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4 de julio de 2010

Gibara, potencial arqueológico


Los estudios realizados para conformar el censo arqueológico el territorio (Valcárcel y Corella, 1989), han permitido definir tres áreas que concentran la mayoría de los sitios localizados:

La primera se extiende desde la propia ciudad hasta los límites con la provincia de Las Tunas (Punta Piedra de Mangle). Es un área protegida caracterizada como una llanura costera recientemente emergida con la cota de 2 a 10 metros sobre el nivel del mar.

La segunda está concentrada en áreas cercanas a los ríos, unas veces en la zona de terrazas aluviales y otras sobre elevaciones muy cerca de los mismos.

La tercera está formada por las alturas premontañosas con cotas entre 80 y 150 metros sobre el nivel del mar, situada al oeste sur oeste de la ciudad de Gibara, y zonas aledañas de terrazas pluvio-abrasivas-acumulativas con cotas entre 40 y 50 metros de altura geodésica.

Por su importancia merecen una mención especial los sitios de el Catuco, (donde se produjo el primer contacto indo-hispánico), La Cueva de la Masanga (sitio parador de los cazadores, así como el lugar donde se encuentra por primera vez en un contexto no alterado huellas de la convivencia del Megalocnus Rodens con los aborígenes cazadores.), Cueva de la Curva, (lugar que atesora la única pictografía encontrada en el territorio hasta el momento), Macio del El Jobal, (donde existe un entierro de los antiguos cazadores recolectores, Grupo Guacanayabo) y el sitio Cacoyuguín II (uno de los de fechados más antiguos para el protoagrícola en Cuba).