Prensa desde 1900

6 de enero de 2015

LA CASA DEL GRAN ALMIRANTE ESTA EN BARIAY.

Portu-Patris, un mito[1].

Por. Reynaldo López.     
           

(Tratase de un video que muestra en menos de dos minutos qué es Bariay)

Rico en discusión, en dialogo sincero y apasionado, así como lleno de conferencias de un alto nivel científico por importantes figuras de la cultura cubana, resulto el evento El V Centenario Visto por Cuba, celebrado en la Sala Polivalente del Hotel PerniK con la asistencia de casi un centenar de personas.

En cada día de los tres de intensas jornadas hubo momentos felices para los hombres que sueñan con encontrar la verdad en su incesante búsqueda de conocimientos de lo real maravilloso acontecido en los últimos 500 años.
El doctor Antonio Núñez Jiménez abrió el evento con una solidad intervención en la que apoyándose en el Diario de Cristóbal Colón, fue apuntando la presencia de los europeos en nuestras tierras y el importante papel desempeñado por los indios desde la llegada y partida de cada viaje.
No se quedó atrás el profesor Salvador Vilaseca cuando dibujó diez posibles sitios del encontronazo en un tono rico, fresco y lleno de una dulce ironía, para al final dejar las conclusiones a nuestro razonamiento. Sin interferir en lo absoluto.

Otro tanto hicieron los historiadores Julio le Riverand y Eusebio Leal, quienes en una oratoria coherente, con amplios argumentos, fueron desenredando las madejas de un acontecimiento con diversos matices y diferentes puntos de vista en el mundo.

Punto culminante resultó la ponencia Portus-Patris, realizada por un equipo de jóvenes de la provincia Las Tunas, quienes concluyeron en su exposición que realmente Puerto Padre fue el escenario por donde hace 500 años arribó el Almirante genovés.

El ensayo de los autores afirma categóricamente que por la bahía de puerto padre llegaron los marinos y advierten que el llamado por Colón Río de Mares es en la actualidad la bahía de Manatí.

Presentan otra serie de estimaciones, muchas de ellas en grado absoluto e incluso en algún momento llagan a herir a otros autores, a quienes se les sitúa en una posición desfavorable desde el punto de vista científico.

Rolando Bellido y Alfredo Álvarez, con su conferencia Acerca de San Salvador-Patris, pusieron el dedo en el detonador para aclarara algunas cosas, aunque el tono fue un poco fuerte.

Los autores explican paso a paso los errores apreciables por ellos en su estudio y llegan a plantear: Hay muchos ejemplos de tratamiento irreverente que linda con lo irrespetuoso.

Antonio Núñez Jiménez, al referirse al tema, observó que él había sido el autor más mencionado, “lo cuál, además, es una honra. Me fui viendo en el deber de exponer mis opiniones con la modestia que dan los años. Creo que algunas de las cuestiones negativas que se han señalado a los autores de Portus-Patris son consecuencia de una Juventud”.

“Yo voy a ser lo más honesto que pueda; trataré de ser lo menos hiriente posible. La primera observación que quiero hacer es que los compañeros no han leído el Diario de Cristóbal Colón y eso lo puedo probar en dos segundos, cuando dicen que Colón habla del río de San Salvador y en todo el folleto ocultan, y aquí lo hicieron otra vez, el dato de que Colón le dice Puerto de San Salvador”.

“Y voy a la prueba: Diario de Colón, página 28 de octubre de 1492: Llamo el Almirante aquel puerto y río de San Salvador.” Es otro dato clave cuando ellos dicen que Colón en primer lugar habla de un territorio llano, pero no dicen que en ese mismo párrafo el Almirante, el 28 de octubre, escribe que es lleno de montañas muy hermosas. Hay otras aseveraciones de los autores que no tienen nada que ver con el Diario de Cristóbal Colón.”

“Yo tengo por costumbre, desde muy niño, haber basado mis investigaciones sobre el terreno. Nunca escribí por lo que otros escribieron.”
“Para asegurar algo en relación con la famosa Mezquita de Colón, me fui a Andalucía…y alquilé un taxi en Granada. Le dije al chofer, un gitano parlanchín, que me hablara de todo lo que quisiera, pero que cuando llegáramos a la vista de la Peña de los Enamorados no me dijera nada. Al doblar la curva de un camino le dije al gitano: Oye, esa es la Peña de los Enamorados y él me respondió: ¿Pero tú habías estado aquí antes? Entonces le dije que no, que donde yo había estado era en Bariay con el Diario de Colón en la mano.” 

El experimentado científico detalló otros aspectos sobre su seguro convencimiento de que fue Bariay la zona del encontronazo y argumento que la información geográfica ofrecida por los autores de Portus-Patris es falsa.

Esa mañana no quedó dudas sobre el tema. Argumentos muy sólidos dejaron muy mal parada la tesis de Portus-Patris. En general fue el criterio que apreciamos después del ameno diálogo. Oportunidades habrá para volver al tema, pero de momento la casa del gran Almirante sigue en Bariay.








[1] Tomado del Periódico Ahora, Holguín, Cuba.  31 de Octubre de 1992.




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