Tomado de Tesis de Grado, Carrera Historia, Universidad de Holguín, Cuba Oscar Lucero Moya.
Autora: Patricia García Concepción
Para el investigador de
inmigrantes es difícil dilucidar el origen de algunos de los habitantes del Holguín dieciochesco, pues en
los documentos con que contamos se dice con exactitud algunos lugares
especificos sin otra información por lo que es imposible saber la región donde
estaba ubicado dicho lugar. Un ejemplo es el de la esposa del inmigrante de
Castilla, Antonio San Miguel. Ella se llamó Petronila Romero y, dice, era
originaria de la Villa
de Rojazo: ¿Dónde quedaba esa tal villa?.
Como la anterior surgen
otras muchas incógnitas, sobre todo de los inmigrantes naturales o procedentes
de lugares del Nuevo Mundo que tienen nombres iguales a otros pueblos y
ciudades de España y que en el momento de asentarse legalmente solo dejaron por
escrito el nombre de la ciudad. Por ejemplo, en el acta de matrimonio de
Francisco Urbino González, único documento a nuestro alcance, dice que este se
casó en Holguín el 4 de octubre de 1750 con María Domínguez, natural de Bayamo
y viuda de Francisco de la Cruz.
Él, dice, era originario de Mérida, ¿de qué Mérida, la ciudad de España, a
orillas del Río Guadiana; de Mérida, la capital del Estado de Yucatán en México o de Mérida, el Estado
actual de Venezuela?.
Otro de los casos que
traen duda es el de Manuel Toledano. Dice en su acta de defunción que murió en
esta ciudad el 6 de agosto de 1772 y que estaba casado con Cayetana Cabrera. Este
hombre había nacido en Cartagena, ¿En cuál? ¿En la Cartagena perteneciente a
la región de Murcia o a la que es la
capital del departamento de Bolívar en Colombia?. Otro tanto ocurre con Pedro
Glavijo que murió el 25 de marzo de 1789
en estaciudad estando soltero y
al que enterraron de limosna. Él había nacido, según refiere su acta de
defunción en el “Reyno de Jaén”. Pero Jaén es lacapital de dos provincias
en lugares tan distantes como la región española de Andalucía y el departamento
peruano de Cajamarca.
En fin, que estamos ante
un caso singular dentro de la inmigración hacia la ciudad de Holguín en el
siglo XVIII: La información documental no es suficiente y en ocasiones
se hace difícil discernir con exactitud de
que región proviene.
De Manuel Toledano
sabemos, por el testamento que dictó el 29 de enero de 1753 ante el Escribano
Público Lorenzo Castellanos, que poseía una botica con un valor
aproximado de trescientos cincuenta pesos, escaso ganado vacuno y equino y una
esclava lisiada nombrada Candelaria. Le adeudaban cuatrocientos diecinueve pesos con dieciocho reales y debía él dos
pesos y dieciséis reales. Este inmigrante declaró que “(…) no tengo heredero
forsoso ascendientes ni descendientes (…)” por lo que decidió declarar
herederos a varios individuos entre los que se hallaba el Teniente Gobernador y
futuro Marqués de Guisa don Joseph Antonio de Silva y Ramírez.
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