Prensa desde 1900

8 de diciembre de 2016

Camayd - Zenayda Cardet



(Zenayda Cardet. Vestuarista del Teatro Lírico)

Cuando íbamos de gira, la primera puerta que él tocaba en las mañanas era la mía. Yo en todas las giras llevaba una cafetera y un reverbero y bien temprano colaba café, y Raúl, que era tan cafetero, apenas se levantaba me tocaba en la puerta, y si me demoraba me daba voces: “!Cardet!!!”, porque era desespera´o. Y las hermanas Aguilera, que son como son, me decían: “Ahí está tu marido”. Fueron veinte y siete años trabajando juntos, sin un sí ni un no. 
Raúl y María Luisa Clark, “La viuda alegre”.

Yo vivía detrás del telón, para resolver lo que se necesitara. Una vez, durante una presentación de “La viuda alegre”, a María Luisa Clark le pisotearon el vestido, un vestido largo que llegó en un grupo de vestidos que nos mandaron desde La Habana, pero que todos estaban pasaditos, como todo lo que nos mandaban de allá, y el vestido se le rajó, entonces ella se lo recogió con la mano en la cintura y con una gracia liadísima y resolvió el problema, pero cuando salió de escena ya yo estaba detrás del telón con hilo y aguja en la mano. Eso lo aprendí de Raúl, que estaba al tanto de todo. Yo creo que director como ese va a ser difícil encontrarlo.

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