1898,
Mayo 1ro
Calixto:
“Desde el 28 he ocupado la histórica ciudad de Bayamo”
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Carta
de Calixto a Estrada Palma: “Desde el
28 he ocupado la histórica ciudad de Bayamo, ayudando a los españoles a
evacuarla a tiro limpio. Les vamos botando de todas las poblaciones del
interior de Oriente y si pretenden quedarse en algunas, se las quitaremos a
la fuerza”.
Así,
igual, comunica al Vicepresidente de la República que había nombrado interinamente las
autoridades civiles necesarias para encauzar y conservar el funcionamiento
organizado de los pueblos ocupados, con vistas a que los norteamericanos
puedan apreciar la capacidad del gobierno insurgente. Esta atribución, que
solo le competía a la dirección civil, la justifica en la necesidad de
consolidar por completo y libre de todo peligro, la independencia definitiva.
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Llega
para entrevistarse con Calixto, Andrew Summer Rowan
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Y
ese mismo día llega a Bayamo el Primer Teniente del diez y nueve de
infantería del ejército americano Andrew Summer Rowan[1],
cumpliendo una comisión especial del Secretario de la Guerra de los Estados
Unidos. Viene a traer al general García un mensaje verbal de su gobierno, “para saber si las tropas cubanas
cooperarán con las americanas en la guerra que se acaban de declarar, cuáles
recursos necesitan y en qué forma prestarán la ansiada cooperación”.
Calixto
(tal cual era su deber), no remite a Rowan a entrevistarse con el General en
Jefe o con el Consejo de Gobierno de la República sino que contestó el mensaje verbal y
dispuso que por la costa norte, acompañando al mensajero, salieran el
brigadier Enrique Collazo y los tenientes coroneles Charles Hernández y
Gonzalo García Vieta, quienes debían exponer al gobierno de los Estados
Unidos la situación y necesidades del ejército de Oriente. Antes de
marcharse, el general dice a Collazo: “Usted
conoce nuestra situación, nuestras necesidades. Necesitaremos, por lo menos,
cuatro o cinco millones de cartuchos calibre 43 y un millón de cartuchos
máuser, para las armas que tenemos”.
No
obstante ese mismo día el General dice al Secretario de la Guerra de la República en Armas: “En el día de hoy ha llegado a ésta el
oficial A.S.Rowan, que se dice comisionado de la Secretaría de Guerra
de E.U. Ha venido a conferenciar conmigo sobre asuntos del Ejército a mi
mando. Lo despacho acompañado del general Collazo y dos ayudantes. Collazo informará al Secretario
de la Guerra
de E.U., de todo lo que desea saber y me será allí muy útil”.
Esa
actitud del General[2],
que prescindió de los poderes de la Revolución para decidir qué hacer en relación
con Rowan le trajo la animadversión del Consejo de Gobierno (sin embargo, el
Consejo de Gobierno fue débil en ese momento histórico y no tomó decisión
ninguna, como mismo fue injusto después, en agosto, cuando depuso al general
de su cargo de Lugarteniente General).
El
coronel Torriente dijo que “García no
envió a Rowan ante el Consejo de Gobierno, porque el Gobierno se encontraba
en Camaguey y era de todo punto imposible hacer ir hasta allá a dicho
mensajero americano quien, por otra parte, había venido a entrevistarse con
García y tenía mucha prisa en regresar a los Estados Unidos”. Y es
posible que sea cierto, pero el hecho verdadero es que entonces los cubanos
dominaban en todo el interior de Oriente y la zona este de Camaguey.
Emilio
Roig en su libro “La Guerra Hispano-Cubana-Americana”
dijo al respecto: “Esa misión del
teniente Rowan envolvía una ofensa y desprecio al Consejo de Gobierno de la Revolución y al
Ejército Libertador, al dirigirse no al Presidente de la República en armas,
sino al Lugarteniente General García”
Y
Gerardo Castellanos en “Historia en Santiago”: “El gobierno norteamericano no había establecido suficiente contacto
con el Delegado Palma, ni con el Presidente de nuestra República en armas, ni
con Máximo Gómez, sino secretamente con el general García, orillando, con
este desleal sistema, el reconocimiento que nos convirtiera en declarados y
oficiales aliados suyos”.
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Da
informe al Secretario de la Guerra de la República en Armas sobre la visita
de Rowan
Calixto:
sobre la necesidad de organizar civilmente las plazas ocupadas
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El
mismo día que llega Rowan a Bayamo libre, el general escribe una carta al
Secretario del Interior Manuel Ramón Silva en la que da cuenta sobre la
necesidad de organizar civilmente las plazas ocupadas. Sobre este asunto
dice: “La actual organización en jefes
territoriales, jefes de distrito, prefectos y subprefectos, no responde a lo
que necesitamos al ocupar las poblaciones… Venga usted pronto, que no tenemos
tiempo que perder; el desenlace está cercano y nos va a coger desorganizados
si no nos prisa”. Pero el gobierno civil no acudió al llamado del
general, sino que le indicó que hiciera lo que creyera más conveniente en los
pueblos evacuados, y eso hizo. (Posteriormente su destitución como
Lugarteniente General se debió, precisamente, a que el General decidió en el
gobierno civil de las plazas liberadas, lo que, según el Consejo de Gobierno,
hizo que ya Calixto no tuviera la confianza que antes sí tenía).
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[1] En 1896, Rowan publicó un libro como
resultado de su viaje por Cuba, bajo el título: “The Island of Cuba”. Tal vez
por esa circunstancia fue por lo que lo designaron para traer el mensaje verbal
al general García.
[2] ¿Estaba dispuesto el Gobierno de los
Estados Unidos a sostener conversaciones con el Gobierno de Cuba en Armas?: Si
lo hacia entonces, cuando finalizara la guerra tenía que reconocer el Gobierno
cubano, y eso se contradecía con sus aspiraciones de adueñarse de Cuba. ¿Por
qué el Consejo de Gobierno dejó pasar por alto la usurpación de atribuciones
del General al entrar en acuerdos con Rowan?: porque para la fecha
personalidades y órganos de mayor representación política ya se habían
contraído compromisos por que conducen
al Consejo de Gobierno a ordenar diez días después a los Generales García y
Gómez que cumplieran el acuerdo concertado por Estrada Palma de subordinar las
fuerzas militares cubanas a los Estados Unidos, manteniendo las cubanas su
organización.
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