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18 de julio de 2018

Los holguineros pelearon en la guerra organizada por Martí en el Regimiento "Martí"



Por María Julia Guerra y Edith Santos
Corría 1895. Las lluvias de mayo se habían alejando ya de la parte norte oriental. Llega junio con tiempo benigno. El coronel José Miró Argenter y el grupo de holguineros que le acompañan, después de despedirse de José Martí y del generalísimo Máximo Gómez el 11 de mayo, regresaron a la zona de Holguín. Acampados en  Bijarú se enteran de la muerte en combate del Apóstol ocurrida el 19 de mayo, en Dos Ríos.
Después llega el General Antonio Maceo, jefe militar del Oriente de la Isla, y hace una incursión por el distrito de Holguín y el de Las Tunas.
El 14 de junio Maceo le escribe al general Masó indicándole que con las fuerzas de Bayamo, que estaban a sus órdenes, cree cuatro regimientos militares y le precisa que “no sería vicioso [nombrarlos] Céspedes, Aguilera, pudiendo ponerle a los restantes Figueredo y Maceo, caídos todos en la gigantesca epopeya de los Diez Años”[1].
Es posible que Maceo orientara lo mismo a los jefes de Holguín. Lo cierto es que el 16 de junio de 1895, José  Miró Argenter y algunos de los holguineros que conocieron a José Martí formaron un Regimiento y lo nombran Martí. Era ese un regimiento mixto de  infantería y caballería, y estaba al mando de Miró.
Por correspondencia de Miró se conoce hoy las acciones en las cuales participó el Regimiento Martí. Dice Miró que el día 25 de septiembre hubo una pelea en “San Fernando contra el Brigadier Echagüe: el enemigo tuvo bajas de consideración, por nuestra parte dos muertos y seis heridos. La caballería de Maceo y la de mi Regimiento que el General [Maceo] puso bajo mi mando, no llegó a entrar en fuego pero después estuve operando por las sabanas y por último [el General] me mandó a perseguir la columna que se hallaba acampada en un sitio llamado La Palma”[2].
El 29 de ese mismo mes, Miró acampó en la finca Santa Inés, en Bijarú, con su Regimiento, compuesto por más de 500 hombres.  El General Antonio Maceo, que está en ese mismo lugar, le comunica por escrito, con fecha 30 de septiembre, que el Departamento Central del Cuartel General  del Departamento Oriental le confirma el grado de “Comandante al Capitán Rodolfo de Zayas, por sus servicios a la causa de la Independencia”[3].
Y dos días después, en plena acción de preparación de la invasión a Occidente, Maceo vuelve a escribirle a Miró y le dice:
“Como ampliación a la orden que trasmití a Ud. con fecha 21 de septiembre pasado para la organización de una fuerza de ciento veinticinco jinetes tengo el gusto de manifestarle que en ese número no va comprendido la plana mayor ni la oficialidad las cuales deberán ir armadas y municionadas. Las armas y municionadas del contingente las sacará Ud. de las fuerzas de infantería del Regimiento Martí”[4].
Miró cumplió cabalmente la orden y en Mala Noche se incorporaron a Maceo los regimientos de caballería Martí y García, con 350 jinetes. Allí, al distribuirse el personal, se ratificó el nombramiento de Miró como jefe de Estado Mayor del la Columna Invasora de Ejército Libertador, con 500 infantes y 700 jinetes a su mando, para la invasión. El holguinero Jaime Muñoz iría en la plana mayor y el natural de ese mismo lugar, Teodorico Torres al frente del Regimiento de Caballería Martí.
El 3 de diciembre, en la acción de Iguará, una de las más reñidas de la campaña invasora, muere Teodorico Torres.
Una aclaración para entender la historia. Maceo incorporó a la invasión a la caballería del Regimiento Martí, pero a la infantería del mismo regimiento le ordenó quedarse en Holguín, por ese motivo poco se sabe de la infantería de estos holguineros, solamente que participaronen la toma de Guáimaro, en octubre de 1896; en esa dicha acción cayó muerto el teniente abanderado del Regimiento, Ceferino Zaldívar.
Así, igual, por una comunicación del General Calixto García se sabe que en 1898 estaba al frente del Regimiento de Infantería Martí el teniente coronel José Rodríguez Peña.
La comunicación citada está fechada en 15 de marzo desde Las Manteca, y dice Calixto García:
“Al Teniente Coronel José Rodríguez Peña, Jefe del Regimiento “Martí”:
“Con mucho disgusto he sabido que la señora madre del Capitán Alejandro Collantes, en unión de su familia, están pasando múltiples necesidades por falta de auxilio que debiera recibir de los Jefes de la Zona. El Capitán Collantes fue muerto por el enemigo, y habiendo sido Oficial de su Regimiento, está Ud. en la obligación de atender a su desvalida familia. Espero que tomará Ud. las medidas necesarias para que la familia del Capitán Collantes reciba los auxilios que de justicia le corresponden.-P. y L.”[5]






[1] José L. Franco. Antonio Maceo. Tomo II, p.125.
[2]Museo de Historia La Periquera. Archivo. Carpeta Guerra de Independencia. Documento 330.
[3]Archivo Museo de Historia La Periquera Carpeta Guerra de Independencia. Documento 64
[4]Marta María Fernández Rodríguez. José Miró Argenter: Un catalán mambí, p.47.
[5]Aníbal Escalante Beatón. Calixto García, Su campaña en el 95. Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1978.p.367.

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