Los Hermanos Rigual cuando debutaron en CMQ, 1941 |
Fundado en La Habana, en 1941, por los
hermanos Carlos, Mario y Pedro (Pituko) Rigual Rodríguez,
miembros de la más importante familia de músicos banenses. Con su madre, Juana
Rodríguez, realizaron sus primeros estudios de música, luego recibieron
lecciones de Guyún y otros guitarristas. En 1947 iniciaron giras por
países de América y más tarde por todo
el mundo. Está considerado uno de los mejores tríos armónicos de todos los
tiempos y creadores de un estilo moderno, seguido posteriormente por muchos
tríos.
TRÍO
HERMANOS RIGUAL, EMBAJADORES DEL BOLERO CUBANO.
En
la región oriental de Cuba, además de Santiago que fue la cuna del bolero y de
muchos de sus grandes artífices, otras
ciudades e incluso zonas rurales y
pequeñas poblaciones han visto surgir
figuras de gran prestigio internacional, ese es el caso del Trío Hermanos
Rigual, oriundo del pueblo holguinero de Banes, lugar donde también
nacieron sus primos Pedro Jústiz Rodríguez (Peruchín) y Absalón
Pérez, relevantes pianistas y directores de orquestas que también realizaron
aportes significativos al bolero y otros géneros de la música cubana e
internacional.
El
trío Hermanos Rigual estaba compuesto por Carlos (4 de noviembre de 1920-Ciudad
México, 1994), Mario (19 noviembre de 1922) y Pedro (Pituko, 29 de junio de
1918). Ellos tuvieron el privilegio de nacer en el seno de una de las familias
de músicos más relevantes del oriente cubano; sus abuelos Emilio Rodríguez y
Juana Pérez fueron dos talentosos músicos gibareños que se radicaron en Banes a
finales del siglo XIX y se convirtieron en los
padres de la música en esa comunidad donde fundaron orquestas, bandas y
academias en las que se formaron varias
generaciones de instrumentistas, destacando hijos, nietos, sobrinos y otros
parientes.
Entre
ellos uno de los que más sobresalió fue Absalón Pérez Rodríguez,
pianista que en 1934 viajó a México con la orquesta de la compañía lírica de Ernesto
Lecuona y allá fue pianista de Toña La Negra, Pedro Vargas y
otras grandes voces del bolero internacional, luego se convirtió en director de
una de las más populares orquestas de la capital azteca. Fue precisamente
Absalón uno de los que influyó para que el trío
Rigual se estableciera en ese país en la década de 1950.
Los
Rigual recibieron de su madre Juana Rodríguez la rica herencia musical de la
familia, pues ninguno de ellos había cumplido 10 años cuando se trasladaron a
La Habana en 1925, al lograr su padre un empleo en el Ministerio de Hacienda.
Marcados por los tríos trovadorescos, las canciones mexicanas y los grupos
vocales norteamericanos, comenzaron en 1940 a acoplar sus voces en audaces
armonías y pronto, a través de la radio, fueron admirados allende fronteras.
En
octubre de 1941 el trío debutó en Regalías El Cuño, uno de los programas
estelares de la emisora CMQ-Radio; dos años después centralizaba los programas radiales Canciones
Internacionales, de la emisora Mil Diez y La hora alegre, de
la emisora RHC Cadena Azul. Según reseña la revista Bohemia en su
edición del 9 de noviembre de 1947 un empresario mexicano los oyó en ese
programa y los contrató para inaugurar el Teatro Río de Ciudad México,
suceso que marcó el quehacer de los tres: poco después aquel país se convirtió
en su segunda patria y desde allí emprendieron triunfales giras por varios
continentes.
Aunque
los Rigual eran considerados junto al trío Matamoros, el de Servando
Díaz, y las Hermanos Lago, una de las mejores agrupaciones de su tipo, solo
habían realizado algunas presentaciones internacionales en teatros de California, EE.UU, sin
gran repercusión. Algo muy diferente a lo sucedido en tierra azteca, en
donde se convirtieron en el primer trío en recorrer el circuito completo del
espectáculo, pues tuvieron éxito en radio, discos, cabaret y en el cine, (éxito que no llegaron a alcanzaron los Matamoros, ni
Servando Díaz, los dos tríos que son considerados por muchos los de mayor
trascendencia y aportes en toda la historia de la música cubana).
Los
primeros discos grabados por los Rigual con boleros cubanos y su participación en filmes como Ahí vienen
los Mendoza y La Venus de fuego, en los que alternaron con afamados
artistas de la talla de Pedro Vargas, Avelina Landín y Fernando Fernández, cimentando su
prestigio en todo el continente.
Al
retornar a Cuba de esa primera gira a México, la revista Bohemia del 16 de mayo
de 1948, publica amplia información sobre su nuevo contrato en la CBS de
EE.UU y sus triunfos en México, resaltando
su estilo único y como su grabación del bolero Qué te parece, del
maestro Julio Gutiérrez, ocupaba el sitial supremo del hit parade de ese
país. Se insertaba una foto de una de las actuaciones del trío con sus guitarras,
trajes estrafalarios y ojos saltones junto a Agustín Lara y su orquesta
del teatro Follies, de Ciudad de México.
Al
igual que Rosita Fornés, Benny Moré y otros artistas cubanos, esta agrupación
en escaso tiempo cimentó un alto prestigio, llegando a desplazar en Cuba a tríos de corte tradicional, como el
de Servando Díaz y pasando a ocupar ellos el
primer lugar en las famosas encuestas de la Asociación de la Crónica
Radial e Impresa, la ACRI, ganando en la categoría de mejor conjunto vocal en
1948 y 1950. Ese trienio fue de intenso
bregar artístico, tanto en Cuba como en el extranjero. Hicieron múltiples
actuaciones en varias ciudades de la Isla, incluyendo a su natal Banes, en
donde residía parte de su familia. Periódicos locales como El Pueblo se
hizo eco de esas actuaciones, de los estrenos de sus películas y otros éxitos
de su carrera artística.
En
el ámbito internacional, antes de concluir la década de 1940, los Rigual se
presentaron en importantes escenarios de
EE.UU, Panamá, Colombia y otros países del continente, en los que sus discos
competían por los primeros lugares con el trío Los Panchos, que fue el gran rival de los Rigual, pero a diferencia
de aquellos, los banenses impusieron un estilo
moderno que, no obstante incluir guitarras y maracas, acudía a efectos
sonoros originales, se acompañaba de grandes orquestas y recursos disímiles de
la música internacional, abriendo una nueva senda musical que tuvo seguidores, aunque por esa complejidad
vocal-instrumental, no tantos como Los Panchos que se convirtió en arquetipo de modelo acústico o
tradicional, mientras el cubano lo fue
como trío moderno, de ahí que la
publicidad en cada una de sus
presentaciones tras su apoteósico triunfo en México resaltaba que era “el mejor trío armónico de América”.
Otra
de las peculiaridades de los Rigual fue
su asimilación de los recursos del filin. Al decir del musicólogo Leonardo
Acosta en su libro El Jazz en Cuba, fue el único trío vinculado
directamente al filin, estando entre los primeros que grabaron y contribuyeron
a popularizar internacionalmente Hasta mañana vida mía(1948) Contigo en la distancia (1949) y Tú
me acostumbraste(1956), entre otras obras de creadores de la talla de Rosendo
Ruiz Quevedo , José Antonio Méndez y Frank Domínguez, aunque por
entonces tampoco faltó en su repertorio piezas rítmicas como sones, guarachas,
afros y cha cha chás.
En
la década de 1950 el trío siguió teniendo al bolero como centro, pero con el
auge del género impulsado por Enrique Jorrín, en sus frecuentes giras por América
y Europa, hicieron variantes de bolero-cha cha chá. En esa línea destacaron Te
adoraré más y más, composición de Pituko y la versión que el maestro Rafael
de Paz realizara de Vereda tropical, el antológico bolero de Gonzalo
Curiel. Ambas piezas se las entregaron en La Habana, en 1954, a Tito Gómez,
el cual las grabó con extraordinaria
acogida.
A
partir de ese año 1954 los Rigual comenzaron a dar a conocer su faceta
creadora. El primero fue Pituko, quien en su primer empeño compuso en binomio con el compositor cubano Mario
Álvarez la canción Mi nave,
interpretada por Pedro Infante en el filme El rayo justiciero .Seguidamente dio a conocer
boleros que lograron popularidad en
voces como las de Nelson Pinedo, Panchito Riset y Luis García,
entre ellas estuvieron Eres mi locura,
Trompo de juguete, Yo soy tu amigo, y Especialmente para ti.
Por
su parte Carlos aportó en esa década éxitos como Tengo una esperancita, El
pollo de Carlitos y un cha cha chá que
ha sido incluido en filmes como Sube y baja, protagonizado por Cantinflas
en 1958: Corazón de melón,
considerado un clásico en su género y que ha recorrido medio mundo en versiones
como las de Antonio Prieto, las Hermanas Lago, Caridad Cuervo
y más recientemente la del grupo Son Damas.
Posteriormente dieron a conocer composiciones propias en sus actuaciones en países como Argentina, Venezuela, Canadá, Portugal y España, en los que compartieron escenarios con Josephine Baker, Lecuona, Eddy Duchin, Ezzio Pinza, Javier Cugat y Toña La Negra.
Posteriormente dieron a conocer composiciones propias en sus actuaciones en países como Argentina, Venezuela, Canadá, Portugal y España, en los que compartieron escenarios con Josephine Baker, Lecuona, Eddy Duchin, Ezzio Pinza, Javier Cugat y Toña La Negra.
A
inicios de los 60 los aires renovadores que vivía la música popular en todo el
mundo no le eran ajenos. En 1961 Carlos y Mario concibieron Cuando calienta el sol, pieza
que representa la transición del bolero a la balada internacional, pues está considerada con Llorando me dormí,
de Bobby Capó, una de las dos primeras baladas rock de Latinoamérica, aunque en
Cuba y otros países durante los años 60 se cantó como bolero por Javier Solís,
Kino Morán, Los Bucaneros e infinidad de solistas, tríos y agrupaciones de
disímiles formatos.
CUANDO CALIENTA EL SOL.Amor, estoy solo aquí en la playaEs el sol quien me acompaña, y me quema,Y me quema y me quema.Cuando calienta el sol aquí en la playaSiento tu cuerpo vibrar cerca de mí,Es, tu palpitar, es tu cara, es tu pelo,Son tus besos, me estremezco, oh, oh…Cuando calienta el sol aquí en la playaSiento tu cuerpo vibrar cerca de mí.Es, tu palpitar, tu recuerdo, mi locura.Mi delirio, me estremezco, oh, oh…SE REPITE LA SEGUNDA ESTROFA.
Ya
a mediados de la década de 1960 Cuando calienta el sol era un hit universal, llevado por el trío de Nueva York
a Londres, de París a El Cairo, pasando por Roma, Venecia, Trípoli,… por
entonces grabaron discos en inglés e italiano y se convirtieron en los primeros
artistas de América que en Italia
actuaron en el Festival de la Canción de San Remo.
Los Rigüal con Josephine Baker |
En 1980 recibieron en EE.UU un trofeo de la Broadcast Music Inc (BMI) al arribar Cuando calienta el sol al millón de ejecuciones en radiodifusoras de ese país. Se calcula en más de mil las versiones de esta pieza: Petula Clark, Javier Solís, Andrés Kostelanitz, Mantovani, Luis Miguel, Agneta Falkots o Pablo Montero, son algunos de los que la han grabado en diversos idiomas, géneros y formatos.
Después
del éxito universal de Cuando calienta el sol, los Rigual siguieron cantando creaciones propias y
ajenas hasta 1994 en que falleció Carlos y Mario y Pituko decidieron abandonar
definitivamente los escenarios. Entre sus últimas composiciones más versionadas
están el bolero de Pituko Camino del puente, los sones Mulata gogó
y Maní tostao, así como la guaracha Muñeca viajera, entre otras
que prestigian la música de Cuba.
Lamentablemente por realizar en el exterior la mayor parte de su carrera artística fuera de Cuba, la historiografía musical cubana, no ha justipreciado los extraordinarios aportes a la evolución e internacionalización del formato al que se mantuvieron fieles durante toda su vida: el trío. No obstante, esos tres artistas, forjados en la tradición de una modesta e insoslayable familia de músicos holguineros, con su particular impronta, fueron grandes embajadores por el mundo del bolero y la música cubana y lo seguirán siendo, pues algunas de sus composiciones son verdaderos clásicos que seguirán cantando las nuevas generaciones que gusten de la mejor canción romántica.
Lamentablemente por realizar en el exterior la mayor parte de su carrera artística fuera de Cuba, la historiografía musical cubana, no ha justipreciado los extraordinarios aportes a la evolución e internacionalización del formato al que se mantuvieron fieles durante toda su vida: el trío. No obstante, esos tres artistas, forjados en la tradición de una modesta e insoslayable familia de músicos holguineros, con su particular impronta, fueron grandes embajadores por el mundo del bolero y la música cubana y lo seguirán siendo, pues algunas de sus composiciones son verdaderos clásicos que seguirán cantando las nuevas generaciones que gusten de la mejor canción romántica.
CAMINO DEL PUENTECamino del puente me iréa tirar tu cariño al río,mirar como cae al vacíoy se lo lleva la corriente.Un hoyo profundo abriréen una montaña lejana,para enterrar las noches, las mañanas,que entre tus brazos pasé.Mi corazón y yo,nos pondremos después de acuerdoy muy pronto ya no habráde ti ni un solo recuerdo.Camino del puente me iréa tirar tu cariño al río,mirar como cae al vacíoy se lo lleva la corriente.SE REPITEN TERCERA Y CUARTA ESTROFAS
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