Periódico “El Oriental”, Holguín, domingo 19 de junio de 1864, (Año III. No. 9)
UNA VISITA A FRAY BENITO
Digna de llamar la atención por más de un concepto es la visita que el Sr. Teniente de Gobernador [entonces lo era Don Juan Huerta y Sostre] giró al caserío de Fray Benito, acompañado de una comisión del Ilustre Ayuntamiento, con el objeto de informar a la Ilustre Corporación sobre el estado de la escuela establecida bajo la dirección de Don Lucas A. Beltrán. La importancia que en sí tienen semejantes actos por las beneficiosas consecuencias que de ellos resultan a la enseñanza y la circunstancia de que proporcionan a la primera autoridad de la jurisdicción conocer y estudiar otras necesidades apremiantes para la vida de los partidos rurales, hacen que se desee con frecuencia su repetición.
El domingo doce del corriente, a las cuatro de la tarde encontrábanse reunidos en la casa que ocupa el profesor Beltrán los señores Teniente de Gobernador, Alcalde Municipal, Teniente de Alcalde Don Manuel Tamayo, concejales Don Manuel Eulogio Fernández, comisionado por el Ilustre Ayuntamiento, Sr. Cura párroco Don Ramón Boseau, Don Eloy González Romero, capitán del partido, Don Pablo Puig, miembros de la junta local de instrucción y varias personas notables de Holguín y Gibara que, animadas del mayor deseo, quisieron contribuir con su presencia a la mayor solemnidad del acto. El Sr. Teniente de Gobernador con la facilidad de estilo, que le distingue, tomó la palabra manifestando que el objeto de encontrarse allí congregados no era otro que formar pensamiento exacto del estado de la escuela respecto al adelanto de los alumnos, para con su visita tomar providencias oportunas de acuerdo con el Ilustre Ayuntamiento, por ser nada favorables los informes que se tenían. Un religioso silencio acogió esa manifestación, y habiendo procedido el Profesor citado al examen de las diferentes asignaturas, que abraza la instrucción primaria, vino en conocimiento la Comisión de que era muy fundada la razón, que moverá a nuestro Municipio para enviar un comisionado de su seno con aquel fin, pues los niños estaban en lamentable atraso.
Aflictivo es que el desvelo del Ayuntamiento por la enseñanza pública no haya producido aún en Fray Benito los apetecibles resultados que tenían derecho a esperarse. Pero el mal serán pronto remediado y nos consta que inmediatamente de concluido el examen, se constituyó la Junta en sesión y acordaron los particulares conducentes, sometiéndolos al Ilustre Ayuntamiento con el informe del Concejal comisionado, para que con esos antecedentes resuelva lo que corresponde y puedan los niños aprovecharse de las ventajas de la educación, lo que no dudamos practicará con la actividad y celo que tan peculiares le son.
Las vías de comunicación, reconocimiento del puente hecho por Don pablo Puig y de varios malos pasos, fueron, así mismo, objeto de la especial atención del Sr. Teniente Gobernador, incansable promovedor de cuantas mejoras son convenientes al vecindario por donde transita, de manera que el Partido de Fray Benito quedará satisfecho de esta visita, que tantos beneficios inmediatos le ha de reportar.
La presencia de la primera autoridad en este punto y de los señores que le acompañaban, fue motivo de que sus vecinos y particularmente Don Pablo Puig, en cuya casa estaban alojados, se esmerasen en obsequiarlos con todo género de manifestaciones. Las noches del sábado y domingo (una línea deteriorada) por la numerosa y escogida concurrencia que a ellos asistió. Allí tuvimos el placer de ver a las Sras. Doña Teresa y Doña Emiliana Landaeta, esposa y hermana política de Don Enrique C. Bautista, Comandante de Armas de Gibara; la preciosa Panchita Gurri y a la no menos bella Caridad Puig, todas muy conocidas entre la buena sociedad de Holguín y Gibara, sintiendo no recordar el nombre de las otras señoritas que con sus encantos adornaban el salón. El Sr. Don Pablo Puig y su señora esposa Doña Ana Proenza se mostraron magníficamente espléndidos con sus huéspedes, quienes, de seguro, jamás olvidarán los buenos ratos de solaz que les proporcionaron con su exquisita galantería.
Un incidente aconteció al final de la comida del domingo, que no debo pasar desapercibido, porque juzgo que, cual a mí, al público interesa todo lo que roza con la prensa periódica. Refiérome a que habiéndose recibido a aquella hora el correo de Holguín, uno de los concurrentes tuvo la amabilidad, a invitación de varios señores, de leer “El Oriental” de ese día, para que todos gozasen a la vez de las noticias que pudiera contener; y la atención, pendiente de los labios del lector, se fijó, desde luego, en el notable artículo titulado el “Testaferro”, debido a la galana pluma del Director del Oriental, bajo el seudónimo de Santa-Luz. Calurosamente fue aplaudido por su elegante estilo y verdad en el chiste, sin descender a la amarga sátira que luego aminora el mérito de este género de composiciones. Sírvale pues de satisfacción el hecho anotado, como también puede serlo para los nuevos suscriptores de este periódico.
El Sr. Cura Párroco, Pbro. D. Boxeu también contribuyó a que nada se echase de menos, pues las fiestas religiosas celebradas en la Iglesia de Santa Florentina del retrete fueron muy notables. La salve a la virgen del amor hermoso, en la mañana del sábado, la fiesta del domingo por la mañana y la procesión que por la tarde se verificó, formarán época en Fray Benito. El templo, bastante espacioso, se vio siempre lleno de un pueblo ávido de tributar a la Divinidad sus homenajes de veneración. A entrambos lados de la nave principal se colocaron sillas, presidiendo las funciones el Sr. Teniente Gobernador, a quien seguían por su orden jerárquico las demás personas que hemos nombrado, viéndose entre ellas al Sr. Alcalde Mayor, Don Rafael Casanova, que de regreso de Guantánamo y a su paso para Holguín, accedió a la invitación que se le dirigiera para mayor realce de aquellas, demostrando con su condescendencia esa afable cortesía que tanto le distingue y que tantas simpatías le ha granjeado entre todas las clases de nuestra sociedad.
La procesión fue digna en todo de la veneranda (Sic.) imagen que la motivaba. El acompañamiento tan lucido como numeroso: Panchita Gurri, Caridad Puig y Emilia Landaeta llevaban, relevándose de trecho en trecho, el estandarte de la virgen y las simpáticas Srtas. Baldomera, Josefita, María del Rosario y teresita Proenza descansaban sobre sus delicados hombros la sagrada imagen, cuyo tamaño y peso no podía abrumarlas, al contrario, sus graciosos semblantes demostraban la infantil alegría de que estaban poseídas al verse honradas con tan preciosa carga. Cerraban la marcha el Sr. Cura, acompañado delos Sres. Teniente de Gobernador, Alcalde Mayor, Alcalde Municipal, primer Teniente de Alcalde Don Manuel Tamayo y Concejales Don Manuel E. Fernández y Don Manuel S. Argudín.
El orden era, por demás, admirable y encantador el golpe de vista que presentaba la procesión, atravesando en las primeras horas de la noche el hermoso radio del caserío de Fray Benito por medio de orgullosas palmas reales que iluminadas por la pálida luz de la luna, ostentaban su gallardía, inclinando, sin embargo, sus dilatadas y uniformes ramas ante la Divinidad. El espectáculo que llegó a ofrecerse cuando, pasando el puente, iba la procesión por la suave cuesta en cuya meseta está fabricada la Iglesia, era verdaderamente mágico: centenares de luces mezclaban sus irradiaciones, reflejándose en los semblantes de la numerosa y compacta concurrencia, el profundo respeto que embargaba el ánimo ante la Majestad de la inmaculada madre del Señor. Los acompasados acordes de la orquesta y los cánticos religiosos completaban aquel bello cuadro que cual todas las cosas humanas, hubo de desaparecer al entrar en la Iglesia la procesión, no sin dejar un perpetuo recuerdo en el alma de los asistentes.
El día trece, a la invitación de Don Miguel Manresa, administrador del Ingenio Guabajaney, propiedad del acaudalado capitalista Don Rafael Lucas Sánchez, se dirigió la comitiva a esa finca, donde se le sirvió un suculento almuerzo después de haber visitado minuciosamente todas sus dependencias, dando la vuelta a esta ciudad a las tres de la tarde; pero como la distancia de once leguas y el camino bastante pesado, se determinó hacer noche en el Sao Arriba, casa del Sr. Don Manuel E. Fernández, quien en esta ocasión, como al ir para Fray Benito, se mostró el hombre y amigo que todos conocemos, tan fino como espléndido.
A las seis de la mañana del catorce regresaba a esta ciudad el Sr. Teniente de Gobernador y demás Sres., nombrados, y como el que estas líneas escribe para “El Oriental” fue testigo presencial de lo referido, deber suyo es consignar que la visita girada a Fray Benito ha sido sumamente agradable y beneficiosa a sus vecinos y francamente desearíamos que nuestra primera autoridad la hiciese extensiva a otros Partidos que tal vez requieran igual celo por su arte, en remediar abusos y proveer a necesidades que solo palpándolas, se conocen.
Bertoldo.
En la misma edición inserta esta GACETILLA
FRAY BENITO. Retiramos gustosos el artículo editorial para dar cabida al escrito del Sr. Bertoldo, por tratar de asuntos de actualidad. En él verán los lectores la revista que hace uno de los testigos presenciales acerca de la visita hecha por el Sr. Teniente Gobernador y comisión del Ilustre Ayuntamiento a la escuela Municipal de Fray Benito. En nada se necesita encomiar lo útil y provechoso de semejante visitas de inspección, pues la sociedad entera está interesada en que sean una verdad los esfuerzos y solícitos afanes del Gobierno por la perfección de la educación. De desear sería que en persona o por delegación especial se hiciese por nuestra autoridad gubernativa, visitas iguales a las escuelas de los otros partidos.
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