Revista Carteles, Año 35, Número 41. Publicada el 10 de Octubre del 1954 en La Habana, Cuba.
Tomado de: Güije.
En 1946 fue instaurado, mediante una ley, el Día del
Veterano. Pero es este año que va a celebrarse por vez primera. La festividad
coincide con la conmemoración de la fecha patriótica del 10 de Octubre de
1868, día en que se dio el Grito de Yara.
Carteles recoge el sentir de los libertadores en su día, en
el día grande de la patria. Este reportaje quiere ser su contribución de
respeto y cariño a los fundadores.
“Estamos con el General Carlos García Vélez, junto a su
silla de enfermo.
“-No puedo moverme de aquí, tengo cuatro vértebras
destrozadas -nos dice de entrada el ilustre patriota a modo de excusa.
“-¿Qué le parece ahora la República, General? -preguntamos.
“-No me haga usted hablar, amigo. No hay República. No hay
nada.
“El viejo mambí, a los 81 años de edad, es un gran
desilusionado:
“-No creo en nada -afirma-. Hemos heredado todos los
defectos de España y ninguna de sus virtudes.
“El hijo del glorioso general Calixto García, toma en sus
manos una caja de tabacos. Nos regala con ellos. Después, enciende uno y
comienza a fumar:
“-Ustedes son jóvenes y optimistas -expresa en tono
paternal-, ¿por qué no se buscan a otro libertador para entrevistarlo?
“-Usted es uno de los pocos generales que nos quedan
-apuntamos tímidamente.
“-Ahora -añade como si no hubiese captado nuestras
palabras- mi único consuelo es fumar. Y leer y escribir...
“-¿Algo para ser publicado?
“-¡No! -ataja vivamente- Nada de eso.
“-De todas manera, general...
“-De todas maneras -interrumpe- no hemos logrado todavía
crear una patria digna. Por omisión, por consentimiento o por complicidad. Y
no de ahora. Empezó la trifulca, en la guerra misma, al terminar la guerra.
Los políticos depusieron a mi padre y después a Máximo Gómez, para quedarse con
la República.
“-En cuanto a las elecciones, ¿qué piensa?
“-¿Qué elecciones? -pregunta a su vez el viejo libertador-.
¿Pero ustedes creen en eso? -vuelve a preguntar.
“Le da una fumada a su tabaco, alza la cabeza, suelta poco a
poco el humo de la boca y habla sonriente:
“-No me explico -afirma- cómo personas ilustradas, como
ustedes, creen en eso. Evidentemente están tocando todavía el violón. Eso no
es más que un quítate tú, para ponerme yo...
“Estapé, que ha encendido su puro, comenta:
“-¡Son muy fuertes estos tabacos, general!
“El glorioso anciano exclama:
“-¡Caramba, que se han vuelto muy flojos los cubanos!
“El General García Vélez, rehusa dar consejos a sus
compatriotas:
“-Sería como predicar en el desierto -dice.
“Un comentario en torno de su residencia cambia súbitamente,
el giro de la conversación.
“-La casa no es mía -aclara-. Es alquilada y no tengo
propiedades. Una casa heredada de mis abuelos, en Holguín, se está derrumbando,
porque no tengo dinero para reconstruirla.
“El General ha peleado mucho más en la paz, que durante la
guerra, pero a su juicio infructuosamente. Fue por muchos años miembro del
Servicio Exterior de la
República y es aun Consejero Económico del Ministerio de
Estado.
“-He viajado por todo el mundo -dice- y he llegado al
convencimiento de que no hay otro país como el nuestro sobre la tierra. ¡Ojalá
nosotros fuéramos lo mismo!
“-¿Qué opina, general, del Día del Veterano?
“-Requiescat in pace- responde.