El aliento feminista de Marilola recorre cada uno de sus textos y se convierte en un rasgo diferenciador de su estilo.
La poeta holguinera mantiene vínculos epistolares con mujeres muy reconocidas por entonces: Gabriela Mistral, Alfonsina Storni, a quien llama “hermana”. Y cuando muere la Storni, Marilola escribe varios poemas que dejan entrever la huella que aquella deja en esta y no solo en lo literario, sino, también, en la conformación de una manera de ver la vida mucho más amplia que la que le permitía el ambiente provinciano en el que desarrolla su existencia.
Yo siento una gran compasión por todos los hombres que se muestran despiadados con la mujer, por esos hombres pequeñitos que pretenden rebajarlas en comentarios mezquinos y también por los que aplauden a estos y ríen sus bufonadas... ¡hombres defraudados todos ellos!.
Los de Marilola son tiempos complejos en todos los órdenes. Si para un hombre dedicado a las letras es difícil entonces encontrar reconocimiento y espacio, en un medio que no estimula el fomento de los valores espirituales, para una mujer es mucho más abrupto el camino, y aún más para una mujer que escribe textos “atrevidos”. Atrevidos significa siempre no acatar el conservadurismo y los prejuicios acuñados y, con frescura, cantar intensamente a la vida. “El contenido (de su obra) era cosa de una muchacha que soñó lo que no disfrutó... ¡Que bueno debe ser tener la vida colmada de una realidad soñada!”
En sus memorias la autora confiesa que ha amado mucho pero no a muchos. “El amor es el sentimiento más bello que ornamenta la vida. El ser que no conoce el amor es oscuro, taciturno y ausente. (...) Cubro mis silencios escribiendo un mundo que quisiera legítimo”.
Son los años treinta del siglo pasado. La poeta viaja por otras regiones del país con toda la intensidad que le permite su situación de madre soltera. La Habana es su más frecuente destino. Allá tiene receptores para su obra que la aplauden y sobre todo, que la leen. Al paso de los años, mirando atrás, en sus memorias ella siente lástima por las pobres mujeres y los también pobres hombrecitos frutrados. “Mientras ellos demolían el exterior, pues sus pobres fuerzas no llegaron nunca a la raíz, yo me sentía crecer, crecer. (...) Jamás me ha hecho volver el rostro el graznido de los cuervos y sí el canto maravilloso del sinsonte”.
Marilola se yergue, una, otra y otra vez se yergue y continúa la marcha apoyada en una profunda pasión. Sortea los obstáculos, algunos más altos que una montaña alta y al final la ciudad comienza a definir su imagen como lo que es desde el principio: una poeta. El 21 de junio de 1932 es la fecha del primer homenaje que, por llegar de quienes lo organizaron, para ella era muy especial. Fue en el teatro Oriente por el Centro de Veteranos y Patriotas. Y en octubre de ese mismo año en Guantánamo, se realiza una velada cultural en su honor. Marilola lee una selección de su obra. Las palabras de elogio las pronuncia Regino Eladio Botti.
En 1933 tiene lugar una Gran velada Literaria en el teatro Martí de la ciudad de Holguín donde se le rinde honores a la poeta. Se entera Manuel Navarro Luna y le escribe una halagadora carta donde la llama “Mi dilecta, mi admirada amiga”. Ella lo califica como “el hermano de siempre”.
Con otros intelectuales de la época intercambia opiniones. Marilola recordará siempre sus encuentros con Camila Henríquez Ureña, Loló de la Torriente, Amelia Peláez, René Portocarrero, Jesús Orta Ruíz, Raúl Ferrer... Colaboraciones de Marilola aparecen en diarios de América Latina: Diario del Sureste, El País, Habana Elegante. Diferentes periodistas escriben comentarios favorables. Y escritores de su época, que la conocen, escriben versos emocionados donde plasman su imagen: José Ángel Buesa, Ruy de Lusimé, Amelia Ceide, Humberto Lara y Lara, Gustavo Sánchez Galárraga. Arturo Doreste la describe de esta forma: “Rápido el paso y el ademán. Su tipo nórdico es un distintivo mientras el arte la condecora con su medalla de laurel”. Ella dice que las palabras de Doreste son una “lumbre de esperanza”. Pero, sin dudas, la expresión más acabada de la inspiración que despierta Marilola es el poema que le dedica Emilio Ballagas: “Canción de mar y olas”.
Holguín.Hato y Corral de San Isidoro. Isidoro, nacido en Sevilla hacia el año 570 y fallecido el 4 de abril del 634, fue elegido Obispo de Sevilla en el año 596 a la muerte del titular, que era su hermano Leandro. Se destacó entre otros aspectos valiosos por su obra escrita en defensa del cristianismo y en particular, por su rescate de la ciencia de la antigüedad clásica, trasmitida a través de sus obras a la Edad Media y el Renacimiento. Hermano además de San Fulgencio y de Santa Florentina. Sitios: Mayabe, Yayal, La Entrada, Las Cruces, El Guayabal, El Consejo, Matatoros, Guajabales, la Guanábana y Dijagüas. Posesión inaugurada según la tradición el 4 de abril de 1545, por García Holguín, a su regreso de México. En el año 1600 el hato era poseído por su nieta Elvira del Rosario López de Mejías Holguín, esposa del asturiano Diego de Ávila Albadiana, la que solicitó al Cabido de Bayamo la aclaración de los linderos y amojonamiento de la posesión, declarándose como tales: de la Loma de la Concordia, en la costa del norte, tomando la dirección hacia el oriente, hasta llegar al paso del río de Lirios, partiendo desde aquí al nacimiento de otro río que denominan de la Tranquera, en la sabana de las Yabas o Bijacas, siguiendo después hasta el charco de El Guayabal, costeando en dirección del oeste; se pasa por el pie de una güira que está en el cerro de Baitiquirí, y siguiendo por toda la cordillera hasta llegar a los Saos de Tomí, de cuyo puente se endereza a la Loma de la Breñosa o sierra de Cobezuela, y desde allí dirigiéndose a la citada Loma de la Concordia o Guajabales, en donde se cierra el área. Los sitios del hato en el año 1600, lo eran: al norte, Guajabales, Jesús María y Lirios, al sur los de Güirabo y Haticos o Revacadero, al oeste, los sitios de Matatoros y Las Cruces, y al este, los sitios deLa Entraday San Antonio de las Bijacas. En 1639, sobre la acción del sitio de Guajabales, Elvira del Rosario impuso un censo de capellanía colativa en beneficio de la Iglesia parroquial mayor de Bayamo, reconocida por su heredero Rodrigo de Ávila López en 1682 y luego por el hijo de este, Juan de Ávila Batista. En octubre de 1703, Lorenzo Batista le solicitó al Alcalde Ordinario de la Villa de Bayamo, Juan Infante Hidalgo, merced de de un pedazo de tierras que lindaba con Yareyal, existiendo por ello pugnas entre este hatero, Salvador Gallardo y Cristóbal Rodríguez. El 10 de enero de 1710, María de las Nieves Aldana, viuda de Domingo de la Torre, realizó venta de parte de la posesión que tenía en el hato a Juan González de Rivera Obeda. El 15 de noviembre de 1720 Juan de Ávila Batista, le vendió parte del sitio Guajabales, con el gravamen a su primo, Antonio Almaguer Ávila, heredado en 1727, por su hijo Cristóbal de Almaguer Torres. El 12 de agosto de 1738, Francisco Sablón, le vendió parte de su posesión del corral de Las Cruces que hubo por compra a Antonia Batista, a Salvador Vázquez. El 7 de marzo de 1740, Diego de Ávila Batista, le vendió en Matatoros, a su hijo Francisco de Ávila de la Torre, 100 pesos de posesión, los que luego vendió a José Plácido Fernández, el que los revendió el 7 de octubre de 1749, a Miguel Martínez Sánchez. En 1753, Ignacio Paneque le vendió a José de Aguilera y a su mujer, Luisa de la Cruz, 20 pesos de posesión, en 211 pesos. En 1754, al testar Juan Manuel de Ávila de la Torre, Hijo de Diego y de Salvadora, esposo de Rosa Ramírez, reconoció poseer en el hato y paraje del Yayal, 60 pesos de posesión, un Trapiche, una estancia con 5 000 matas de yuca, 3 caballos y 5 reses vacunas. En 1755, la viuda Rosa Ramírez, le vendió a Roque ¿Carnere?, 60 pesos de posesión. Al testar en 1755, Pablo Ramírez Graña, natural de Puerto Príncipe, declaró poseer en el paraje de Jesús Maria 105 pesos de posesión, tres cañaverales y un Ingenio gravado por una capellanía de 200 pesos, a favor del Convento de San Francisco de Bayamo. En 1756, Agustín Almaguer le vendió al cura Cristóbal Rodríguez, 40 pesos de posesión, en el sito La Guanábana; la viuda Rosa Ramírez, le vendió a Cristóbal Pupo, 60 pesos de posesión, con un Ingenio valuado en 196 pesos y 4 reales. En 1757, al testar, Francisco de la Torre Hechevarría, esposo de Nicolasa Martínez, declaró poseer 105 pesos de posesión, con un censo de capellanía a favor del Convento de San Francisco de Bayamo, así como un Ingenio, denominada Jesús María José, también gravado por 95 pesos de censo; Rodrigo González de Rivera, le vendió 200 pesos de posesión y un Ingenio a Diego de la Torre Hecheverría, en Mayabe, todo en 1 604 pesos. En 1758, Juan Bermúdez de Castro Suárez, al testar declaró poseer 150 pesos en el hato que recibiera a través de su esposa Lorenza de Ávila; Luisa Ruiz de Aguilar, esposa de Diego de la Torre Salas, declaró poseer un Ingenio en Mayabe, con 200 pesos de posesión y 1 000 en censo de capellanía en beneficio de un Convento a fabricar en Holguín; al testar José de Aguilera Gómez de Nápoles, natural de Puerto Príncipe, esposo de María de la Cruz, reconoció poseer 130 pesos de posesión en el Hato de Matatoros, con 200 de ellos a censo de capellanía en beneficio del Convento de San Francisco de Bayamo, teniendo además 150 reses vacunas, 20 caballos, un mulo y dos manadas de cerdos. En 1759 al testar Isabel Vázquez Batista, esposa de Patricio Ricardo, reconoció poseer la hacienda de La Entrada, cuidada por su hijo Juan Ricardo Vázquez, al que poco después le vendió 60 pesos de posesión y un Ingenio. En 1760, se protocolarios una venta anterior, donde Bernardo Batista les había vendido a Salvador Vázquez y su esposa, Ana Romero, 100 pesos de posesión, recibido de la herencia de su padre; Ana Romero, ya viuda de Salvador, hace constar que su difunto marido le había vendido al cura bayamés Francisco Mojena, 400 pesos de posesión, con un Ingenio en las Cruces de Holguín; al testar Pedro de Leyva de Castro, natural de Bayamo, casado con Bernarda de Ávila de la Torre, declaró poseer 90 pesos de posesión. En 1761, al testar Lorenza de Ávila Batista, esposa de Juan Bermúdez de Castro, declaró tener en el hato 100 pesos de posesión. En 1763, al testar José de Aguilera Gómez, natural de Puerto Príncipe y esposo de María Josefa de la Cruz, reconoció poseer 130 pesos de posesión en el hato, con 200 reses y 5 caballos en el sitio de Matatoros; al testar Juan Bermúdez de Castro Ávila, reconoció poseer 50 pesos de posesión, 50 reses vacunas y 5 caballos. En 1764 – 65, declararon poseer en el hato y corral, en Matatoros: Juan Ignacio Aguilera, con 30 reses vacunas, Isabel de Aguilera, con 10 reses vacunas y 20 cerdos, y María de la Cruz de la Torre Hechevarría con 80 reses vacunas, en el paraje de Guajabales: Cristóbal Almaguer con 200 pesos de posesión, gravados por censo de igual valor en beneficio de José Martínez, 30 reses vacunas, 20 cerdos y 25 pesos de utilidad y Joaquina Hidalgo, con 40 cerdos, en el paraje de Las Cruces: José Bermúdez, con 50 reses vacunas, en el paraje de La Entrada: Juan Ricardo, con 150 reses vacunas, en el paraje de la Guanábana: el cura Cristóbal Rodríguez, con 200 reses vacunas y 50 cerdos, en el paraje El Guayabal: Ana Romero, con 100 pesos de posesión y Antonio el francés, con 25 cerdos, en el paraje de Dijagüas: Diego Tamayo con 27 reses vacunas y 16 cerdos y en el asiento principal: Bernardo Ávila, con 40 pesos de posesión, Lorenzo Ávila con, 150 pesos de posesión, Miguel Martínez, con 250 pesos de posesión y Bartolomé Reynaldos, con 65 pesos de posesión. En 1765, al testar Cristóbal Morales de Aguilera, natural de Puerto Príncipe, reconoció ser el administrador de las posesiones en Matatoros de su tía María de la Cruz, y tener en el paraje Estancia con 16 reses vacunas y 14 caballos, explotando una esclava; Miguel Calderón estableció una capellanía de misas sobre 406 pesos y 7 reales de sus 800 pesos de posesión en el paraje de las Acanas; en su testamento, María José de la Cruz Velásquez, esposa de José de Aguilera, reconoció poseer 130 pesos de posesión en el sitio de Matatoros. En 1766, Santiago Céspedes de la Vega, cura en Bayamo, le donó 150 pesos de posesión a Inés e Almaguer y sus hijos; Santiago Céspedes de la Vega, le vendió a José Bermúdez Castro, 400 pesos de posesión en el paraje de Las Cruces, gravadas por un censo de capellanía sobre 200 pesos de posesión en beneficio de la Parroquial Mayor de Bayamo; al testar Isabel de Aguilera de la Cruz, reconoció poseer 80 pesos de posesión en el sitio; Cristóbal Almaguer reconoció una capellanía antigua, fundada por Elvira López, que gravaba la posesión, sobre 100, de los 300 pesos de posesión en que estaba valuada la misma, pagando 15 pesos anuales a la Iglesia Parroquial Mayor de Bayamo. En 1769, Juan Bautista de Vidaburú, Juez Subdelegado de Tierras por mandato del Gobernador, sobre la base del deslinde del hato, realizada por al agrimensor José Joaquín de Vidaburú, reconoció que el hato poseía una superficie de 581 812 y un cuarto cordeles planos, los que sobraban para un hato; pero no completaban la superficie para un corral, más al ser un tierra sin aguada y de un monte estéril no pudo determinar su precio. Ese año, José Joaquín de Vidaburú y su esposa, Ana Romero, permutaron los 100 pesos de tierra comprados a los Moreno, por la misma cantidad de posesión, hasta entonces ocupada por el matrimonio Antonio Blanco y Ana Ricardo, en el Corral Guayabal del Hato de Holguín. En 1770, Diego de Ávila le donó a su ahijada, Inés Gabriela de Vidaburú, hija del agrimensor José Joaquín de Vidaburú, 300 pesos de posesión en el sitio; Juan Ricardo le arrendó a Tomás de Escalona y su esposa Rafaela Parada, el sitio de El Consejo, con 30 reses vacunas, por 8 años por 40 pesos anuales; Antonio de la Torre, trocó con María Ramírez, 200 pesos en posesión en Uñas por un trapiche de esta en el Egido de la ciudad, paraje de El Yayal. En 1771, al testar Teresa Santiesteban Hecheverría, esposa de Francisco Ignacio Aguilera, declaró poseer 20 pesos de posesión en el corral de Matatoros. En 1774, Antonio Reyes era poseedor del corral de Guayabal. En 1776, Matías de la Cruz, le vendió a Pedro de Silva, 100 pesos de posesión en el hato. En 1777, en el paraje de las Acanas, el cura Cristóbal declaró 150 reses vacunas, 10 cerdos y 6 equinos, en el paraje La Guanábana, Gaspar Blanco declaró poseer 80 reses vacunas, 20 cerdos y 7 equinos, en el paraje de Guajabales, Cristóbal Almaguer declaró poseer 30 reses vacunas, 12 cerdos y 4 equinos, en el paraje de Matatoros, Isabel Aguilera declaró poseer 12 reses vacunas y 4 equinos y, Cristóbal Morales, 50 reses vacunas, 22 cerdos y 20 equinos. En 1783, Bartolomé Reynaldos, le vendió a Juan Ricardo, 61 pesos de posesión en el paraje de El Consejo. En 1784, en el hato de Matatoros, en un sitio, vivían 13 personas blancas y 4 esclavos, y el hato de El Guayabal, tenía un sitio; al repartirse la cuota para la pesa para el abasto de la ciudad de Holguín, se señaló como poseedor de la hacienda de La Entrada, a Juan Ricardo y de la hacienda de las Ácanas, a Manuel Meneses. En 1786, Isabel de Aguilera impuso sobre su posesión en Matatoros, un censo de 100 pesos, para la futura creación de un Convento en la ciudad de Holguín. En 1795, Francisco Bermúdez le vendió a su hermano José, 50 pesos de posesión en el paraje Revacadero.
AHP. Fondo Protocolos Notariales. Escribanía de Lorenzo Castellanos. Año 1753, f. 47. Año 1754, f. 50. Año 1755, ff. 18v, 66v. Año 1756, f. 37, 40. Año 1757, ff. 16v, 34v. Año 1758, ff. 11, 24v, 50. Año 1759, f. 100. Año 1760, ff. 1v, 3, 70. Año 1761, f. 38v. Año 1763, ff. 33v, 87. Año 1765, ff. 1, 60, 96v. Año 1766, ff. 31v, 43, 45v, 102. Año 1769, ff. 41. Año 1770, ff. 5, 49v, 88. Año 1771, f. 38v. Año 1774, f. 71. Año 1776, f. 81v. Año 1783, f. 39v. Escribanía de Salvador de Fuentes. Año 1786, ff. 169 - 172. Año 1795, f. 69. Fondo Tenencia y Ayuntamiento. Legajo 63, Expediente 1926, ff. 52v – 55v. ANC. Fondo Intendencia General de Hacienda, Legajo 388, Número 41. Fondo Correspondencia de los Capitanes Generales, Legajo 17, Número 7. Fondo Realengos, Legajo 76, Número13. Fondo Gobierno General. Legajo 489, Número 25118.
Yayal, El.Sitio y paraje dentro del Hato de Holguín. En 1754, al testar Juan Manuel de Ávila de la Torre, Hijo de Diego y de Salvadora, esposo de Rosa Ramírez, reconoció poseer en el hato y paraje del Yayal, 60 pesos de posesión, un Trapiche, una estancia con 5 000 matas de yuca, 3 caballos y 5 reses vacunas. En 1770, Antonio de la Torre, trocó con María Ramírez, 200 pesos en posesión en Uñas por un trapiche de esta en el Egido de la ciudad, paraje de El Yayal. En 1837, José Felipe González le arrendó a Rafael M. Angulo una Estancia por 9 años. En 1840, al testar María Loreto Meneses declaró poseer 6 caballerías de tierra, 4 esclavos, 25 equinos, 10 reses vacunas y 40 cerdos.
Véase. AHP. Fondo Protocolos Notariales. Escribanía de Lorenzo Castellanos. Año 1754, f. 50. Año 1770, f. 88. Escribanía de Miguel de Aguilera. Año 1837, f. 165. Año 1840, 107.
Yareyal. Sitio y paraje en el Hato de Holguín, que al constituirse la Ciudad el 18 de enero de 1752, pasó a integrar los terrenos de su Egido. En su testamento de 1765, Andrés Vicente Rodríguez, declaró poseer un a Estancia con 5 000 matas de yuca.
Véase. AHP. Fondo Protocolos Notariales. Escribanía de Lorenzo Castellanos. Año 1765, f. 10.
Yarey, El.Corral. El 4 de mayo de 1775 era poseído por Pedro Riveros, actuando como mayoral, Juan González y se ubicaba en el Partido de Aguarás. En 1784, al repartirse la cuota de la pesa para la ciudad de Holguín se informó como poseedor de la hacienda de El Yarey a Pedro Batista. En 1825, Miguel Hechavarría le vendió a Francisco A. García del Partido de Las Tunas, el sitio El Yarey de 1 000 de posesión en 2 000 pesos.
Véase. ANC. Fondo Gobierno General, Legajo 490, Número 25132. AHP. Fondo Tenencia y Ayuntamiento. Legajo 63, Expediente 1926, ff. 52v – 55v. Escribanía de Manuel de Jesús Rodríguez. Año 1825, f. 146.
Yareniquen. Corral en el Hato del Sao. Paraje: Estancia Vieja. En 1754 Antonio Gil de la Cruz le vendió a Francisco Sablón, 53 pesos y 3 reales de posesión en 91 pesos y 3 reales pesos. El 4 de mayo de 1775, bajo la denominación de hato, tenía 4 sitios poseídos por Juan de Jesús Pupo, Pedro José Pupo, Tiburcio Cabrera y Agustín Velásquez. En 1784, el corral tenía un sitio. En 1786, al testar Pedro José Pupo Rodríguez, esposo de María de Regla Velázquez, declaró poseer 65 pesos de posesión en Yareniquen. En 1825, Matías de Peña le vendió a Manuel palacio 125 pesos de posesión en la hacienda "con declaración que se ha de entrever el paraje de la Vereda que sale del hato viejo a la estancia vieja grande al lado que queda en vuelta de esta población que hubo de Vicente Infante". En 1828, Pedro Pupo le vendió a Miguel de los Reyes 54 pesos de posesión y a José a. Pupo, otros 24 pesos de posesión. En 1837, Francisco de Ávila, le vendió 100 pesos de posesión a Manuel de Leyva. En 1840, José Ramón de Peña le vendió 43 pesos 6 reales de posesión a Miguel de la Peña.
Véase. AHP. Fondo Protocolos Notariales. Escribanía de Lorenzo Castellanos. Año 1754, f. 40v. Escribanía de Salvador de Fuentes. Año 1786, f. 114v. Escribanía de Manuel de Jesús Rodríguez. Año 1825, f. 178. Escribanía de Manuel León Rodríguez. Año 1828, f. 113. Escribanía de Antonio de Fuentes. Año 1837, f. 13. Escribanía de Miguel de Aguilera y Antonio de Fuentes. Año 1840, f. 41. ANC. Fondo Gobierno General, Legajo 490, Número 25132; Legajo 489, Número 25118.
Yagüajay.Corral. Paraje: Río Largo. En 1764, Francisco Hernández declaró poseer, 100 pesos de posesión en el paraje. En 1784, el corral tenía un sitio; al repartirse la cuota de la pesa para el abasto de la ciudad de Holguín, se señaló como poseedor a Bernardo Batista. En 1788, Bernardo Hernández, pleiteaba con Juan Ramírez de la Rosa, poseedor de la hacienda de San Antonio de Mulas (Punta de Mulas), por el control de unas tierras en las haciendas de Yagüajay y Samá. En 1828, Juan J. Claro le permutó a José A. Borrego 31 pesos y 4 reales de posesión en el corral por 16 pesos de posesión en Sao Arriba. En 1831, María Ricardo Pérez, le vendió a José M. Batista, 50 pesos de posesión en 50 pesos. En 1834, al testar María de la Cruz Ricardo, viuda de Pedro batista Rodríguez declaró ser dueña de un sitio de 157 pesos de posesión, habiéndole arrendado 125 a Diego González por 12 años. En 1840, Juan a. Ricardo le vendió 22 pesos de posesión a Manuel Trinidad Ochoa.
Véase. ANC. Fondo Gobierno General. Legajo 489, Número 25118.do Intendencia General de Hacienda, Legajo 388, Número 41. Fondo Gobierno General. AHP. Fondo Protocolos Notariales. Escribanía de Lorenzo Castellanos. Año 1788, f. 131v. Escribanía de Manuel León Rodríguez. Año 1828, f. 33. Año 1831, f. 143. Escribanía de Andrés Antonio Rodríguez y Miguel de Aguilera. Año 1834, f. 186v. Fondo Tenencia y Ayuntamiento. Legajo 63, Expediente 1926, ff. 52v – 55v.
Yabasón.Sitio en el Hato de Gibara.Voz proveniente de Yaba, para Esteban Pichardo, de origen aborigen que describe un árbol silvestre, leguminoso, abundante en tierra bermeja, de larga existencia, alto de doce varas y una de grueso, apreciado para la construcción. Yabasón es lugar de la existencia de muchas Yabas. En 1761, Antonio de la Torre, natural de la Habana y su esposa, Catalina Pérez, impusieron un censo de capellanía sobre 200 pesos de posesión, sobre sus posesiones y un Ingenio en el paraje de Yabasón; José Antonio de la Torre, le vendió a Francisco de Ávila, 52 pesos de posesión. En 1764 – 65, se declararon poseedores del sitio: Miguel Calderón, con 300 pesos de posesión, 60 reses vacunas, 50 cerdos y 50 pesos de rendimiento, Matías de la Cruz, con 50 pesos de posesión, 30 reses vacunas, 30 cerdos y 30 pesos de utilidad anual y Baltasar de Fuentes con 400 pesos de posesión. El 4 de mayo de 1775, se declararon poseedores del hato, Juan Domínguez, Juan Pupo, Rodrigo Pupo y Miguel Pupo, auxiliado por el mayoral, José de la Cruz. En 1777, Miguel Pupo, poseía 4 vacunos y 18 equinos y Juan Esteban Pupo, 1 vacuno, 7 cerdos y 1 equino. En 1783, al testar Micaela González de Peña de la Torre Hechavarría, declaró poseer 1 299 pesos de posesión en el paraje de Yabasón y hacienda de Gibara. En 1784, el hato tenía dos sitios, con 31 personas blancas. En 1819, Micaela Domínguez le vendió a Juan A. Domínguez, 40 pesos de posesión en Yabasón. En 1822, Antonio González le vendió a José Francisco Betancourt 100 pesos de posesión. En 1828, José A. González le vendió a Luis Soto 8 pesos de posesión en 100 pesos. En 1831, Luis de Soto le vendió 8 pesos de posesión a Juan Santiago Alforstenet en 105 pesos. En 1834, José R. Domínguez le vendió 66 pesos de posesión a Miguel González Pupo en 50 pesos; Alejo de la Cruz le vendió a Francisco Betancourt 6 pesos 2 reales de posesión en 330 pesos; Juan Santiago Arburhnalte le vendió un sitio de 18 pesos de posesión a Juan Antonia de Lugo en 105 pesos. En 1837, Juan Noris le vendió a Miguel de la Cruz 100 pesos de posesión en 300 pesos; Ana Dolores García, esposa de Francisco Betancourt, le vendió 6 pesos 2 reales de posesión a Inés Pupo en 30 pesos; Francisco Betancourt le vendió a su hijo Manuel, 14 pesos de posesión; Juan Norris le vendió a Miguel Ochoa Cruz 10 pesos de posesión en 300 pesos; Juan l. González le vendió 8 pesos 2 reales de posesión a Felipe de Leyva en 100 pesos, al testar Manuel de la Cruz Reyes, esposo de María González Pupo, declaró poseer 8 pesos de posesión. En 1840, José Betancourt (el viejo) le vendió 5 pesos 6 reales de posesión a Ignacio Pupo en 30 pesos.
Véase. Esteban Pichardo. Diccionario provincial casi razonado de vozes y frases cubanas, p. 617. AHP. Fondo Protocolos Notariales. Escribanía de Lorenzo Castellanos. Año 1761, ff. 8v, 64v. Escribanía de Salvador de Fuentes. Año 1783, ff. 50. Año 1819, f. 41v. Escribanía de Salvador de Fuentes y Manuel León Rodríguez. Año 1822, f. 120v. Escribanía de Manuel León Rodríguez. Año 1828, f. 144. Escribanía de José Joaquín Almaguer. Año 1831, f. 184. Escribanía de Andrés Antonio Rodríguez y Miguel de Aguilera. Año 1834, ff. 8v, 108v, 180. Escribanía de Miguel de Aguilera. Año 1837, ff. 13v, 27, 30v, 32. Año 1840, f. 27v. Escribanía de Antonio de Fuentes. Año 1837, ff. 12v, 60. ANC. Fondo Gobierno General, Legajo 388, Número 41. Fondo Correspondencia de los Capitanes Generales, Legajo 17, Número 7. Fondo Gobierno General, Legajo 490, Número 25132; Fondo Realengos, Legajo 76, Número 15. Fondo Realengos, Legajo 76, Número 15.
Yabasón Arriba.Sitio y hacienda en el hato de Gibara. Es probable surgiera a inicios del siglo XIX. En 1837, Miguel Ramírez le vendió 20 pesos de posesión a Francisco Claro en 127 pesos.
Véase. AHP. Fondo Protocolos Notariales. Escribanía de Miguel de Aguilera. Año 1837, f. 7v.
Yabasón Abajo. Sitio y hacienda en el hato de Gibara. Es probable surgieraa inicios del siglo XIX. En 1825, José Nazario Pupo les vendió a los hermanos Samuel y José Clark, 22 pesos y 7 reales de posesión que hubo de los hermanos Juan A. y Manuel Pupo, y estos de su padre Juan Esteban; Manuel Salvador y Juan A. Pupo, le vendieron a José Nazario Pupo, 26 pesos de posesión; Agustín Meneses le vendió a José Pérez 11 pesos y 4 reales, recibidos de su suegro Juan Pupo. En 1834, José Pérez le vendió dos sitios de 22 pesos y 7 reales de posesión en 50 pesos. En 1837, Miguel de la Cruz le vendió a Juan Bidopia 5 pesos de posesión; José Pérez le vendió 6 pesos 2 reales de posesión a Juan S. de la Torre en 50 pesos; Francisco Betancourt le vendió a Antonio Aguilera 8 pesos de posesión. En 1840, José Vidal le vendió 6 pesos 2 reales de posesión a Juan de Aguilera en 140 pesos; Manuel Zaldívar le vendió 4 pesos de posesión a Ramón Mangual en 200 pesos; Juan Betancourt le vendió 2 pesos de posesión a Manuel Jiménez en 30 pesos.; Miguel J. González de Rivera le vendió 4 pesos de posesión a Juan G. de Leyva en 150 pesos.
Véase. AHP. Fondo Protocolos Notariales. Escribanía de Salvador de Fuentes. Año 1825, ff. 19v, 26, 88v. Escribanía de Manuel de Aguilera. Año 1834, f. 22. Escribanía de Miguel de Aguilera. Año 1837, f. 133v. Escribanía de Antonio de Fuentes. Año 1837, ff. 10, 46. Escribanía de Miguel de Aguilera y Antonio de Fuentes. Año 1840, ff. 13v, 81, 140v, 149.
Vista Hermosa.Sitio en el corral de Candelaria. En 1840, al testar Juan Nepomuceno Cardet Cruz declaró poseer 300 pesos de posesión en el corral con el sitio Vista Hermosa, junto a otros.
Véase. AHP. Fondo Protocolos Notariales. Escribanía de Miguel Aguilera. Año 1840, f. 155.
Velasco. Sitio y paraje dentro de la hacienda de Guabasiabo en el hato de Uñas. Surgió al parecer en la primera mitad del siglo XVIII, tal vez en la década de 1740, porque el apellido no se recoge en el padrón de familias holguineras de 1735. En 1757, al testar Manuel de la Torre Hecheverría Velásquez, esposo de María J. Almaguer, declaró haberle vendido a Antonio Parada, 782 pesos de posesión, en el paraje. En 1764, declararon poseer en el paraje de Velasco en el hato de Uñas: Antonio Parada, 30 cerdos y Juan de Peña, con 20 reses vacunas y 80 cerdos. En 1767, Pedro de Silva y su esposa, María José Parada, le vendieron a Juan de Peña, 100 pesos de posesión en el paraje de Velasco, que María heredó de su madre. En 1769, Antonio Parada el vendió a Juan de Peña, 200 pesos de posesión en el paraje de Velasco. El 4 de mayo de 1775, el hato tenía 5 sitios poseídos por: la viuda Feliciano Almaguer, Juan de Peñalosa, Antonio de Peña, Diego de Peña y Jacinta de Peña que utilizaba al mayoral Agustín de Peña. En 1776, al testar Feliciano Almaguer Arias, esposa de Juan de Peña, declaró poseer 600 reses vacunas en el hato de Uñas y sitio de Velasco. En 1777, Juan de Peña, poseía 6 reses vacunas, 80 cerdos y 8 equinos Tomás Rojas, 5 reses vacunas, 23 cerdos y 5 equinos. En 1784, el hato poseía un sitio con 27 habitantes. En 1819, Juan Reynaldos le arrendó a Pedro Molina un sitio por 7 años, incluyendo una Estancia con 234 cepas de plátano, 16 reses vacunas y 3 cerdos. En 1828, Salvador de la Torre le vendió a Agustín de Peña, 115 pesos de posesión. En 1834, Domingo Nogales le arrendó en la hacienda de Velasco a Julián Francisco Rodríguez, un sitio de 125 pesos de posesión, valuada en 366 pesos, por cinco años. En 1837, Ramón de los Reyes le vendió a Juan Francisco Pupo 100 pesos de posesión en 300 pesos; Agustín de la Peña le vendió 16 pesos 3 reales de posesión a Manuel Pérez. En 1840, José Antonio Pupo permutó con José R. Ávila, un sitio de 14 pesos 4 reales de posesión en Velasco por otro del mismo valor en Bocas.
Véase. AGI. Santo Domingo, Legajo 497 (AA). AHP. Fondo Protocolos Notariales. Escribanía de Lorenzo Castellanos. Año 1757, f. 57. Año 1767, f. 50v. Año 1769, f. 43. Año 1776, f. 116. Escribanía de Salvador de Fuentes. Año 1819, f. 49v. Escribanía de Manuel León Rodríguez. Año 1828, f. 202v. Escribanía de Miguel de Aguilera. Año 1837, f. 125v. Escribanía de Antonio de Fuentes. Año 1837, f. 119v. Escribanía de Miguel de Aguilera. Año 1840, f. 124v. ANC. Fondo Intendencia General de Hacienda. Legajo 388, Número 41. Fondo Correspondencia de los Capitanes Generales, Legajo 17, Número 7. Fondo Gobierno General, Legajo 490, Número 25132, Legajo 489, Número 25118. Fondo Realengos, Legajo 76, Número 15.
Veguita, La. Paraje. Denunciado como realengos en 1785 por Pedro Guerrero. En 1804, al testar María Soledad de Parra de la Cruz, esposa de Diego de la Torre Hechavarría, declaró poseer una estancia en el paraje de La Veguita. A la vez declaró otras posesiones en Cacocum, Majibacoa y Purnio. En 1814, Ignacio de Almaguer le vendió al cura Rafael Bermúdez, 184 pesos y 4 reales de posesión en La Veguita, que recibiera por herencia de su mujer Feliciana Sánchez, en 30 pesos. Los linderos de la posesión eran: ¨ por una parte los Ejidos de la ciudad que se corre por la loma de Baitiquirí del Corojal, y por la parte opuesta el lindero de la Vega Grande y por el otro el Masio y la Cuaba. ¨ En 1825, al testar Agustín Sánchez, hijo natural de Eugenia Sánchez y esposo de Juana de Ávila Rodríguez, declaró poseer 20 pesos de posesión en La Veguita estimados en 40 pesos.
Véase. AHP. Fondo Protocolos Notariales. Escribanía de Salvador de Fuentes. Año 1804, f. 102. Año 1814, f. 7. Año 1825, f. 41. ANC. Fondo Realengos, Legajo 97, Número 167, f. 8.
Vegas, Las.Paraje en el hato de San Felipe de Uñas. En 1780, Basilio de la Peña le vendió a Juan Infante, 31 pesos de posesión en el corral de San Felipe de Uñas y en el paraje de Las Vegas.
Véase. AHP. Fondo Protocolos Notariales. Escribanía de Lorenzo Castellanos. Año 1780, f. 80.
Vegas de Arribas.Sitio y hato. En 1798, Luis A. Batista le vendió a la viuda de Juan J. Proenza, Teresa González, 160 pesos de posesión en Bariay "con advertencia de que 75 pesos tiene la acción en las Vegas de Arriba que ya son de hecho Hato cuyo derecho me advino por compra espacial que hice en aquel paraje a don Antonio y doña María Bermúdez como herederos de Juan González".
Véase. AHP. Fondo Protocolos Notariales. Año 1798, f. 58.
Vega del Masio, La. Sitio y paraje en la hacienda del Masio, en el hato de la Cuaba. En 1831, Juan de Escalona Pupo le vendió a Agustín de Leyva de un sitio fundado en 30 pesos de posesión en 350 pesos.
Véase. AHP. Fondo Protocolos Notariales. Escribanía de José Joaquín Almaguer. Año 1831, f. 150.
Vega de Río Abajo, La. También denominada La Vega. Sitio en el hato de la Cuaba. El 27 de diciembre de 1770, Blas de Ávila Marrero, dispuso la instauración de una capellanía de 200 pesos sobre su posesión de la Cuaba, en los sitios Santa Bárbara de la Vega y del Río Abajo, en beneficio de su sobrino segundo Francisco Javier de Ochoa y Ávila. En 1814, Miguel Guerreo le vendió a Miguel de la Cruz 200 pesos de posesión y al cura Rafael Bermúdez, otros 50 pesos de posesión en 280 pesos, en La Vega. En 1819, Juan A. Guerrero le vendió a Carlos Cuba una parte de los 80 pesos de posesión que tenía en la Vega de Río Abajo. En 1825, los poseedores Ramón Baute, José A., Guerrero, Miguel de la Cruz, Luis A. Guerreo, Francisco J. Guerrero, Joaquín Baute, Juan A. Guerrero, Manuel de J. Guerrero y José R. Guerrero, herederos del difunto ¿Tomás? Guerrero, dieron su poder al Procurador para que en sus nombres y representación los representara en la causa que seguían contra José Mercede de Peña, por la propiedad de los terrenos de la Vega de Río Abajo. En 1828, Tomás Guerreo le vendió a Santiago Sánchez dos acciones, cada una de 40 reales de posesión en la hacienda de La Vega. En 1831, el cura José Gabriel González le vendió a Luis Guerrero 10 reales de posesión en 40 pesos; José Antonio Bermúdez le vendió a José Grave de Peralta, 100 pesos de posesión en 400 pesos.
Véase. Diego de Ávila Delmonte. Memoria sobre el origen del hato de San Isidoro de Holguín. AHP. Fondo Protocolos Notariales. Escribanía de Salvador de Fuentes. Año 1814, f. 113v. Año 1819, f. 72. Año 1825, f. 72v. Escribanía de José Joaquín de Almaguer. Año 1828, f. 87v. Año 1831, ff. 60, 125.
Vega de Pupo. Sitio en el corral de Candelaria. En 1840, al testar Juan Nepomuceno Cardet Cruz declaró poseer 300 pesos de posesión en el corral con el sitio la Vega de Pupo, junto a otros.
Véase. AHP. Fondo Protocolos Notariales. Escribanía de Miguel Aguilera. Año 1840, f. 155.
Vedado, El.Corral.Tierras de propios del Cabildo holguinero. No está claro el significado ni el instante del nacimiento de la toponimia. Sitio en realengos que fuera poseído por Miguel de la Peña, desde una fecha no conocida, valuado en 200 pesos de posesión y que el 28 de mayo de 1753, fuera incluido por el Cabildo holguinero en el ramos de propios, arrendándosele a Esteban Rondón y Varela, esposo de Gerónima Fonseca, poseedores del vecino hato de San Andrés. Los linderos del Corral se definieron: ¨ en el cedro que quedó picado en el camino que viene del corral de Santo Domingo a la…de Miguel de Peña y de aquí cortando a la boca El Francés y de aquí al río de Aguaras y de aquí al este a el camino de Las Salinas donde se junta con el que viene del Corral de Santo Domingo y de allí tirando al norte linda en Juan Sáez en un palo de Dagame y de allí al referido cedro ¨. El 4 de mayo de 1775, lo poseía Eduardo de los Reyes, esposo de Catalina Paris, nucleando 4 personas; en nuevo testamento Gerónima de Fonseca, viuda de Esteban Rondón, informó haberle dado a Basilio de Peña, 200 pesos de posesión en el sitio de El Vedado ¨ para que defienda mi dependencia ¨. En 1784, el hato tenía un solo sitio; al señalarse las cuotas para la pesa para el abasto de la ciudad de Holguín, se señaló como poseedor a Simón Torres. Fue redimida en la década de 1860 por José Rosalía de Ávila y González de Rivera, pasando el valor de su censo a unos colgadizos de su propiedad en la ciudad de Holguín. En 1798, al testar Basilio de Peña de la Torre Hechavarría, esposo de Rosa de Parra, declaró poseer en El Vedado, 500 pesos deposesión, arrendados a Cristóbal Escobar, al 5% anual.
Véase. Diego de Ávila y Delmonte. Memoria sobre el origen del hato de San Isidoro de Holguín, pp. 115 – 116. AHP. Fondo Protocolos Notariales. Escribanía de Lorenzo Castellanos. Año 1753, f. 86. Año 1775, f. 3v. Escribanía de Salvador de Fuentes. Año 1798, f. 11v. Fondo Tenencia de Gobierno y Ayuntamiento. Legajo 63, Expediente 1919, ff. 7 – 8. Expediente 1926, ff. 52v – 55v ANC. Fondo Gobierno General, Legajo 490, Número 25132; Legajo 489, Número 25118.