Prensa desde 1900

6 de junio de 2010

Donde se da cuenta de la leyenda que dice que don Paco murió por la acción de un bilongo que los esclavos pusieron a su bienamada esposa


Reescrito por César Hidalgo Torres a partir del texto La furia de los nietos, del historiador José Abreu Cardet. (Y que conste que la semejanza de su apellido con los personajes de esta crónica no es pura coincidencia)


BILONGO, BILONGO MATO A MERCÉ

A la muerte de don Paco de Zayas se tejió una leyenda que, leyenda al fin y al cabo, jamás se demostró o se comprobó que era falsa. El Teniente Gobernador, dicen era benovolente con sus esclavos, al extremo que uno de ellos, Juan Nepomuceno, encabezó y participó en una revuelta y su dueño se enteró cuando lo fueron a buscar para ahorcarlo en la Plaza Principal del pueblo.* Pero La Pepa… ella, dicen, era en extremo cruel con sus siervos. Proverbial es la anécdota que la muestra agarrando a los negritos pequeños por la bemba y suspendiéndolos para cobrarles alguna falta.

Por ende no es extraño que los esclavos odiaran a la doña hasta el extremo de preparar un plan para eliminarla físicamente. Y en esto consistió la conjura: buscaron los esclavos un brujo africano que preparó un mortífero bilongo. Según la norma de la primitiva religión, una vez que Josefa se pusiera en contacto con el preparado, los espíritus justicieros acabarían con su vida. Pero, oh Lucifer trastocador de sucesos!, fue don Paco quién lo tocó, enfermando de inmediato enfermó y muriendo poco después.(1)

Quizás donde dice bilongo debía escribirse veneno. De todas formas no sería fácil para la muerte vencer a la Pepa que poseía una vitalidad inclaudicable al extremo de ser un huracán, (así de implacable) y a la vez una montaña de ternura. Todo en dependencia del rumbo de sus pasiones. Hasta sus propios hijos comprobaron esa forma de actuar.

Una de las afectaciones mayores que sufrían los capitales acumulados por las familias criollas era su fragmentación entre los hijos. Las familias eran numerosas y los imperios se dividían hasta cero infinito. Tanto que la tradición oral puso a flote un refrán: Padre millonario, hijo rico, nieto pobre. La Pepa Cardet no estaba dispuesta a que sus recursos sufrieran tal suerte. A la muerte de su esposo no dudó en quedarse con lo más importante del capital, entregando a los hijos una parte mínima. Y después se buscó un marido nuevo. Nuevo significa que el galán era más joven que los hijos de la gata en celo que fue la Pepa después de muerto don Paco de Zayas.

*Juan Nepomuceno es considerado el primer martir holguinero por la emancipación.
NOTA:

1. Testimonio ofrecido al autor por Margarita Méndez Carballo y Encarnación Cardet Méndez.