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18 de octubre de 2010

San Diego de Alcalá


San Diego de Alcalá.   Hato y Corral de San Diego de Alcalá. Nombre nacido del santoral cristiano;  se refiere a San Diego con fecha conmemorativa el 13 de noviembre. Posiblemente su origen más antiguo se encuentra en la Encomienda de Alcalá, uno de lugares de mayor importancia dentro de los procesos de la transculturación en el territorio holguinero, con una comunidad humana colonial desarrollada desde los inicios del siglo XVI hasta los finales del siglo XVII. En 1538 y 1539 Alcalá fue escenario de levantamientos anticolonialistas de indios encomendados. El hato de San Diego de Alcalá se mercedó el 10 de julio de 1653. En 1763, al testar Juana González Norate, casada en segundas nupcias con Diego de Ávila, matrimonio al que Diego aportó el Corral de Alcalá y el Hato de la Puerca, con tres Estancias sembradas de yuca, plátanos y caña, 50 reses vacunas, 12 caballos y una esclava, declaró poseer además el Corral de Alcalá, el hato de San Fernando, la Puerca y la Vega de Tacajó. En 1764, Diego de Ávila declaró poseer en el lugar 40 cerdos. En 1772, Diego le vendió a Manuel  Santiesteban Muñoz, el corral de Alcalá, junto al hato de la Puerca, que había recibido de su padre, en 4 000 pesos, con los linderos: al este, primer paso del arroyo Rancho Nuevo, y al sur al arroyo…, de ahí mirando al poniente al Cerro de Tibisial y de allí, al norte a arroyo Rancho Nuevo, hacia el antiguo camino a Bariay. En 1773, al testar Diego de Ávila, esposo de Juana González, reconoció haberle vendido a Manuel de Santiesteban Muñoz los sitios de la Puerca, Alcalá y San Fernando en 4 000 pesos, menos 500 pesos que guardó para sí en Alcalá. En 1780, Leonor Josefa Muñoz, viuda de Manuel Santiesteban, vendió a través de su apoderado, las haciendas de San Juan de la Puerca, con los asientos de San Fernando y Alcalá, que adquiriera a Diego de Ávila, así como el sitio de Bijarú que hubo de Blas de Ávila, a José de la Peña, todo en 1 053 pesos, gravados por censos de capellanía, 200 pesos de posesión en beneficio de San Antonio de Padua y 50 pesos a la virgen del Rosario. En 1784, el hato poseía un sitio. En 1807, la viuda María de la Torre Hechavarría (el esposo había sido Francisco de Peña), le vendió a Antonio Ochoa, un sitio en san Diego de Alcalá, de 345 pesos de posesión en 1 000 pesos. En 1828, al testar Francisco Antonio Ochoa Ávila, declaró poseer en la hacienda teniéndola arrendada a Manuel Perdomo. En 1837, José Manuel Betancourt le vendió a Reynaldo Batista 25 pesos de posesión en 200 pesos. 
 Véase: Diego de Ávila y Delmonte. Memoria histórica sobre el origen del hato de San Isidoro,  pp. 93 – 96. Roberto Valcárcel. Introducción a la arqueología del contacto indo hispánico en la Provincia de Holguín, Cuba. En: El Caribe arqueológico. Anuario publicado por la Casa del Caribe.  No. 2 / 1997, p. 69. Venegas, Carlos.  Colonización y expansión urbana. Primera etapa 1510 – 1658. En: Revista Islas. No. XXX, p. 113. AHP. Fondo Protocolos Notariales. Escribanía de Lorenzo Castellanos. Año 1763, f. 69v. Año 1772, f. 6. Año 1773, f. 129. Año 1780, ff. 32v, 146. Escribanía de Salvador de Fuentes. Año 1807, f. 82. Escribanía de Manuel León Rodríguez. Año 1828, f. 152v. Escribanía de Antonio de Fuentes. Año 1837,  68. ANC. Fondo Correspondencia de los Capitanes Generales, Legajo 17, Número 7. Fondo Gobierno General. Legajo 489, Número 25118.