LO ÚLTIMO

La aldea a la mano (Holguín, Cuba)

2 de marzo de 2015

Senda corta, pero plagada de grandes obstáculos, que debió recorrerse para la fundación del Partido Ortodoxo.



Durante la disidencia de Chibás en el Partido Auténtico se va incubando una profunda maniobra de respaldo de otros militantes que es demostración para la tesis de que estaba apareciendo una corriente que ponía en crisis las estructuras establecidas por aquel partido. (Corriente que en sus inicios era espontánea y poco organizada, pero que definirá el rumbo hacia una nueva organización).

Sin embargo en momento de fuertes contradicciones, todavía Chibás creyó en la posibilidad de cambiar el camino que estaba tomando el Partido Auténtico y por eso continuó apoyando a Grau y enfrentando a los enemigos del Presidente a quien entonces creía ajeno a los avatares del partido. 
Solamente cuando pudo comprobar que el Presidente era tan culpable como el resto de los desfalcadores del tesoro público y cuando ya se había constituido el Partido del Pueblo Cubano (Ortodoxo), fue cuando Chibás dirigió sus afiladas críticas contra Grau.

Más, antes que lo dicho ocurriera, Chibás y sus partidarios tuvieron que recorrer una senda, corta cierto, pero plagada de los lógicamente grandes obstáculos. Lo que trataban era: modificar un partido desde sus entrañas que para entonces era inmodificable.

Pelayo Cuervo

Cronológicamente se puede tomar el 15 de diciembre de 1946 como la fecha en que se define la nueva tendencia partidista, aunque para entonces Chibás y sus seguidores se mantenían dentro del autenticismo. Ese día en la hora dominical del Partido Auténtico y a través de la radioemisora CMQ, el senador PelayoCuervo Navarro dio lectura de una amplia declaración de principios contentiva de ocho puntos y suscrita por cinco Senadores y nueve Representantes, liderados por Chibás[1], donde concretaban su posición de defensa del país y de los ideales que hicieron surgir al Partido Auténtico[2].

En dicha declaración se dijo que lucharían por lograr, dentro del autenticismo, los objetivos defendidos por ellos, que eran: abogar por los intereses de la Patria y los ideales que dieron vida al PRC(A) por encima de intereses de grupo y demandar el cumplimiento por parte del Gobierno y del PRC(A) de los compromisos contraídos con la nación en la campaña electoral de 1944 y consideraron que el PRC(A) no estaba ejerciendo el gobierno al encontrarse en los Departamento Gubernamentales personas que públicamente eran contrarias al programa de la Alianza Auténcio-Republicana y que si el Gobierno continuaba con la política hasta entonces seguida, irían en contra de los principios que le dieron vida al autenticismo. Además, que no podía ocurrir que los errores y desaciertos del Gobierno recayeran sobre el partido. “La unidad auténtica la obtendremos gobernando con el Partido Revolucionario Cubano (A) y cumpliendo con su programa”[3] y para lograrlo los firmantes lucharían con las armas que le confería la democracia durante la próxima reorganización del Autenticismo y, asimismo, exigían al Gobierno que no interviniera a favor de ninguna de las tendencias prevalecientes durante dicha reorganización. El grupo reconocía a Chibás como líder, por su “valor político y por ser el revolucionario de más honda y arraigada popularidad”[4]

Finalmente acordaban luchar en el seno del Partido por el cumplimiento de su programa.

Este grupo de líderes nacionales del autenticismo, definitivamente se asumía como el ala crítica dentro del Partido que encausaba el malestar de amplias  masas auténticas, entre ellas la Sección Juvenil del Autenticismo de Holguín que, reunida en Asamblea extraordinaria el 30 de noviembre se pronunció contra el Gobierno y contra el propio Grau San Martín y reclamaron la Reforma Agraria, la honestidad administrativa y la total extirpación de los métodos politiqueros, además se declararon contrarios a la postura reeleccionista de Grau y exigieron el fin de la persecución del Jefe del Autenticismo en Oriente, Millo Ochoa, por este haber proclamado la candidatura de Chibás a la presidencia de la nación. (Junto a todo ello los Jóvenes Auténticos de Holguín hacían un conjunto de solicitudes de obras públicas para su pueblo y para el resto del país, en particular para Oriente[5]).

Posteriormente se produce la declaración de 21 alcaldes auténticos de la provincia de La Habana que proclamaba la reelección del Presidente Grau. A ellos el grupo rebelde del autenticismo responde desde los micrófonos de la radioemisora CMQ diciendo categóricamente que se oponían a la permanencia del “Mesías de la Cubanidad” en la silla presidencial porque Grau había frustrado los anhelos que los cubanos habían puesto en su administración. Ir Grau a la reelección, dijeron, incumple no solo con lo estipulado en la Constitución, sino que iba contra los postulados del Autenticismo, “invocar la doctrina del PRC para defender la reelección constituye una blasfemia”

La historia cubana demostraba palmariamente que cada vez que se reelegía un presidente provocaba un levantamiento de los opositores y finalmente, los "rebeldes" atacaban la tesis del providencialismo esgrimida por los alcaldes para justificar lo imperioso de la permanencia de Grau en la presidencia y juraban “pugnar con todas sus fuerzas” cualquier propósito o acción que estuviera a favor de la reelección o la prórroga de poderes[6].

A la vez que respondían a los alcaldes de La Habana el Comité Parlamentario del Autenticismo rebelde se reunió en la residencia del senador Millo Ochoa para analizar la situación que afrontaba la provincia de Oriente ante las medidas coercitivas desplegadas por el gobierno en esa provincia. 
Los reunidos aprobaron por unanimidad solidarizarse plenamente con la rebeldía de Sagüa de Tánamo, Gibara, Holguín y Palma Soriano ante el incumplimiento de las promesas hechas a Oriente por el Presidente de la República. Igual protestaron enérgicamente por las medidas “draconianas” puestas en práctica por el Gobierno para reprimir por la fuerza pública a los orientales y expresaron a los veteranos independentistas de esa parte de Cuba sus más dolidos sentimientos por la muerte violenta del veterano Wenceslao Cuadrado. Finalmente nombraron una comisión integrada por los congresistas del ala crítica, ortodoxos se llamaban ellos a sí mismos, para que mantuvieran contactos con los pueblos rebeldes de la provincia oriental[7]

Ante este suceso, dice Conte Agüero que Chibás tomó la palabra para exponer sus criterios sobre el caso: “como oriental que soy condeno con todas mis fuerzas el comportamiento irresponsable y criminal del actual Gobierno con la provincia de Oriente. ¿Es que estos señores del Gobierno se han figurado que Oriente es una colonia americana o una tierra de esclavos?, ¿se han creído que pueden ordenar al Ejército a disparar a mansalva contra los orientales, inclusive contra los veteranos de la Guerra de Independencia, como si no fueran seres humanos?, ¿es que piensan que los orientales no son cubanos?. ¡Alto, señores gobernantes, que los orientales estamos en pie!”[8].

Lo siguiente fue la carta de Chibás al Presidente Grau de 19 de enero de 1947, en la que enjuicia con dureza la obra del gobierno auténtico en cuanto a la impunidad de la bolsa negra, los negocios escandalosos, el robo por parte del Ministerio de Educación del desayuno escolar y su oposición a la posible reelección de Grau.

A menos de dos meses después (1ro de marzo), los miembros del grupo ortodoxo del PRC(A) se reúnen[9] en la casa del Senador Pelayo Cuervo Navarro y planean la regeneración auténtica y la necesidad del fortalecer el movimiento de los auténticos ortodoxos. Para ese fin acuerdan continuar los actos públicos, interpelar en el Senado a los ministros de Educación, Comercio y al de Obras Públicas. A este último sobre el desenvolvimiento y costo de las obras que se estaban ejecutando. 

Es en esa misma reunión cuando se planea la necesidad de constituir un nuevo partido, considerando como consideraban que era imposible el triunfo de ellos dentro del Autenticismo, pero no se llegó a acuerdo alguno sobre este particular, principalmente por la oposición de Chibás que consideraba que aún no habían llegado a la coyuntura histórica que forzara el abandono del Auténtico. Sin embargo Millo Ochoa estaba por la creación inmediata del nuevo partido. Bisbé, por su parte, dijo que la postura de Chibás era un conflicto emocional que tenía con el PRC(A) al que tenía fundida gran parte de su historia[10].

Cinco días después de la primera reunión se produce una segunda, otra vez en el domicilio de Pelayo Cuervo. Lo más importante de ella es la discrepancia de criterios en torno a la creación o no de un nuevo partido, pero así mismo en ella se acordó y se redactó una Declaración, que la prensa llamó ultimátum a Grau[11], contentiva de 15 puntos donde nuevamente se exigía al Gobierno el cumplimiento de los principales aspectos programáticos del PRC(A) en cuanto a los social, lo económico y otros problemas de actualidad.

Esa dicha declaración concluye señalando que el movimiento ortodoxo auténtico no defiende intereses personales, sino los que permitieran la “plena restitución de la grandeza y de la dignidad al Partido Revolucionario Cubano, para situarlo en su destino histórico” y exigía el cese de la represión a los Auténticos que simpatizaban con los ortodoxos. El cumplimiento de tales puntos, dijeron, era imprescindible para reagrupar al partido. Cumplir con ellos era el último esfuerzo unitario para salvar al partido.

Dos días después correspondía una nueva y cotidiana intervención de Chibás por la CMQ. En ella dijo que se mantendría dentro del PRC(A) por considerar que existían “grandes resortes morales del Autenticismo” e invitó a todos los auténticos a “luchar por el rescate del Partido Auténtico, que está en manos enemigas, en manos de politiqueros, arribistas y bandoleros”[12].

El 17 de marzo se reunieron los integrantes del movimiento auténtico ortodoxo en el domicilio del senador Agustín Cruz donde dijeron que las declaraciones de Chibás[13] de no abandonar el PRC(A) solo expresaban su criterio personal y no el de la mayoría del grupo, por lo que ellos decidían sustituir a Chibás y designar como líder del movimiento a Millo Ochoa, único integrante de la tendencia rebelde que junto a Chibás era fundador del Autenticismo. 

En esa reunión el grupo ortodoxo declaró además que el Gobierno hacía imposible que ese grupo pudiera hacer cumplir el Programa y la doctrina del PRC, lo que los obligaría a abandonar el partido, “no seremos nosotros quienes pondremos en peligro la unidad del gran Partido de la revolución, sino el propio gobierno con su conducta de vulneraciones e incumplimientos de los principios y de los ideales auténticos”[14]

Días después Chibás dijo a la prensa: “Nunca he renunciado a posiciones de responsabilidad y de combate. Mis compañeros ortodoxos han tenido a bien sustituirme, pero yo continuaré peleando por los mismos principios”[15]

Y cuando casi había transcurrido un mes de la citada reunión, exactamente el 15 de mayo, la facción ortodoxa del PRC(A) se vuelve a reunir, ahora en el local de la Sección Juvenil Auténtica. Estaban presentes seis Senadores, nueve Representantes, tres Alcaldes, un Gobernador, Concejales, dirigentes del Partido a distintos niveles y miembros de base del: Chibás, Millo Ochoa, Pelayo Cuervo, Manuel Bisbé, Luis Orlando Rodríguez, Alberto Saumell, Rafael García Bárcena, Pepillo Hernández, Natsha Mella, Juan Manuel Márquez, Max Lesnick, Orencio Batista, Hugo Mir, Ramón Miyar, María Pasos, Luis Bonito, Álvarez Tabío, Luis Conte Agüero, Fidel Castro Ruz, entre otros.estos exigen la convocatoria a la Asamblea General del Autenticismo para discutir los señalamientos hechos a la burocracia del partido. Esa asamblea, dijeron, es la única forma de evitar la separación de los ortodoxos auténticos.

En la intervención de Chibás en la reunión del 15 de marzo, dijo:

“Hemos llegado a la conclusión de que no podemos reconstruir el partido desde dentro, no queremos que se nos acuse de actuar a la ligera y al calor de apetencias personales. Es por eso que vamos a demandar del Jefe del PRC que en el plazo de 72 horas convoque a la Asamblea Nacional del Partido, ante la cual vamos a acusar desde el jefe de la nave hasta el más humilde de los oficiales que haya traicionado los principios revolucionarios a que se debe el Autenticismo”[16].

Y continuó Chibás:

“Nuestras puertas no están ni cerradas ni entornadas, están abiertas de par en par para todos los revolucionarios cubanos que de buena fe quieran unirse a esta cruzada de rescate de la dignidad y los principios de la Revolución. Lo que sucede es que por ellas no pueden entrar los logreros, los oportunistas, ni los maculados por actuaciones venales. Queremos un gran Partido Revolucionario por su funcionamiento y estructura, de masas, de pueblo. Brindamos a los que en él quieran ingresar un puesto de sacrificio y de luchas, no de prebendajes del poder”[17].

Un segundo acuerdo por unanimidad fue la moción leída por Leonardo Fernández pero de la autoría de Millo Ochoa, por la cual se creaba una Comisión Gestora Nacional que luego de amplias consultas se encargaría de viabilizar la forma para la constitución de la nueva organización partidista. Integraron esta Comisión, Chibás como presidente, Pelayo, Mir, Bisbé, Luis O. Rodríguez, Natasha Mella, Saumell, Orlando Castro, Conte Agüero y Juan Rodríguez.



[1] Este grupo estaba integrado por los senadores: Pelayo Cuervo Navarro, Adriano Galano, Agustín Cruz, Millo Ochoa y Aurelio Álvarez (y al que posteriormente se incorporó José Manuel Gutiérrez), y los Representantes: Manuel Bisbé, Alonso Álvarez, Antonio Díaz Fernández, Álvarez Lefebre, Juan José García Benítez, Ochoa Rojas, Vivero Muñiz, Gutiérrez Casano y Cruz Chinet. 
[2] Archivo Nacional de Cuba. Fondo Eduardo R. Chibás. Expediente 111. Legajo 4.[3] Citado por Luis Conte Agüero. Ob. Cit. p. 467 
[4] Ibídem 
[5] Acordó voto de Censura al Doctor Grau la Sección Juvenil del PRC(A) de Holguín. Periódico El Mundo. 30 de noviembre de 1946. p. 11. Archivo Particular de Nicolás de la Peña Rubio. 
[6] El problema de la reelección. Dirigentes del Autenticismo ratifícanse contra la misma. Recorte de prensa. Archivo Particular de Julián J. García Benítez. 
[7] Integraban dicha comisión Millo Ochoa, Adriano Galano, Julián J García Benítez y Díaz Fernández. 
[8] Archivo Nacional de Cuba. fondo Eduardo R. Chibás. Partido del Pueblo Cubano (o). expediente 426. Legajo 16. 
[9] En esta reunión, además del grupo disidente se encontraban los Drs. Ampudia y Domingo Pérez, de Pinar del Río; Ramón Pereda Pulgares, de Camagüey; y Hugo Mir, Orlando Castro y Raúl Herrera por el Ejecutivo Nacional de la Sección Juvenil Auténtica. 
[10] Conflicto emocional. Sección En Cuba. Revista Bohemia, marzo 9 de 1947, a. 39, no. 10. p. 40. 
[11] Ultimátum a Grau. Denuncian los ortodoxos las reiteradas violaciones constitucionales que realiza Grau. Prensa Libre. 7 de marzo de 1947. pp. 1-8 
[12] Luis Conte Agüero. Ob. Cit. p. 487. 
[13] Las declaraciones de Chibás habían acontecido, la primera el domingo nueve de marzo desde su hora radial y la segunda a través de los periódicos de la capital. 
[14] Manifiesto de los ortodoxos reiterando al Gobierno sus demandas de rectificación.Diario de la Marina, La Habana, marzo 18 de 1947. p. 1 
[15] Eduardo Chibás. Discurso, en El Crisol, La Habana, 31 de marzo de 1947. p. 1. 
[16] Luis Conte Agüero. Ob. Cit. p. 508.  
[17] Archivo Nacional de Cuba. Fondo Eduardo R. Chibás. Partido del Pueblo Cubano (O). expediente 424. Legajo 16.


Dos hechos esenciales para el nacimiento del Partido Ortodoxo



Hay dos hechos que se marcan la disidencia de Chibás del PRC(A) y el posterior surgimiento del Partido del Pueblo Cubano (Ortodoxos). 

Es uno de ellos, su postulación presidencial en Holguín por parte de las asambleas Municipal y Provincial del PRC(A) y el segundo hecho: la postura que Chibás asumió en Camagüey a favor del Dr. Ramón Pereda Pulgares.

Pereda Pulgares fue nominado para la alcaldía de la ciudad de Camagüey el 20 de enero de 1946, pero Alonso Pujol, que necesitaba la alcaldía para servir a su alianza secreta de entonces con Miguel Suárez Fernández y Carlos Prío Socarrás, exigió a la alta dirección auténtica que Pereda fuera des-postulado.  Y finalmente así se hizo, poniendo en su lugar a Antonio Aguilar Recio, un Republicano de conocidos antecedentes reaccionarios y machadistas. 

Pero la popularidad de Pereda Pulgares le atrajo el apoyo del Partido Socialista Popular (comunista), quienes lo presentaron como su candidato a la alcaldía, y el de los senadores auténticos Eduardo Chibás, Millo Ochoa, y Manuel Bisbé, así como el de otros sectores del Autenticismo, en especial el Comité Nacional de la Juventud Auténtica y la Sección Juvenil del PRC(A) de La Habana.

El sostenimiento a Pereda por parte de Chibás y de los que le seguían fue incondicional y sin miras a las consecuencias. Tanto así que todo el mundo supuso lo que luego ocurrió: una crisis em el Partido.

-----
 
El 20 de septiembre (1946), se efectuó uno de los actos en apoyo de la candidatura de Pereda en la Plaza Finlay. A él asistió una representación del Autenticismo oriental formada por holguineros. Entre otros habló Nicolás de la Peña Rubio en representación del Ejecutivo Municipal de Holguín y de la Sección Juvenil Auténtica:

“Para los que hemos venido del indómito Oriente atraídos por la simpatía que tiene la aspiración alcaldicia del Dr. Ramón Pereda Pulgares, líder indiscutible de las clases populares del Camagüey legendario, ha sido un timbre de orgullo y satisfacción prestar nuestra humilde cooperación al triunfo del popular candidato, porque en él encarna el ansia de redención de un pueblo que se pronuncia contra la política a la antigua usanza, puesta en práctica a base de cañonas y efectuando la compra-venta del voto por medio de posiciones burocráticas, métodos utilizados por regímenes que han sido repudiados por el pueblo de Cuba”[1].

Nicolás de la Peña Rubio
Más adelante Nicolás de la Peña Rubio dijo que los puertoprincipeños conocían muy bien los atropellos y la traición de que había sido víctima el Dr. Pereda por dirigentes del PRC(A), y, dijo, “los auténticos puros, los que no se entregan al mejor postor” debían “cobijarse” bajo su candidatura porque con ello defendían el prestigio revolucionario y los postulados del Autenticismo. 

Seguidamente Peña Rubio fustigó a los adversarios del candidato camagüeyano que empleaban como única arma el “anticomunismo”. (Pereda tuvo que refugiarse en el Partido Socialista Popular cuando el PRC(A) lo abandonó). Para el discursante la postulación de Pereda por los socialistas era demostrativa del reconocimiento que ese partido hacía al prestigio político y las simpatías que tenía, el antes Auténtico, entre los camagüeyanos y dijo que con la candidatura de Pereda se gestaba un nuevo partido político en la tierra de El Mayor Agramonte, “el Partido Peredista, integrado por todas las clases sociales, culturales, económicas y políticas del Camagüey glorioso”[2].

Al holguinero le siguieron en el uso de la palabra representantes de los partidos que sostenían a Pereda: los liberales, los demócratas, los republicanos, los abecedarios y los socialistas populares. Finalmente,  ante los diez mil asistentes habló Pereda Pulgares y luego Chibás.

Algunos creían que la defensa de Chibás a Pereda Pulgares la hacía porque no tenía el apoyo de la Asamblea Provincial del Partido Auténtico; si Pereda ganaba la alcaldía Chibás y se reorganizaba el partido, Chibás tendría el apoyo que esperaba. O sea, que aquella era una batalla campal de dos facciones del Autenticismo.

¿Cuándo nació la ortodoxia?

Los historiadores no se ponen de acuerdo entre ellos, unos dan como acto definitorio de su nacimiento la proclamación en Holguín de la candidatura presidencial de Chibás, otros dicen que nació durante el apoyo que Chibás y otras figuras del Autenticismo le dieron a Pereda Pulgares en las elecciones municipales de Camagüey. 

Asumir uno u otro hecho como nacimiento de la escisión auténtica y la posterior creación de la ortodoxia no es criticable, soslayar uno de los dos acontecimientos sí lo es.

Los dos hechos se producen casi al unísono y ambos dejan una impronta dentro del acontecer político cubano. Ambos debieron llenar la copa que desde antes estaba casi al rebosar. 

Y asimismo, antes habían acaecido otros sucesos menores que fueron madurado la aparición de diferencias dentro de las figuras del PRC(A); por un lado la derechización del Autenticismo y a la par una toma de conciencia de los elementos más afines a los intereses nacionales, (ello sin dejar de tomar en cuenta que en la escisión hay un poco de oportunismo por parte de determinadas figuras políticas de la disidencia).

Otro elemento esencial que llevó a la formación del nuevo partido fue que en su labor el Presidente Grau no atendió las necesidades del interior de la nación, por lo que era necesario un nuevo Partido que llegara a la presidencia y que sí tuviera en cuenta esas dichas necesidades.

Desde varios años antes (en 1933), los holguinero habían reclamado a Grau San Martín durante su primer mandato que tomara medidas a favor de la “no centralización de la política”, considerando que la política centralizadora de la capital dañaba a las provincias y así lo habían hecho constar en un telegrama que dirigieron a Millo Ochoa, entonces representante del Directorio Estudiantil en La Habana: “Rogámosle nos represente comisión ejecutiva y recuerde provincias también deben ser atendidas en reorganización país. No olvidemos centralismo Habana e imperialismo han sido causas de desorganización pueblo cubano. Cuba son estas seis provincias y lo La Habana”[3]. Firmaron los miembros del Comité Ejecutivo Revolucionario Julián García Benítez, Rosal, Luis Felipe y Rafael Masferrer Landa, en el Cuartel Calixto García.

Sin embargo catorce años después las diferencias entre la Capital y el resto del país no se  habían resuelto y que Chibás las resolviera era una de sus aspiraciones, tal como quedó plasmado en las consignas que entonces surgieron espontáneamente: “las Luz viene de ORIENTE con Chibás de Presidente” y, todavía más claro en el slogan que reconocía a Chibás como el “Candidato de los Orientales” para la presidencia. 

Obviamente cuando Chibás no resultó el candidato del PRC(A), era necesario un nuevo partido que cumpliera con esa necesidad.

Paralelo a la postura que buscaba mayor representatividad de determinadas regiones del país, se suman a Chibás otras que desean mayor independencia o simplemente que se les reconozca como municipio. Cueto era uno de esos lugares que consideraba que tenía condiciones para serlo, por lo que solicita a Chibás que les apoyara, sabiendo que aquel Senador era afín con los intereses de las regiones relegadas o simplemente así lo vieron los que creyeron el él.


[1] Archivo Personal de Nicolás de la Peña Rubio.
[2] Ibídem
[3] Instituto de Historia de Cuba. Archivo Vilaseca. Documento No. 97.

Opositores a la Candidatura de Chibás por el Partido Auténtico a la Presidencia de la República.



Uno de los adversarios más acérrimos dentro del Partido Auténtico a la candidatura de Chibás y de su candidatura lo fue el holguinero Rubén de León

En declaraciones a la prensa dijo Rubén de León que Chibás había utilizado los dos años de gobierno auténtico para atribuirse como propias las obras del Primer Mandatario de la nación y que su último atrevimiento había consistido en intervenir en las elecciones alcaldicias de segunda vuelta en Camagüey donde se declaró representante del Presidente a pesar de contravenir la línea de alianza apoyando al candidato comunista Ramón Pereda Pulgares, quien había sido vetado por la maquinaria burocrática del Autenticismo, para instalar en su lugar instalar al candidato Republicano Antonio Aguilar Recio.

Pero la oposición de León no quedó ahí, sino que inauguró una hora radial denominada "La Voz del Autenticismo" con el fin de restarle fuerzas a Chibás. Chibás acusó a León reiteradamente de batistiano por su cooperación con aquel desde su paso por el Partido Nacional revolucionario (realista).

Luis Baire Llópiz fue otro de los hostiles a Chibás, y también lo fue Carlos Prío Socarrás, Presidente de la República y Secretario General del Partido Auténtico, quien aseguró que convocaría a la Asamblea Nacional del PRC(A) con el objeto de enjuiciarlo al ir en contra de la Alianza Autentico-Republicana en el poder.

Asimismo otras incontables personalidades de dentro y fuera del Partido se opusieron a la tesis de Chibás de todo el poder para los auténticos en el oriente de la Isla, entre ellos el comunista Juan Marinello que las consideró antidemocrática.

En la foto: Chibás, Millo Ochoa de frente y mirando a la cámara y otros

Mientras y por entonces Chibás pensaba que para ser candidato del Autenticismo y luego ganar las elecciones presidenciales solamente necesitaba de las provincias del oriente cubano: “Oriente y Camagüey, las dos provincias que más lucharon y sufrieron por la independencia de Cuba, las más auténticas de la República, (y sin embargo) han sido siempre las más abandonadas. Ellas, las primeras en la guerra, han sido las últimas en la paz. Generosas a la hora de contribuir con su sangre a la fundación de la patria, han quedado luego al margen a la hora de los beneficios. Es tiempo que se haga justicia a Oriente y  a Camagüey, ya que los anteriores gobiernos las olvidaron”[1].

Finalmente la maquinaria auténtica hizo pública la candidatura definitiva de ese partido. Ese sería Carlos Prío Socarrás, un hombre menos popular que Chibás, pero complaciente con la burocracia del partido y por tanto contó con el apoyo del presidente Grau, aunque las relaciones de ambos siempre fueron de una reconocida ambigüedad. A Chibás no le quedaba otra alternativa que romper con el autenticismo y fundar un nuevo partido.


[1] Archivo Nacional de Cuba. Fondo Eduardo R. Chibás. Partido del Pueblo Cubano (O). Expediente 9. Legajo 3.

Los Auténticos Orientales proclaman la candidatura de Chibás a la presidencia de Cuba en Holguín.



Dijo la prensa de la época que en la noche del 14 de julio de 1946, después de su proclamación como Candidato a la Presidencia del país por la Asamblea Provincial del Autenticismo en Oriente y después de su hora radial por la CMQ, que esa vez se transmitió desde la CMKF holguinera en cadena, Chibás y sus acompañantes se dirigieron al parque Calixto García donde lo esperaban entre doce mil a dieciocho mil personas. (En verdad esas cifras representan un porciento muy elevado con respecto al total de la población de la ciudad según el censo de 1943: el 50,2 %).

La tarima la situaron en los bajos de La Periquera, a la misma entrada, cubriendo desde el portón hacia la calle[1]. Desde ella hablaron Millo Ochoa, Juan Alberto Iglesias, Orlando Castro, Manuel Braña, Conte Agüero y Chibás.

Conte Agüero en su libro casi desconocido, lamentablemente, dijo que él, frente a La Periquera, desarrolló la tesis: “Chibás, pensador, gladiador y poeta” y que lanzó el lema: “Una auténtica emoción auténtica, una auténtica emoción cubana”[2]

Lógicamente fue Chibás quien resumió la jornada. En medio de su discurso por unos momentos falló la corriente eléctrica y cuando  se restableció Chibás dijo al público reunido que “no le interesa que se apague la luz eléctrica si se mantiene encendida en el corazón de los cubanos presentes la luz de la revolución”[3]. Posteriormente volvió a faltar la corriente eléctrica, a lo que Chibás dijo: “Así es la vieja política, por un momento domina su oscuridad pero al cabo la verdad revolucionaria se abre paso y la luz retorna para el pueblo”[4] y concluyó rememorando la tesis de “Oriente: Hagamos de todo el poder para el Auténticismo la consigna nacional de la victoria”[5].

Desde Holguín, al día siguiente, viajarom hasta Báguano donde efectuaron un acto político. Mientras hablaba Bisbé, Chibás se percató de que había una bandera cubana amarrada a su asta. Y cuando le corresponde su turno en el podio Chibás llamó la atención a los reunidos considerando que la bandera debía permanecer sin ninguna atadura y, dijo, que hasta tanto aquella bandera no fuera desatada, él no hablaría. Alguien corrió a desatarla y la bandera tremoló a los caprichos del aire, entonces Chibás continuó su discurso. Al ser chiflado por los cesanteados del inciso K respondió que no es con chiflidos como se detiene a la revolución. Posteriormente, al referirse con jocosidad a lo dicho antes por Millo Ochoa, que de fracasar en el empeño de hacerlo presidente cogería su maletín de dentista, dijo que “le rogaba a Dios que le concediera el triunfo para evitarle a los pacientes tamaña desgracia”[6].
 
Dr. Millo Ochoa, médico dentista

De Báguano siguieron a Tacajó y luego a Deleite donde, dijo Chibás, deseaba deleitarse con las bellas muchachas de la zona. El siguiente punto de la parada fue Antilla donde había llovido intensamente y por lo tanto el mitin comenzó con poco público, pero cuando Chibás comenzó a hablar los vecinos fueron llegando. Al terminar era aquella una impresionante aglomeración humana.

De Antilla fueron a Santiago de Cuba, era el 16 de julio de 1946.

-----

Diez días después de la proclamación de su candidatura por los orientales en Holguín, Chibás escribió una carta a Guido García Inclán en la que dice: “ni Germán Pinelli ni los periodistas de Oriente te engañaron al contarte que jamás habían visto pueblo tan enardecido como el de Holguín cuando aplaudió delirantemente durante media hora la proclamación”[7]. Luego habla emocionado por el respaldo dado por la mayoría de la Asamblea Provincial de Oriente, a despecho de los que le negaban autenticidad a la proclamación y, seguidamente decía que no se consideraba él mismo un aspirante a la Presidencia sino “un líder revolucionario que, consciente de su rol histórico, ha aceptado, sin regocijo, pero también sin vacilaciones ni tibiezas, la enorme responsabilidad que las masas auténticas me han impuesto de encabezar el formidable movimiento de reafirmación revolucionaria que se extiende ya por el país entero”[8].

Esta carta Chibás la concluye reafirmando su oposición a la reelección y a su convicción de dejarse arrastrar por defender sus principios y recalcando su adhesión al mentor del Auténticismo, Ramón Grau San Martín, pero sin adulación y luchando junto a él contra los enemigos declarados o emboscados que tiene el Partido a los que Chibás llama machadistas y batistianos.



 


[1] Entrevista a Nicolás de la Peña Rubio realizada por Hernel Pérez Concepción. 23 de marzo de 2004. Holguín. 
[2] Conte Agüero, Luis. “Eduardo Chibás. El Adalid de Cuba”. 
[3] Ibídem 
[4] Ibídem 
[5] Ibídem 
[6] Ibídem. p. 446 
[7] Archivo Nacional de Cuba. Fondo Eduardo R. Chibás. Partido del Pueblo Cubano (O). Expediente 9. Legajo 3. 
[8] Ibídem.

Chibás y nada más. El holguinero Millo Ochoa le propone a Chibás la candidatura a la presidencia de la isla.



Senadores por el Partido Auténticos Millo Ochoa y Eddy Chibás en el Capitolio


La candidatura de Eddy Chibás a la Presidencia del país se comenzó a barajar por el pueblo antes de que Millo Ochoa se lo propusiera. La Revista Bohemia recogió en sus páginas el recorrido que hizo Chibás por la provincia de Las Villas donde habló en cerca de veinte actos y donde fue aclamado con gritos de “Chibás en 1948” y “Eddy Presidente”. Proposiciones públicas éstas que contaron con la anuencia de Chibás quien, dicen que comentó a uno de los miembros de su comitiva: “¿Tú ves…?, el pueblo me aclama. Yo no puedo defraudarlo”.  Sin embargo Chibás se opuso a que su candidatura saliera desde la estructura burocrática del partido porque, dijo, “mi candidatura surgirá de las masas. A ella me debo”[1].

La periodista e investigadora histórica Elena Álvarez Martín en su libro: “La ortodoxia en el ideario americano” escribe que en los primeros días de noviembre de 1944 “un grupo de miembros del Partido Auténtico del barrio de Melones, en el término de Holguín, (tuvieron) la idea de proclamar la candidatura presidencial para las futuras elecciones de 1948 de Chibás como Presidente y de Millo Ochoa como vice”[2]

En verdad la idea de convertir a Chibás en el candidato del Autenticismo era vieja, pero sin rechazar la propuesta, Chibás nunca la aceptó hasta que el jefe del partido Auténtico en Oriente, Millo Ochoa, le propuso que fuera el candidato porque, según Millo, Chibás contaba con el apoyo del partido (Auténtico) en la provincia a su cargo.

La propuesta de Millo fue hecha en el apartamento de Chibás en La Habana, el día 3 de julio de 1946. 

Luis Conte Agüero en su libro: “Eduardo Chibás. El adalid de Cuba”, dice que el diálogo entre Millo y Chibás ocurrió el 7 de julio y que allí se acordó que Millo lo anunciaría en el programa de radio que tenía Chibás en la CMQ y que durante la Asamblea Provincial de Oriente y Municipal de Holguín del PRC(A), a efectuarse en Holguín el 14, harían efectiva la proclamación. Conte Agüero dice, además, que los que estaban ese día en el apartamento de  Chibás oyeron cuando él dijo que era una feliz coincidencia que su proclamación como candidato se realizara un 14 de julio, fecha “inmortal para la libertad”, dijo, en la que se conmemoraría un aniversario más de la toma de la Bastilla por los revolucionarios franceses[3].

Terminada la reunión Millo Ochoa pasó un telegrama a Holguín dirigido a Juan J. García Benítez donde le dice: “Comunícole domingo día siete noche desde CMQ proclamaré senador Chibás candidato presidencia república. Exprese su criterio telegrama, carta, cualquiera sea su opinión”[4]. ¿Es que la propuesta de Millo a Chibás no había sido discutida antes por sus allegados orientales?.

Indudablemente Millo sabía que contaría con el respaldo de la mayoría de la dirección provincial del Autenticismo y sobre todo con los miembros de fila. Un hombre tan hábil como era Millo seguramente que antes de su proposición ya había pulsado la opinión pública oriental y sabía que en esta parte de Cuba se deseaba un candidato distinto a los que proyectaba el Autenticismo y nadie era más acorde que Chibás, por lo tanto él olvidaría (por ahora), sus intereses particulares y enfrentaría a las estructuras burocráticas del partido: ser vocero del pueblo le reportaría grandes beneficios que, seguro, ya Millo había medido muy bien.

El 7 de julio en la noche desde los micrófonos de la CMQ, Millo Ochoa dijo: “Proclamamos a Chibás como futuro Presidente de Cuba, por su incorruptibilidad. Proclamamos al incorruptible Chibás, interpretando ese sentimiento popular que sabe que en un país que sufrió cuatrocientos años de coloniaje chanchullero y cuarenta años de sobornos y componendas republicanas, es la incorruptibilidad la única esperanza de superación y prenda de confianza entre un gobernante y su pueblo. Será nuestro lema de campaña, Chibás y nada más”[5].

Después habló Chibás quien en una parte de su intervención le agradeció a Millo por el honor que le hacían los orientales, más aún, dijo, por ser en esa parte de Cuba donde él había nacido y terminó sus palabras diciendo que si llegaba a la presidencia “continuaría la obra de la revolución, por lo que deben irse preparando desde ahora los agiotistas, los geófagos, los explotadores del pueblo y los políticos corrompidos, pues contra ellos, principalmente, irá su gobierno”[6].

A Chibás le siguen en el uso de la palabra Orlando Castro por la Juventud Auténtica, Carlota Miró por las Brigadas Femeninas y Juan Rodríguez por el Comité Tranviario. Todo le apoyaron así como miles de simpatizantes que se encontraban frente a la emisora de radio para oír la charla. 

A partir de la proclamación de la candidatura de Chibás se produjeron las adhesiones de diferentes personalidades y comités del Autenticismo y asimismo fue considerable el apoyo que tuvo en los sectores obreros, campesinos y la clase media con predominio intelectual, y en la prensa salieron importantes declaraciones acerca de los objetivos de su campaña y del futuro de Cuba si él alcanzaba la silla presidencial.

El siguiente paso sería la proclamación en Holguín, como había sido planificado.


[1] Sección En Cuba. Revista Bohemia. 2 de junio de 1946. p. 30.

[2] Álvarez Martín, Elena. La ortodoxia en el ideario americano. Editorial de Ciencias Sociales. La Habana. 2002. p. 73.

[3] Conte Agüero, Luis. “Eduardo Chibás. El Adalid de Cuba”. p. 438. (Teniendo en cuenta la información de la Sección En Cuba de la revista Bohemia, algunos historiadores plantean que fue Chibás el que escogió el 14 de julio para que los Orientales hicieran la reunión en la que iban a proclamarlo candidato a la Presidencia).

[4] Telegrama de Millo Ochoa a Juan J. García Benítez, 3 de julio de 1946. Archivo Personal de Juan j. García Benítez.

[5] Archivo Nacional de Cuba. Fondo Eduardo R. Chibás. Partido del Pueblo Cubano (O). expediente 198. Legajo 6.


[6] Luis Conte Agüero. Ob. Cit. p. 439.

LO MAS POPULAR DE LA ALDEA