Prensa desde 1900

5 de septiembre de 2021

Alejandro López López

 Farero Punta de Maisi

Faro Punta de Maisi, Cuba


Faro de Maisí, 30 de mayo de 1940

Sr. Rolando G. Castañeda

Holguín.

Estimado amigo:

                            Recibí su estimada de fecha 3 del corriente, a la anterior le he contestado. Supongo habrá recibido los caracoles. De Ovando se le pueden conseguir, diga la cantidad.

Dele mis recuerdos a su querido tío, a su hermano y Ud. disponga de su verdadero amigo y S. S.

(F)

………..

Santiago de Cuba, 19 de abril de 1945

Sr. Dr. José García Castañeda

Holguín.

Estimado Dr.

                  Hoy le remito por el Expreso Álvarez una cajita que me manda de Maisí, Luis ¿Gorní? Para Ud. reciba recuerdos de toda mi familia y el verdadero aprecio de su amigo y S. S.

(F) 

......

Inaugurado en 1861, el faro de Punta de Maisí lleva el nombre de “La Concha”.


Y ahora la historia practicamente desconocida de don Alejandro Acacio José María López López, que obtuvimos gracias a “El Diario de Santiago de Cuba”.

Era español de nacimiento, pero se radicó en Cuba, trayendo experiencia en el trabajo de los faros. Llega al faro de Maisí en 1919 y se radica en él desempeñándose como responsable de faro y como padre de una numerosa familia de siete hijos.

La incomunicación, la pobreza del lugar pero con características muy propias para el desarrollo agrícola y ganadero, llevan al farero a desarrollar grandes ideas que más tarde hizo realidad.  

Preocupado por la incomunicación que generalmente padecían todos los faros de Cuba, don Alejandro solicita a las autoridades de Baracoa que lo autoricen a establecer un correos en La Concha, aprovechando las cualidades de una hija suya que estaba graduada de la escuela hermanos Lasalle de Santiago de Cuba, y lo autorizan. El correo funcionó por primera vez en la sala de su casa.

Más tarde el farero y sus hijos se dieron a la tarea de construir un aeropuerto. Decidido a lograrlo, él y sus hijos, machete en mano y otras herramientas rusticas, hicieron la primera pista. Por cierto, todavía la pista no estaba terminada cuando aterrizan en ella de emergencia los célebre españoles Mario Barberán y Joaquín Collar Sera, famosos por su vuelo desde Sevilla (España) hasta Camagüey (Cuba) en 1933.

Instaló una planta eléctrica que le sirvió para instalar una descascaradora de café; (después de ello, Maisí se convirtió en lugar idóneo para el secado de café). Y construyó una biblioteca y un teatro que de por sí es singular su existencia en un lugar tan distante del mundo civilizado, pero que asimismo lo es por el lugar del que don Alejandro consiguió la madera para levantarlo. Al finalizar la primera guerra mundial en Punta de Maisí encayó un vapor comercial de matrícula estadounidense llamado El Piloto Comercial. El dicho barco estaba cargado con latas de carne en conserva para los soldados aliados, pero teniendo en cuenta la pobreza de Maisí, el administrador de la aduana de Baracoa autorizó a don Alejandro que dispusiera del barco y de su carga. El farero repartió las latas entre los pobladores de la zona y la madera de la cubierta del barco le sirvió para levantar una casa de dos plantas, que fue el teatro de Punta de Maisí.

Casi a la vez que el teatro, don Alejandro construye una capilla católica, y para ella compra imágenes policromadas y cuadros remachados. Finalmente consigue que el mismísimo Arzobispo de Santiago de Cuba oficie la misa del 8 de septiembre de 1923, fecha en que los cubanos celebran a la patrona de la isla, Virgen de la Caridad.

Era feliz en Maisí y sus hijos también lo eran, pero llega 1944. La marina de guerra cierra el faro. Don Alejandro y su familia tienen que mudarse para el teatro. Y luego viene la separación. Al ex farero lo trasladan a Santiago de Cuba, a trabajar en Obras Públicas. 

La separación de la familia fue el final. En horas de la mañana del 29 de septiembre de 1947, en Santiago de Cuba, un tranvía atropelló a don Alejandro, quien murió en horas de la tarde de ese mismo día.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario