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15 de febrero de 2022

LA MUNICIPALIDAD HOLGUINERA 1800-1850 (20)

 20.- Constituyó para el pueblo holguinero un grave acontecimiento el horrendo asesinato de don Cirilo de Alcalá, ocurrido en la noche del once de junio de 1845, y que dio lugar a una ruidosa causa criminal, dictándose sentencia en 20 de junio de 1846 por el Teniente Gobernador de Holguín don José Macías. En ella se consigna que el crimen lo había realizado el preso Isidoro Hernández, a quien habían puesto en libertad durante la mencionada noche para que cometiera el crimen. Conseguido lo que fue a hacer, el reo regresó a la cárcel y cuando sus compañeros de galero lo vieron llegar con las manos y ropas manchadas de sangre, lo denunciaron. Lo condenaron a la pena de muerte en garrote vil, con un letrero en el pecho donde se leía la palabra “Asesino”. Estuvieron complicados en el hecho don Luis María Angulo, a quien antes el muerto había acusado de falsificador y picapleitos, y también el pardo Francisco Popa, don Quintín Aguilera, María del Rosario Polanco, Juan Antonio Popa, Manuel Lorenzo Núñez y otros varios más que hacen una lista interminable. Don Luis María Angulo fue condenado a seis años a cumplir en el presidio que decidiera el Capitán General de la Isla; Francisco Popa a diez años de trabajos en las Obras Públicas que también designara el Capitán General de la Isla. Don Quintín de Aguilera fue absuelto y declarados y declarados “compugnum” los demás encausados. La Audiencia de Puerto Príncipe, en su sentencia de 30 de junio de 1847 acepta la condena a garrote vil del asesino  Isidoro Hernández, y que este no pudo cumplir por su fallecimiento en la Cárcel de Holguín, y condenan a Luis Angulo y a Francisco Popa a dos años de presidio y a seis meses a José Gregorio Mora y a Diego Parra, al primero por su calumniosa denuncia y al segundo por sus deducciones.  Sancionaron a seis meses de suspensión en el ejercicio de la abogacía al Licenciado José Joaquín de Quesada por “sus ilegales consultas”, al ex alcalde de Holguín José Gordillo y a los escribanos don Antonio de Fuentes y don Pedro Rodríguez Batista a una fuerte multa por las irregularidades observadas en sus atestados. A los testigos Martín Aedo, Francisco José Pérez y Antonio Ronda a cien pesos de multa por los perjuicios causados al faltar a la verdad en sus declaraciones. Al Alcaide de la Cárcel, don Rafael Cedeño a trescientos pesos de multa y a seis meses de cárcel por haber permitido la salida del preso. El sargento Marcos Núñez, que fungía de Comandante de Guardia en esa noche, fue entregado a sus superiores del Regimiento “Galicia” a que pertenecía, al objeto de que fuera juzgado. Y no se liberó en la sentencia ni el Presbítero don José Ángel de Fuentes. Con razón ese fue considerado el crimen del siglo en Holguín. Y el muerto un famoso prestamista.

El condenado don Luis Angulo era un famoso picapleitos de la Ciudad de Holguín. Ya antes del hecho famoso aparece en acta de 13 de junio de 1837 que el Comandante de la División Pacificadora de la Provincia de Oriente le llama “prófugo de la justicia, vago y picapleitos” y asimismo, falsificador de firmas, entre ellas la firma del Licenciado José Rosalía Batista. Su captura también la solicitaban en el Jiguaní y en el Bayamo. En 1842 había sido expulsado del Partido de Mayarí y hasta obligado a salir de la provincia.

Angulo era nativo de Holguín y en época anterior cercana al crimen de Alcalá, se le había prohibido salir de la Ciudad donde las autoridades le vigilaban y donde, incluso, no se le permitía salir a la calle sin permiso especial.

En otra oportunidad Angulo había agredido a Alcalá y una vez falsificó su firma y hasta había planeado asesinarlo para robarle comprometedores pagarés.

Constan que eran Letrados en Holguín en este periodo histórico José Joaquín Almaguer, José Manuel Betancourt, José Joaquín de Quesada, José Ramón Ochoa, Fernando José Mantilla, Rafael Ignacio Curbelo, José Rubio, José Fermín Álvarez y Salvador Rodríguez. 

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