1898,
Julio 2
Shafter
desesperado
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Posesionados
del Caney y San Juan, los americanos avanzan hasta las afueras de Santiago.
Calixto, por su parte, que ha estado sin pelear, hace algunos movimientos
nocturnos y captura los poblados de Cuabitas y Boniato y retorna al lugar
donde espera ordenes de Shafter.
Shafter,
mientras, alarmado y confundido por las enormes cantidades de bajas que ha
tenido el día anterior, se dirige al almirante Sampson, que con la armada
está en las inmediaciones de la costa y le implora ayuda: “Yo deseo vivamente que hagáis una
tentativa inmediata para forzar la entrada del puerto, a fin de evitar nuevas
perdidas a mis tropas que acaban de ser duramente castigadas. A vos es fácil
obtener el éxito con menos pérdidas de vida que a mi” (No debe olvidarse
que la armada española estaba en la bahía de Santiago).
Igual,
desesperado, le escribe Shafter a Calixto: “Pando se espera con cinco mil hombres y tiene que ser detenido por
Vd., que debe hacerlo”. (El obeso y atemorizado general que pide socorro
a Calixto es el mismo obeso y soberbio general que seis días antes, cuando
Calixto quiere mandar a sus hombres a las órdenes de Rabí para contener al
general español Escario, que viene de Manzanillo, le contestó: “Yo tengo 31 mil hombres para embotellar
los refuerzos españoles en la población”, e impide que Calixto contenga
el refuerzo…) Ahora Shafter pide que Calixto lo haga, que detenga al general
Pando quien, según los informes que tiene Shafter, viene a reforzar a
Santiago. Pero no era Pando, era Escario, el mismo que Calixto no salió a
impedirle el paso porque Shafter no quiso. (Finalmente Escario entró a
Santiago el 3 de julio).
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1898,
Julio 3
¿Por
qué Escario pudo cruzar los puntos donde los cubanos emboscados tenían la
orden de detenerlos?
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Este
día Shafter le escribe a Sampson: “Por
negligencia de nuestros aliados cubanos, Pando, con cinco mil hombres, ha
entrado en la ciudad” (Que no era Pando, que era Escario, acabado de
llegar de Manzanillo!!!!!). ¿Por qué Escario pudo cruzar los puntos donde los
cubanos, emboscados tenían la orden de detenerlos?: Porque nunca se ordenó la
salida de fuerzas cubanas desde las inmediaciones de Santiago para reforzar a
Francisco estrada en El Aguacate, lugar donde convergen los caminos de
Manzanillo y Santiago, y no se ordenó la salida del refuerzo porque Shafter
no lo consideró necesario). No obstante las fuerzas del general Estrada los
enfrentaron y los retuvo hasta que pudieron.
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El
almirante Sampson se niega a forzar la entrada de la armada al puerto de
Santiago
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El
almirante Sampson se niega a forzar la entrada de la armada al puerto de
Santiago (y eso demuestra que Sapsom era un gran almirante). Entonces Shafter
se dirige al Secretario de la
Guerra de los Estados Unidos informándole que está pensando
seriamente en retirarse de su actual posición en las afueras de Santiago y
ubicarse unas cinco millas más atrás.
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Calixto:
“¿Así celebran ustedes el día glorioso de su independencia, huyendo ante el
enemigo?”.
Hundimiento
de la temible armada española
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La
replica de Calixto a este propósito del general americano fue terrible: “¿Así celebran ustedes el día glorioso de
su independencia, huyendo ante el enemigo?”.
Dijo
Collazo que los generales americanos Shaffe, Lawton y Ludlow visitaron ese
día al general García en su cuartel de la loma de La Caridad y que le
manifestaron su descontento ante el propósito de Shafter. Y que Calixto les
dijo: “Si él no ataca, ataco yo;
ustedes no conocen a los españoles. Váyanse tranquilos que el éxito es
seguro…”
(Si
antes de abandonar el campamento de García en la citada loma, estos generales
americanos hubieran mirado para el puerto, seguro que habrían visto a la
escuadra española ultimando sus aprestos para luego, en ordenada columna de
batalla, encaminarse a enfrentar a la armada americana). La temible armada
española fue hundida por la americana a la salida de la bahía de Santiago de
Cuba.
Ese
tres de julio un almirante de los Estados Unidos cursó a la superioridad este
despacho: “La flota que comando yo
ofrece a la nación, como presente por la fiesta del 4 de julio, la
destrucción de toda la flota del almirante Cervera” (El desastre naval,
que se debió a la incapacidad o a la temeridad española, cambio el curso de
los acontecimientos hasta para el timorato Shafter. El ejército español
sitiado se desmoronó moralmente. El círculo sitiador se cerraba sobre la
plaza cada vez más.
Ese
día 3, el general García ocupó los poblados de San Vicente y Dos Bocas.
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1898,
Julio 4 al 9
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Los
españoles evacuan sus fuerzas de El Cobre y asimismo, de varios fuertes del
perímetro…
Ese
día el jefe americano comenzó a recibir a parlamentarios españoles, que
continuaron hasta el 9.
Los
jefes españoles pedían que se les permitiera abandonar la ciudad. Calixto
opinó que era poco conveniente que la evacuación fuera de esa forma, pero
Shafter, siempre indeciso, consultó a su Gobierno. El Gobierno americano se
negó rotundamente a la petición española.
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1898,
Julio 9
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Llegan
noticias a Santiago de que las fuerzas españolas de Holguín intentaban ir a
Santiago a apoyar a los suyos, que estaban bloqueados. Inmediatamente el
general García ordenó al general Lope Recio, que con las tropas de Camaguey
se hallaba sobre Las Tunas, que avanzara sobre Holguín.
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1898,
Julio 10
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A
las tres de la tarde casi toda la línea del ejército americano y parte del
cubano, apoyados por la escuadra naval que estaba en la bahía, rompieron
fuego de fusil y cañón sobre las pocas posiciones españolas.
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1898,
Julio 11
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Se
inició otro armisticio para que continuaran las negociaciones.
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1898,
Julio 12
De
Shafter al general García: Dependo de Vd.
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De
Shafter al
general García: “Mi único temor es que
las fuerzas del interior traten de reforzar a Santiago. Dependo de Vd., para
que me avise con tiempo y estoy confiado en que podrá, con éxito,
resistirlas. El 14, que fue el día en que se acordó la rendición porque se
supone que para entonces Madrid la haya aprobado, ese día, en caso de que el
general Toral no se rinda, el fuego empezará. Yo le avisaré temprano para que
Vd., pueda tener listas sus fuerzas a fin de dar el golpe que en mi creencia
será el principio del fin y el fin victorioso para la libertad de Cuba por la
cual ha peleado Vd., tanto y tan valientemente”.
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1898,
Julio 13
Guarniciones
de Sagua de Tánamo y Mayarí salen a incorporarse al general Luque en Holguín
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Esperando
lo que ocurrirá en Santiago, el general García se mantenía informado de lo
que sucede en el Departamento bajo su mando. Este día se entera que las
guarniciones de Sagua de Tánamo y Mayarí salían a incorporarse al general
Luque en Holguín, por lo que en el acto dispuso que el coronel Luís Martí las
atacara. Este jefe les salió al paso en Platanillo y las batió rudamente,
capturándole dos piezas Krupp (cañones) y abundantes municiones.
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1898,
Julio 15
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Comunicación
de Shafter a Calixto: “Temo que hemos
de tener trabajo con las tropas de Santiago. Es posible que algunos refuerzos
estén en camino… esté muy vigilante. Puede ser que peleemos mañana y su
columna tendrá una oportunidad para ello”.
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1898,
Julio 16
De
Shafter a Calixto: “Las tropas españolas capitularon.Se ha convenido que
ninguna tropa, ni siquiera americana o cubana, entre en Santiago por el
presente”
Los
cubanos no asisten a la capitulación española
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Un
día después de la comunicación anterior, Shafter envía otra al general García,
pero ahora con un tono francamente insolente. Le dice: “Las tropas españolas capitularon… se ha convenido que ninguna tropa,
ni siquiera americana o cubana, entre en Santiago por el presente. Haga el
favor de instruir debidamente a las de su mando”.
La
capitulación se firmó bajo el Árbol de la Paz, ubicado entre San Juan y el Fuerte Canosa.
En ese acto trascendental no estuvieron presentes los cubanos. En las bases
de la capitulación se convenía el cese de las hostilidades entre “americanos
y españoles”, el depósito de las armas hispanas en espera de lo que
dispusiera el jefe del Ejército vencedor y la recomendación de éste de que
“los vencidos volvieran a España” con las armas que tan valientemente
“defendieron” y el permiso a los
voluntarios movilizados y guerrilleros para quedarse en el país, previa
la promesa de “no tomar las armas contra los Estados Unidos”, sin que
importara para nada los millares de crímenes que estos llevaban en sus
conciencias. (Era un pacto vejaminoso para las armas cubanas).
Justo
de Lara, corresponsal del “Herald” en el campo americano le dice a Calixto: “Shafter intenta dejar en Santiago a las
autoridades españolas, tal idea es intolerable. Con una protesta suya,
escrita y presentada personalmente al general Shafter, podría evitarse ese
daño. Sin amenazas ridículas, pero sí con la seriedad de la razón y de su
prestigio, alcanzaría usted que lo atendieran”.
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