Prensa desde 1900

20 de febrero de 2020

La leyenda casi romantica de cómo fueron perdonados los golfines malhechores

Por Arquímedes de Paz y José Novoa Betancourt


Escudo de la familia Golfín u Holguín
Según cuentan las leyendas, arribaron los golfines a la región de Cáceres después de la cruzada contra los moros promovida por el rey Alfonso VIII[1] de Castilla en el año 1212. Concluida la guerra y sobre todo después de la inseguridad originadas por las disputas alrededor de la sucesión al trono, los que siempre habían sido guerreros se quedaron sin guerra, por lo que no quedó otra a los golfines como no fuera saquear a los viajeros que se internaban por los caminos de el Tajo hasta Sierra Morena y robar ganado[2], sobre todo ovejas merinas.

Y ahora la explicación que da la memoria popular de cómo el golfín[3] Alfón Pérez se ennobleció:
El bandolero merodeaba de incógnito la ciudad de Cáceres a la búsqueda de información que le fuera de provecho para sus próximas fechorías cuando en una de las plazas de la villa se cruzó con una bella joven de ojos profundamente negros, y, como en los cuentos, quedó perdidamente enamorado de la damisela, tanto que desde ese momento comenzó a frecuentar la villa más que antes con el objeto de conquistarla y sin importarle que ponía en riesgo su seguridad.

Durante una de esas visitas supo el golfín que la joven llamabase María Gómez Tello y que era la hija del alcalde de Cáceres, lo que hacía mucho más difícil que alguna vez pudiera desposarla y más fácil que el ladrón terminara en la horca. Sin embargo Alfón estaba cada día más enamorado y continuó en su afán hasta ganarse la confianza y luego el amor de María y, finalmente, la pasión del malhechor lo llevó a dar el paso más arriesgado que fue presentarse ante el alcalde y pedir a la muchacha en matrimonio.

El padre de la muchacha, que se llamó don Gómez Tello supo que el pretendiente era un connotado forajido al que la justicia buscaba por lo que era su deber encarcelarlo, sin embargo no lo hizo cuando María le confesó que estaba enamorada y decidida a no renunciar al hombre sin importarle su pasado.

Conociendo como conocía el carácter fogoso y tozudo de María, don Gómez Tello buscó una salida que le permitiera salir del dilema que se le presentaba y dijo a Alfón que solo daría su consentimiento y mención si el joven acataba la autoridad y rendía vasallaje al rey, a la vez que con acciones que le valieran mérito y prestigio ganara el respeto del monarca, de la nobleza y del pueblo llano. Con lo anteriormente narrado, el alcalde esperaba que el arrogante malandrín desistiera de su empeño, pero el amor fue más poderoso y Alfón hizo lo que le pudieron como condición. Entonces don Gómez Tello intercedió ante el Consejo de la villa y ante el rey, que entonces llevaba una política pacificadora, y consiguió el perdón del Golfín y con él, el de otros varios que se dedicaron a proteger la villa de los demás rufianes, que tanto abundaban.

Alfón Pérez (el Golfín) se casó con María Gómez Tello y siempre fue un hombre respetado y honorable por su valor en el campo de batalla, y tanto, que fue dignamente recompensado con títulos y bienes. Fue Alfón Pérez Golfín el iniciador del linaje de los golfines de Cáceres. Todavía hoy queda en pie el Palacio que construyó sobre la casona que había sido de su suegro. Ese se conoce como el de los Golfines de Abajo. Y el levantado por otra rama, que se levantó en la parte alta de la ciudad, se conoce como Palacio de los Gofines de Arriba.

Numerosa fue la descendencia de los Golfines de Cáceres y al paso de los siglos tuvieron una significativa participación en el proceso de consolidación y expansión de la conquista ibérica al Nuevo Mundo. Por ahora baste mencionar a unos pocos: Pedro Álvarez Holguín, participó con Pizarro en la conquista del Perú y estuvo directamente involucrado en las Guerras Civiles de los Conquistadores del antiquísimo imperio inca; fray Diego González Holguí, realizó una importante contribución a la preservación de la lengua quechua, la cual recogió en una gramática y un vocabulario que fue impreso entre 1607-1608; Diego Holguín Aguirre, fue de los primeros conquistadores de la Nueva España; Diego Holguín Maldonado, se destacó en el Reino de Nueva Granada, actual Republica de Colombia y García Holguín, del que nos ocupamos de forma especial por su haberle dado nombre a la más importante ciudad del Norte de Oriente, en Cuba. 




[1] Alfonso VIII de Castilla, llamado “el de Las Navas” o “el Noble). Soria, 11 de noviembre de 1155-Gutiérrez Muñoz, del domingo 5 al lunes 6 de octubre de 1214. Fue rey de Castilla entre 1158 y 1214. 

[2] Algunos golfines llegaron a amasar grandes fortunas y construyeron casas-fuertes en la región. Incluso, se dice que hasta tuvieron rey propio conocido por “Charcharena” 

[3] Aquí vale insistir en que Golfín no era apellido, sino el nombre despectivo con el que se llamaba a los malhechores y ladrones de las cercanías de Cáceres.

No hay comentarios:

Publicar un comentario