Prensa desde 1900

2 de marzo de 2015

Senda corta, pero plagada de grandes obstáculos, que debió recorrerse para la fundación del Partido Ortodoxo.



Durante la disidencia de Chibás en el Partido Auténtico se va incubando una profunda maniobra de respaldo de otros militantes que es demostración para la tesis de que estaba apareciendo una corriente que ponía en crisis las estructuras establecidas por aquel partido. (Corriente que en sus inicios era espontánea y poco organizada, pero que definirá el rumbo hacia una nueva organización).

Sin embargo en momento de fuertes contradicciones, todavía Chibás creyó en la posibilidad de cambiar el camino que estaba tomando el Partido Auténtico y por eso continuó apoyando a Grau y enfrentando a los enemigos del Presidente a quien entonces creía ajeno a los avatares del partido. 
Solamente cuando pudo comprobar que el Presidente era tan culpable como el resto de los desfalcadores del tesoro público y cuando ya se había constituido el Partido del Pueblo Cubano (Ortodoxo), fue cuando Chibás dirigió sus afiladas críticas contra Grau.

Más, antes que lo dicho ocurriera, Chibás y sus partidarios tuvieron que recorrer una senda, corta cierto, pero plagada de los lógicamente grandes obstáculos. Lo que trataban era: modificar un partido desde sus entrañas que para entonces era inmodificable.

Pelayo Cuervo

Cronológicamente se puede tomar el 15 de diciembre de 1946 como la fecha en que se define la nueva tendencia partidista, aunque para entonces Chibás y sus seguidores se mantenían dentro del autenticismo. Ese día en la hora dominical del Partido Auténtico y a través de la radioemisora CMQ, el senador PelayoCuervo Navarro dio lectura de una amplia declaración de principios contentiva de ocho puntos y suscrita por cinco Senadores y nueve Representantes, liderados por Chibás[1], donde concretaban su posición de defensa del país y de los ideales que hicieron surgir al Partido Auténtico[2].

En dicha declaración se dijo que lucharían por lograr, dentro del autenticismo, los objetivos defendidos por ellos, que eran: abogar por los intereses de la Patria y los ideales que dieron vida al PRC(A) por encima de intereses de grupo y demandar el cumplimiento por parte del Gobierno y del PRC(A) de los compromisos contraídos con la nación en la campaña electoral de 1944 y consideraron que el PRC(A) no estaba ejerciendo el gobierno al encontrarse en los Departamento Gubernamentales personas que públicamente eran contrarias al programa de la Alianza Auténcio-Republicana y que si el Gobierno continuaba con la política hasta entonces seguida, irían en contra de los principios que le dieron vida al autenticismo. Además, que no podía ocurrir que los errores y desaciertos del Gobierno recayeran sobre el partido. “La unidad auténtica la obtendremos gobernando con el Partido Revolucionario Cubano (A) y cumpliendo con su programa”[3] y para lograrlo los firmantes lucharían con las armas que le confería la democracia durante la próxima reorganización del Autenticismo y, asimismo, exigían al Gobierno que no interviniera a favor de ninguna de las tendencias prevalecientes durante dicha reorganización. El grupo reconocía a Chibás como líder, por su “valor político y por ser el revolucionario de más honda y arraigada popularidad”[4]

Finalmente acordaban luchar en el seno del Partido por el cumplimiento de su programa.

Este grupo de líderes nacionales del autenticismo, definitivamente se asumía como el ala crítica dentro del Partido que encausaba el malestar de amplias  masas auténticas, entre ellas la Sección Juvenil del Autenticismo de Holguín que, reunida en Asamblea extraordinaria el 30 de noviembre se pronunció contra el Gobierno y contra el propio Grau San Martín y reclamaron la Reforma Agraria, la honestidad administrativa y la total extirpación de los métodos politiqueros, además se declararon contrarios a la postura reeleccionista de Grau y exigieron el fin de la persecución del Jefe del Autenticismo en Oriente, Millo Ochoa, por este haber proclamado la candidatura de Chibás a la presidencia de la nación. (Junto a todo ello los Jóvenes Auténticos de Holguín hacían un conjunto de solicitudes de obras públicas para su pueblo y para el resto del país, en particular para Oriente[5]).

Posteriormente se produce la declaración de 21 alcaldes auténticos de la provincia de La Habana que proclamaba la reelección del Presidente Grau. A ellos el grupo rebelde del autenticismo responde desde los micrófonos de la radioemisora CMQ diciendo categóricamente que se oponían a la permanencia del “Mesías de la Cubanidad” en la silla presidencial porque Grau había frustrado los anhelos que los cubanos habían puesto en su administración. Ir Grau a la reelección, dijeron, incumple no solo con lo estipulado en la Constitución, sino que iba contra los postulados del Autenticismo, “invocar la doctrina del PRC para defender la reelección constituye una blasfemia”

La historia cubana demostraba palmariamente que cada vez que se reelegía un presidente provocaba un levantamiento de los opositores y finalmente, los "rebeldes" atacaban la tesis del providencialismo esgrimida por los alcaldes para justificar lo imperioso de la permanencia de Grau en la presidencia y juraban “pugnar con todas sus fuerzas” cualquier propósito o acción que estuviera a favor de la reelección o la prórroga de poderes[6].

A la vez que respondían a los alcaldes de La Habana el Comité Parlamentario del Autenticismo rebelde se reunió en la residencia del senador Millo Ochoa para analizar la situación que afrontaba la provincia de Oriente ante las medidas coercitivas desplegadas por el gobierno en esa provincia. 
Los reunidos aprobaron por unanimidad solidarizarse plenamente con la rebeldía de Sagüa de Tánamo, Gibara, Holguín y Palma Soriano ante el incumplimiento de las promesas hechas a Oriente por el Presidente de la República. Igual protestaron enérgicamente por las medidas “draconianas” puestas en práctica por el Gobierno para reprimir por la fuerza pública a los orientales y expresaron a los veteranos independentistas de esa parte de Cuba sus más dolidos sentimientos por la muerte violenta del veterano Wenceslao Cuadrado. Finalmente nombraron una comisión integrada por los congresistas del ala crítica, ortodoxos se llamaban ellos a sí mismos, para que mantuvieran contactos con los pueblos rebeldes de la provincia oriental[7]

Ante este suceso, dice Conte Agüero que Chibás tomó la palabra para exponer sus criterios sobre el caso: “como oriental que soy condeno con todas mis fuerzas el comportamiento irresponsable y criminal del actual Gobierno con la provincia de Oriente. ¿Es que estos señores del Gobierno se han figurado que Oriente es una colonia americana o una tierra de esclavos?, ¿se han creído que pueden ordenar al Ejército a disparar a mansalva contra los orientales, inclusive contra los veteranos de la Guerra de Independencia, como si no fueran seres humanos?, ¿es que piensan que los orientales no son cubanos?. ¡Alto, señores gobernantes, que los orientales estamos en pie!”[8].

Lo siguiente fue la carta de Chibás al Presidente Grau de 19 de enero de 1947, en la que enjuicia con dureza la obra del gobierno auténtico en cuanto a la impunidad de la bolsa negra, los negocios escandalosos, el robo por parte del Ministerio de Educación del desayuno escolar y su oposición a la posible reelección de Grau.

A menos de dos meses después (1ro de marzo), los miembros del grupo ortodoxo del PRC(A) se reúnen[9] en la casa del Senador Pelayo Cuervo Navarro y planean la regeneración auténtica y la necesidad del fortalecer el movimiento de los auténticos ortodoxos. Para ese fin acuerdan continuar los actos públicos, interpelar en el Senado a los ministros de Educación, Comercio y al de Obras Públicas. A este último sobre el desenvolvimiento y costo de las obras que se estaban ejecutando. 

Es en esa misma reunión cuando se planea la necesidad de constituir un nuevo partido, considerando como consideraban que era imposible el triunfo de ellos dentro del Autenticismo, pero no se llegó a acuerdo alguno sobre este particular, principalmente por la oposición de Chibás que consideraba que aún no habían llegado a la coyuntura histórica que forzara el abandono del Auténtico. Sin embargo Millo Ochoa estaba por la creación inmediata del nuevo partido. Bisbé, por su parte, dijo que la postura de Chibás era un conflicto emocional que tenía con el PRC(A) al que tenía fundida gran parte de su historia[10].

Cinco días después de la primera reunión se produce una segunda, otra vez en el domicilio de Pelayo Cuervo. Lo más importante de ella es la discrepancia de criterios en torno a la creación o no de un nuevo partido, pero así mismo en ella se acordó y se redactó una Declaración, que la prensa llamó ultimátum a Grau[11], contentiva de 15 puntos donde nuevamente se exigía al Gobierno el cumplimiento de los principales aspectos programáticos del PRC(A) en cuanto a los social, lo económico y otros problemas de actualidad.

Esa dicha declaración concluye señalando que el movimiento ortodoxo auténtico no defiende intereses personales, sino los que permitieran la “plena restitución de la grandeza y de la dignidad al Partido Revolucionario Cubano, para situarlo en su destino histórico” y exigía el cese de la represión a los Auténticos que simpatizaban con los ortodoxos. El cumplimiento de tales puntos, dijeron, era imprescindible para reagrupar al partido. Cumplir con ellos era el último esfuerzo unitario para salvar al partido.

Dos días después correspondía una nueva y cotidiana intervención de Chibás por la CMQ. En ella dijo que se mantendría dentro del PRC(A) por considerar que existían “grandes resortes morales del Autenticismo” e invitó a todos los auténticos a “luchar por el rescate del Partido Auténtico, que está en manos enemigas, en manos de politiqueros, arribistas y bandoleros”[12].

El 17 de marzo se reunieron los integrantes del movimiento auténtico ortodoxo en el domicilio del senador Agustín Cruz donde dijeron que las declaraciones de Chibás[13] de no abandonar el PRC(A) solo expresaban su criterio personal y no el de la mayoría del grupo, por lo que ellos decidían sustituir a Chibás y designar como líder del movimiento a Millo Ochoa, único integrante de la tendencia rebelde que junto a Chibás era fundador del Autenticismo. 

En esa reunión el grupo ortodoxo declaró además que el Gobierno hacía imposible que ese grupo pudiera hacer cumplir el Programa y la doctrina del PRC, lo que los obligaría a abandonar el partido, “no seremos nosotros quienes pondremos en peligro la unidad del gran Partido de la revolución, sino el propio gobierno con su conducta de vulneraciones e incumplimientos de los principios y de los ideales auténticos”[14]

Días después Chibás dijo a la prensa: “Nunca he renunciado a posiciones de responsabilidad y de combate. Mis compañeros ortodoxos han tenido a bien sustituirme, pero yo continuaré peleando por los mismos principios”[15]

Y cuando casi había transcurrido un mes de la citada reunión, exactamente el 15 de mayo, la facción ortodoxa del PRC(A) se vuelve a reunir, ahora en el local de la Sección Juvenil Auténtica. Estaban presentes seis Senadores, nueve Representantes, tres Alcaldes, un Gobernador, Concejales, dirigentes del Partido a distintos niveles y miembros de base del: Chibás, Millo Ochoa, Pelayo Cuervo, Manuel Bisbé, Luis Orlando Rodríguez, Alberto Saumell, Rafael García Bárcena, Pepillo Hernández, Natsha Mella, Juan Manuel Márquez, Max Lesnick, Orencio Batista, Hugo Mir, Ramón Miyar, María Pasos, Luis Bonito, Álvarez Tabío, Luis Conte Agüero, Fidel Castro Ruz, entre otros.estos exigen la convocatoria a la Asamblea General del Autenticismo para discutir los señalamientos hechos a la burocracia del partido. Esa asamblea, dijeron, es la única forma de evitar la separación de los ortodoxos auténticos.

En la intervención de Chibás en la reunión del 15 de marzo, dijo:

“Hemos llegado a la conclusión de que no podemos reconstruir el partido desde dentro, no queremos que se nos acuse de actuar a la ligera y al calor de apetencias personales. Es por eso que vamos a demandar del Jefe del PRC que en el plazo de 72 horas convoque a la Asamblea Nacional del Partido, ante la cual vamos a acusar desde el jefe de la nave hasta el más humilde de los oficiales que haya traicionado los principios revolucionarios a que se debe el Autenticismo”[16].

Y continuó Chibás:

“Nuestras puertas no están ni cerradas ni entornadas, están abiertas de par en par para todos los revolucionarios cubanos que de buena fe quieran unirse a esta cruzada de rescate de la dignidad y los principios de la Revolución. Lo que sucede es que por ellas no pueden entrar los logreros, los oportunistas, ni los maculados por actuaciones venales. Queremos un gran Partido Revolucionario por su funcionamiento y estructura, de masas, de pueblo. Brindamos a los que en él quieran ingresar un puesto de sacrificio y de luchas, no de prebendajes del poder”[17].

Un segundo acuerdo por unanimidad fue la moción leída por Leonardo Fernández pero de la autoría de Millo Ochoa, por la cual se creaba una Comisión Gestora Nacional que luego de amplias consultas se encargaría de viabilizar la forma para la constitución de la nueva organización partidista. Integraron esta Comisión, Chibás como presidente, Pelayo, Mir, Bisbé, Luis O. Rodríguez, Natasha Mella, Saumell, Orlando Castro, Conte Agüero y Juan Rodríguez.



[1] Este grupo estaba integrado por los senadores: Pelayo Cuervo Navarro, Adriano Galano, Agustín Cruz, Millo Ochoa y Aurelio Álvarez (y al que posteriormente se incorporó José Manuel Gutiérrez), y los Representantes: Manuel Bisbé, Alonso Álvarez, Antonio Díaz Fernández, Álvarez Lefebre, Juan José García Benítez, Ochoa Rojas, Vivero Muñiz, Gutiérrez Casano y Cruz Chinet. 
[2] Archivo Nacional de Cuba. Fondo Eduardo R. Chibás. Expediente 111. Legajo 4.[3] Citado por Luis Conte Agüero. Ob. Cit. p. 467 
[4] Ibídem 
[5] Acordó voto de Censura al Doctor Grau la Sección Juvenil del PRC(A) de Holguín. Periódico El Mundo. 30 de noviembre de 1946. p. 11. Archivo Particular de Nicolás de la Peña Rubio. 
[6] El problema de la reelección. Dirigentes del Autenticismo ratifícanse contra la misma. Recorte de prensa. Archivo Particular de Julián J. García Benítez. 
[7] Integraban dicha comisión Millo Ochoa, Adriano Galano, Julián J García Benítez y Díaz Fernández. 
[8] Archivo Nacional de Cuba. fondo Eduardo R. Chibás. Partido del Pueblo Cubano (o). expediente 426. Legajo 16. 
[9] En esta reunión, además del grupo disidente se encontraban los Drs. Ampudia y Domingo Pérez, de Pinar del Río; Ramón Pereda Pulgares, de Camagüey; y Hugo Mir, Orlando Castro y Raúl Herrera por el Ejecutivo Nacional de la Sección Juvenil Auténtica. 
[10] Conflicto emocional. Sección En Cuba. Revista Bohemia, marzo 9 de 1947, a. 39, no. 10. p. 40. 
[11] Ultimátum a Grau. Denuncian los ortodoxos las reiteradas violaciones constitucionales que realiza Grau. Prensa Libre. 7 de marzo de 1947. pp. 1-8 
[12] Luis Conte Agüero. Ob. Cit. p. 487. 
[13] Las declaraciones de Chibás habían acontecido, la primera el domingo nueve de marzo desde su hora radial y la segunda a través de los periódicos de la capital. 
[14] Manifiesto de los ortodoxos reiterando al Gobierno sus demandas de rectificación.Diario de la Marina, La Habana, marzo 18 de 1947. p. 1 
[15] Eduardo Chibás. Discurso, en El Crisol, La Habana, 31 de marzo de 1947. p. 1. 
[16] Luis Conte Agüero. Ob. Cit. p. 508.  
[17] Archivo Nacional de Cuba. Fondo Eduardo R. Chibás. Partido del Pueblo Cubano (O). expediente 424. Legajo 16.


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