Por Arquímdes de Paz y José Novoa
En relación a la etimología del
nombre “golfín son muy diversas las opiniones. Una de las más generalizadas es
la que supone que la palabra deriva del germánico “Wolf” (Lobo).
Los que así piensan aclaran que la similitud entre el comportamiento de esos bandidos y la actividad depredadora de los lobos es lo que llevó a los primeros los nombraran con el nombre de los segundos; lo que no explican es por qué los llamaron con un término de un idioma extranjero. Estudiosos contrarios a la hipótesis han demostrado que la relación entre ladrón y golfo es de las primeras décadas del siglo XX.
Por su parte el término “holguín”, que desde el siglo XVI se usa indistintamente junto a “golfín”, parece que tiene sus raíces etimológicas en el gallego antiguo. Ramos y Duarte explica que según las fuentes por él consultadas, “holguín es palabra que significa: hechicero, brujo o duende”[1].
Los que así piensan aclaran que la similitud entre el comportamiento de esos bandidos y la actividad depredadora de los lobos es lo que llevó a los primeros los nombraran con el nombre de los segundos; lo que no explican es por qué los llamaron con un término de un idioma extranjero. Estudiosos contrarios a la hipótesis han demostrado que la relación entre ladrón y golfo es de las primeras décadas del siglo XX.
Por su parte el término “holguín”, que desde el siglo XVI se usa indistintamente junto a “golfín”, parece que tiene sus raíces etimológicas en el gallego antiguo. Ramos y Duarte explica que según las fuentes por él consultadas, “holguín es palabra que significa: hechicero, brujo o duende”[1].
Leer además: Tras las huellas del fundador de Holguín
¿Quiénes son los golfines u
holguines y qué relación tienen, si es que hay alguna, con el supuesto
conquistador de estas tierras nororientales de Cuba que se llaman Holguín?
El apellido “Golfín” u “Holguín” lo llevan diferentes miembros de una antigua familia de Cáceres, en la Extremadura española, de la que provienen los varios con el dicho apellido que formaron el contingente de conquistadores de América.
Entre las más aceptadas versiones está la que supone que uno de los bandoleros ya denominados “golfines” mantuvo el nombre después que Alfonso X los aceptó entre sus pacificadores, dando origen al linaje de la familia; e incluso, se dice que ese fue Alonso o Alfón Pérez Golfín, “el viejo”, quien, (y otra vez es una hipótesis), levantó una mansión en Cáceres con visos de fortaleza y en la fachada escribió la siguiente leyenda: “esta es la casa de los Golfines”. La objeción que le hacen los expertos a esa leyenda está basada en pura cronología.
Pérez Golfín hizo testamento en 1382, o sea, un siglo después del supuesto perdón y ennoblecimiento por Alfonso X (El Sabio). Por tal se conjetura que el ennoblecimiento ocurrió posterior al Rey citado, dentro de la tradicional política de perdonar a todos los que se dirigieran a tierras fronterizas con las ocupadas por el enemigo (musulmanes); si fue así entonces quien hizo las concesiones fue Alfonso XI[2].
Se especula que Pérez Golfín no fue, necesariamente, un ladrón de reses y, por el contrario, quizás en lo que se destacó fue en participar en la lucha contra los golfines, lo que luego reflejó en el nombre de su linaje.
Ninguna de las anteriores es la más romántica explicación del origen de la familia. Esa la narraremos en el siguiente post.
El apellido “Golfín” u “Holguín” lo llevan diferentes miembros de una antigua familia de Cáceres, en la Extremadura española, de la que provienen los varios con el dicho apellido que formaron el contingente de conquistadores de América.
Entre las más aceptadas versiones está la que supone que uno de los bandoleros ya denominados “golfines” mantuvo el nombre después que Alfonso X los aceptó entre sus pacificadores, dando origen al linaje de la familia; e incluso, se dice que ese fue Alonso o Alfón Pérez Golfín, “el viejo”, quien, (y otra vez es una hipótesis), levantó una mansión en Cáceres con visos de fortaleza y en la fachada escribió la siguiente leyenda: “esta es la casa de los Golfines”. La objeción que le hacen los expertos a esa leyenda está basada en pura cronología.
Pérez Golfín hizo testamento en 1382, o sea, un siglo después del supuesto perdón y ennoblecimiento por Alfonso X (El Sabio). Por tal se conjetura que el ennoblecimiento ocurrió posterior al Rey citado, dentro de la tradicional política de perdonar a todos los que se dirigieran a tierras fronterizas con las ocupadas por el enemigo (musulmanes); si fue así entonces quien hizo las concesiones fue Alfonso XI[2].
Se especula que Pérez Golfín no fue, necesariamente, un ladrón de reses y, por el contrario, quizás en lo que se destacó fue en participar en la lucha contra los golfines, lo que luego reflejó en el nombre de su linaje.
Ninguna de las anteriores es la más romántica explicación del origen de la familia. Esa la narraremos en el siguiente post.
[1] Ramos y Duarte, Félix.
“Diccionario Yucayo etimológico, histórico e ilustrado”. Diccionario
manuscrito. La Habana, 1919. Archivo Histórico de la Oficina del Historiador de la Ciudad. Fondo “Yucayo”. Estante
60 F.
[2] Alfonso XI de castilla,
llamado “el Justiciero”. Salamanca, 13 de agosto de 1211-Gibraltar, 26 de marzo
de 1350. Fue rey de Castilla y bisnieto de Alfonso X “el Sabio”