de nuestra Isla primeramente visitado por el
Descubridor, comprobándose así la veracidad de la tesis sustentada por los
cubanos Van der Gucht, Parajón e Iñiguez y por el norteamericano Morison”.[27]
A continuación, Boix ofrece las conclusiones arribadas por el Grupo durante
su estancia de trabajo en aquella zona:
“Existe una perfecta
concordancia entre los datos del Diario de Colón y todos los accidentes de la
costa y del relieve, de modo tal que Bariay se ajusta exactamente a la
descripción de aquel, quedando identificada esta bahía como el Río de San
Salvador, de la nomenclatura colombina; Gibara se ajusta perfectamente a Río de
Mares , y así sucesivamente se pueden reconocer con precisión los detalles de
la costa, de las alturas, de los fondos, de los rumbos, distancias, etc., de la
porción del litoral recorrido por el Almirante en su viaje de descubrimiento,
hasta disipar toda duda en cuanto a la edificación de esos lugares.[28]
En cambio –asegura Boix en su informe- no hay concordancia, sino
divergencias insalvables, si se toma otro lugar como punto de partida del
derrotero de Colón por la costa norte de la actual provincia de Oriente. Uno de
los detalles más conspicuos en la determinación de Bariay, como primer punto de
acceso de Colón a Cuba, es una elevación que tiene encima un montecillo a
manera de una hermosa mezquita [véase Diario de Colón]. Este cerro único de
esta forma en todo el tramo de costa recorrido fue bautizado por el Grupo
Humboldt con el nombre de la “Mezquita de Colón” Además descubrió el Grupo en
estas investigaciones un residuario indio.[29]
Y concluye Boix, inspirador y participante en las dos excursiones a la
costa norte de Oriente: "Puede
afirmarse que quienes sostienen criterios distintos de Bariay como sitio del
primer desembarco de Colón, lo hacen porque nunca han estado en Bariay. Una
visita a este lugar con el Diario del Almirante en la mano, es suficiente para
que se rinda a la evidencia todo aquel que no quiera cerrar los ojos a la
verdad”.[30]
Coincidiendo con el 449 aniversario del descubrimiento de Cuba y el
desembarco del Almirante, el Diario de Cuba se hizo eco de las conclusiones
expuestas por el Grupo Humboldt en esta segunda y última excursión, al publicar
un artículo informativo titulado: "Descubrimiento
de la Isla de Cuba, hace hoy 449. Artículo anónimo de uno que estuvo en Bariay
que quedó convencido", en el que informaba lo siguiente: "La inspección se efectuó hace poco
días y los diez curiosos investigadores pudieron comprobar, rindiéndose a la
evidencia, que en Bariay fue el desembarco, porque solo allí concurren todas
las señales, mayormente una, que es decisiva: el montecillo a manera de una
hermosa mezquita que tiene encima una de las lomas que cierran el horizonte"[31]
A partir de ese momento, existieron dos lugares diferentes de la costa
norte de Oriente aceptados por dos instituciones científicas del país,
fundamentadas en dos tesis: la tesis de Gibara, presentada por el entonces ya
fallecido ing. Luis Morales y Pedroso, recomendada por la Sociedad Geográfica
de Cuba y la tesis de Bariay confirmada in situ por el Grupo Humboldt de
la Sociedad de Geografía e Historia de Oriente. Una de las dos debía ser la
correcta y la aceptada por los científicos y académicos cubanos del ramo de la
geografía.
La convocatoria librada en el mes de abril de 1942 por la Sociedad
Geográfica de Cuba, a través de su órgano, la prestigiosa Revista de la
Sociedad Geográfica de Cuba, para celebrar el Primer Congreso Nacional de
Geografía en La Habana en los días comprendidos desde el 24 al 27 de octubre de
1942, con motivo de la conmemoración del 450 aniversario del Descubrimiento de
Cuba que tendría como tema principal el de “Geografía del Descubrimiento. Lugar donde
desembarco Colón el 28 de octubre de 1492”[32],
por lo que indudablemente que sería debatido el problema de la dualidad de
Gibara y Bariay como lugares del desembarco.
El Grupo Humboldt, en representación de la SGHO, partió rumbo a La Habana
para asistir al magno evento de los geógrafos cubanos. Su delegación estuvo
compuesta por 20 humboldtistas[33]
que presentaron treinta temas perfectamente redactados y documentados,[34]
y brillantemente argumentados con fotografías y proyecciones de calidad
innegable. Lo anterior proporcionó gran esplendor científico a los cuatro días que duró el
congreso.
Obviamente entre los treinta temas que el GH llevó la Congreso se encontraban
los resultados de las dos excursiones “Ruta de Colon I y II”, que fueron centro
de acalorados debates al enfrentarse los simpatizantes de las dos tesis.
El Dr. Felipe Martínez Arango presente en el evento nos reveló lo sucedido
en aquella sección del congreso, en un memorable artículo publicado días
después en una revista santiaguera muy leída en los medios profesionales de la
ciudad donde, dice:
“Después de una amplia
deliberación sobre este particular, y una vez oídos los magníficos trabajos y
disertaciones del Hermano Justo Félix, el Dr. Iñiguez y del Grupo Humboldt,
sugerimos al Dr. Pedro Cañas Abril, Presidente de la Sociedad de Geografía e
Historia de Oriente, que se sacara a votación el problema para que esa Sección
del Congreso hiciera su pronunciamiento concreto sobre el particular, así se
hizo por otro compañero del Congreso, y la “Tesis de Bariay” triunfó por
abrumadora mayoría de votos, con la muy sensible e inexplicable abstención de
los miembros de la mesa y de dos o tres congresistas. Propuesta nuevamente en
la sesión plenaria del Congreso celebrada en la Universidad Nacional, volvió a
triunfar, no sin haber sido precedida de una agitadísima y acalorada discusión”.[35]
El Diario de Cuba inmediatamente se hizo eco del triunfo de la SGHO y del
Grupo Humboldt al publicar la siguiente información:
(...)"los
humboldtistas sostenían que dicho desembarco fue efectuado en el Puerto de
Bariay y sus conclusiones han sido aceptadas por los geógrafos cubanos. En la
sesión plenaria del Primer Congreso de Geografía celebrado en la Universidad
Nacional, teniéndose en cuenta los elementos de prueba presentados, se acordó,
tras acalorados debates, estimar a Bariay como el punto de desembarco de
Cristóbal Colón el día del Descubrimiento de la Isla de Cuba, corroborando las
conclusiones del Grupo Humboldt perteneciente a la Sociedad de Geografía e
Historia de Oriente”. [36]
La participación de los humboldtistas en el congreso fue muy destacada,
haciéndose grandes elogios de la labor científica realizada por esa institución
perteneciente a la Sociedad de Geografía e Historia de Oriente, por todos los
delegados que asistieron a esa convención, entre los que figuraban ilustres
personalidades como el Dr. Salvador Massip, profesor de geografía de la
Universidad de La Habana y primera autoridad en Ciencias Geográficas en Cuba, quien
dijo del Grupo Humboldt grandes elogios y manifestó que instituciones como ésa
debían existir en todas las provincias de Cuba para el progreso de la ciencia.
El Congreso tomó el Acuerdo General por unanimidad, de hacer entrega de un
diploma de honor al Grupo Humboldt y que el próximo Congreso tuviese por sede
la ciudad de Santiago[37].
Ante el éxito obtenido, y sin perder prácticamente tiempo, distintas
organizaciones e instituciones de la provincia de Oriente, entre ellas la
Asociación de Veteranos de la independencia, enviaron comunicaciones
telegráficas a la máxima dirección de la Sociedad Geográfica de Cuba,
solicitando la concesión de la medalla de oro
de la Sociedad de Geografía de Cuba al Grupo Humboldt. Para atender la
solicitud esta se incluyó en el Orden del Día de la Junta General Ordinaria de
los días 14 y 21 de diciembre de 1942, acordándose trasladar la misma al
Relator de ese año que lo fue la Dra. Guillermina Portela.[38]
En su informe la Dra Portela explicó los trabajos expuestos por la delegación
humboldtista que a su juicio revelaron “una
labor constructiva y de gran provecho a la Geografía de Cuba”. [39]
Al referirse a las excursiones “Ruta de Colon I y II”, la Relatora de la
Sociedad de Geografía expresó, con admiración: “Imposible retener la infinidad de expediciones llevadas a cabo, pero
la que más impresionara fue la de seguir el derrotero del descubrimiento
haciendo el viaje duplicado por la ruta de Cristóbal Colón, y afirmando después
de la observación de los vientos y los sondeos, que el primer puerto donde
desembarcara el Almirante fuera el residuario aborigen de Bariay, opinión que
sienta la premisa de una novedad”[40].
Concluía su informe favorable a la actividad científica desplegada por el
Grupo Humboldt de esta manera: “No tengo
autoridad para semejante recomendación, pero creo en justicia, que si existe un
acuerdo previo, se esta dentro del Reglamento el conceder a dicha institución
por la multiplicidad de sus afanes la Medalla de Oro de nuestra Sociedad”. [41]
La Junta General Ordinaria de la Sociedad Geográfica de Cuba efectuada el
11 de enero de 1943, aprobó por unanimidad la concesión de la Medalla de Oro al
Grupo Humboldt, por las exploraciones realizadas en la provincia de Oriente
hasta el año de 1942. Sin lugar a duda, en la concesión de este significativo
premio tuvieron un peso decisivo los resultados de las excursiones que
comprobaron la tesis de Bariay.
La entrega del preciado galardón significo un éxito para la SGHO y para los
integrantes del Grupo Humboldt, sector perteneciente a la clase media y a la
pequeña burguesía que laboraba por el progreso científico, social y cultural de
la ciudad de Santiago de Cuba.
[1] Fernando Portuondo, Historia
de Cuba, Editora Nacional de Cuba, Consejo Nacional de Universidades, 1963,
pág.13.
[2] J. Van der Gucht. S. M.
Pararon, Ruta de Cristóbal Colón por la costa norte de Cuba, La Habana,
1943, pág. 11.
[3] Samuel Eliot Morison, El
Almirante de la Mar Océano. Vida de Cristóbal Colón, Buenos Aires, 1945,
pág. 25.
[4] . “Noticias del Puerto”, en Diario de Cuba, 25 de junio de 1940, pág. 3.
[5] Aurelio Fernández Viña, “Un profesor de Harvard afirma que fue el de
Bariay el Puerto donde desembarcó Colon en 1942”, en Diario de Cuba,
Año XXIII, Núm. 176, Santiago de Cuba, miércoles 26 de junio de 1940, pág. 12.
[6] Ibíd.
[7] Información geográfica, en Revista de la Sociedad Geográfica de Cuba, Año
XIII. Nos. 1-4, Enero-Octubre, 1940, pág. 101.
[8] Samuel Eliot Morison: opus
cit, pág. 323.
[9] J. Van der Gucht; S. M.
Parajón; "Bariay fue el puerto de
Desembarco de Colon en Cuba", en Carteles, Año 21, No. 43, octubre 27
de 1940, pág. 18.
[10] Felipe Martínez Arango, En Marcha con el Grupo Humboldt, Santiago de Cuba, 1950, pág.4.
[11]AHPSC, Fondo Gobierno Provincial, Materia Grupo
Humboldt, Legajo 2571, Expediente No. 1, Doc., No. 18 (Archivo Histórico Provincial
de Santiago de Cuba).
[12] Ibíd. Doc. No. 19 y 20.
[13] Ibíd. Expediente No. 9, Doc. No. 54.
[14] Ibíd.
[15] Ibíd. Doc. No. 56.
[16] Ibíd.
[17] Ibíd.
[18] En Diario de Cuba, 9 de
octubre de 1941, pág. 2.
[19] AHPSC, Fondo Gobierno Provincial, Materia Grupo Humboldt, Legajo 2573,
Expediente No. 5, Doc. No. 162 y 163.
[20] “Comprobado que Bariay fue el lugar donde
desembarco Colon en Cuba en su descubrimiento”, en Diario de Cuba, Santiago de Cuba, martes 14 de
octubre de 1941, págs. 4 y 9.
[21] Ibíd.
[22] Ibíd.
[23] Ibíd.
[24] Ibíd.
[25] Ibíd.
[26] Felipe Martínez Arango,
opus cit, pp. 84 y 85.
[27] AHPSC, Fondo Gobierno Provincial, Materia Grupo Humboldt, Legajo 2573,
Expediente No. 5, Documentos Nos. 162 y 163.
[28] Ibíd.
[29] Ibíd. Doc. No. 163.
[30] Ibíd.
[31] “Descubrimiento de la
Isla de Cuba”, en Diario de Cuba, martes 28 de octubre de 1941, pág. 2.
[32]“Actos Oficiales”, Acta No. 138, Junta
Extraordinaria de Directiva, de 29 de junio de 1942, en Revista de la Sociedad
Geográfica de Cuba, Nos 3 y 4, Julio- Diciembre de 1942, pág. 96.
[33] Dr. Pedro Cañas Abril,
Luis Casero Guillen, Dr. Luis Augusto Mestre, Venancio Marti, Antonio Sagaro,
Ing. Cruz Bustillo, Mr. George M. Bucher, Ing. N. Melvilla, Luis Boix, Fernando
Boitel, Juan de Moya Flamand, Mr. Claude Bingham, Dr. Manuel Aguilera, Miguel Ángel Parlade, Ing. José Freyre,
Alfonso Sabater, Cesar Cruz Bustillo, Charles Ramsden, Luis Puig, Dr. Manuel
Machiran. Carteles, No. 43, La Habana, Noviembre 8, 1942, 25. y “Hacia La
Habana parte el Grupo Humboldt Hoy”, en Diario de Cuba, viernes 23 de octubre
de 1942, pág. 2. Archivo personal de Charles T. Ramsden, [inédito] Universidad
de Oriente. (Se respeta la ortografía de las fuentes consultadas).
pág.
[34] Idem
[35] Felipe Martínez Arango "Santiago de Cuba en el Primer Congreso
Nacional de Geografía", en Acción Ciudadana, No. 25, 30 de noviembre de
1942, pág.4.
[36] . “Acepta el Congreso de Geografía la Tesis del Grupo Humboldt sobre el
Desembarco del Gran Almirante Colon,” en Diario de Cuba, lunes 28 de octubre de
1942, págs. 1 y 2.
[37] “Diploma de Honor concedido al Grupo Humboldt por
el Primer Congreso de Geografía celebrado en este país,” en Diario de Cuba,
Miércoles 30 de octubre de 1942, pp. 1 y 2.
[38] “Acta No. 178,”
en Revista de la Sociedad Geográfica de Cuba, No.3 y 4, La Habana,
Julio-Diciembre de 1942, pág.99.
[39] Ibíd. No. 1, Enero, Febrero,
Marzo de 1943, p.45.
[40] Ibíd. 47.
[41] Ibíd.
BIBLIOGRAFÍA
Martínez Arango,
Felipe, En Marcha con el "Grupo Humboldt" de la Sociedad de Geografía
e Historia de Oriente, Santiago de Cuba,/s.n/ 1950, pág. 4.
Morison, Samuel
Eliot, El Almirante de la mar Océana; vida de Cristóbal Colón, Buenos
Aires, Hachette, 1945, Pág. 15.
Portuondo del Prado,
Historia de Cuba, 6ta.edic, Habana, Editora del Consejo Nacional de
Universidades, Editorial Nacional de Cuba, 1965, pág. 13.
Van der Gucht;
Pararon, S. M, Ruta de Cristóbal Colón por la Costa Norte de Cuba, La Habana,
P. Fernández y Cía., s. en c, Pág. XI.