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3 de julio de 2010

Desesperada carta que envía el reo Diego Garayalde al Teniente Gobernador (1859)


Por César Hidalgo Torres

No hay información sobre Diego Garayalde Rodríguez. De él, escueto sin que fuera esa su costumbre, el historiador Pepito García Castañeda, anota detrás de la carta original: "Para mí era un asesino".


Esta que seguidamente se transcribe es una carta de Diego Garayalde al Teniente Gobernador:

Veso como humilde haijado
los pies ami padrrino,
que la suerte me previno
para ser consolado.
Espero ser aliviado
de mis penas tan crecidas.
Dios le de mil años de vida
para que haga mucho favor;
todos decimos a un tenor,
Viva nuestro Governador. Viva.

Más, como el exponente es sabedor que el corazón de Vuestra Señoría es magnánimo, que se duele de los males y penas de los desgraciados que como el que habla, yacen en una aflictiva prición, es la razón porque (ILEGIBLE) asu autoridad estas líneas suplicatorias que se digne disponer se le quiten las prisiones que motivan la incomodidad que da, no tan solo porque se alibie de tal pena sino por evitar la grande aflición que cauza a su señor padre y familia cuando bienen a visitarlo, como es consecuente en todo padre que profeza un verdadero amor a sus hijos y por esta circunstancia,
A Vuestra Señoría impetra tenga a bien aceder alo que solicito favor que espero merecer de su acrecentado corazón cuya vida guarde el cielo muchos años para bien delos desgraciados que están bajo el amparo dela recta justicia que tan saviamente admnistra en esta ciudad de Holguín a cuatro de mallo de 1859

Diego Garallalde Rodríguez. (sic)