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29 de marzo de 2019

¿Cómo me pagaba el colegio? (memorias de José Juan Arrom)



Memorias de José Juan Arrom, Profesor Emérito de la Universidad de Yale y Doctor Honoris Causa de la Universidad de La Habana. Académico, etnólogo, hispanista, historiador y divulgador de la cultura cubana. En su obra se mezcla lo erudito y lo popular en un cubanísimo estilo.



En Mount Hermon era obligatorio que los estudiantes trabajaran ocho horas a la semana. Algunos lo hacían en la cocina, o en la lavandería, o en las fincas con los animales, pero todos trabajaban. Y los que tenían necesidad, como yo, podían trabajar más horas para ganar dinero. Así me fui pagando los gastos del colegio y de lo que necesitaba, que era la ropa, un par de zapatos, un abrigo para el invierno. Además, durante las vacaciones también me quedaba allí trabajando, porque había que limpiar los edificios. En uno de los veranos estaban haciendo una pileta para poner un tubo de agua, y allí yo di pico y pala, saqué mucha tierra y me gané lo suficiente para vivir durante el invierno. Pero lo que yo ganaba era lo comido por lo servido, es decir, exactamente lo suficiente para no endeudarme.

Al principio no me acostumbraba a hacer esas tareas. Un día, cuando tenía el peor trabajo en la cocina fregando platos, me lamentaba: “¿Adónde he venido a parar yo?”. Entonces me dijo un muchacho que hablaba español: “Mira, ¿tu ves aquel que está allí pelando papas?. Bueno, pies el padre es chairman de no sé que compañía y tiene millones de millones, pero el padre estudió aquí y quiere que su hijo trabaje igual que los demás”. Y me dije: “Bueno, si el hijo de un millonario puede estar peleando cebollas y papas, pues no tiene nada de malo que yo esté fregando platos”. Y así aprendí a ganarme la vida trabajando y estudiando, lo cual me sirvió de mucho cuando fui a la universidad. 

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