Prensa desde 1900

8 de noviembre de 2016

Municipalidad Holguinera-1912-1916



·         1912: Elecciones Presidenciales en Cuba.
·         Los liberales van divididos en miguelistas y zayistas.
·         Es defensor de los zayistas en Holguín don Rafael Manduley.
·         Menocal Presidente.
·         El General Manuel Rodríguez Fuentes: Gobernador de la Provincia de Oriente, derrotando al también holguinero Rafael Manduley.
·         Miguel Ignacio Aguilera Feria, por los liberales zayistas, electo Alcalde de Holguín
Primera protesta armada (Los Independientes de Color)


En 20 de Mayo de 1912 los integrantes del Partido Independientes de Color se pronuncian contra el Gobierno del General José Miguel Gómez. Sus seguidores en Holguín fueron entre 25 a 30 hombres. Faltos de recursos se dedicaron los pronunciados de nuestro término (Holguín, Cuba), a la requisa de caballos, monturas, capas y machetes. Luego hicieron su llegada a San Juan y queman esa Alcaldía de Barrio. En las Lomas de San Juan de las Puercas fueron alcanzados por las fuerzas del Ejército que al mando del Capitán Luís Estrada habían salido en su persecución y cuyas tropas componían el Sargento Auxiliar Cuartel Maestre Pablo Fernández Velásquez, los Sargentos: Ernesto Curbelo Fernández y Juan Comptís Cabrera, el Cabo (y más adelante potentado holguinero) don Manuel Pupo Rojas y los soldados: Elpidio Sánchez Urquiza, Gabriel Franco Benemalís y Generoso Guevara Pérez y el paisano Rafael Báster, que en El Mijial se había ofrecido para ello. Resultó del encuentro que murieron Abdón Raspall, quien era Presidente del Comité Gestor del Partido de los Independientes de Color en Holguín y el titulado Teniente Coronel Lodrá, que había venido a dirigir el movimiento en Holguín e hirieron al soldado de los alzados, Generoso Guevara Pérez. Luego liberaron a los también soldados Julio Ávila Torres y José Borjas Armas que los alzados traían prisioneros.
El pronunciamiento de los Independientes de Color obligó al Cabildo holguinero, que hizo suya la petición de Pepillo Palma, Eduardo Pérez Guzmán, Manuel B. Torres, Lorenzo Lancho, Ricardo Sirvén y Wifredo Albanés, a ofrecer su adhesión u consignar en Acta su protesta “por esa actitud antipatriótica” de los elementos de color, y solicitar del Gobierno central del envío de armas para combatirlos, constituyéndose así y para ese fin de una Junta de Defensa bajo la Presidencia del Alcalde Municipal García Leyva y compuesta la misma por los Generales Luís de Feria, Manuel Rodríguez Fuentes, Pedro Vázquez y Cornelio Rojas, del Coronel Modesto Fornaris y del Dr. Socarrás, este último en su condición de Presidente de los Veteranos locales.
El pronunciamiento de los Independientes de Color sirvió de pretexto para cometer toda clase de atrocidades contra negros pacíficos de nuestro término, especialmente en la zona de San Andrés, lugar en fue acusado públicamente el Capitán Luís Estrada del ahorcamiento de negros pacíficos. Esos actos obligaron al Alcalde García Leyva a dictar un Bando aclarando que “ni la fuerza pública, representada en la Ciudad por el Capitán Luís Estrada, ni la Policía Municipal, tenía órdenes de perseguir a personas de color por sospecha, y que el Gobierno no podía permitir que se atropellase a los ciudadanos por el solo hecho de pertenecer a la raza que inició el movimiento”.
Piden los holguineros un Acueducto para la Ciudad


En 1912, Flor de Feria pide un Acueducto para Holguín que, dijo, “nos era e vida o muerte y de imperiosa necesidad y urgencia”. Wifredo Albanés lo hizo suyo y lo consideró “servicio público de primera necesidad”
Juan Albanés gestiona la construcción de un pequeño acueducto que proporcionara agua para el embellecimiento de los parques de la Ciudad. Y otros proyectos del mismo Edil que Presidía la Junta de Ornato. Doña Aurora Ochoa y Cables hace el más escandaloso de los despojos realizados al Municipio de Holguín.


Los parques públicos de la Ciudad siguieron mereciendo la atención del Cabildo y continuaron hermoseándose con la cooperación del vecindario, especialmente el Parque Calixto García, que en tiempos de Miguel I. Aguilera en la Alcaldía obtuvo su máximo de belleza. Pero notando, como siempre, la falta de agua, el Edil don Juan Albanés gestionó en 10 de Noviembre de 1913 la construcción de un pequeño acueducto, proponiendo para ello la apertura de pozos artesianos en las faldas del Cerro de la Cruz que los que bajaría el agua por una red principal que seguiría por toda la calle de Miró y las acometidas para el Parque de Victoriana de Ávila irían por la calle de Coliseo, por la calle de Aricochea las del Parque Martí (luego Julio Grave de Peralta), y por la calle de Agramonte irían las acometidas del Parque San José. Los desagües irían por las mismas calles de las acometidas en dirección al río Jigüe.
Incluía el proyecto la construcción de una gran fuente en el centro del Parque Victoriana de Ávila, dos en el Parque Martí, cuatro en el Calixto García y cuatro en el San José. Quedaba fuera del proyecto la Plaza Mantilla porque para don Juan Albanés esa dicha plaza debía desaparecer.
En 3 de Noviembre de 1913 don Juan Albanés presentó al Cabildo otro proyecto: la Urbanización de la parte Norte de la Ciudad. Consistía ese en la prolongación de la Calle Prado hasta la de Máximo Gómez, el cierre de la calle Habana y la demolición del Parque Mantilla. Propuso Albanés que la Calle Prado, que nacía en la de Fomento y terminaba en la de Libertad, se extendiese hasta la de Máximo Gómez dividiendo en dos el Parque Mantilla y también los terrenos del Cuartel Militar que era de la propiedad del Municipio y asimismo la alineación de la Calle de Colón que nace en la de Fomento y que esa terminara en la de Máximo Gómez, interceptada en la acera de los nones por los barracones del Cuartel Militar y en la de los pares por el Chalet de Llovet y terrenos que Aurora Ochoa discutía como propios. Albanés pedía que se demolieran los citados barracones y la citada quinta, cuya construcción había sido protestada por el Cabildo en 8 de Enero de 1912 por estarse edificando en terrenos del Municipio y que éste, desde 1863 había destinado para la nueva Cárcel Pública de la Ciudad, y que es el actual (1955) chalet de Mr. Tobin.
Para más información leer: La Clínica Beltrán
Sugería el Edil Albanés que el Cabildo recuperara los terrenos ocupados por Aurora Ochoa para poder cerrar la Calle Habana que solo se extiende de la Calle de Maceo a la de Libertad, lindando por uno de sus frentes con el Parque de Mantilla y por el otro con el fondo de las casas de Rimblas García y Cía, Manuel Trasorras y Rosario Mayol, con las casas de Regino Cotelo y Sucesión Falcó y con la casa del Dr. Fernando Montes de Oca, única que daba el frente a dicha calle. Pedía que el Cabildo adquiriese esas propiedades y se extendiese la manzana hasta la Calle Prado, con lo que desaparecería el Parque de Mantilla, en cuyo lugar tenía proyectado la construcción de un nuevo Mercado de Abasto.
Es justo destacar el desvelo de don Juan Albanés, en su condición de Síndico del Ayuntamiento, de la recuperación de las propiedades del Municipio, casi todas en poder de particulares y en especial los de su Dehesa, con preferencia los terrenos de El Llano, cuya propiedad discutía al Municipio la señora Aurora Ochoa. Para ello Albanés informó al Cabildo que el Regidor del Ayuntamiento, don Domingo Calcagño fue quien por el año 1831 edificó la Quinta de El Llano, en cuyo lugar se tenía instalado el Hospital Civil de la Ciudad y que a la misteriosa muerte de aquel, esa propiedad, sin que Albanés supiera por qué, la casona pasó a ser de la propiedad de doña Soledad Sánchez, cuyos herederos, en 17 de Agosto de 1857, se la vendieron al Estado Español y aquel instaló allí su Hospital Militar, pero sin que en ningún momento se mencionara el terreno, sino, sólo, el edificio; y que habiendo concedido el Municipio de Holguín un plazo a los poseedores de terrenos en su Dehesa, don Benjamín de Zayas Sánchez, hijo de la mencionada Soledad Sánchez, aprovechándose de su condición de Secretario de la Administración Municipal, anotó a su nombre y NO de los herederos de Soledad Sánchez, un lote de terreno al que no fijaba limites, pero sí decía que poseía y que lindaba por el Norte con Jesús María, por el Sur con la población, por el Este con el camino de Gibara y por el Oeste con el camino de Uñas y con el que pasaba por detrás de la mencionada Quinta del Llano. Esa calle, por entonces marcaba la terminación de la población y el comienzo de su Dehesa.
En 1901, al conceder el Ayuntamiento un nuevo plazo para que los poseedores de terrenos en Dehesa presentaran sus títulos, don Manuel Sánchez Meré, esposo de doña Aurora Ochoa Cables, y según él decía, en concepto de  apoderado de la Sucesión de don Benjamín de Zayas, que mal dijo se componía de cuatro herederos: Benjamín, Estela, Antonia María y Soledad de Zayas, pero que no era cierto pues esta se componía de más herederos, pretendió anotar a nombre de esos cuatro hijos los terrenos de El Llano, pero dándole nuevos linderos: por el Norte el Cerro de la Cruz; por el Este, Oeste y Sur los caminos de San Andrés y de Gibara, aprovechándose que los citados caminos ya no estaban situados en los mismos ligares y que la Calle Quinta no era la misma de antes, a lo que se opuso el Cabildo, pero que en definitiva doña Aurora, a pesar de su sin razón, inscribió a su nombre en el Registro de la Propiedad. Y con esos terrenos hizo un Reparto “La Quinta del Llano”, quedando así consumado el más escandaloso de los despojos realizados al Municipio de Holguín.
Nace el pueblo de Antilla


Nos nace el pueblo de Antilla al que The Cuban Company funda en terrenos de la finca “El Júcaro”, en la Bahía de Nipe. Este, de acuerdo con los planos presentados al Cabildo, se componía de 1 453 solares, en dieciséis calles de NO a SO, cada una de nueve metros de ancho con la sola excepción de sus dos avenidas principales, que tenían treinta metros.
El planeamiento del poblado, la explotación de los bosques próximos a ella y la construcción de la vía férrea, atrajo gran cantidad de obreros, en su mayoría extranjeros. Y tras ellos llegó una gran cantidad de prostitutas y jugadores que no tardaron en transformar el naciente pueblo en un extenso y peligroso garito, entre los que se destacaban el “Campo Rojo”, para los más refinados, con cincuenta habitaciones ocupadas por prostitutas; y “El Garrote”, para los menos exigentes. Ello obliga al Cabildo de Holguín el envío de un Policía y al Estado manda una pareja de soldados.
El aumento de la población en Antilla hizo que el Cabildo creara una Alcaldía de Barrio cuyo Alcalde enviaba periódicamente al Cabildo curiosos informes. En ellos destaca lo peligroso de la población y que en ella no se respetaban ni se consideraban entre sí los vecinos, dando como causa de tal cosa el que el pueblo nació y aumentó su población sin lazos de familia entre sí ni de matrimonio; por lo tanto andaba el robo al día. Incluso, el Alcalde de Barrio informó una vez sobre la conducta impropia de un soldado de apellido Santos, que igual que los policías designados por el Cabildo, se dedicaba a explotar el juego y la prostitución o a aprovecharse de ello.
En 1913 se termina la construcción de las obras del pueblo y se retira la población ambulante. Antilla se convierte en uno de los poblados más florecientes y ricos del Término, con puerto habilitado, estación de ferrocarril, muelles, aduana, Sucursal del Banco de Canadá, comercios, escuelas, puesto fijo de la Guardia Rural, pero aunque era Antilla parte del Municipio de Holguín, las rentas aduanales le pertenecían al Municipio de Mayarí, aunque, sí, el resto de las riquezas venían a Holguín y no quedaba nada para el pueblo que las producía. Ello hizo que años más tarde reclamase Antilla su propio Municipio, el que se crea el 8 de Mayo de 1924, perdiendo con ello el Municipio de Holguín sus rentas y sus mejores barrios, que se los regala al Municipio de Banes, por gestiones de Félix del Prado, enemigo declarado de Holguín. Y a pesar de ello, ese señor mantiene oficina política en la Ciudad de Holguín y a su frente un periodista y un holguinero 100 %: Carlos Zayas Zaldívar.
La Luz (Corriente) Eléctrica llega a Holguín y poco después pasa a Propiedad de la planta instalada en el central Chaparra.


En 30 de Diciembre de 1909 el Ayuntamiento concedió a William Edgard Knight el derecho a establecer la Corriente Eléctrica en Holguín bajo el nombre de Compañía de Electricidad y Fomento de Holguín S.A. Dicha Empresa, por escritura de 29 de Enero de 1916, ante el notario Fernández Rondán pasó a la propiedad de “The San Manuel Sugar Co. S.A”, que inmediatamente la vende a “Chaparra Light Power Co. S.A” y de esta a la “Compañía Eléctrica del Norte de Oriente”, que por tantos años representó don Francisco Zarragoitía.
Con la llegada de la Corriente Eléctrica quedó cesante el último de los faroleros municipales, Emilio Alonso.
Otras disposiciones y obras del Ayuntamiento así como nombramientos a Cargos públicos


El Edil Miguel Ángel Fuentes, padre del elocuente orador holguinero Mario Fuentes Aguilera, hace consignar en acta que los policías debían visitar los cines de la Ciudad al objeto de comprobar si las películas exhibidas eran inmorales y si los menores de edad debían concurrir a esas exhibiciones, petición que de hacerse hoy día, haría reír a nuestro Isidro Maldonado. (Pepito habla del momento en que escribió su libro, que debió ser en algún momento anterior cercano a 1955. Isidro Maldonado era entonces el principal agente cinematográfico de la Ciudad).
En la época son creadas las Alcaldías de Barrio de Cauto Cristo, que se segrega de la de Cacocum, y la de San Gerónimo, que se segrega de la de Tacajó.
Don Miguel Montero Estrada fue designado Tesorero Municipal, cargo que honrada y paternalmente desempeñó hasta la caída del Presidente Machado (1933).
Don Vicente Biosca fue designado Arquitecto Municipal, siendo uno de sus proyectos el desvío de las aguas que las lluvias arrojaban sobre la Ciudad por la inclinación del Cerro de la Cruz. Consistía la propuesta del arquitecto construir una zanja que pasando por detrás del Hospital Civil llegara hasta la carretera de Gibara, pero esa dicha propuesta luego fue desechada por el Cabildo por lo perjudicial que resultaría la zanja a los terrenos colindantes.
En 1911 se tomó el acuerdo de dar desayuno gratuito a los niños pobres que asistían a las Escuelas Públicas de la Ciudad y asimismo el Ayuntamiento de Holguín se une al de Gibara en sus gestiones para conseguir la Carretera Holguín-Gibara.
El Ayuntamiento incita a los Inversionistas extranjeros para que fomenten Centrales Azucareros en el Término.


Se gestiona el fomento de Centrales Azucareros en nuestro Término incitándose a los inversionistas (no los de Holguín, que no los había), dándoles a conocer la calidad de nuestras tierras para la siembra de la caña de azúcar y la promesa de no cobrarles contribución alguna en los primeros tres años de producción, siempre que esta no fuera superior a los 100 000 sacos anuales de trece arrobas de peso cada uno.
El Hospital Civil se traslada a la Quinta del Llano y en su lugar se crea un Asilo de Ancianos


 
El Hospital Civil se traslada a la Quinta de El Llano y en el lugar que aquel deja se establece un Asilo de Caridad que tomó el nombre de “Sagrado Corazón de Jesús”, cuyo Comité Gestor presidía Luz Sofía Sánchez de Manduley y a cuyo frente fue colocada Merceditas Gorina. No obstante, antes hubo que luchar contra el Estado que reclamaba los terrenos del Parque Victoriana de Ávila para la construcción de Cuarteles Militares.
La Policía Municipal


Fue sustituido don Luís Melendreras de su puesto de Jefe de la Policía Municipal y en su lugar nombraron a José Isidoro Urbino, que posteriormente también fue sustituido; su lugar lo ocupó José María Heredia Almaguer. A Heredia lo sustituye Francisco González Castellanos y a éste Moisés Angulo Rodríguez.
Se componía el Cuerpo de un Jefe, dos Sargentos y once vigilantes, que fueron aumentando antes de terminar el periodo a veintidós, cuatro de ellos “de a caballo” y pagados por el Municipio.
Entre los vigilantes se encontraban: Aquiles Algeciras, Rafael Gelabert, Pepe Géigel, José Carmona y Oscar Álvarez.
Consta en Actas del Cabildo las quejas que se formulaban contra los policías, entre ellas: que había vigilantes que conversaban con paisanos estando de servicio; que algunos abandonaban sus postas, y hasta que el Sargento, Antonio Rodríguez, vestido con su uniforme, visitaba los café y que se paseaba con mujeres por la plaza pública.
Otros funcionarios del Ayuntamiento


Era el Veterinario Municipal: Pablo Rigüal y asimismo, para entonces, se gestionaba la plaza de comadrona municipal para Matilde Salas; el Dr. Humberto Manduley fue sustituido como Médico Municipal por el Dr. Plá al no aceptar la plaza el Dr. José A. Taboada.
El Médico Municipal no solo tenía que visitar los enfermos pobres de la Ciudad y del Campo, sino que tenía que intervenir en las diligencias judiciales, por lo que don Juan Albanés, en 31 de Enero de 1911 propuso al Cabildo que se dividiese el término de Holguín en tres zonas: La Ciudad, San Andrés y Antilla, dándonos su Demarcación y su Reglamento y que se creara dos plazas más de Médicos Municipales.
Otras peticiones de don Juan Albanés fueron: la reorganización de la Biblioteca del Cabildo, que había existido durante la Colonia y luego desaparecido, así como sus libros; la creación de Plazas de Archivero y de Bibliotecario Municipal, y la declaración de pueblos de Cuarta, Quinta y Sexta Clase, atendiendo al número de sus habitantes.
Holguín: “La Ciudad de los Músicos”


Don Juan Albanés nombra a Holguín “La Ciudad de los Músicos” y recuerda que en 15 de Febrero de 1909 se había aprobado por el Cabildo la creación de una Banda de Música Municipal, pero ese acuerdo fue vetado por la Secretaría de Gobernación. Asimismo recuerda don Juan Albanés que la Banda de Música del General Maceo, “La Invasora”, estaba integrada en su gran mayoría por músicos holguineros, y que en la Ciudad se contaba con afamadas Academias de Música, entre ellas la de la Profesora Carmen Urribarri, de la que también erna profesoras Carmen y Caridad Ochoa, y que por todo ello debíamos de crear una Banda de Música Infantil como “ya la tenían los Municipios de Gibara y Mayarí, con menos recursos que el de Holguín”. Por lo tanto acordaron fundarla y colocaron a su frente a Emilio Sánchez, el que con gran experiencia logró al poco tiempo que la Banda de Música Infantil fuera orgullo de Holguín.
En esa época teníamos una Banda de Música: la de don Manuel Avilés Lozano, pero bajo contrato.
Protesta por el mal vestir de los lecheros y la suciedad de sus envases y otras acciones del Ayuntamiento


Delfín Antonio Hernández formula su protesta del mal estado en el vestir de los lecheros de la Ciudad y la suciedad de sus envases y medidas. A ellos el Cabildo les concede plazo de treinta días para presentarse en el mejor estado posible de limpieza “al objeto de no causar repugnancia”.
Así mismo el Ayuntamiento aprueba medidas sobre los serones, envases y medidas y dicta reglas sobre los coches de alquiler, que desde entonces clasifican en “de lujo” y de “no lujo”. Estando los primeros tirados por más de un caballo y su cochero vestido de lana negra o de azul marino, botones dorados en su pechera y en las mangas, medias, zapatos y Bombín negro, o vestidos de blanco con sombrero de panamá y botones dorados, zapatos amarillos, medias blancas y los domingos o días festivos, con guantes y chistera; y los de no lujo: tirados por un solo caballo, y el cochero vestido de limpio, de chaqué o de levita, todo con la mayor decencia posible.
Se consignan protestas por el impuesto fijado por el Cabildo a las cabezas de ganado vendidas para ser sacrificadas.


Se consignan protestas sobre que el impuesto de $ 0.10 fijado por el Cabildo a las cabezas de ganado vendidas en el término para ser sacrificadas, como siempre ocurre, sólo lo pagaban los infelices. Y sin embargo salía los trenes hacia La Habana, cargados de ganado para ser sacrificado en la Capital sin abonar el impuesto porque los dueños negaban que fueran para sacrificar.
Deudas del Ayuntamiento anteriores a 1898


Siguen dando dolor de cabeza a los gobernantes del Municipio las deudas anteriores al 1898. Tanto que el Ayuntamiento aprobó un Presupuesto Extraordinario para liquidarlas.
Se encontraban entre los deudores: María de Jesús Carballo, Mercedes Gorina Porta y Roque Guerra.
La deuda anterior a 1898, reconocida, ascendió a $ 12 141,73
Se establece un Colegio de Segunda Enseñanza


Se establece un Colegio de Segunda Enseñanza bajo la dirección del Licenciado Félix de la Torriente (se trata del padre de Pablo de la Torriente Brau), y se organiza una sociedad protectora del mismo.
En 1913 aquel se transforma en Instituto Holguín, S.A., bajo la dirección de don Manuel Silva y Leyte Vidal quien trasladó a Holguín su afamado colegio “San José de Calasanz”, que tenía en la Villa de Gibara y lo incorpora al Instituto de Santiago de Cuba. Fueron los primeros becados por el Cabildo: Pepito Torres, Pepín Tamayo, Miguel Santiésteban, Armando Angulo y Ramiro Campins. Ese dicho Colegio da los primeros Bachilleres, entre los que se encontraron  Ritina García, Borges Avilés, (fue un muy notable médico), Manolo Silva, Mario Manduley y Pepito Sera Serrano (fue el último Alcalde de Holguín de la era Republicana: 1955-58).
En 4 de Febrero de 1914, don Francisco Grave de Peralta solicita del Cabildo la creación de una Escuela Nocturna de Varones. 
Presupuestos Municipales y labor encomiable del Síndico y Concejal don Juan R. Albanés.


1910-1911: $ 44 789,82
1911-1912: $ 42 984,12
1912-1913: $ 44 852,42
1913-1914: $ 52 602,14
1914-1915: $ 72 532,80
El aumento se debió a la terminación de las listas cobratorias por fincas rústicas a la labor constante y efectiva de don Juan R. Albanés, Síndico y Concejal del Ayuntamiento, que con gran entusiasmo y suma capacidad se dedicó a encauzarnos administrativamente y al progreso de la Ciudad y su Término.
Sin embargo don Juan se vio obligado a renunciar a su cargo en 24 de Enero de 1915, retirándose a la vida privada al ver lo inútil que iban siendo sus esfuerzos en un pueblo como Holguín, y a la intervención cada vez más directa de la política en nuestros asuntos interiores. Pero don Juan no se fue sin antes haber gestionado la entrega al Municipio de los terrenos ocupados por los Cuarteles Militares, que el Estado inscribió a su nombre, con la protesta del Cabildo en 22 de Enero de 1901
Inauguración de estatuas en los principales parques de la Ciudad.


El 10 de Abril de 1916 se inauguran las estatuas al mayor General Calixto García Iñiguez, la del General Julio Grave de Peralta y la dedicada a los Mártires fusilados en la Ciudad y su Término durante las Guerras de 1868 y 1895.
La del General García se instaló en el Parque de su nombre, la de Grave de Peralta en el parque que se nombraba Martí, por lo que cambió el nombre del parque y asimismo la calle que se llamaba de Peralta pasó a ser Calle de Martí. (Esa estatua antes se pretendió instalarla en el parque de Céspedes o San José). Y la de los Mártires se colocó en el parque Céspedes.
En el parque de Céspedes tenía ofrecido Pennino una estatua del Padre de la Patria, obra del escultor Ugo Luisi, que antes se pretendió instalar en El Llano, exactamente en la manzana comprendida entre las calles Colón, Prado, Libertad y Maceo e incluso, en el Parque Mantilla, llamado entonces de La Independencia, sin que prosperara la idea del lugar y tampoco la estatua.
A la inauguración de las estatuas asistió el Presidente Mario García Menocal y con él los Generales Manuel Sanguily, Demetrio Castillo Duany, José Miró Argenter, Agustín Cebreco, Mariano Lora, Eusebio Hernández, Enrique Collazo, Calixto García Enamorado, Carlos González Clavell, José Martí y Zayas Bazán, Remigio Marrero, Mariano Torres, Pedro Vázquez, Cornelio Rojas y Manuel Rodríguez Fuentes, el Senador Coronado, Aurelio Hevia, Fermín Figueredo Socarrás y el Dr. Alfredo Zayas. Habiendo estado a cargo del Presidente Menocal el develamiento de la estatua del General Calixto García y su panegírico a cargo del General Sanguily; la de Grave de Peralta a cargo de su hija Tirsa y el panegírico a cargo del Dr. Alfredo Zayas y la de los Mártires a Cargo de Milagros Cables, nieta de uno de los fusilados, don Facundo Cables, y el panegírico a cargo del Dr. Alfredo Betancourt Manduley.







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