Por: Roiny Velázquez
Los jefes mambises cubanos durante la
primera guerra de independencia de la
Isla estaban convencidos de
la utilidad de las bandas, por lo que varios de ellos las fundaron en
sus Regimientos. Así el Mayor General Calixto García, que tomó Holguín en 1872
mientras se celebraba una retreta, ordenó a sus hombres que se llevaran todos
los instrumentos y con ellos formó una banda insurrecta que hizo más grata la
vida de sus huestes durante el resto de la contienda.
Historiadores y cronistas como Fernando
Socarrás y James O´kelly narran en sus libros la solemnidad, el patriotismo y
el ímpetu combativo que transmitía la música de las bandas en los actos y
combates, y la alegría y el disfrute si se trataba de retretas o bailes para festejar una victoria
o recibir a importantes jefes que llegaban a sus campamentos.
Diciembre
21, 1872
De una
carta del Presidente Carlos Manuel de Céspedes: “por la mañana me incorporé al Cuartel General, en las cabeceras del [río] Gibara. Encontramos a todos muy animados
y bien vestidos; el campamento tenía el aspecto de una exposición. Me dieron
muchas vivas y me recibieron a los acordes de una orquesta completa que
sacaron de la ciudad. Nos invitaron a un magnífico almuerzo. Hubo muchos
brindis y discursos. Por la noche la
música completó la obra con retreta y baile”.
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José María Ochoa |
En esas anteriormente mencionadas, y
otras ocasiones, se interpretaban el “Himno Holguinero”, de José María Ochoa y
Pedro Martínez, el “Himno de Las Villas”, de Hurtado de
Mendoza (El hijo del Damují), y el “Himno de Bayamo”, de Perucho
Figueredo; y también danzas y otras piezas bailables que lamentablemente se han
perdido como mismo la mayoría de los nombres de los músicos patriotas.
En este sentido, mejor suerte corrieron
los músicos de las bandas de la guerra de 1895, porque cronistas e
historiadores, especialmente José Miró Argenter y Julio Rofoff, recogieron sus
nombres y hazañas en textos como “Crónicas de la guerra”, y el “Índice del
Ejército Libertador”.
Por esas fuentes se sabe que en la guerra
martiana comenzada en 24 de febrero de 1895 se distinguieron los músicos
holguineros que bajo la dirección de Dositeo Aguilera y Jesús Avilés
fundaron la “Banda de la Invasión”, y con
ella acompañaron al bravo Mayor General Antonio Maceo en la más gloriosa
campaña independentista cubana: la invasión de toda la
Isla. De ella dijo el mambí Constantino Pupo en su libro “Patriotas
holguineros”:
“fue ella la que anunció a los camagüeyanos que las huestes del Gran Maceo habían salvado el linde de Oriente y la que en la famosa carga de Mal Tiempo electrizó a los soldados de la libertad, dando al aire las notas vibrantes del Himno Invasor y la que en Mantua, término feliz de la gloriosa jornada, conmovió la campiña pinareña”.
Durante el período
colonial holguinero, además de las Bandas Militares de los Regimientos
asentados en la ciudad hubo otras hasta llegar a la cifra de diez,
aproximadamente. Entre las décadas de 1860 y 1870 dos de las más populares
fueron la “Banda de Bomberos” y la del “Chino
Espronceda”. Por su parte en Gibara
entre 1865 y 1880 ofrecieron retretas tres agrupaciones: “La Banda del Batallón de Cazadores de Santander”,
“La Charanga del Cuerpo de Bomberos” y “La
conocida como Las Elecciones”;
poco después la familia Gómez fundó su orquesta típica, la que junto con la del Cuartel General bajo el mando de Calixto García ofreció las últimas retretas celebradasen la Villa Blancaen el siglo XIX.
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