Prensa desde 1900

26 de mayo de 2016

LAS RAZONES DE LA CANDELARIA EN CANDELARIA, GIBARA, HOLGUIN, CUBA.



Agotado de subir cerros y andar sobre caminos rocosos llega don Manuel a la casa de algunos de los vecinos que habitan un humilde bohío, a la vera del camino que desde Gibara lleva a Holguín atravesando la sierra de Gibara.  Es la hora del almuerzo y lo invitan a que espere que la mujer de la casa termine los cosidos. Mientras fuma uno de los tabacos por él mismo torcido, el propietario del sitio le va contando la singular historia de aquel contorno. El nombre del barrio le es muy cercano al canario, le rememora su virgen de Candelaria patrona de las islas de donde viene.



La Iglesia de Candelaria está bajo la advocación de Nuestra Señoras de la Candelaria, lo que es lógico

Candelaria pertenecía a  la capitanía pedánea de Auras, por lo que al lugar también le llamaban partido de Auras y Candelaria, pero fuera de los marcos administrativos, Candelaria estaba bajo la influencia económica y social del puerto de Gibara.  Obviamente nadie le explica que al lugar adonde llegó lo ubicarán los estudiosos de décadas posteriores en lo que se dio en llamar la Cuba B[1].

En el presente el barrio de Candelaria  tiene un área de 47.48  kilómetros cuadrados  y una población que ha variado al compás de guerras, revoluciones y crisis, en 2010 eran 1 569 personas. Nuestro primer interés es demostrar que realmente en este lugar existió una población de origen Canaria tan importante que amerita este tipo de investigación.



[1] Manuel había llegado a lo que el historiador cubano Juan Pérez de la Riva definió como la Cuba B. Este ilustre geógrafo e historiador argumentó en la década de los sesenta del siglo XX que existían  dos países en el siglo XIX: la Cuba A y la Cuba B.  Según el autor la Cuba A, estaba formada por la llanura Habana – Matanzas, es decir, la parte occidental de la isla y asimismo la parte central de las jurisdicciones de Cienfuegos y Sagua la Grande y en la oriental Santiago de Cuba y Guantánamo: Era ese el territorio que contenía la gran industria azucarera cubana del siglo XIX.   La Cuba A era el resto, sin embargo, aunque el lugar adonde llega Manuel es la otra Cuba, verdad es que el desarrollo que estaba teniendo la industria azucarera, el tabaco y el comercio, además la presencia de una importante inmigración española lo acerca más a la Cuba A que a la otra Cuba. 

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