(José Ramón Artigas. Holguinero.
Director de Programas de TV, entre ellos “De la
Gran Escena”)
En Camayd intérprete se daban unas vertientes poco comunes en una sola persona. Su diapasón iba desde un spiritual negro, un tango, hasta la ópera, sin olvidar la canción popular que siempre cultivó. Particularmente significa el trabajo que hizo con el Trío Continental, integrado por Jesús Camayd, Israel Zaldívar e Ignacio Ramírez. Ellos dejaron preciosas grabaciones del cancionero popular cubano y latinoamericano que hoy están olvidadas, lamentablemente.
En el siguiente enlace puede escuchar el Himno Invasor interpretado por Raúl Camayd y Ramón Calzadilla
En el siguiente enlace puede escuchar el Himno Invasor interpretado por Raúl Camayd y Hugo Barreriro
Sin importar el género, todo lo que cantaba, Raúl lo hacia con extrema seriedad. Tuve un experiencia en ese sentido. Él grabó una versión del “Himno Invasor” junto con el barítono Ramón Calzadilla para un programa especial que se transmitió por la televisión en 17 de Diciembre de 1975, y poco tiempo después se repitió la experiencia con el también barítono Hugo Barreiro y en los dos casos hay que decir que Camayd se llevaba la mejor parte porque desbordaba de facultades naturales.
En Camayd intérprete se daban unas vertientes poco comunes en una sola persona. Su diapasón iba desde un spiritual negro, un tango, hasta la ópera, sin olvidar la canción popular que siempre cultivó. Particularmente significa el trabajo que hizo con el Trío Continental, integrado por Jesús Camayd, Israel Zaldívar e Ignacio Ramírez. Ellos dejaron preciosas grabaciones del cancionero popular cubano y latinoamericano que hoy están olvidadas, lamentablemente.
Camayd en un programa de televisión en Holguín, ensayando |
En el siguiente enlace puede escuchar el Himno Invasor interpretado por Raúl Camayd y Ramón Calzadilla
En el siguiente enlace puede escuchar el Himno Invasor interpretado por Raúl Camayd y Hugo Barreriro
Sin importar el género, todo lo que cantaba, Raúl lo hacia con extrema seriedad. Tuve un experiencia en ese sentido. Él grabó una versión del “Himno Invasor” junto con el barítono Ramón Calzadilla para un programa especial que se transmitió por la televisión en 17 de Diciembre de 1975, y poco tiempo después se repitió la experiencia con el también barítono Hugo Barreiro y en los dos casos hay que decir que Camayd se llevaba la mejor parte porque desbordaba de facultades naturales.
Era bajo de tamaño, pero su gallardía suplía ese
problema. Y de los requerimientos vocales ni hablar, porque él siempre conservó
su registro vocal privilegiado. Prueba de ello es que en el segundo Festival de
Escenas Líricas de La habana se celebró un concierto en la Sala Ernesto Lecuona del Gran
Teatro de La Habana
donde se reunieron figuras del Teatro Lírico Rodrigo Prats, de la Ópera
Nacional de Cuba y otros invitados, y allí Raúl, entre otras piezas, cantó un
“Ol´Man River” que, comentábamos esa noche, era como para la más exigente
grabación discográfica. Y en lo que casi todo el mundo está de acuerdo es que
nadie en Cuba ha interpretado la “Salida de Juan”, de “Los gavilanes”, como
Raúl Camayd.
Yo pienso que él pudo llevar adelante todas esas tareas
porque tenía, por encima de todo, un carácter fuerte, decidido, muy luchador,
muy tenaz, y a eso se unía una simpatía natural, eso que decimos del típico
criollo que cae bien, que consigue lo que quiere porque no había forma de
decirle que a Raúl Camayd. Y es curioso que a pesar de su ascendencia árabe
encarnara tan bien ese espíritu cubano tan genuino: era un hombre jaranero, con
el chiste a flor de labio y con mucho empuje ante la vida. Hay personas que
para dirigir necesitan mantener un mal carácter o imponer sus criterios; Raúl
usaba los argumentos. Habitualmente era una persona que sabía convencer, tenía
ese don. Él sabía llegar a todos los planos, inclusive a esos donde hay jefes
que apoyan más el deporte que el arte.
Era un líder y guía indiscutible. Los artistas con que
trabajó en el Lírico de Holguín eran de los más variados orígenes, en una
entrevista él mismo lo dijo: “Los integrantes del Lírico, que hoy son
profesionales se formaron en el seno del propio grupo y se desarrollaron al
calor propio del trabajo. Cuando llegaron todos eran obreros o estudiantes.
Nunca tuvimos en nuestro seno artistas ya hechos ni procedentes de escuelas de
arte. Todo eso nos libró de los conceptos de divadismo y estrellato que
existían en algunos de los antiguos grupos de profesionales”.
Otra característica de él que hay que mencionar era su
seriedad y su puntualidad. Si se comprometía, cumplía su palabra, sea cual
fuera lo que ocurriera. Yo tuve la oportunidad de hacer varios programas de
televisión con él, entre ellos “Album de Cuba” y “Recital”. Por cierto, cuando
el canal holguinero Tele Cristal recibió su unidad de control remoto la
estrenamos con un programa “Recital” con Camayd que grabamos en los exteriores
del Hotel PerniK.
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