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4 de marzo de 2017

Las nuevas investigaciones (2006-2009) Calas exploratorias a quince metros de distancia



Las calas de exploración a quince metros de distancia y con cinco metros de profundidad, además de localizar nuevas piezas de origen europea (que era el objetivo principal), debía ayudar a valorar hasta que punto la zona entre la mitad Este del área explorada superficialmente y su extremo Oeste, carecía de material arqueológico, y a definir la filiación cultural de la posible zona de aborígenes arcaicos.
Prospección con calas a 15 metros de distancia entre sí y a 5 metros de profundidad.
Las calas a 15 metros de distancia entre sí y a 5 metros de profundidad tuvieron un diámetro de 0.40 metros. En caso de ubicar material arqueológico se profundizaba mientras fuera posible. En total se excavaron 208 calas de las cuales 86 resultaron positivas.
Todo el sedimento fue cernido usando una malla metálica con cuadros de 5 mm. Las evidencias se colectaron en bolsas debidamente identificadas y se conservan en los fondos del Departamento Centro Oriental de Arqueología.
Las evidencias más comunes en el área Este fueron restos de fauna marina y terrestre, seguidos por la cerámica indígena. En la primera son muy importantes las valvas de Isognomun alatus, Crassostrea ryzophora, y Codakia orbicularis, así como las conchas de Nerita peloronta, Nerita versicolor y Cittarium pica. Se reportan también vértebras de peces y algunas otras especies de moluscos y gasterópodos. La fauna terrestre es mucho más frecuente, en especial la Zachrysia sp. y Polymita muscarum (Valcárcel Rojas, Persons, Knight y Pérez Iglesias 2007).
En la parte Oeste se reiteró el reporte de Lucina pectinata y sólo se obtuvieron dos fragmentos de cerámica. En esa área fue mayor el reporte de piedra tallada y apareció trabajo sobre coral.
Comparando los hallazgos conseguidos con las calas y el anterior (exploración de la superficie), el resultado resultó poco variado y no muy abundante. Sólo los fragmentos de cerámica que se encontraron fue parecido al conseguido con la exploración de la superficie, con frecuencias relativamente altas en los puntos de mayor riqueza.
Además de Campo Moisés y Campo Riverón, se destacó un área de cultivos en el extremo este, fuera de Área Arqueológica de 1987. Esa es propiedad de la familia Torres-Guerra y en lo adelante será llamada Campo Torres: allí los fragmentos encontrados de cerámica indígena fue más frecuente de lo que se podría esperar, superando las cantidades de Campo Moisés y Campo Riverón.
 
La cerámica europea, principal objeto de la búsqueda, resultó  escasa, sólo un fragmento en cada uno de los tres campos antes mencionados: parte de una escudilla y fragmentos de Jarra de Aceite no vidriada.
Entre los objetos hallados destaca una pieza de metal que a algunos especialistas le recuerda parte del mecanismo de un arma de fuego antigua; (hasta el presente eso no ha podido ser esclarecido).
Por ser el conocido como Campo Moisés el espacio donde mayor cantidad de objetos arqueológicos se encontraron, los expertos decidieron hacer en esa área una prospección con calas separadas entre sí por cinco metros. (Leer Más)


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