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27 de noviembre de 2017

Francisco Javier Irving Pérez Rodríguez (Irving Pérez)



(Gibara el 3 de diciembre de 1933). Cantante de boleros y guarachas, fue la voz líder de todas las agrupaciones en las que trabajó. Comenzó su carrera a los trece años en su pueblo natal con el Grupo del Pombo; después, con la orquesta Villa Blanca y con la orquesta de Gómez Angulo, labor que simultaneó durante casi toda su vida con el oficio de barbero.
En los años cincuenta fue a trabajar a Holguín, primeramente con el grupo de Francisco Caissés, y en lo adelante, con el Conjunto Estrellas de Cristal, dirigido por Pepín Gómez; con Los Chicos Malos, dirigido por Ronney Vincent, con el cual fue muy aclamado por la interpretación de los boleros “Envidia”, “Dios no lo quiera”, y la guaracha “Palo, palo bonito”. Siguió posteriormente con Los Armónicos, de Pire Zaldívar; Mundo y sus príncipes; Los Diablos de Jorge, y en 1966, integra la orquesta Hermanos Avilés, dirigida por Clonides Avilés. Con esta última agrupación interpretó, entre muchos ritmos, el pacá, modalidad creada por Juanito Márquez.
Respaldado por  Hermanos Avilés, Irving tuvo sus únicas grabaciones. La primera se hizo en vivo en unos carnavales de Sancti Espíritus realizadas por el grabador Cueto, las que aún se encuentran en Santiago de Cuba y en la emisora Radio Angulo. La segunda se hizo en la EGREM, en La Habana; fue una grabación por pistas de una larga duración, con varias piezas que, a excepción de “Una alborada de amor”, de Ariel Dotres Zaldívar, todas las otras eran de Juanito Márquez: “Como un milagro”, “Es tu nombre”, “Alma con Alma”, “Se formó el Pacá”, “Arrímate Pacá” y “Joropero”, son algunos de los títulos.   

1 comentario:

  1. Tuve el privilegio de trabajar bajo la batuta de Piferrer cuando sustituí a Chucho Valdés en la Orquesta de Música Moderna. Al ver mis inquietudes como orquestador y compositor no cesó de apoyarme desde el primer momento.Siempre me dejaba probar mis primeros intentos disparatados de orquestación y ahí mismo delante de la orquesta me señalaba los errores, esa fué mi mejor forma de aprender a orquestar. Le debo mucho a Germán que en gloria esté. Mas tarde el formó un team de arreglistas que era el mismo, el trombonista Demetrio Muñiz y yo y con ese team empezamos a escribir y orquestar para todos los shows nocturnos de la Ciudad de la Habana y del interior de Cuba.
    Lo recuerdo en los ensayos del Habana Libre ( antiguo Habana Hilton) sentado en una mesa escribiendo y copiando sus propios arreglos y la orquesta esperando, el copiando cada instrumento del Jazz Band y jodiendo y haciendo chistes sin el mas mínimo estrés, y de pronto se levantaba, repartía los papeles y aquello sonaba sin un error y espectacular. Todos los fines de semana nos sentábamos a beber y a comer pollo frito en el bar Las Cañitas del Habana Libre con Demetrio Muñiz y despues de cuatro cervezas cogía una servilleta, dibujaba un pentagrama y ahí mismo nos enseñaba todos sus secretos de orquestación, colocación de instrumentos, armonías etc. Siento mucha nostalgia al hacer estas historias. Siempre que me siento a orquestar invoco su nombre y me digo: El Pife hubiera hecho esto así? Que en gloria esté.

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