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10 de febrero de 2017

Surgimiento de la Guardia Rural



Una de las tareas urgentes del gobierno interventor norteamericano en Cuba fue detener las acciones delictivas que asolaba los campos de Cuba, los campos santiagueros sobre todo, por ser aquel uno de los lugares que más bandoleros sufría. De tal suerte el 12 de julio de 1898 se creó una organización de 20 hombres que para fines de ese mes  ya sumaban 40[1], quienes deberían mantener el orden interior, desarticular las partidas de bandidos y proteger las propiedades de los terratenientes: se llamó a dicha organización, la Guardia Rural.
 
Esta formación armada se creó en lo fundamental con el objetivo de mantener el orden interior, desarticular las partidas de bandidos existentes, proteger las propiedades de los terratenientes quienes le ofrecían parcelas de terrenos gratis dentro de sus propiedades para que se asentaran allí y con ello que les aseguraran la protección de sus bienes por medio de postas y para que expulsaran de sus tierras a pequeños propietarios y campesinos que entorpecían la expansión de sus riquezas. De esta manera los a listados en la Guardia Rural se fueron convirtiendo en simples policías o vigilantes del orden.
La organización de la Guardia Rural fue a partir de compañías en cada provincia, a las órdenes de un capitán, e imprimiéndole cierto nivel de centralización, pero sin alcanzar el mando unificado. Al frente de cada provincia estaban los comandantes de los departamentos. Sin embargo no se homologaron los grados que poseían los oficiales del Ejército Libertador que fueron sus jefes con los que ostentarían en la nueva organización militar republicana.
 
En cuanto a los uniformes, se estableció que los oficiales vestirían de dril blanco, con bocamangas azules en las guerreras,  polainas, zapatos negros y sombreros de panamá o jipijapa. Los oficiales, además, usarían en las bocamangas las mismas insignias del Ejército Español: un galón plateado el alférez, uno plateado y otro dorado el primer teniente y tres dorados el capitán. Las clases y guardias se vestirían de dril crudo, polainas, zapatos negros y amarillos y sombreros de panamá y usarían como insignias de sus grados, galones en las mangas iguales a los usados por el Ejército colonialista español[2].
Como armas usaban el machete y carabinas sistema Remington de calibre 44 que se habían utilizado en la guerra contra España. Los alistados tenían la obligación de proveerse su propio caballo mientras que los jefes de departamento les proveían de los antiguos equipos de caballería que habían sido entregados por el Ejército cubano al terminar la guerra.
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Posteriormente a la creada en Santiago de Cuba, se constituyeron compañías semejantes en todas las provincias.
En Holguín, el 1ro de diciembre de 1898, el coronel norteamericano y gobernador del Término, Duncan N. Hood creó la Guardia Rural y la puso bajo sus órdenes, con el fin de que persiguiera a los grupos de bandoleros que actuaban en los campos. La mandaba, con el grado de capitán, el Coronel del Ejército Libertador Ernesto D. Rossel y Camacho y como su segundo con grado de primer teniente, el Comandante del Ejército Libertador José Grave de Peralta. La integraban, además, con rango de segundo teniente, José Antonio Cardet y con rango de sargento primero, el Teniente Coronel del Ejército Libertador Luís del Rosal Quesada, además de 125 hombres.




[1] Marilú Uralde Cancio. Guardianes del Orden en Cuba 1898-1902. Instituto de Historia de Cuba. p.23



[2] Ibíd.: p.30

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