En
los primeros años de la década de 1950 la vida musical holguinera era variada e
intensa; a las emisoras, teatros y sociedades de recreo se habían sumado los
night clubs y pequeños cabarets como el Casana Club, Terraza Club, 80 Club, Capri Club y Brisas deYareyal. Todos ellos contrataban artistas y agrupaciones nacionales e
internacionales, desde Benny Moré a la Aragón, pasando por Chepín-Chovén, Jorrín, la América, Fajardo y sus Estrellas,
Roland Gerbau, Olga y Tony o Pedrito Rico. Asimismo en ellos surgieron
cantantes, compositores, músicos, arreglistas y actores como Juanito Márquez, César Morales, Germán
Piferrer, Francisco García Caturla,
Mario Limonta, Carlos Quintana, Rogelio
Leyva y Manuel Galbán, entre otros.
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Información sobre Manuel Galván después de su paso por el popular cuarteto Los Zafiros:
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No
obstante estos y otros índices de progreso cultural, el panorama sociopolítico
de la región inicia una de sus etapas más oscuras y angustiosas; el 10 de marzo
de 1952 Fulgencio Batista protagoniza un golpe de estado que instauró una
férrea dictadura en contubernio con las fuerzas más reaccionarias del país y
del exterior. El dolor, la tristeza y la muerte se expandieron a lo largo de la Isla. Se inicia una nueva
etapa de la Revolución
cubana.
Mientras
el conjunto “Trovadores Holguineros” continuó realizando algunas presentaciones
en las radioemisoras CMKF y CMKO, aunque solamente para garantizar su
publicidad y de esa forma conseguir algún contrato para amenizar bailes. Justo
es decir que la agrupación seguía contando con valiosos instrumentistas, entre
los que destacan Carmito e Irma Orama,
sobrinos de Faustino y los vocalistas Alfredo(Chiquitín) Morales y Negro Osorio.
Asimismo conseguían colaboraciones
ocasionales de músicos tan relevantes como los trompetistas Eduardo Márquez y el legendario Jorge Varona, ambos miembros de la prestigiosa
orquesta Hermanos Avilés.
El Guayabero en fechas
1955
Desintegra
el conjunto “Trovadores Holguineros”
|
En
la medida en que el régimen batistiano iba incrementando sus desmanes, mermaban
los bailables, por lo que cada vez era más difícil para el conjunto de Faustino
conseguir donde tocar. A ello se suma que la fuerza alcanzada por el mambo y
luego por el cha cha chá ubicó en planos estelares a las jazz band y las
charangas, relegando los conjuntos soneros. Lo anterior ocurría, sobre todo, en
las ciudades del interior del país como Holguín, sin embargo aquí no dejaban de
surgir nuevas agrupaciones de gran calidad, entre ellas la charanga Armonía, de Augusto César Milord; el grupo de Juanito Márquez y el Conjunto Orbe, en el que se nuclearon brillantes músicos que
también integraban la Avilés.
Ante
ese panorama, Faustino cada vez estaba más necesitado de regresar a las
colonias de caña, los caseríos y pueblos perdidos en la agreste geografía
oriental, pero no podía acompañarse del conjunto, que por la cantidad de
músicos resultaba caro. Y aún yendo él solo con su guitarra o tres, hubo
ocasiones que después de actuar algunos que lo habían contratado se negaban a
pagar. Para esos casos el músico contaba con una temible fusta de cuero con la
que exigía que se cumpliera lo pactado. Una de esas veces, según testimonio de su
sobrino Santana Orama, ocurrió en Cacocum, pero el rival tenía tal fortaleza y
habilidad que Faustino terminó recluido en el hospital durante varios días.
Tras
el desembarco de Fidel Castro a las costas de Oriente y la creación de la
guerrilla en la Sierra Maestra,
la soldadesca, empeñada en que la guerra no se extendiera, mostró una de sus
caras más crueles. En Holguín asesinaron una veintena de revolucionarios
durante las que pasaron a la historia como las Pascuas Sangrientas. Luego otros
revolucionarios perdieron la vida, entre los que se cuenta a Angulo Farrán, el
propietario de la emisora CMKO, que generosa y desinteresadamente estimuló la
carrera artística de Faustino.
El Guayabero en fechas
1955-1958
Desintegrado
el conjunto, el trovador se mueve incansable e incesantemente por la zona
rural de Oriente. En el caserío Guayabero, cercano al actual ingenio
azucarero Julio Antonio Mella (entonces Miranda), compone el simpático son
montuno que lo rebautiza para la eternidad como El Guayabero.
|
En
1958 los enfrentamientos del Ejército de Batista y la guerrilla rebelde se
intensificaron, cerraron los centros nocturnos y desaparecieron las fiestas. El Guayabero, entonces Secretario General
del sindicato de los Músicos de Holguín, desarrolló una intensa pero
infructuosa actividad a favor de que los artistas recibieran subsidios por
parte del Gobierno.
En
la ciudad algunos músicos sufrieron amenazas, otros fueron usados para
aparentar una inexistente tranquilidad; en más de una oportunidad los soldados
montaron en camiones al órgano de Abelardo
Barberena (notable constructor de estos instrumentos musicales y hombre
simpático y jaranero que Faustino visitaba con frecuencia), y recorrieron las
calles tratando de frustrar acciones del Movimiento 26 de Julio.
Al
Guayabero como muchos otros músicos no le quedó otro remedio que vender billetes
de lotería y otras labores semejantes para subsistir.
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