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La aldea a la mano (Holguín, Cuba)

20 de febrero de 2020

Irienú



Por César Hidalgo Torres
Para los holguineros u holguinenses actuales el nombre de Maniabón provoca un temblor leve como el de un sueño que hace mucho ya nadie tiene. Nada nos liga ni nos obliga a lugar con tal nombre y si el fisgoneador pregunta es posible que algún vecino asegure que no hay lugar alguno que se llame así. Sin embargo, dicen, pertenecía la comarca a la provincia de ese nombre, si es que finalmente aceptamos que los aborígenes tenían el territorio dividido de esa forma o de una semejante, que a los españoles les parecieron provincias. Asimismo se encuentra fácilmente a algún vecino con un poco más de información que recuerda que Lomas de Maniabón se llama un extenso grupo de elevaciones que atraviesan la jurisdicción como columna vertebral con vertebras muy dislocadas.
De quien todos callan, para evitar alguna minuciosa genealogía que lo acuse de descendiente, es de Francisco Morales, individuo ese que avergüenza todavía por la violencia con que mató indios y fornicó mujeres en una campaña sobre los indios maniobenses que llevó a cabo después de la llegada de Diego Velázquez.
Y de Irienú tampoco sabe nadie, con la sola excepción de Juan Albanés que en una crónica de la vieja y olvidada historia de Holguín lo menciona y dice que era un cacique de la comarca que ayudó a García Holguín en la colonización. Al parecer era un indio mezcla de blanco y aborigen, descendiente quizás de un soldado de la expedición del cruelísimo Francisco de Morales. No hay datos que confirmen lo anterior.

La geografía que Colón vio a su llegada a Cuba (fotorreportaje)

Tomado de Cubadebate

Fotos: Juan Pablo Carreras, Agencia Cubana de Noticias (ACN)

Cuentan que el Almirante genovés fue recibido por un perro mudo en medio de una aldea desolada. Foto: Juan Pablo Carreras/ACN.

Bariay debe su nombre a un vocablo indígena derivado de Baria, árbol endémico del país. Foto: Juan Pablo Carreras/ACN.

Fotografía aérea del paisaje y las principales elevaciones que caracterizan al actual municipio de Rafael Freyre, en la provincia de Holguín, descritas en el Diario de Navegación del Gran Almirante Cristóbal Colón por su visibilidad desde Cayo Bariay, sitio del desembarco en la isla de Cuba el 28 de octubre de 1492. Foto: Juan Pablo Carreras/ACN.

Fotografía aérea del paisaje descrito por Cristóbal Colón en el Diario de Navegación. Foto: Juan Pablo Carreras/ACN.

Elevaciones que caracterizan al actual municipio de Rafael Freyre, en la provincia de Holguín, descritas en el Diario de Navegación del Gran Almirante Cristóbal Colón. Foto: Juan Pablo Carreras/ACN.

Los mil y un lugares por donde desembarcó Colón en Cuba (IV)



Por César Hidalgo Torres
Entre los días del 26 y 27 de octubre de 1992 se celebró en la Sala Polivalente del Hotel Pernik de Holguín el evento científico “El V Centenario Visto desde Cuba”. Asistieron el Dr. Antonio Núñez Jiménez, el Dr. Salvador Vilaseca, los historiadores Dr. Julio le Riverand, Dr. Eusebio Leal Spengler, el arqueólogo Dr. José Manuel Guarch Delmonte, además de otras valiosas personalidades entre los que estaban varios investigadores de diversas instituciones nacionales y regionales.  
En el conclave se presento la muy polémica ponencia: “Portus Patris: La llegada de Colón en Cuba”, de Arnaldo A. Rueda Quintana, Armando Martínez Rueda, Orlando Martínez Rueda y Tomás N. Martínez Rueda, todos de la provincia Las Tunas. Estos, obviamente, defendieron la hipótesis de que el verdadero lugar del arribo de Colón a Cuba es Puerto Padre.
Pero se le opusieron destacados historiadores, geógrafos y arqueólogos y a continuación presentaron su ponencia, los investigadores holguineros Víctor Rolando Bellido Aguilera y Alfredo Álvarez Almaguer. Estos más que defender un lugar exacto para ubicar el arribo de Colón, demostraba la falta de fundamentación de la ponencia anterior, donde se decían muchas cosas de forma absoluta y sin evidencia ninguna que las demostrara, llegando incluso, a herir a otros autores a quienes se les situaba en una posición desfavorable desde el punto de vista científico.
Lógicamente intervino el presidente de la Comisión Organizadora del evento, Dr. Antonio Núñez Jiménez, para dar su criterio al respecto y la prensa publicó su intervención que ahora reproducimos. Dijo Núñez (quien, por cierto, había sido el autor más mencionado por los autores de la hipótesis del arribo por Puerto Padre), dijo que era para él una honra que lo citaran tantas veces, “pero a la vez me obliga a exponer mis opiniones, y lo haré con la modestia que dan los años. Creo que algunas de las cuestiones negativas que se han señalado a los autores de Portus Patris son consecuencia de su Juventud.
“Yo voy a ser lo más honesto que pueda y trataré de ser lo menos hiriente posible. La primera observación que quiero hacer es que los compañeros no han leído el Diario de Cristóbal Colón y eso lo puedo probar en dos segundos, cuando dicen que Colón habla del río de San Salvador y en todo el folleto ocultan el dato, y aquí lo hicieron otra vez, obvian que Colón le dice Puerto de San Salvador. Y voy a la prueba: Diario de Colón, página 28 de octubre de 1492: Llamo el Almirante aquel puerto y río de San Salvador.
“Es otro dato clave cuando ellos dicen que Colón en primer lugar habla de un territorio llano, pero no dicen que en ese mismo párrafo del 28 de octubre, el Almirante escribe que está el lugar lleno de montañas muy hermosas. Igual hay otras aseveraciones de los autores que no tienen nada que ver con el Diario de Cristóbal Colón.
“Yo tengo por costumbre, desde muy niño, haber basado mis investigaciones sobre el terreno. Nunca escribí por lo que otros escribieron.
“Para asegurar algo en relación con la famosa Mezquita de Colón, me fui a Andalucía…y alquilé un taxi en Granada. Le dije al chofer, un gitano parlanchín, que me hablara de todo lo que quisiera, pero que cuando llegáramos a la vista de la Peña de los Enamorados no me hablara. Al doblar la curva de un camino le dije al gitano: Oye, esa es la Peña de los Enamorados y él me respondió: ¿Pero tú habías estado aquí antes?, entonces le dije que no, que donde yo había estado era en Bariay con el Diario de Colón en la mano”.
El experimentado científico detalló otros aspectos sobre su seguro convencimiento de que fue Bariay la zona del encontronazo y argumentó que la información geográfica ofrecida por los autores de Portus-Patris era falsa. Asimismo otros muy sólidos y científicos argumentos dejaron invalidada dicha tesis. (Periódico Ahora. 31 de Octubre de 1992)
El 28 de 0ctubre de 1992 el Dr. Armando Hart Dávalos, miembro del Comité Central del Partido y ministro de Cultura,  en el acto central conmemorativo del V centenario, celebrado en Bariay afirmo que “en Bariay lo que realmente se descubrió hace cinco siglos fue el camino del mundo” y en sus palabras de clausura ratificó “la veracidad de la llegada del valiente marino por Cayo Bariay y no por otro lugar, porque existen suficientes argumentos científicos para asegurarlo”.

Los mil y un lugares por donde Colón desembarcó en Cuba (III)



Por César Hidalgo Torres
Tarja eirigida por el Grupo Humbolt
En 1952, por iniciativa del Grupo Humboldt y el aporte de los dueños del central azucarero "Santa Lucía, S.A." se construyó en la costa Este de la bahía de Bariay, muy cercano a playa Blanca, un obelisco  que dice: "Bariay, 28 de octubre de 1492. Lugar del primer desembarco de Colón en Cuba. Este lugar señalado en virtud de los trabajos de investigación realizadas por los señores J. Van de Gucht, S.M. Pajarón. Acuerdo del Segundo Congreso Nacional de Historia, Samuel E. Morison y el Grupo Humboldt de la Sociedad de Geografía e Historia de Oriente. El monumento que se debe a la iniciativa de la marca indicada Santa Lucía Company, S.A. Año 1952."

Sin embargo, el lugar de ubicación del obelisco, que favorecía a los dueños del central por señalar las tierras de su propiedad como lugar del desembarco, estaba totalmente equivocado. El desembarco se produjo hacia la orilla opuesta, como ha quedado demostrado posteriormente.

Entre 1969 y 1979, el destacado geógrafo cubano Antonio Núñez Jiménez, realizó varias expediciones que le permitieron completar el bojeo a Cuba. Los resultados de sus investigaciones fueron publicados en el segundo volumen titulado Bojeo”, de su enciclopedia Cuba: “La Naturaleza y el Hombre” en 1984.

Fue exactamente en el mes de Octubre de 1974 cuando Núñez Jiménez recorrió el tramo costero de Gibara a Baracoa, continuando en Septiembre de 1976 por el tramo desde Baracoa hasta Punta de Maisí. Entonces el geógrafo prestó singular interés a la geografía colombina utilizando el método de la reconstrucción crítica para identificar los lugares descritos por el Almirante en su Diario. El uso de este método ya anteriormente se había usado para seguir los rumbos y las distancias dadas  en el diario. (Vander Gucht y Parajón, Morison, Álvarez Pedroso entre otros). Todos los que anterior a Nuñez usaron el dicho método habían usado el método habían llegado a la conclusión de Bariay era el lugar de arribo de Colón en Cuba.

El resultado de las investigaciones sobre el recorrido de Colón en Cuba, Núñez Jiménez las publica en su obra El Almirante en la Tierra Más Hermosa” de 1985 y reeditada en 1994 con el título Cristóbal Colón en Cuba”.

Si como todo hace creer fue Bariay el lugar de arribo todavía hay algo que no conocemos: el lugar exacto donde Colón fondeó sus naves adentro de la Bahía de Bariay y desde donde, posteriormente, llegó a tierra. Núñez Jiménez (1985, 1994a), consideró que al entrar a la bahía de Bariay, Colón se dirigió a la costa oriental, exactamente al lugar denominado como Playa Blanca, donde actualmente aun existe el monumento alegórico al desembarco erigido por el Grupo Humboldt en el año 1952. (Del tema abundaremos en este escrito, pero más adelante).

En 1973 el ruso B. Lukin  visita a la bahía de Bariay tomando varias fotos del lugar y luego publica un artículo en la revista América Latina titulado “Huella de Colón en Cuba”. En él dice que “En Cuba esta reconocido oficialmente que el 28 de octubre de 1492 Colón condujo sus naves a la bahía de Bariay.” Entre las fotos contenidas en su trabajo se destaca la tarja erigida por el Grupo Humboldt en 1952.  [Lukin.1973:1].[1]

El 23 de junio de 1978  el Dr. Antonio Núñez Jiménez viaja a España donde visita la Peña de los Enamorados y estudia su morfología. Después de su regreso Núñez Jiménez viaja a Holguín y visita a Bariay para comparar la Peña con la Mezquita de Colón, y entonces dijo que “no había dudas, que ambas montañas eran exactamente parecidas”. Acto seguido el científico voló por encima de todo el Grupo Orográfico de Maniabón desde Puerto Padre hasta Banes, siguiendo la  costa sin que encontrara ninguna otra elevación con morfología semejante a la Peña de los Enamorados.

El 28 de febrero de 1983, el Consejo de Ministros de la República de Cuba promulgó el decreto número 112[2], firmado por Fidel Castro Ruz, creando la Comisión Nacional Conmemorativa del medio Milenio del Descubrimiento Mutuo de las Culturas del Viejo y el Nuevo Mundo. Se nombra como presidente al Dr. Antonio Núñez Jiménez. En sus primeros por cuanto el Decreto reconoce a la Bahía de Bariay como el lugar de llegada de Cristóbal Colón a Cuba y determina que debe erigirse un monumento conmemorativo en dicho lugar que represente el acontecimiento histórico-universal. Para seleccionar la obra, dice, debe efectuarse un concurso nacional y, asimismo, deben celebrarse otras festividades y determinar definitivamente el lugar de la llegada de los españoles a América Latina, además de estudiar las consecuencias históricas de dicho suceso.

En 18 de marzo de 1983 la Comisión Nacional de Monumentos analizó y valoró la bahía de Bariay y su entorno geográfico como el sitio histórico y el paisaje natural que fue el escenario del arribo a nuestra isla del Almirante Cristóbal Colón y en Resolución No. 68 aprobó declarar Monumento Nacional a la Bahía de Bariay y su entorno natural en la provincia de Holguín.

Por su parte la Comisión Nacional Conmemorativa del Medio Milenio del Descubrimiento Mutuo de las Culturas del Viejo y Nuevo Mundo, encargo a la sección de investigaciones históricas del Comité Provincial del Partido Comunista de Cuba (PCC) en Holguín la misión de crear un grupo multidisciplinario con especialista de instituciones científicas nacionales y del territorio para estudiar y presentar en 16 de enero de 1984 los proyectos del Parque Monumento Nacional Bariay.

Invitado a la región histórica, el profesor Alexei Serbarinov, doctor en ciencias geólogo-mineralógicas y geográficas, este público en 1988 en la revista de Historia de Holguín su trabajo investigativo Tres días en la vida de Colón”: “Los datos que hemos expuestos vienen a confirmar las conclusiones a las que arribo el Dr. Antonio Núñez Jiménez y el acta que aprobó el primer Congreso Nacional de Geógrafos acerca de aceptar la bahía de Bariay como el lugar adonde arribo por vez primera Cristóbal Colón en Cuba”. [Serbarinov, 1988:69].[3]

En mayo de 1991 el Dr. Francisco Pérez Guzmán, investigador del Instituto de Historia de Cuba, recorrió los lugares colombinos desde Puerto de Padre hasta Baracoa con el propósito de hacer una investigación que luego se convirtió en el libro “La Aventura Cubana de Cristóbal Colón”[4]. En él se confirma que por sus características Bariay cumple con la descripción dada en el  Diario de Colón al que él llamó puerto y río de San Salvador.

Asimismo próximos a la celebración del 500 Aniversario del Encuentro de las dos Culturas y luego de varios años de investigaciones, el  Departamento Centro Oriental de Arqueología bajo la dirección del Dr. José Manuel Guarch encontró en 1991 lo que el notable arqueólogo llamó “la última pieza del rompecabezas”. Luego de extensas excavaciones arqueológicas emergió la aldea aborigen de pescadores descrita por Colón en el Diario. Estaba aquella diametralmente opuesta a donde se encuentra el monumento en Playa Blanca, exactamente ubicada al SurOeste de la bahía, en el lugar conocido como Punta del Gato.

Además del monumento inaugurado en 1992, y toda vez que se conocía las profundidades y el ancho de la bahía, se determinó el lugar donde fondearon las naves, que en el presente está señalizado con una Boya amarilla coronada con las banderas que traía la Santa María, que era la nao capitana, y eran esas, las de Castilla y León, esto es, la de Fernando y la de Isabel y también la bandera del Almirante Cristóbal Colón.






[1] B. Lukin  “Huella de Colón en Cuba” revista América Latina revista América latina. No 2. 1973.



[2] Gaceta Oficial correspondiente al 30 de marzo de 1983.


[3] Serbarinov,  Alexei (1988). Tres días en la vida de Colón. Revista de Historia de Holguín. Enero-Marzo 1988. Editada por la sección de investigaciones históricas del Comité Provincial del PCC en Holguín.



[4] Este libro se publicó con motivo del Quinto Centenario del Encuentro entre las dos Culturas, por la Editorial de Ciencias Sociales, la Habana, 1992.

Los mil y un lugar por donde Colón desembarcó en Cuba (II)



Por César Hidalgo Torres
A pesar de que la teoría de Gibara como posible lugar del desembarco de Colón en Cuba había sido ampliamente aceptada desde el año 1922, en 1936 la Sociedad Colombista y el Lyceum de la Habana convocaron a un concursos para determinar la ruta exacta seguida por el Almirante a lo largo de la costa de Cuba durante su primer viaje.
En 1937 el Concurso declaró que no había “certidumbre histórica” para determinar con precisión el lugar exacto del desembarco, pero que existía una zona probable en la que se encontraban los puertos de Gibara, Jururú, Bariay, Vita, Naranjo y Samá, teniendo Bariay las mayores posibilidades.
Y premió al ex Capitán de la Marina Mercante José M. Van del Gucht y al Ingeniero Saturnino M. Parajón, por el trabajo titulado Bariay fue el primer puerto por donde Colón desembarcó en Cuba”, que apareció publicado ese mismo año en la Revista Selecta en la Habana, y en 1943 se reedita como libro bajo el título Ruta de Cristóbal Colón por la costa Norte de Cuba, en el viaje del descubrimiento de América, 28 de Octubre al 5 de diciembre de 1492” (Van de Gucht y Parajón, 1943).
Otro concursante, el Dr. Carlos Iñiguez, llegó a la misma conclusión de Van del Gucht y Parajón, mediante la filmación de una película cinematográfica de los lugares del litoral cubano descritos por Colón en el Diario.
Como resultado de su investigación el Dr. Iñiguez dejó escrito: “El puerto de Bariay. Desde la tercera década de este siglo ha sido visitado este puerto por varios geógrafos. Todos están de acuerdo en cuanto a que la descripción que el Almirante da con respecto a la anchura, fondo, aspecto, situación geográfica y exactitud de las medidas en relación con los otros lugares inmediatos mencionados por el descubridor, corresponden exactamente al puerto de Bariay. Allí las aguas  son tranquilas tal como describe el Almirante las de San Salvador: La mar parecía que nunca se había de alzar porque la yerba de la playa llegaba hasta cuasi al agua, la cual no suele llegar donde la mar es brava.


“En Bariay las aguas son tranquilas debido a que el puerto tiene un saliente, punta de Mulas, con algunas elevaciones que se oponen al libre paso de los vientos, dando por resultados una tranquilidad en las aguas de la bahía que se ajusta o coincide con la descripción del Almirante” [Iñiguez]. [Pichardo, 1978:69].[1]


Durante el verano de 1940, el profesor de Historia de la Universidad de Harvard Dr. Samuel Elliot Morison, en compañía de William O. Stevens, ambos a bordo de la nave Mary Otis, hicieron el recorrido desde San Salvador en las Bahamas hasta Cuba, y luego recorrieron toda la ruta colombina al norte de la antigua provincia de Oriente hasta Cabo Maisí, ello gracias a un proyecto auspiciado por la Universidad de Harvard.
Terminado el viaje de estudio y comprobación de la ruta de Colón, el 10 de julio de 1940 el Dr Morrison pronunció una conferencia por invitación de la Sociedad Geográfica de Cuba. En ella el estudioso corroboró las observaciones y deducciones de los señores Van der Gucht y Parajón, llegando también a la conclusión de que Bariay había sido el primer puerto de desembarco de Colón en Cuba. Dos años después, (1942) publica los resultados del recorrido en su obra Admiral of the Ocean Sea”, en la cual confirman la identificación de Bariay como el San Salvador de Colón.
En el libro el profesor norteamericano expone minuciosamente su recorrido a la vez que discute y aclara muchos de los puntos de controversia acerca de los viajes colombinos de los que dice que en el número de la Revista CARTELES de octubre 27 de 1940, Van der Gucht y  Parajón publicaron un admirable texto que es resumen de sus estudios y observaciones a la vez que acompañaron el texto  de varios gráficos y de una foto del "mogote en forma de mezquita que Colón describe en su Diario”.
En 1941 el Grupo Humboldt, de la Sociedad de Geografía e Historia de Oriente, organizó una expedición para recorrer la zona de la posible recalada de Colón. Por el análisis de las distancias recorridas, rumbos, sondeos de los puertos y señas del litoral se confirmó que se trataba sin dudas de Bariay.
Tres años después (1944) aparece uno de los trabajos analíticos más completos sobre este tema, realizado por Armando Álvarez Pedroso bajo el título: Cristóbal Colón. Biografía del Descubridor”. En él se expone el origen y fundamentos del plan que elaboró el Almirante para llegar a las Indias por la vía del Oeste, ofreciendo el esquema completo del sistema científico en que basó su viaje trasatlántico y, asimismo, hace un análisis exhaustivo de las distancias relativas entre los puertos de la costa norte oriental y los rumbos seguidos por el Almirante, para concluir que el San Salvador del que habla Colón tiene que corresponderse necesariamente con Bariay.
En ese mismo año, y según comentó Antonio Núñez Jiménez, durante el Primer Congreso de Geografía, y con la aprobación de Morales Coello, que era el Presidente de la Sociedad de Geografía de Cuba, Carlos García Robiou levantó un acta donde hacía constar que Luis C. Guillén exponía que un maestro de Banes de apellido Campañat hacía muchos años que señalaba a Bariay como el lugar del desembarco de Colón. En el acta dice que Pedro Cañas Abril aseguró que esta primera identificación de San Salvador con Bariay, la había hecho pública el maestro de escuela Campañat en el discurso de apertura de un curso escolar en Gibara, durante los primeros años del siglo XIX.



[1] Pichardo. Hortensia. (1978): Capitulaciones de Santa Fe y Relación del Primer Viaje de Cristóbal Colón. Editorial de Ciencias Sociales. Colección Nuestra Historia. Ciudad de La Habana. Pág.87.

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