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25 de marzo de 2011

Lo que queda de los muertos (Primeras esculturas funerarias en el cementerio holguinero)

Con los años a lo largo de los ejes principales del viejo cementerio holguinero se van asentando los mausoleos y los grupos escultóricos. Los mandan a construir las grandes familias pudientes: hacendados, comerciantes, profesionales y algún intelectual. Su afán es dejar constancia de su condición elevada.

Las más antiguas esculturas de las del camposanto se remontan a la primera década del siglo XX específicamente los años 1907, 1908 y 1909.


La primera de todas está en el barrio de San Isidoro y es de mayo de 1907; está dedicada, según consta en su epitafio, a Juana Campos, viuda de Sánchez (Juana Campos era propietaria de gran cantidad de tierras en la zona de Santa Lucía y en sentido general los Sánchez eran colonos, propietarios de gran cantidad de tierras y dueños del central Santa Lucía). La escultura que aparece en el cementerio, dedicada a la susodicha dama, no tiene firma, pero se conoce que el lugar de realización fue Italia. Hecha de mármol de Carrara, y de unas dimensiones de 1,90 m. x 80 cms representa una imagen femenina de cuerpo completo, descalza, con manto y sin toca, apoyada en una cruz y sosteniendo con su mano derecha un ramo de flores; el rostro es expresivamente triste. Destaca asimismo el vestuario meticulosamente trabajado a través de largos pliegues que descansan en cada volumen de su cuerpo. No hay dudas que el artista poseyó dominio del oficio. Su obra tiene soltura, movimiento y ligereza.

Otra de las piezas escultóricas más antiguas del camposanto holguinero es esta con fecha agosto de 1908. Realizada en Italia con dimensiones de 1,30 m. x 30 cms., está dedicada a Cornelio Rojas Escobar, hijo del famoso General de Brigada de las Guerras de Independencia del mismo nombre. A inicios del siglo XX el hijo del General se convirtió en el octavo hacendado ganadero de la época en Holguín, y fue uno de los terratenientes más prósperos de la jurisdicción holguinera, tal como lo pruebam los Registros Pecuarios que se conservan en el Archivo Histórico Provincial de Holguín.

La obra que adorna su tumba representa un ángel andrógino sobre pedestal. Distingue en él el tratamiento del vestuario: con hermosura descansan los complejos pliegues de la tela hecha de mármol de Carrara en el cuerpo. Esta es una pieza que logra transparencia, soltura y movimiento.

La tercera obra en antigüedad entre todas las del camposanto holguinero es la dedicada a Matilde Silva. Realizada en 1909 está ubicada en el barrio San José. Como casi todas esta tampoco tiene firma. Como casi todas su lugar de realización fue Italia. El tema esta vez es un Cristo con la cruz a cuesta de 1.20 m. x 45 cms. de dimensión, sobre pedestal de base cuadrada. En su parte frontal hay un bajorrelieve.









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