Prensa desde 1900

1 de junio de 2011

Desde el primer reporte de plantas cubanas hasta el descubrimiento del cactus enano

Tomado de: La Historia de una especie del patrimonio holguinero: Escobaria cubensis (Cactaceae) “el Cactus enano”. Revista Ciencias Holguín
Lic. Alena Reyes Fornet
DraC. Elena Fornet Hernández

El primer reporte sobre plantas cubanas, sus nombres y usos es de Gonzalo Fernández de Oviedo (1478-1557), y es esa su obra “Historia General y Natural de las Indias”. 
Pero en verdad las exploraciones botánicas con colectas de especies comienzan en 1729 por el escocés William Houston, (y, obvio, son estas muy rudimentarias). Más, a partir de ese momento, llegan a Cuba naturalistas de toda Europa con el fin de conocer la flora cubana y recolectar todo el material posible. Hecho el trabajo todas las colectas fueron trasladadas fuera de Cuba a Jardines Botánicos y colecciones personales, entre ellos los herbarios “De Candolle” y “Delessert” en Ginebra y el “British Museum”. 


Tomando como base las exploraciones y colectas se publicaron libros y artículos como: “Mémoire sur la Flore de l´ île de Cuba”, en París, 1782 por Gaston L. Thibaudin;
Discurso sobre los medios de connaturalizar y propagar en España los cedros de la Habana y otros árboles, así de construcción, como de maderas curiosas y frutales”, en Madrid, 1799 por D. Antonio de la Parra.

No obstante estos antecedentes para el botánico  según León (1918) la Edad de Oro para la Botánica en Cuba comienza cuando el intendente D. Alejandro Ramírez, a la solicitud de D. Mariano Espinosa, inaugura el 30 de mayo de 1817 el Jardín Botánico de la Habana y nombra director a D. José Antonio de La Ossa, a quien el botánico Agustín Piramus de Candolle le dedicara el Género Ossaea de la Familia Melastomataceae, por sus notables contribuciones enviadas a Ginebra.


 Tomado de: La botánica y los botánicos de la Península Hispano-Lusitana Estudios bibliográficos y biográficos, de don Miguel Colmeiro Madrid 1858
Imagen del Jardín Botánico de La Habana

D. Ramón de la Sagra
Siete años dirigió Ossa el Jardín Botánico de La Habana. Al cabo de ese tiempo tuvo que ceder su puesto a Ramón de la Sagra. Entonces el Jardín se convirtió en Escuela de Botánica, teniendo numerosos contribuyentes como: D. Antonio Reinoso y José María Valenzuela. 



Desde el instante que de la Sagra toma la dirección del Jardín Botánico de La Habana comenzaron los botánicos cubanos a hacer exploraciones de campo, a la vez que  se mantuvieron  en contacto con botánicos en el mundo y a los que enviaban sus colectas. 

Poco después La Sagra marcha a Europa con materiales y en 1845 realiza su sueño de publicar el tomo “Botánica (Criptogamia) de la Historia Física, Política y Natural de la Isla de Cuba”.




De 1856 a 1867 explora a Cuba el norteamericano Charles Wright, quien contó con alguna ayuda de Francisco A. Sauvalle y realizó numerosas colectas y observaciones, que más tarde le servirían para revisar a “Grisebach Catalogus Plantarum Cubensium” y describir tres géneros nuevos y 178 especies nuevas, enviándole a Sauvalle el manuscrito de la obra que más tarde publicara Sauvalle en los Anales de la Academia de Ciencias, bajo el título de Flora Cubana.

En esa época algunos cubanos se hacían notar: Juan Antonio Fabré (quien enviaba sus materiales a Madrid), Sebastián Alfredo de Morales y José I. Torralbás.

A partir de 1900, aunque existía poca tranquilidad en los campos cubanos, continuaban las exploraciones “y empezaron, otra vez, los sabios cubanos y extranjeros a arrancar a nuestra rica naturaleza, los tesoros todavía escondidos en su seno” (León, 1918).
 
Charles Fuller Baker
En 1904 llega a Cuba el Profesor C. F. Baker, sabio botánico y entomólogo norteamericano quien organiza importantes exploraciones y en cuatro años forma el Herbario de la Estación Central Agronómica de Santiago de las Vegas y monta otra vez y envenena los ejemplares de Wright, preservándolos de la destrucción de los insectos. En esta época se realizaron numerosas contribuciones, entre ellas las más importantes por el Dr. Manuel Gómez de la Maza y Jiménez, quien según León (1918) era “más bien un buen bibliógrafo que explorador” y por el Dr. Juan Tomás Roig, quien realizara en 1912 el primer “Estudio de las cactáceas cubanas” en su tesis para obtener el grado de Doctor en Ciencias Naturales. 

Juan Tomás Roig Mesa


Desde 1903 comienza la colaboración del Jardín Botánico de La Habana con el Jardín Botánico de Nueva York, inicialmente a través de su director en jefe: El Dr. Nathaniel Lord Britton, (Miembro de Honor de la Sociedad Cubana de Historia Natural Felipe Poey desde el 26 de mayo de 1917), quien envió a Cuba algunos contribuyentes, entre ellos los más destacados Mr. Percy Wilson y Dr. John Adolph Shafer. Sus exploraciones servirían para la publicación de un Nuevo Catálogo de la Flora Cubana.

Mr. Percy Wilson fue Ayudante de Botánica del profesor Baker y exploró fundamentalmente los alrededores de la Habana y Pinar del Río, relacionando los datos de su exploración en “Journal of the New York Botanical Garden” y varios artículos en la Revista Torreya.
 
John Adolph Shafer
El Dr. John Adolph Shafer comienza sus exploraciones en 1903 en las Provincias Pinar del Río, La Habana y Matanzas. En enero de 1909 hace exploraciones en el norte de Camagüey y cayos adyacentes. Vuelve en octubre encargado por el Dr. Britton a los cayos de la costa norte y terminado ese programa realiza de diciembre de 1909 a abril de 1910 una exploración a la región de Oriente, específicamente entre Holguín y Baracoa.
La estancia del Dr Shafer en Holguín  fue corta, pero productiva, lo suficiente para encontrar algunas especies nuevas, entre ellas una diminuta especie de cactus: Coryphanta cubensis Britton & Rose (1912), el ahora conocido cactus enano de Holguín.

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